La Presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional sobre una propuesta de Reglamento de la Agencia de la UE sobre Drogas, que convertirá el actual Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías en una agencia de pleno derecho y reforzará su papel. El acuerdo provisional se someterá a la aprobación del Consejo y del Parlamento Europeo antes de que se lleve a cabo el procedimiento formal de adopción.
El ministro de Asuntos Sociales y Salud Pública de Suecia, Jakob Forssmed, tras anunciarse la noticia destacó que “las drogas y las toxicomanías causan daños enormes a la salud de las personas y a las familias”; motivo por el que mostró su satisfacción por “acuerdo provisional acerca de un nuevo mandato para la Agencia de la UE sobre Drogas, que ofrecerá mayores posibilidades de combatir las drogas de manera más exhaustiva y facilitará las importantes contribuciones de la sociedad civil a la labor de la Agencia”.
En virtud del nuevo Reglamento, la Agencia podrá responder a los nuevos retos en materia de salud y seguridad que plantean las drogas ilegales con más eficacia. También tendrá mayor capacidad para apoyar a los Estados miembros y contribuir a mejorar la situación en el ámbito internacional.
La recopilación, análisis y difusión de datos seguirá siendo la principal tarea de la Agencia, pero, en el marco del mandato reforzado, esta también podrá:
• desarrollar capacidades generales de evaluación de las amenazas para la salud y la seguridad a fin de detectar rápidamente nuevas amenazas, y llevar a cabo ejercicios periódicos de prospectiva para detectar los retos futuros;
• cubrir específicamente el policonsumo de sustancias, que es el consumo de otras sustancias lícitas o ilícitas en combinación con las drogas, y que es cada vez más frecuente;
• aumentar su cooperación con los puntos focales nacionales, cuya posición quedará reforzada, lo que les permitirá facilitar a la Agencia datos pertinentes sobre la situación nacional en materia de drogas;
• establecer una red de laboratorios que permita a la Agencia acceder a información forense y toxicológica;
• asumir la competencia de realizar intervenciones basadas en datos contrastados para concienciar y emitir alertas cuando aparezcan en el mercado sustancias especialmente peligrosas.
El Reglamento también aclarará el papel de la Agencia en el ámbito de la cooperación internacional, de modo que pueda colaborar plenamente con terceros países y organismos.