Conocemos como colirios a las especialidades farmacéuticas los medicamentos destinados a ser aplicados en los ojos. Generalmente son medicamentos con actividad antiinfecciosa o antiinflamatoria , pero también son utilizados en el tratamiento de enfermedades como el glaucoma. Asimismo, se conoce como colirio a los preparados oftálmicos que únicamente tienen actividad lubricante , o para las lágrimas artificiales que palían la sequedad ocular.

Una de las primeras precauciones que debemos tomar a la hora de administrar un colirio es evitar que se contamine, ya que podría afectar al ojo. Por ello nos debemos lavar siempre las manos antes de manipular estos medicamentos. Para facilitar la aplicación del colirio, lo adecuado es bajar el párpado inferior, depositando las gotas en la cavidad que se forma. Ayuda en el procedimiento el inclinar la cabeza un poco hacia atrás y hacia el lado del ojo donde se administrarán las gotas. Para evitar la contaminación del medicamento, es importante que la punta del aplicador no entre en contacto con ninguna superficie del ojo.

A la hora de utilizar un colirio es también fundamental aplicar el número exacto de gotas prescritas, y a continuación parpadear un par de veces para extender las gotas por toda la superficie ocular. Se aconseja que posteriormente se cierren los ojos durante unos minutos, para limpiar el exceso de líquido que pueda derramarse. Si se necesitase aplicar un segundo colirio, es mejor esperar unos minutos para que se pueda absorber correctamente el primero. Con todas estas precauciones, conseguiremos unas óptimas condiciones para que el medicamento pueda desarrollar plenamente la acción esperada.

Para la correcta conservación del colirio mantendremos el envase bien cerrado en un lugar fresco y seco hasta la siguiente aplicación. Asimismo, deben desecharse a las cuatro semanas de estar abiertos, o al finalizar el tratamiento si es de menor duración, ya que de otro modo podrían contaminarse. También debe saber que los colirios son para uso personal, es decir, no debe compartirse su uso con otros pacientes.

Recuerde que l os preparados oftálmicos dejan de ser estériles una vez abiertos; por eso no deben guardarse cuando acaba el tratamiento. Después de la administración de los colirios puede ser que la visión se vuelva borrosa durante unos momentos, por lo que debe evitar realizar actividades que precisen mayor agudeza visual.

No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.