El Consejo General de Colegios Farmacéuticos organizó este webinar con más de 1.500 inscritos, con el objetivo de abordar el síndrome de malabsorción intestinal desde una doble perspectiva: nutricional y de laboratorio clínico. El evento contó con las ponencias de Leticia Ortas (farmacéutica y nutricionista) y Alberto Torrents (director técnico de Reference Laboratory).

La malabsorción intestinal es la incapacidad del intestino para absorber correctamente nutrientes como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas o minerales. Este webinar se centró especialmente en la mala absorción de hidratos de carbono, como la lactosa, fructosa y sorbitol, por un déficit o inactividad de las enzimas digestivas encargadas de su metabolización. Cuando estos azúcares no se digieren en el intestino delgado, pasan al intestino grueso donde las bacterias los fermentan, produciendo gases (hidrógeno, metano y dióxido de carbono) y síntomas como diarrea osmótica, flatulencias, distensión y dolor abdominal.
Las causas pueden ser:
Las intolerancias más comunes detectadas por test de aliento son:
Los síntomas digestivos incluyen:
Síntomas extradigestivos (por malabsorción de micronutrientes):
El pilar del tratamiento es una dieta baja en FODMAPs, siglas que engloban a:
Fases de la dieta:
Es esencial individualizar cada caso, ya que no todos los pacientes reaccionan igual a los mismos alimentos. Se puede usar lactasa como suplemento ocasional, y en casos con SIBO, se recomiendan probióticos tras el tratamiento antibiótico para restaurar la flora intestinal.
Alberto Torrents explicó que el test de aliento es una prueba no invasiva que mide los gases (H2, CH4, CO2) generados por la fermentación bacteriana de azúcares mal absorbidos. Se realiza de la siguiente forma:
Para diagnosticar SIBO, se usa lactulosa o glucosa, ya que no se absorben y deben llegar intactas al colon. Si hay fermentación temprana (antes de los 90 min), indica sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado.