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Riesgo de síndrome de abstinencia con el uso de los agonistas de la dopamina: revisión de la situación en Canadá

La agencia reguladora de Canadá, Health Canada, ha anunciado nueva información en la ficha técnica de pramipexol, que incluye una advertencia del riesgo de síndrome de abstinencia de agonistas dopaminérgicos (SAAD, o DAWS, por sus siglas en inglés). Se ha iniciado una revisión con el resto de los agonistas dopaminérgicos.

En Canadá, la autoridad reguladora de medicamentos, Health Canada, ha actualizado la monografía del producto (CPM, Canadian Product Monograph) de los medicamentos con pramipexol (Mirapexin®) para incluir una advertencia sobre el riesgo de síndrome de abstinencia de agonistas de la dopamina (SAAD, o DAWS, por sus siglas en inglés). Esta información es similar a la ya existente en la ficha técnica del medicamento en España.

Se debe recordar que los agonistas de la dopamina están indicados para tratar la enfermedad de Parkinson, el síndrome de piernas inquietas y la acromegalia. En Canadá están disponibles los siguientes agonistas dopaminérgicos: apomorfina, bromocriptina, cabergolina, pergolida, pramipexol, quinagolida, ropinirol y rotigotina.

Health Canada ha estado monitorizando el riesgo potencial de SAAD desde 2019, luego de las actualizaciones realizadas por la autoridad reguladora en Japón (PMDA). En 2020, el fabricante de pramipexol actualizó voluntariamente el CPM para incluir una advertencia de SAAD, desencadenando la revisión de seguridad de Health Canada para todos los agonistas de la dopamina comercializados en Canadá. La citada agencia revisó la información de las bases de datos canadienses e internacionales de reacciones adversas notificadas y la literatura científica. Se evaluaron veintitrés (23) notificaciones de casos (dos canadienses y 21 internacionales) de SAAD en pacientes tratados con agonistas dopaminérgicos.

Dicha revisión ha establecido un vínculo entre el uso de los agonistas dopaminérgicos pramipexol, quinagolida o ropinirol y el riesgo de SAAD y, por lo tanto, Health Canada trabajará con los fabricantes de los medicamentos con quinagolida (Norprolac®) y ropinirol (Adartrel®, Requip®, Requip-Prolib®, Rolpryna® y EFG) para actualizar los CPM, a fin de que incluyan una advertencia de SAAD. Estos medicamentos en España ya contienen esa advertencia sobre SAAD, con información tal como “los pacientes deben ser monitorizados atentamente durante la disminución gradual y la interrupción. En caso de síntomas de abstinencia graves y/o persistentes, se puede considerar la readministración temporal de ropinirol a la mínima dosis efectiva”.

Recomendaciones

Health Canada trabajará con los fabricantes de estos agonistas de la dopamina para incluir el riesgo potencial de SAAD/DAWS como precaución en su ficha técnica. Por ahora, no hay suficiente información para establecer un enlace entre el riesgo de SAAD y otros agonistas de la dopamina como la apomorfina (Apo-Go Pen®, Dacepton®), bromocriptina (en Parlodel® ya se advierte), cabergolina (Dostinex®, Sogilen®), pergolida y rotigotina (en Neupro® ya se advierte). 

Información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia que decide el PRAC

El Comité europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) ha acordado cambios en la información autorizada de las fichas técnicas y de los prospectos de los medicamentos europeos por motivos de seguridad. Una vez que se revisan y evalúan los datos de los informes periódicos de seguridad (IPS; en inglés, PSUR) de forma colaboradora entre las 27 agencias nacionales, se presentan los cambios y se acuerdan en las reuniones mensuales del PRAC. A continuación, se muestran los últimos cambios de información de seguridad acordados recientemente en el PRAC.

El Comité europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) ha acordado cambios en las fichas técnicas y los prospectos de los siguientes medicamentos, siendo los más importantes los que se describen en la Tabla 1, según informa la AEMPS en su Boletín de Seguridad de Medicamentos de Uso humano de julio de 2021. Las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos pueden consultarse en la web de la AEMPS, dentro de la sección del Centro de Información Online de Medicamentos – CIMA, disponible en: https://cima.aemps.es/cima/publico/home.html. 

Continúa la tabla aquí

Riesgo de depresión respiratoria y sedación asociado al uso de clobazam en suspensión oral (Silocalm®)

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado, a través de una comunicación a profesionales sanitarios enviada por el laboratorio titular, de información sobre el riesgo de depresión respiratoria y sedación con Silocalm® (clobazam) en suspensión oral. Este medicamento está disponible a la concentración de 1mg/ml o 2 mg/ml, no siendo bioequivalente a los comprimidos de clobazam, por lo cual se debe tener precaución en el momento de prescribir este medicamento. 

Con la administración de Silocalm® se alcanzan niveles plasmáticos más altos que con la administración de la misma dosis en forma de comprimidos. Ello puede conducir a un mayor riesgo de depresión respiratoria y sedación, que puede ser más notorio al cambiar de comprimidos a suspensión oral.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha informado (AEMPS, 2021), mediante una DHPC (Direct Healthcare Professional Communication), sobre el riesgo de depresión respiratoria y sedación asociado a Silocalm® (clobazam) 1 mg/ml o 2 mg/ml suspensión oral. Dicho medicamento está indicado en adultos o niños mayores de 2 años como terapia adyuvante en la epilepsia que no se controla completamente por el tratamiento convencional con uno o más anticonvulsivantes. Silocalm® suspensión oral no debe utilizarse en niños de 1 mes a 2 años, salvo en situaciones excepcionales, cuando exista una clara indicación de epilepsia.

Se debe tener presente que la suspensión oral de clobazam 1 mg/ml o 2 mg/ml no es bioequivalente a los comprimidos de clobazam. Esto se basa en los resultados de un estudio de bioequivalencia cruzado, aleatorizado y de dosis única que detectó que el nivel plasmático máximo de clobazam después de su administración oral en suspensión oral de 1 mg/ml resultaba ser mayor que el observado tras la administración de un comprimido de referencia de 10 mg. El hecho de que la misma dosis administrada en las distintas formas farmacéuticas se traduzca en niveles plasmáticos más altos con la suspensión oral puede conducir a un mayor riesgo de depresión respiratoria y sedación, posiblemente más notorio al cambiar de comprimidos a suspensión oral. Por tanto, se debe tener precaución al cambiar de una a otra en medicamentos que contengan clobazam, ya que las dosis no son equivalentes.

El riesgo de depresión respiratoria se manifiesta por grados variables de depresión del sistema nervioso central que van desde la somnolencia hasta el coma. En casos leves, los síntomas incluyen somnolencia, confusión mental y letargo; en casos más graves, los síntomas pueden incluir ataxia, hipotonía, hipotensión, depresión respiratoria, raramente coma y muy raramente la muerte. Al igual que con otras benzodiazepinas, la sobredosis no debería representar una amenaza para la vida a menos que se combine con otros depresores del SNC (incluido el alcohol).

