Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias: corresponde a los farmacéuticos “las actividades dirigidas a la producción, conservación y dispensación de los medicamentos, así como la colaboración en los procesos analíticos, farmacoterapéuticos y de vigilancia de la salud pública”.
Orden CIN/2137/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Farmacéutico: establece como competencias que los estudiantes de Farmacia deben adquirir:
A) Estudios de postgrado
Los estudios de postgrado tienen la finalidad de profundizar en la formación académica, profesional o investigadora del graduado. Pueden ser de dos tipos:
Por otra parte, existen otros Cursos de formación que se imparten por empresas o institutos especializados, instituciones o entidades, y facilitan al graduado su “Desarrollo Profesional Continuo” (DPC).
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, ofrece a los profesionales de la Farmacia los cursos incluidos en su Plan Nacional de Formación Continuada.
B) Formación Sanitaria Especializada (FIR)
Una vez se finaliza el Grado en Farmacia, se puede optar a la Formación Sanitaria Especializada para la obtención del correspondiente título de Farmacéutico Especialista.
Anualmente se publica en el BOE la disposición oficial por la que se aprueba la oferta de plazas y la convocatoria de pruebas selectivas para el acceso a plazas de formación sanitaria especializada para Médicos, Farmacéuticos, Enfermeros y otros graduados/licenciados universitarios del ámbito de la Psicología, la Química, la Biología y la Física.
Una vez se gradúa y, en su caso, se especializa, el profesional farmacéutico puede trabajar en el sector público o en el sector privado.
Para el caso del sector público, a través de lo que se conoce tradicionalmente como “Oposición”, el farmacéutico puede acceder a diferentes puestos de la Administración del Estado, CC.AA. y entidades locales. Algunos ejemplos son: Instituciones hospitalarias y de Atención Primaria, Técnicos del Ministerio de Sanidad/ AEMPS/ AECOSAN, Inspectores, Técnicos de Salud pública, Instituciones militares o penitenciarias, Aduanas, Enseñanza de Secundaria o Universitaria, Laboratorios municipales, etc.
En cuanto al ámbito privado, las principales opciones profesionales son: