La Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU) publicó un documento de posición sobre el papel de los farmacéuticos comunitarios durante el coronavirus, centrándose en las lecciones aprendidas durante la pandemia para mejorar la preparación y la respuesta del sistema sanitario a los retos sanitarios actuales y futuros.
En el documento, afirman que “durante la crisis, la red de farmacias cercanas a los hogares de los ciudadanos ha desempeñado un papel vital en el apoyo a las comunidades locales y en garantizar su acceso continuo a los tratamientos y la atención”. Asimismo, destacan la disponibilidad mostrada de los farmacéuticos comunitarios, quienes han llegado a “estar accesibles las 24 horas del día”.
Por otra parte, señalan el importante servicio realizado por las farmacias comunitarias en muchas regiones, especialmente en zonas rurales o de baja densidad de población, irguiéndose como la primera línea de asesoramiento, tratamiento y derivación para muchas personas en Europa lo que ayudó a evitar las visitas innecesarias a los servicios de urgencias. Sin olvidar que, en muchos países europeos, los farmacéuticos también han participado de forma estructural en las estrategias de vacunación y pruebas contra la gripe y la COVID-19 y en las estrategias de vacunación y análisis.
Como conclusión, exponen que “la farmacia comunitaria ha demostrado su valor para los pacientes y los sistemas sanitarios durante esta crisis y está dispuesta a seguir ampliando esta contribución como parte de modelos de colaboración sostenibles con otras profesiones y proveedores sanitarios de la comunidad”.