Es preciso destacar que en España solamente está disponible Silocalm 1 mg/ml, con fecha de comercialización de principios de diciembre de 2021. En comprimidos solo existe Noiafren® 10 mg (con problemas de suministro) y 20 mg por comprimido.

Información importante

El Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H) se basa en el programa de notificación espontánea de un profesional sanitario (médico, odontólogo, farmacéutico, enfermero, otros) o de un ciudadano, de una sospecha de relación entre un medicamento (incluidos vacunas, sueros, gases medicinales, fórmulas magistrales, plantas medicinales) y un síntoma o signo adverso (reacción adversa, RAM) que manifieste el paciente o familiar (programa de tarjeta amarilla). El Real Decreto 577/2013 de Farmacovigilancia de medicamentos de uso humano (BOE núm. 179, de 27 de julio de 2013) entró en vigor el 28 de julio de 2013. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) coordina el SEFV-H. A su vez se integra en el Sistema Europeo de Farmacovigilancia que desde 1995 coordina la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y participa desde 1984 en el Programa Internacional de Farmacovigilancia de la OMS, junto con más de 130 países.

¿Qué notificar? Se deben notificar las sospechas de RAM:

Con medicamentos autorizados, incluidas las de aquellos que se hayan utilizado en condiciones diferentes a las autorizadas o con medicamentos extranjeros importados con autorización de la AEMPS.

Principalmente las RAM ‘graves’ (mortales, o que amenacen la vida, prolonguen o provoquen una hospitalización, causen incapacidad o sean médicamente importantes y las trasmisiones de un agente infeccioso a través de un medicamento) o RAM ‘inesperadas’ de cualquier medicamento

Con medicamentos de ‘seguimiento adicional’ (durante sus primeros 5 años desde la autorización, identificados con un triángulo negro invertido (▼) a la izquierda del nombre del medicamento en el material informativo, en el prospecto y en la ficha técnica);
ver la lista mensual de los medicamentos con “triángulo negro” en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/vigilancia/medicamentosUsoHumano/seguimiento_adicional.htm#lista_europea 

Las que sean consecuencia de ‘errores de medicación’, que ocasionen daño en el paciente,

Las originadas por ‘interacciones’ con medicamentos, plantas medicinales, incluso alimentos (zumo de pomelo, ahumados, crucíferas, etc). 

¿Cómo notificar?

No olvide notificar cualquier sospecha de RAM a su Centro Autonómico o Regional de Farmacovigilancia mediante las ‘tarjetas amarillas’. Consulte en este directorio su Centro Autonómico de Farmacovigilancia correspondiente.

MÉTODO electrónico: desde el 15 de enero de 2013 se puede notificar a través del sitio web https://www.notificaRAM.es/, y el sistema electrónico hace llegar a su centro correspondiente la notificación de sospecha de RAM. Sirve para profesionales sanitarios y para ciudadanos, en formularios diferentes. La nueva legislación europea de farmacovigilancia establece esta posibilidad para facilitar la notificación de las sospechas de RAM por la población en general.

¿Dónde conseguir tarjetas amarillas?

Consultando a su Centro correspondiente del SEFV-H. Podrá encontrar el directorio de Centros en las primeras páginas del “Catálogo de Medicamentos” y en las páginas de Internet http://www.portalfarma.com y http://www.aemps.gob.es/vigilancia/medicamentosUsoHumano/docs/dir_serfv.pdf.

¿Dónde consultar las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos? 

En la página web de la AEMPS http://www.aemps.gob.es, seleccionando ”CIMA: Centro de Información on-line de Medicamentos de la AEMPS, Humanos”, se pueden consultar por nombre comercial o por sus principios activos. También están disponibles en la base de datos BOT PLUS.

NOTA: la mención de marcas comerciales en el texto solo tiene fines de identificación, y en absoluto se les debe asignar directamente lo descrito en el texto.

HazIndicación: Servicio de Indicación Farmacéutica a través de NodoFarma Asistencial

Introducción

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos y los distintos Colegios integrantes impulsan desde hace años una Farmacia de Servicios Asistenciales, lo que ha llevado en 2021 a la realización de la 7ª Acción de HazFarma, HazIndicación, en colaboración con Laboratorios Cinfa. 

HazFarma1  es una ambiciosa iniciativa que desde 2014 proporciona al farmacéutico comunitario los medios y las herramientas necesarias para el desarrollo de Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA), reforzando la colaboración con otros profesionales de la salud, e impulsando el valor de la actuación del farmacéutico comunitario. A través de acciones anuales, HazFarma da respuesta a los principales objetivos de esta iniciativa, como son: 

  • Comprometerse con la sociedad y el paciente.
  • Protocolizar y formar en SPFA.
  • Proporcionar una asistencia sanitaria de calidad.
  • Promover la práctica colaborativa.
  • Valorar el trabajo del farmacéutico para obtener resultados en salud.
  • Llegar a todos los profesionales sanitarios, a las administraciones y a la sociedad. 

De acuerdo con la definición consensuada en 2019 por Foro de Atención Farmacéutica en Farmacia Comunitaria (Foro AF-FC), los SPFA son “aquellas actividades sanitarias prestadas desde la farmacia comunitaria por un farmacéutico que emplea sus competencias profesionales para la prevención de la enfermedad y la mejora tanto de la salud de la población como la de los destinatarios de los medicamentos y productos sanitarios, desempeñando un papel activo en la optimización del proceso de uso y de los resultados de los tratamientos. Dichas actividades, alineadas con los objetivos generales del sistema sanitario, tienen entidad propia, con definición, fines, procedimientos y sistemas de documentación, que permiten su evaluación y retribución, garantizando su universalidad, continuidad y sostenibilidad”2.

El desarrollo de los SPFA implica la necesaria cooperación con el médico y otros profesionales sanitarios para conseguir resultados óptimos en la salud de la población, así como su intervención en actividades que promocionen la salud y prevengan las enfermedades.

En este sentido, los farmacéuticos, siendo parte del sistema sanitario, comparten con los pacientes, los médicos, otros profesionales de la salud y las Autoridades Sanitarias, la misión de garantizar el uso seguro, efectivo y eficiente de los medicamentos. En este entorno multidisciplinar, el farmacéutico aporta conocimientos y habilidades específicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes en relación con la farmacoterapia y sus objetivos. 

Este planteamiento responde a las demandas de una sociedad cada vez más preocupada por alcanzar su bienestar, informada y formada en aspectos relacionados con el concepto de salud. Es por ello que se plantea la necesidad de mantener actualizados los conocimientos de los farmacéuticos comunitarios en los problemas de salud y los medicamentos más demandados por los pacientes y usuarios de la farmacia, con y sin receta.

Justificación

Cada vez tiene más importancia el uso de medicamentos sin prescripción médica, que debe ser realizado en el marco de un uso responsable del medicamento, para lo que es imprescindible el papel del farmacéutico comunitario, un profesional sanitario experto en el medicamento, accesible para la sociedad a la que atiende (sana y enferma) y esencial en lo relacionado con el autocuidado y la automedicación responsable. 

