La
glándula tiroides
es la principal responsable del control metabólico del organismo. Las
hormonas tiroideas
regulan la producción y actividad de numerosos enzimas, el metabolismo de otras hormonas y la utilización de sustratos, vitaminas y minerales. Por todo ello, van a afectar no sólo al crecimiento, diferenciación y desarrollo, sino también a la función de la mayoría de los tejidos.
Estas hormonas son derivados tetra y triyodados del aminoácido tirosina (T
3
y T
4
), que una vez liberadas al torrente circulatorio, se unen en una elevada proporción a las proteínas plasmáticas, que actúan como reservorio de hormona. La desyodación periférica de T
4
da lugar a T
3
, que se considera la hormona activa. Una pequeña fracción libre penetra en las células donde ejerce su acción al interactuar con receptores nucleares específicos
El tejido tiroideo está especializado en captar y aprovechar el yodo para optimizar la producción hormonal.
La
patología del tiroides
es compleja y difícil de clasificar. Puede tener causa genética, inflamatoria, autoinmune o neoplásica. En todos los trastornos se observa una alteración de la secreción hormonal, tanto por exceso (hipertiroidismo) como por defecto (hipotiroidismo).
El
bocio
es la manifestación clínica más común asociada a la patología tiroidea. Se trata de un abultamiento del cuello debido a un aumento del tamaño de la glándula por diferentes causas. Una causa común es la deficiencia endémica de yodo, actualmente, en retroceso gracias a la yodación de alimento básicos. Las lesiones inflamatorias del tiroides se denominan de forma general
tiroiditis
, su etiología es variada y pueden dar lugar tanto a hipertiroidismo como a hipotiroidismo.
El
hipotiroidismo
es una situación caracterizada por la existencia de niveles plasmáticos bajos de hormonas tiroidea. Sus consecuencias son muy diferentes dependiendo del grado de desarrollo del sujeto. La causa más frecuente de hipotiroidismo es la deficiencia de yodo en la dieta y ésta es la causa más importante prevenible de daño cerebral en el feto y el recién nacido (provoca un cuadro grave de deficiencia mental –cretinismo- y de retraso psicomotor en el niño). La suplementación con yodo en el embarazo previene el cretinismo y optimiza el desarrollo intelectual y el crecimiento del niño. En el adulto se manifiesta con sensación de fatiga, lentitud en las funciones intelectuales, pérdida de memoria, somnolencia, sensación de frío, ganancia de peso, y estreñimiento. Su progresión puede conducir a la aparición de mixedema (tumefacción de la piel, xerodermia, voz ronca, edema periorbital, párpados superiores caídos..), y, en caso de complicarse, provocar coma mixedematoso con una alteración hidroelectrolítica que puede
provocar la muerte.
Para el
tratamiento del hipotiroidismo
se dispone de
hormona tiroidea de síntesis
que puede administrarse por vía oral. En caso de emergencia (coma mixedematoso) debe corregirse el desequilibrio hidroelectrolítico y efectuar tratamiento sintomático mientras se alcanza el efecto terapéutico de la hormona tiroidea administrada.
El
hipertiroidismo
se manifiesta con nerviosismo, pérdida de peso, intolerancia el calor, fatiga, etc.
El
tratamiento del hipertiroidismo
presenta varias alternativas:
-
los denominados
fármacos antitiroideos
.
-
la administración de
yoduro.
-
el
yodo radiactivo.
-
Como coadyuvantes pueden emplearse los
beta-bloqueantes
, el
diltiazem
o los g
lucocorticoides
.
En los sujetos que no responden al tratamiento, o si existe un bocio de gran tamaño, se recurre al
tratamiento
quirúrgico
.