La blefaritis o inflamación del párpado, consiste en la inflamación del borde del tejido que forma el párpado en el ojo causada por el crecimiento excesivo de bacterias, normalmente presentes en la piel. Se presenta con un color rojo y formación de escamas en la zona y suele provocar como síntomas: picor, enrojecimiento, dolor suave y sensación de cuerpo extraño, lagrimeo y una especie de caspa alrededor de los ojos.

La blefaritis es un proceso común que afecta al 5 por ciento de la población, de carácter crónico, y que cursa en brotes. Esta enfermedad se da indistintamente tanto en hombres como en mujeres, pero tiene una incidencia ligeramente mayor en varones. La hinchazón de párpados suele afectar durante los tres primeros meses de vida en la lactancia, y también es habitual en adultos entre los 18 y 40 años de edad. Existen dos tipos de blefaritis la escamosa y la alérgica.

La blefaritis escamosa se caracteriza por la formación de escamas entre las pestañas. Los bordes de los párpados se presentan enrojecidos, y puede producir picor local. La blefaritis escamosa está causada por la infección local de bacterias y hongos en una piel seborreica.

Por otra parte la blefaritis alérgica es provocada por diferentes sustancias que entran en contacto con el ojo, como pueden ser algunos cosméticos.

En el tratamiento de la blefaritis escamosa se utilizan colirios o pomadas oftálmicas que serán aplicadas tras lavarnos bien las manos, para así evitar volver a irritar los ojos con agentes externos. Para facilitar la aplicación de las gotas o de la pomada utilizaremos un espejo, y un bastoncillo de algodón que humedeceremos con colirio o pomada, para posteriormente limpiar todas las áreas escamosas del ojo.

No limpie las escamas con sus dedos, pues aumenta el riesgo de infección. Normalmente su médico le indicará que repita el procedimiento 2 o 3 veces al día durante 7 o 10 días.

Posteriormente a la limpieza del ojo suele indicarse la utilización de un champú antiseborréico. Siempre debe de tener cuidado de que el champú no entre en sus ojos. Cuando hayan desaparecido las escamas, puede evitar la recurrencia futura, continuando con el uso del champú por lo menos una vez al mes.

En cuanto a la blefaritis alérgica, se trata con otro tipo de medicamentos y también evitando las causas que la han provocado, por ello, el diagnóstico mediante pruebas de contacto realizadas por un especialista es el paso previo al tratamiento.

No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.