El SPFA en el que más desarrollo puede tener el autocuidado es el Servicio de Indicación Farmacéutica (SIF). Este Servicio está definido y procedimentado por FORO AF-FC2 en su documento Guía práctica para los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales en la Farmacia Comunitaria. Se ha definido como “el SPFA prestado ante la consulta de un problema de salud (PS) concreto, para un paciente o cuidador que llega a la farmacia solicitando el remedio más adecuado para el mismo. Se simboliza con la frase: “¿Qué me da para…?”. Si la actuación como resultado del Servicio requiere la dispensación de un medicamento o producto sanitario, esta se realizará de acuerdo con el procedimiento del Servicio de Dispensación”.

Los principales objetivos de este SIF son:

  • Valorar si el PS por el que consulta el paciente o su cuidador es un síntoma menor o trastorno banal.
  • Determinar si el PS que refiere el paciente es un Resultado Negativo asociado a la Medicación (RNM).
  • Proteger al paciente frente a la aparición de RNM mediante la identificación y resolución de Problemas Relacionados con el uso de Medicamentos (PRM).
  • Detectar otras necesidades para ofrecer, en su caso, otros SPFA.
  • Indicar al paciente la solución más adecuada para resolver su PS y, en su caso, seleccionar un medicamento o producto sanitario, garantizando que el paciente conoce su proceso de uso.
  • Resolver las dudas planteadas por el paciente/cuidador y/o las carencias de información detectadas por el farmacéutico, tanto sobre el PS como sobre la terapia indicada.
  • Mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La Organización Farmacéutica Colegial impulsa el desarrollo de dichos SPFA a través de NodoFarma Asistencial (NDFA) como propuesta de transformación digital de la farmacia, lo que permite una mejor interacción y relación del farmacéutico con los pacientes, gracias a los siguientes beneficios:

  • Ayuda a mejorar el conocimiento y a optimizar el resultado de los medicamentos;
  • incrementa la satisfacción con la atención personalizada prestada;
  • potencia la fidelización en la aplicación real de los diferentes SPFA;
  • aplica la tecnología más actual a las necesidades de cada paciente. 

Esta plataforma se basa en el resultado de otras investigaciones en SPFA, tales como los de Seguimiento Farmacoterapéutico (conSIGUE) y Adherencia Terapéutica (AdherenciaMED), además del trabajo desarrollado utilizando la técnica de design thinking con representantes de todos los agentes implicados (farmacéuticos, pacientes, médicos, etc.), con la finalidad de conseguir ampliar el número de farmacéuticos involucrados en este avance. De esta forma se puede visibilizar y poner en evidencia la evolución profesional, pasando de la red de farmacias individuales a consolidar la farmacia de SPFA en red, donde el paciente es el centro, tras ser registrado en Mi farmacia Asistencial.

Por todo ello, en colaboración de Laboratorios Cinfa, se ha continuado la estrategia iniciada en 2019-2020 con el proyecto HazDispensación, alineando la formación aplicada a la estrategia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF), uniendo HazFarma y NodoFarma Asistencial. 

La Acción de este año 2021 se centró en el SIF como actividad paraguas que enmarca varios módulos formativos con diferentes problemas de salud. Además, esta actividad tuvo un enfoque dirigido a la práctica diaria y a la mejora del SIF prestado junto con la información actualizada sobre el tratamiento de los problemas de salud menores seleccionados, a la actuación profesional, o la promoción de la práctica colaborativa con otros niveles asistenciales para otorgar el mejor conocimiento de estas patologías a la población.

Objetivos de la acción

HazIndicación tuvo como objetivo actualizar los conocimientos de los farmacéuticos comunitarios para la aplicación práctica del SIF en seis problemas de salud: resfriado común/gripe, problemas de sueño, astenia, picor y enrojecimiento de la piel, acidez gástrica y ojo rojo. En todos los casos, utilizando NodoFarma Asistencial como herramienta de registro, en pro de la mejora de la práctica asistencial de este profesional para con el paciente. 

Metodología

Durante 6 meses se cumplimentó la parte teórica, lectura y comprensión de los materiales formativos (guías teóricas, podcasts, vídeos, etc.) y se resolvieron los test correspondientes y la parte práctica del curso3 (casos clínicos). Además, hubo materiales para pacientes y una actividad práctica simultánea que implicó la recogida de casos reales en NDFA del SIF en los diferentes problemas de salud. Cada farmacéutico alumno debía registrar al menos 3 casos de cada uno de los problemas de salud abordados en la Acción (esto es, un total de al menos 18 casos). 

El procedimiento del SIF se inicia con una entrevista al paciente, que consiste en mantener una conversación farmacéutico-paciente, donde ante la petición de un remedio para aliviar un PS, el farmacéutico, con la información necesaria, lleva a cabo una actuación profesional o intervención en caso de incidencia. Para favorecer la conversación necesaria en la entrevista, podemos emplear la regla nemotécnica “PASITAMAE”4, cuyo significado es el siguiente: 

  • PA – “Quién realiza la consulta” 
  • SI – “Cuál es la razón de consulta”
  • T – “Duración del PS”
  • A – “Acciones llevadas a cabo con anterioridad para intentar solucionar el PS (¿ha utilizado algo?)”
  • M – “Otros medicamentos utilizados para otros PS”
  • A – “Alergias o intolerancias conocidas”
  • E – “Otras enfermedades concomitantes o una situación fisiológica especial (embarazo/lactancia)”

Esta información queda recogida tanto en el procedimiento del SIF como en su aplicación en la plataforma digital (Figura 1).

Cronograma

Se trata de una acción que fue desarrollada desde el 18 de enero de 2021 hasta el 30 de junio de 2021 a través de la plataforma de formación continuada del Consejo General.

Materiales

  1. Material para el farmacéutico:
  • Guía de actuación del SIF. 
  • Fundamentos para la correcta realización del SIF: 6 módulos teóricos donde se hace una revisión de los diferentes problemas de salud seleccionados (ejemplo en Figura 2).
  • Podcast, casos clínicos interactivos, vídeos tipo role play de situaciones concretas que pueden darse en la farmacia.

2. Material para pacientes;

  • 6 materiales impresos de entrega al paciente: recoge consejos y recomendaciones para pacientes (Figura 3).

Resultados

Los casos del SIF fueron registrados en NDFA, cuyo acceso estuvo disponible a través de la plataforma de formación del Consejo General (https://formacion.nodofarma.es). Estos datos han sido analizados para obtener unos resultados valorables para su difusión y se exponen a continuación.

Participación

Los resultados respecto a la participación mostraron un total de 2.817 farmacéuticos inscritos, de los cuales 952 participaron en la Acción y 707 farmacéuticos fueron acreditados, lo que supone un 25% de acreditación frente a la inscripción total. 

Hubo un total de 15.994 casos registrados, siendo Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza y A Coruña las tres provincias con mayor participación, con 1.020, 1.019 y 899 casos, respectivamente. 

Registro de casos

Los resultados en relación con el registro de casos evidencian que el paciente (PA) tipo es una mujer (58%), que recoge su propia medicación (84%), y con una edad comprendida entre 30 y 69 años (58%). Los resultados también indican que, de estas mujeres, 656 estaban embarazadas (E) y 145 estaban en periodo de lactancia, es decir, un 5% del total de mujeres. 

Los principales problemas de salud registrados en HazIndicación se relacionaron con los PS seleccionados. Las principales razones de consulta (SI) (n= 17.624) fueron: insomnio 12,8% (n= 2.265), astenia 12,5% (n= 2.199), hiperacidez gástrica 11% (n= 1.946), resfriado común 7,5% (n= 1.317) y picaduras de insectos 3,5% (n= 619). 

Respecto al tiempo (T) de duración de la razón de consulta, el número de días que el paciente ha padecido el problema de salud antes de acudir a la farmacia han sido tres días (moda).

Los tratamientos activos (M) registrados que forman parte del tratamiento farmacológico del paciente, independientemente de la razón de la consulta por la que ha acudido a la farmacia, ordenados por principio activo fueron: enalapril (n= 457), metformina (n= 363), paracetamol (n= 326), atorvastatina (n= 296), simvastatina (n= 289), hidroclorotiazida (n= 214), etinilestradiol (n= 209), omeprazol (n= 190), levotiroxina (n= 189), amlodipino (n= 143) y lorazepam (n= 138).

Se registraron otros problemas de salud (E) que los pacientes refieren, además de la razón de consulta por la que acuden a la farmacia, y se observa que el 16,7% (n= 1.332) estaba en tratamiento para la hipertensión arterial, el 9,6% (n= 762) para hipercolesterolemia, el 4,3% (n= 345) para la depresión, y el 4% (n= 320) para el insomnio. 

En algunos casos, el farmacéutico ha encontrado circunstancias relacionadas con la farmacoterapia que, en el transcurso del procedimiento establecido para el SIF, no concuerdan con una situación esperada o aceptada, esto es, se ha identificado una incidencia. En los casos en los que se ha registrado una incidencia, se han identificado los siguientes Problemas Relacionados con los Medicamentos (PRM): alta probabilidad de efectos adversos (n= 766), precaución de uso (n= 139), interacciones con otros medicamentos, plantas medicinales, complementos alimenticios o alimentos (n= 97), dosis, pauta y/o duración no adecuada (n= 95), o administración errónea del medicamento (n= 93) (Figura 4).

Como consecuencia de estos PRM también han sido identificados como Resultados Negativos asociados a la Medicación (RNM) mayoritarios la inseguridad no cuantitativa de la medicación (n= 527) y la inseguridad cuantitativa de la medicación (n= 197).

De manera interesante, las principales actuaciones farmacéuticas (n= 15.994) fueron: indicar medidas higiénico-sanitarias 53,5% (n= 8.556), indicar tratamiento farmacológico 47,4% (n= 7.588), indicar tratamiento no farmacológico 41,3% (n= 6.599) y derivar al médico 17% (n= 2.723). En el registro de casos se observa que los tratamientos indicados más frecuentes, y por principio activo, fueron: paracetamol 9,4% (n= 1.538), clorfenamina 6,7% (n= 1.098), fenilefrina 4,1% (n= 672), almagato 4% (n= 654) y dextrometorfano 3,7% (n= 600). Cabe destacar que el 7% de las razonas de consulta (n= 1.233) tuvieron una actuación farmacéutica distinta a la dispensación de un tratamiento farmacológico/no farmacológico.

En conclusión, el uso de NDFA, dentro de la Acción práctica formativa como herramienta de registro del SIF, ha permitido dejar constancia de la actuación profesional en problemas de salud muy habituales en la farmacia comunitaria. Los resultados preliminares fueron presentados en el XII Congreso Nacional de Atención Farmacéutica celebrado el pasado mes de noviembre de 2021 en Zaragoza (Figura 5). 

Infección por coronavirus (SARS-CoV-2)

Novedades sobre agentes antivirales específicos

registró la primera autorización en la UE de fármacos antivirales con indicación en COVID-19 desde que se aprobara remdesivir en julio de 2020; en concreto, de los anticuerpos monoclonales carisivimab e imdevimab en asociación y de regdanvimab. Se trata de los primeros anticuerpos monoclonales disponibles para hacer frente al SARS-CoV-2 y que han recibido autorización para su uso en pacientes infectados que no requieren oxígeno suplementario y que tienen elevado riesgo de progresión a enfermedad grave; se recomienda ver los matices de sus indicaciones, así como los datos clínicos disponibles, en las fichas técnicas autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos.

Además de los datos sobre opaganib, que se comentaban en el número anterior de Panorama Actual del Medicamento, se han hecho públicos avances de la investigación clínica con otros compuestos. Por ejemplo, se han anunciado1 los resultados clínicos preliminares para el antiviral Evusheld™ o AZD7442: una combinación de dos anticuerpos monoclonales de larga acción específicamente dirigidos frente a la proteína S del virus –tixagevimab y cilgavimab–, que derivan de células B procedentes de plasma convaleciente de donantes que han pasado la infección por SARS-CoV-2, y cuyas moléculas han sido modificadas para optimizar su vida media, consiguiendo aumentar la duración de su acción en más del triple. El fármaco se encuentra a principios de diciembre de 2021 en evaluación continua (rolling review) por la EMA.

Se evaluó la eficacia y seguridad de una sola administración intramuscular en adultos no hospitalizados en dos ensayos multicéntricos de fase 3 aún en marcha, aleatorizados, doble ciegos y controlados por placebo, que consideraron dos supuestos clínicos distintos: el tratamiento de la COVID-19 leve-moderada (estudio TACKLE, N= 903, 600 mg/dosis) y la prevención de infección sintomática (estudio PROVENT, N= 5.197, 300 mg/dosis), en ambos casos en pacientes/individuos sanos a nivel ambulatorio (no hospitalizados) con riesgo elevado de empeoramiento de la COVID-19 o respuesta insuficiente a la vacunación, entre quienes se incluyen inmunodeprimidos y personas con otras comorbilidades. El primero de los estudios demostró que la administración de AZD7442 en pacientes con síntomas durante ≤ 3 días reducía el riesgo de COVID-19 grave o muerte por cualquier causa en un 88% en comparación con el uso de placebo. Un análisis exploratorio de los datos del estudio de prevención, tras 6 meses de seguimiento, apunta a que AZD7442 reduce el riesgo de sufrir una infección sintomática de COVID-19 en un 83% frente a placebo; no se notificó ningún caso de patología grave ni muertes en el brazo experimental, frente a 5 pacientes graves y 2 muertes por COVID-19 en el grupo placebo. La combinación de anticuerpos tuvo una buena tolerabilidad general en ambos estudios.

