Aumenta el mercado de benzodiazepinas en algunas partes de Europa, especialmente medicamentos falsos de diazepam y alprazolam, según ha alertado el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), que en un nuevo informe advierte de que su consumo ya se ha relacionado con intoxicaciones y muertes.

Concretamente, se observa un aumento del consumo de estas drogas entre los consumidores de drogas de alto riesgo, los reclusos y algunos grupos de consumidores de drogas con fines recreativos, "lo que puede reflejar la elevada disponibilidad y el bajo coste de estas sustancias y los problemas de salud mental relacionados con la pandemia".

En los últimos años, ha habido un aumento en el número y la disponibilidad de nuevas benzodiazepinas en el mercado de las drogas en Europa. A 28 de febrero de 2021, el OEDT, a través del Sistema de alerta temprana de nuevas sustancias psicoactivas (NPS), está monitoreando 30 nuevas benzodiazepinas que han aparecido en el mercado desde mediados de la década de 2000. De éstos, más del 80% fueron detectados por primera vez entre 2014 y 2020.

A pesar de este número relativamente grande, el mercado en Europa está dominado por un puñado de sustancias. Desde hace años el mercado está dominado por etizolam y flualprazolam, que han jugado un papel cada vez más importante en la nueva mercado de benzodiazepinas en algunas partes de Europa, especialmente para la fabricación de tabletas falsas de diazepam y alprazolam.

"La farmacología y toxicología de las nuevas benzodiazepinas es en gran parte desconocido, y los riesgos asociados con su uso puede ser mayor que los asociados con el uso de medicamentos de benzodiazepina autorizados", advierten en el informe presentado este miércoles en Lisboa (Portugal), con motivo de la presentación del 'Informe Europeo sobre Drogas 2021: Tendencias y novedades'.

Al tratarse de mercados no regulados los riesgos aumentan ya que no hay seguridad de las dosis que se usan. En algunos casos, señala el informe, "es posible que los usuarios no sepan que están usando estas sustancias; por lo tanto, podrían estar en mayor riesgo de intoxicación grave, especialmente si se toma en combinación con otros fármacos depresores del sistema nervioso central, como alcohol y opioides".

El organismo denuncia la participación de grupos delictivos en la producción de dichas tabletas falsas, que están empaquetadas en blister de modo parecido a las de los productos legítimos, lo que hace más difícil para los consumidores detectar las falsificaciones y más fácil que se produzcan efectos adversos. Otros riesgos podría estar relacionado con la posible presencia de adulterantes, otras sustancias o subproductos de síntesis de productos ilícitos fabricación y procesamiento.