El síndrome premenstrual (SPM) es un trastorno caracterizado por nerviosismo, inestabilidad emocional, ansiedad, depresión, posibles cefaleas, edema y mastalgia (dolor de mamas) que ocurre durante los 7-10 días previos a la menstruación (fase luteínica del ciclo) y desaparece habitualmente unas pocas horas después del inicio del flujo menstrual.
Los síntomas fisiológicos moderados acontecen en aproximadamente un 95% de las mujeres en edad reproductora, sin embargo, en aproximadamente un 5% de estas mujeres aparecen síntomas de una gravedad tal que no desaparecen con variaciones conservativas en el estilo de vida y que requieren tratamiento farmacológico.
La ocurrencia cíclica de los síntomas desaparece durante el embarazo, después de la menopausia y con la alteración del ciclo por hormonas gonadales. Asimismo, la terapia hormonal sustitutiva puede provocar la reaparición de los síntomas en mujeres postmenopáusicas con historial de SPM grave.
Aunque la causas del SPM grave todavía no están demasiado claras, actualmente parece haber consenso en que este trastorno se produce por una sensibilidad diferencial a las hormonas circulantes en vez de por concentraciones hormonales anormales. Asimismo, existen cada vez más evidencias de que la serotonina juega un papel importante en la patogénesis de la enfermedad.