Resultados similares se han divulgado2 para Paxlovid™, un antiviral de uso por vía oral que consiste en una combinación del compuesto experimental PF-07321332 y el antirretroviral ritonavir. Con datos procedentes de 1.219 pacientes adultos con COVID-19 no hospitalizados, pero riesgo elevado de empeoramiento de la enfermedad, el análisis intermedio del estudio controlado de fase 2/3 EPIC-HR, con diseño aleatorizado y doble ciego, reveló que la administración de Paxlovid™ en los 3 primeros días desde el inicio de los síntomas reducía en un 89% (p< 0,0001) el riesgo de hospitalización por COVID-19 o muerte por cualquier causa: la tasa de hospitalización al día 28 en el brazo experimental fue del 0,8% (3 hospitalizaciones/389, 0 muertes) frente al 7,0% en el brazo placebo (28/385, 7 muertes). Una eficacia similar se verificó cuando el tratamiento se iniciaba en los primeros 5 días desde el debut.

A falta de los análisis finales de los ensayos, si se confirmaran todos estos resultados, es previsible que las opciones farmacológicas comentadas sean aprobadas tras la revisión exhaustiva por las agencias reguladoras europeas y estadounidense.

Más resultados sobre el uso en vida real de vacunas

Toda vez que sea acaba de autorizar en la UE el uso de la primera vacuna –Comirnaty® (Pfizer/BioNTech)– en niños de 5 a 11 años en base a los resultados ya publicados (Walter et al., 2021) y comentados en el número 447 de Panorama Actual del Medicamento, que prueban una eficacia protectora de la pauta vacunal del 90,7% frente a infección sintomática, se pueden destacar los hallazgos de otros estudios recientes sobre la efectividad de las vacunas frente a los contagios y relativos a la duración de la inmunoprotección.

Por ejemplo, un estudio desarrollado en Estados Unidos (Cohn et al., 2021) con datos de salud –número de infecciones y muertes por COVID-19– del colectivo de veteranos militares (Veterans Health Administration), que se corresponde con el 2,7% de la población de aquel país (780.225 personas), concluyó que la de efectividad de la vacunación contra la infección sintomática se redujo globalmente desde un promedio del 87,9% a un 48,1% entre febrero y octubre de 2021. Por subgrupos, esa reducción fue más marcada entre las personas que recibieron la pauta monodosis de la vacuna de Janssen, en quienes disminuía desde el 86,4% en marzo hasta una efectividad de solo el 13,1%; los vacunados con Spikevax® (Moderna) fueron quienes se veían afectados por esa reducción en menor grado (de un 89,2% a un 58%). Los resultados revelan, además, que, si bien el aumento de la tasa de infección incrementaba el riesgo de muerte, las vacunas mantuvieron su efectividad protectora frente a los fallecimientos en personas infectadas incluso tras la expansión de la variante delta del SARS-CoV-2. Así, con datos desde julio hasta octubre de 2021, los autores probaron que la protección vacunal frente a las muertes para personas de menos de 65 años era del 73,0% con la vacuna de Janssen, del 81,5% para Spikevax® y del 84,3% para Comirnaty® (Pfizer-BioNTech); en cambio, en sujetos de 65 años y mayores, esa protección se reducía hasta niveles del 52,2%, 75,5% y 70,1% para cada una de las vacunas, respectivamente. Tales hallazgos apoyan la necesidad de seguir insistiendo en la inmunización con dosis de refuerzo conforme pase el tiempo.

Otra investigación desarrollada en Suecia (Nordström et al., 2021) viene a confirmar lo que ya parecía evidente: las vacunas mitigan los contagios por COVID-19 y actúan como cortafuegos de la difusión viral, como se ha demostrado anteriormente para otras patologías víricas. Se trata de un estudio observacional y retrospectivo de cohortes con datos de un registro nacional de ese país que consideró a todos los individuos que tenían inmunidad adquirida –por haber pasado la infección natural o haber recibido la pauta completa de una vacuna– hasta el 26 de mayo de 2021, y emparejó sus datos (1:1) con los de individuos sin inmunidad pertenecientes a una cohorte de familias de entre 2 y 5 miembros convivientes; en total, se incluyeron en el estudio casi 1,79 millones de personas (media de 51,3 años de edad) pertenecientes a 814.806 familias. Con una mediana de seguimiento de 26 días, el 5,7% (88.797/1.549.989) de los miembros no inmunizados fueron diagnosticados de COVID-19. Se detectó una asociación dosis-respuesta inversa entre el número de miembros inmunizados en una familia y el riesgo de incidencia de COVID-19 entre los no inmunizados: los integrantes de familias con 1 solo miembro inmunizado tienen entre un 45-61% menos de riesgo de contraer la enfermedad, mientras que esa reducción aumenta hasta el 75-86% en familias con 2 miembros inmunizados, el 91-94% en familias con 3 miembros inmunizados y hasta casi el 97% si hay 4 miembros inmunizados. Todas esas reducciones del riesgo alcanzan significación estadística (p< 0,001), verificándose protecciones similares frente a infecciones graves que implican hospitalización. En resumen, a medida que aumenta la cobertura vacunal disminuye la circulación del virus en cualquier entorno.

La confirmación definitiva sobre el uso de plasma hiperinmune

Largo se ha hablado en esta revista (véase esta misma sección en los números 436, 439 y 444) sobre las evidencias que iban emergiendo a favor y en contra del uso del llamado plasma convaleciente –procedente de pacientes que han superado la enfermedad– en el tratamiento agudo de la COVID-19. Esta opción terapéutica ha sido ampliamente utilizada a nivel internacional, e incluso hasta hace bien poco permanece en investigación en ensayos clínicos controlados; sin embargo, los resultados públicamente disponibles derivan solamente de un escaso número de estudios no muy amplios. 

Para tratar de extraer conclusiones firmes al respecto de su utilidad terapéutica, una colaboración internacional de investigadores ha desarrollado recientemente una revisión sistemática y meta-análisis de los datos clínicos de ensayos controlados disponibles hasta el 8 de abril de 2021, a partir de las principales bases de datos –ClinicalTrials.gov, WHO International Clinical Trials Registry Platform, Cochrane COVID-19 Register, LOVE database y PubMed–. Se incluyeron finalmente en el análisis los datos derivados de un total de 16.477 pacientes con COVID-19 enrolados en 33 ensayos clínicos (en marcha, completados o discontinuados) que compararon el uso del plasma convaleciente con placebo o con ausencia de tratamiento, 20 de los cuales (n= 3.190) aún no habían sido publicados (en cuyo caso se contactó con los investigadores responsables). La práctica totalidad de los estudios, salvo uno, incluyeron pacientes hospitalizados y 3 de ellos se limitaron a pacientes ingresados en UCI. 

Los resultados obtenidos, tras aplicar el modelo de análisis de efectos aleatorios Hartung-Knapp-Sidik-Jonkman, revelan que, de los 8.495 pacientes que recibieron tratamiento con plasma convaleciente, murieron 1.997, lo que definía una tasa de mortalidad del 23%; de forma similar, murieron 1.952 pacientes de los 7.982 incluidos en los grupos control, traduciéndose en una tasa de mortalidad del 24%. El ratio de riesgo combinado para la mortalidad por cualquier causa fue de 0,97 (IC95% 0,92-1,03). Teniendo presente que el estudio RECOVERY tenía un peso de casi el 70% en el meta-análisis y que la evidencia no publicada contribuía en un 25%, se puede concluir que el uso de este tipo de terapia en pacientes con infección sintomática por SARS-CoV-2 no reduce la mortalidad global. Estos resultados aportan ya una evidencia suficientemente robusta como para recomendar que el tratamiento con plasma convaleciente no se use fuera de los ensayos clínicos, ni se aplique en el cuidado sistemático de estos pacientes.

