Los resultados de un estudio, publicados por la revista Pediatrics, subrayan las recomendaciones de usar jeringas graduadas que miden las dosis en mililitros, y no cucharas, para administrar los medicamentos en forma líquida.
El estudio abarcó a casi 300 pacientes, con hijos de menos de nueve años. Los niños fueron tratados por varias enfermedades en dos centros de urgencias de Nueva York y enviados a casa con recetas para medicinas en formas líquidas, en su mayoría antibióticos. Los padres fueron contactados después por teléfono y les preguntaron como habían medido las dosis prescritas. Los padres también llevaron a los investigadores sus “herramientas” de medición para mostrar las dosis que habían administrado a los niños.
Los padres que usaron cucharas tenían 50% más de probabilidades de dar a los niños una dosis incorrecta que los que midieron el medicamento en mililitros, según los datos del estudio. Las dosis incorrectas incluyeron tanto cantidades por exceso como por defecto. Casi una tercera parte de los padres dieron a sus hijos la dosis equivocada y uno de cada seis usó una cuchara en vez de un gotero o la jeringuilla graduada.
Por otra parte, menos de la mitad de las recetas indicaban dosis en mililitros. Pero en los casos que así fue, la etiqueta del medicamento con frecuencia indicaba la dosis en cucharaditas. Los padres asumen con frecuencia que eso significa cualquier cuchara.
Como conclusión del estudio se indica la necesidad de que los farmacéuticos y otros profesionales de la salud promuevan el uso habitual de la indicación de las dosis en mililitros, tanto en las recetas como en los prospectos de los medicamentos.
- Pediatrics.http://pediatrics.aappublications.org/