Neumonía adquirida en la comunidad: la optimización de la pauta con amoxicilina en la lucha contra las resistencias bacterianas

A fin de esclarecer la pauta óptima de tratamiento oral con amoxicilina en niños pequeños con neumonía, un ensayo aleatorizado ha demostrado que, respecto a la necesidad de re-tratamiento antibiótico en las 4 semanas siguientes, una dosis de hasta 50 mg/kg/día se muestra no-inferior a una mayor dosis (79-90 mg/kg/día), del mismo modo que una duración del tratamiento de 3 días es no inferior a otra de 7 días. Sin diferencias sustanciales en términos de seguridad, esa no inferioridad se ve limitada parcialmente en el subgrupo de niños con patología grave. 

La amoxicilina es un beta-lactámico del grupo de las aminopenicilinas, con acción bactericida de amplio espectro: inhibe una serie de enzimas (transpeptidasas y carboxipeptidasas) e impide la síntesis de peptidoglicano y la formación de enlaces cruzados necesarios para dar rigidez a la pared celular bacteriana. Está indicado en el tratamiento de múltiples patologías infecciosas, entre otras la neumonía adquirida en la comunidad (NAC), además de sinusitis aguda bacteriana, otitis media aguda, amigdalitis y faringitis estreptocócica, etc. La dosis y la duración óptimas del tratamiento con amoxicilina oral en niños que padecen NAC no están del todo claras y, generalmente, se recomienda una dosis de 20-90 mg/kg/día en dosis divididas durante 7 días. 

Para tratar de esclarecer este punto, se ha realizado un ensayo clínico de fase 3, multicéntrico (28 centros en Reino Unido y 1 en Irlanda) y aleatorizado, que ha incluido a 814 niños mayores de 6 meses con NAC clínicamente diagnosticada (mediana de edad de 2,5 años, 52% varones). Se evaluó si la administración de amoxicilina al alta hospitalaria en dosis más bajas de 35-50 mg/kg/día (n= 410) es no inferior a la dosis más alta de 70-90 mg/kg/día (n= 404), y también si el tratamiento de 3 días (n= 413) es no inferior al de 7 días (n= 401). La variable principal de eficacia fue la necesidad de reiniciar tratamiento antibiótico por indicación clínica para la infección respiratoria en los 28 días posteriores a la aleatorización inicial; se consideraron como variables secundarias la gravedad y duración de 9 síntomas de NAC informados por los padres (por ejemplo, la tos), la incidencia de ciertos eventos adversos y la resistencia fenotípica en los cultivos de Streptococcus pneumoniae.

Los autores reportan que hizo falta reinstaurar antibioterapia en los 28 días siguientes en el 12,6% de los niños que recibieron la pauta de dosis baja de amoxicilina frente al 12,4% de los asignados a la dosis más alta (diferencia del 0,2%). En la comparativa de las duraciones del tratamiento tampoco hubo diferencias reseñables: el 12,5% de los niños de ambos grupos (pauta de 3 días y de 7 días) requirió un nuevo tratamiento antibiótico en los siguientes 28 días. Así pues, se verificó la no inferioridad para la pauta de dosis 35-50 mg/kg/día (frente a 70-90 mg/kg/día) y la de 3 días de duración (frente a la de 7 días), sin una interacción significativa entre dichos factores (p=0,63). Entre las variables secundarias, cabe destacar que solo se observaron diferencias estadísticamente significativas en la duración de la tos, que fue de 12 días de media en el tratamiento de 3 días frente a 10 días en el tratamiento de 7 días (HR= 1,2; IC95% 1,0-1,4; p= 0,04), y en sueño perturbado por la tos. No obstante, por subgrupos se vio que, en aquellos niños con NAC grave, había una tendencia favorable para la pauta de mayor dosis y de mayor duración, pues el criterio principal de eficacia se cumplió en el 17,3% de los que recibieron la dosis más baja frente al 13,5% en el grupo de dosis más alta, y también en el 16,0% entre los tratados durante 3 días frente al 14,8% con tratamientos de 7 días. 

En resumen, el citado estudio sugiere que se puede optimizar la pauta de uso de amoxicilina por vía oral en la población general de niños con neumonía, reduciendo la dosis y la duración sin que se afecte la eficacia del tratamiento. Dicha optimización, como para otros antibióticos, puede contribuir a un uso racional de los mismos en la lucha contra la aparición de bacterias multirresistentes. En todo caso, son resultados que tienen que interpretarse con cautela, ya que es fundamental valorar la gravedad de la patología, el entorno de tratamiento o los antibióticos recibidos previamente.

Osteoartritis de tobillo: no hay mejoría con las inyecciones de plasma enriquecido

Los resultados de un pequeño estudio clínico aleatorizado y controlado por placebo (N= 100) sugieren que la administración de inyecciones con plasma enriquecido en plaquetas no tiene un balance beneficio-riesgo favorable en adultos con osteoartritis de tobillo y niveles medios-altos de dolor. No se vieron diferencias significativas frente a placebo a la semana 26 en la puntuación de la escala validada de la Sociedad Americana de Ortopedia de Pie y Tobillo, sin tampoco mostrar una mejor tolerabilidad. 

La osteoartritis es uno de los trastornos musculoesqueléticos más prevalentes y en el que el tratamiento sintomático con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) juega un papel relevante. A nivel mundial es la rodilla la articulación más afectada, si bien la osteoartritis de tobillo o tibiotalar tiene una prevalencia en adultos del 3,4%; en población joven es, por ejemplo, más frecuente que la que afecta a rodilla o cadera. En su abordaje solo existen escasas intervenciones no quirúrgicas efectivas: entre ellas, las inyecciones de plasma enriquecido en plaquetas (PEP) son ampliamente utilizadas, pero solo se dispone de cierta evidencia a favor de su uso en la osteoartritis de rodilla. 

Un reciente ensayo clínico multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado por placebo realizado en 6 centros de los Países Bajos ha evaluado su seguridad y eficacia en 100 pacientes adultos (mediana de 56 años, 45% mujeres) con un nivel de dolor de ≥ 40 puntos en el cuestionario validado de la Escala Visual Analógica (VAS, por sus siglas en inglés, que establece un rango de puntuación de 0-sin dolor a 100-dolor máximo) y evidencia radiográfica de estrechamiento del espacio de la articulación, quienes fueron asignados al azar a recibir 2 inyecciones intra-articulares de PEP guiadas por ultrasonografía (n= 48) o bien de una solución salina como placebo (n= 52). 

Los resultados indican que no hubo un cambio significativo entre los grupos en los niveles de la variable principal, que era la puntuación de la escala validada de la Sociedad Americana de Ortopedia de Pie y Tobillo; con un rango de 0 a 100 puntos, mayores puntuaciones indican menor dolor y mejor función articular, situándose en 12 puntos la diferencia clínicamente importante entre dos alternativas terapéuticas. Así, a las 26 semanas desde la intervención, se observó que la puntuación crecía en 10 puntos desde el estado basal (de 63 a 73 puntos; p< 0,001) con la administración de PRP y en 11 puntos en el grupo placebo (de 64 a 75 puntos; p< 0,001), de modo que la diferencia ajustada entre grupos era de solo -1 punto (IC95% -6 a 3), esto es, un cambio sin significación estadística (p= 0,56). En términos de seguridad, no hubo diferencias sustanciales en cuanto a eventos adversos graves (solo se registró 1 no relacionado con el tratamiento en el grupo placebo), pero sí cuando se consideraban eventos adversos de cualquier gravedad, los fueron ligeramente más frecuentes con PRP (13 vs. 8 con placebo). Por tanto, y aunque se trata de un estudio preliminar cuyos hallazgos requieren confirmación en estudios más amplios, parece que la evidencia no respalda el uso en práctica clínica de las inyecciones enriquecidas en plaquetas para la osteoartritis de tobillo.

Asma moderada-grave: itepekimab inaugura la vía terapéutica del bloqueo de IL-33

Un ensayo de fase 2 ha revelado que el novedoso anticuerpo anti-IL-33 itepekimab, administrado por vía subcutánea cada 2 semanas, reduce en 14 puntos la probabilidad de pérdida de control del asma respecto a placebo a las 12 semanas (22% vs. 41%), mostrándose más eficaz en monoterapia que en combinación con el ya autorizado dupilumab. También parece mejorar la funcionalidad pulmonar y la calidad de vida de los pacientes con asma moderada-grave, sin mostrar a priori un riesgo aumentado de eventos adversos.  

Se conoce la efectividad en el tratamiento del asma grave con inflamación tipo 2 de los anticuerpos monoclonales dirigidos frente a IgE (como omalizumab), IL-4 e IL-13 (como dupilumab) y frente a IL-5 (como benralizumab, mepolizumab o reslizumab), pero aún se considera que son necesarias nuevas dianas terapéuticas que permitan ampliar el arsenal terapéutico y el abordaje de pacientes refractarios a dichos tratamientos. En esa línea, itepekimab, un novedoso anticuerpo monoclonal que actúa específicamente sobre la alarmina IL-33, ha sido evaluado en un ensayo de búsqueda de dosis y de seguridad de fase 2 tanto en monoterapia como en combinación con dupilumab.

El estudio, que tuvo un diseño de grupos paralelos, completamente ciego y controlado por placebo, aleatorizó (1:1:1:1) a un total de 296 pacientes adultos con asma moderada-grave en tratamiento con glucocorticoides inhalados más beta-agonistas de larga duración de acción (LABA) a recibir una administración subcutánea de itepekimab 300 mg, una combinación de itepekimab más dupilumab (300 mg de ambos), dupilumab 300 mg, o un placebo equivalente cada 2 semanas durante un total de 12 semanas. En todos los pacientes, el tratamiento con LABA se detuvo a la semana 3, mientras que el uso de corticoides fue reduciéndose paulatinamente desde la semana 6 a la 9 desde el inicio. 

Los resultados muestran que, al final del estudio, la probabilidad de que se hubiera registrado un evento de pérdida del control adecuado del asma con el uso del fármaco se reducía en 14 puntos porcentuales en comparación con placebo: se registró al menos un evento de ese estilo en el 22% de los pacientes en el brazo de itepekimab, 27% en el brazo de la combinación de itepekimab y dupilumab, 19% en el brazo de dupilumab y en el 41% de los pacientes en el grupo placebo. Así, los correspondientes valores del ratio de probabilidades (odds ratio) frente a placebo se situaron en 0,42 (IC95% 0,20-0,88; p= 0,02) para la monoterapia con itepekimab, 0,52 (IC95% 0,26-1,06; p= 0,07) para la combinación de fármacos, y 0,33 (IC95% 0,15-0,70) para la monoterapia con dupilumab. Además, se probó que el volumen espiratorio forzado en el primer segundo –variable indicativa de la funcionalidad pulmonar– antes del uso de broncodilatador aumentaba con la monoterapia con itepekimab pero no con la terapia de combinación. Sin diferencias destacables de seguridad en cuanto a la incidencia de eventos adversos entre los cuatro grupos, el tratamiento con el nuevo fármaco también se asoció con mejoras significativas frente a placebo en la calidad de vida y en la reducción del recuento sanguíneo de eosinófilos. En base a estos hallazgos, se abre la puerta a la exploración del bloqueo de la IL-33 como una nueva ruta terapéutica prometedora en asma grave, merecedora de ser evaluada en estudios controlados más amplios en fase 3 para confirmar su balance beneficio-riesgo.

Coste-efectividad de la intensificación del tratamiento frente a diabetes tipo 2 con inhibidores de SGLT2

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una condición crónica asociada a la resistencia a la insulina, lo que provoca el aumento de la glucemia en sangre; la progresión de la patología conduce a complicaciones en ojos, riñones, nervios, corazón, etc. Constituye un importantísimo problema de salud pública dada su gran prevalencia, originando una gran carga clínica y económica. El objetivo de su tratamiento se centra en reducir la glucemia para minimizar el progreso de la patología, evitar o retardar la aparición de complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. El seguimiento de la DM2 se realiza mediante la hemoglobina glicosilada A1c, cuyos valores, según la ADA (Asociación Americana de Diabetes),deberían estar entre 6,5% y 8%, dependiendo de las características individuales.

Como norma general, el tratamiento se inicia con metformina (MET); posteriormente, se puede añadir una sulfonilurea, aunque ello conlleva un aumento del riesgo de hipoglucemia. Asimismo, los inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (iDPP-4) han demostrado ser tan efectivos como sulfonilureas, sin elevar el riesgo hipoglucémico. Si fracasa posteriormente el tratamiento de metformina más un iDPP-4, se puede intensificar el tratamiento añadiendo o un inhibidor del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2 o gliflozinas) o un agonista de los receptores del péptido similar a glucagón tipo 1 (GLP-1). Por todo lo expuesto, los autores de un reciente trabajo estimaron los resultados clínicos y los costes de la intensificación del tratamiento de DM2 mediante le adición de un iSGLT2 en pacientes que han fracasado a una terapia inicial de MET+iDPP-4, en comparación con el cambio del iDPP-4 a un GLP-1 antes de iniciar la administración de insulina, para evaluar finalmente el impacto de la triple terapia (MET+iDPP-4+iSGLT2) versus la terapia dual (MET+GLP-1).

Emplearon para ello un modelo de Markov previamente utilizado en DM2 que, en ciclos anuales, simula la evolución de una cohorte de 1.000 pacientes, estimando los resultados clínicos y la supervivencia (en años de vida ajustados a calidad, AVAC), así como los costes incurridos. El análisis se efectuó desde la perspectiva del pagador del sistema de salud. Los pacientes ingresaban en el modelo al fracasar con MET+iDPP-4 o MET+GLP-1, siendo elegibles para intensificar el tratamiento a MET+iDPP-4+iSGLT-2 o bien a MET+GLP-1 como terceras líneas de tratamiento. En líneas posteriores, se adicionaría insulina glargina. Las utilidades de los estados de salud se tomaron de la bibliografía existente; a ello se deduciría el valor de las disutilidades1 asociadas a complicaciones existentes. Los costes se correspondieron con los de los fármacos, tiras reactivas, lancetas, agujas, etc., además de los derivados del manejo de las complicaciones. Se establecieron diversos escenarios (principalmente en función del valor medio del IMC y de la HbA1c) para, posteriormente, efectuar un análisis probabilístico que estimó la robustez del resultado.

Los resultados indican que la triple terapia (MET+iDPP-4+iSGLT2) presentaba un menor coste y un beneficio mayor que la terapia dual (MET+GLP-1), explicado por una menor tasa de complicaciones y un consiguiente menor uso de recursos, por lo que esta última resulta dominada por la triple terapia (Tabla 1). El análisis probabilístico mostró que en el 97% de las simulaciones se mantenía el ahorro de costes mencionado y en el 56% de estos casos de menor coste también se observaba un mejor resultado; en definitiva, se estimó una probabilidad del 57,5% de que la triple terapia fuera coste-efectiva sobre la terapia dual.

Los autores concluyen que la intensificación del tratamiento de la diabetes mediante la triple terapia, compuesta por un iSGLT2 más iDPP-4 y metformina, se asocia con un mejor resultado clínico y un coste inferior que lo obtenido mediante la terapia dual, compuesta por la adición de GLP-1 a metformina.

Coste-utilidad de un servicio de indicación de síntomas menores versus cuidado usual

El desempeño profesional de la farmacia comunitaria no puede ser otro que el de contribuir a la mejora de los resultados de salud de la población a la que atiende. El primer escalón de este objetivo pasa por la resolución de la sintomatología menor en el conjunto de afecciones comunes o autolimitadas que permiten un tratamiento sin intervención médica. Cumpliendo esta función, la farmacia comunitaria permite mejorar la efectividad y eficiencia del sistema de salud, haciendo de filtro resolutivo de multitud de problemas de salud que se pueden resolver a ese nivel. Si bien la efectividad de una intervención de indicación de síntomas menores (ISM) ha sido evaluada en diversos ámbitos geográficos, así como el impacto económico asociado a la intervención, no se ha estudiado en profundidad la eficiencia de dicha acción, cuyo resultado en España sería de gran interés para el pagador del sistema de salud. 

Por todo lo anterior, los autores realizaron un estudio para estimar la eficacia de la intervención de ISM, así como la calidad de vida percibida por el paciente y la eficiencia, derivado todo ello de la implementación de la intervención. Para llevarlo a cabo, se realizó un piggy-back trial (análisis económico realizado en el seno de un estudio clínico), tomando datos del uso de recursos en el seno de un ensayo controlado y aleatorizado por clústeres (municipios), de 6 meses de duración. Los pacientes incluidos eran personas que buscaban atención sanitaria con motivo de una sintomatología, solicitando consejo o un producto ad hoc. Las patologías incluidas fueron problemas dermatológicos (herpes labial, hongos en los pies), alteraciones gastrointestinales (diarrea, flatulencia, ardor de estómago o vómitos), dolor (de cabeza, de garganta, dismenorrea) y de vías respiratorias superiores (tos, resfriado o congestión nasal). La actividad del grupo de intervención (GI), que se inició con una formación específica para los farmacéuticos intervinientes, consistió principalmente en una consulta con el paciente para instruirle hacia una respuesta adecuada para su problema de salud, siguiendo unos protocolos de actuación previamente consensuados entre farmacéuticos comunitarios y médicos de familia. Por su parte, en el grupo de control (GC) se instauró el cuidado habitual.

El análisis económico se efectuó desde la perspectiva social o de la sociedad (añadiendo la del propio paciente a la del sistema de salud); el horizonte temporal adoptado fue de 10 días. Los datos de uso de recursos se tomaron en la misma consulta, así como los de calidad de vida al inicio (mediante el cuestionario validado EuroQol 5D-5L); posteriormente, se contactó telefónicamente con los pacientes para que estos indicaran mediante la escala Likert el grado de resolución del problema, así como una estimación final de la calidad de vida, frecuencia y tipo de consultas posteriores para la resolución del mismo problema. Los datos perdidos de calidad de vida se incluyeron mediante un método de imputación múltiple.

Una vez que se dispuso de las variables económicas (consultas farmacéuticas y médicas, gasto en medicamentos, así como de formación de los farmacéuticos y adecuación de las instalaciones) y de calidad de vida, se realizó un análisis coste-utilidad expresando el resultado como ratio coste-utilidad incremental (RCUI). Posteriormente se efectuaron diversos análisis de sensibilidad determinísticos y probabilísticos, estableciendo la disposición a pagar en 20.000-25.000 €/AVAC.

El estudio incluyó a 808 pacientes, 323 en el GI y 485 en el GC, de edad media 48 años, distribuidos entre 27 farmacias (13 de intervención), mayoritariamente mujeres (63%) y con sintomatología del tracto respiratorio superior (65%). Hubo una elevada pérdida de pacientes durante el seguimiento, lo cual se acepta como habitual en estudios de intervenciones sanitarias, si bien fue superior en el GC que en el GI (39,8% vs 28,5%). El coste medio por paciente fue significativamente superior en el GI; esto puede explicarse en base a un mayor número de consultas médicas realizadas. Además, la calidad de vida en el momento de la consulta en la farmacia fue estadísticamente superior en el GC respecto al GI; al concluir el estudio, la mejora de la calidad de vida fue ligeramente superior en el GI. 

En definitiva, el RCUI osciló entre 19.000 y 25.000 €/AVAC, en función de si se realizaba o no una imputación múltiple de los datos perdidos (Tabla 2). El análisis probabilístico mostró una probabilidad de que la ISM evaluada fuera eficiente respecto del cuidado usual solo entre el 36% (sin imputación) y 52% (con ella). En el análisis del subgrupo de pacientes con sintomatología que demandaba atención se obtuvo una probabilidad muy débil (11%-14%) para el GI, mientras que, en el subgrupo de pacientes que requerían directamente un producto, dicha probabilidad superaba el 90%.

Los autores concluyen que la introducción de servicios de indicación en síntomas menores podría ser beneficioso para el sistema de salud. Si bien no se ha evidenciado una eficiencia adecuada de la intervención, esta podría obtenerse añadiendo a las consultas derivadas de la presentación de sintomatología un análisis de los productos seleccionados por los propios pacientes. Asimismo, la intervención puede mejorar la seguridad del paciente, principalmente, a través del uso apropiado de los medicamentos que no requieren prescripción médica.

En definitiva, y a pesar de las limitaciones que presenta el estudio, éste marca una pauta de cómo el farmacéutico comunitario debe involucrarse de una manera más decidida, no tanto en el medicamento en sí, sino en las necesidades de salud de la población a la que atiende.