El sector de los complementos alimenticios en España está en constante crecimiento, y la farmacia comunitaria juega un papel clave en su correcta dispensación. En este webinar, Aquilino García Pérez, Vocal Nacional de Alimentación, junto con expertos en seguridad alimentaria, analizaron los principales requisitos legales, retos normativos y responsabilidades del farmacéutico en la gestión de estos productos.
Según la Directiva 2002/46, los complementos alimenticios son alimentos diseñados para complementar la dieta normal. A diferencia de los medicamentos, no requieren autorización previa para su comercialización, aunque deben cumplir estrictos requisitos en cuanto a etiquetado, composición e información al consumidor.
El farmacéutico comunitario tiene la responsabilidad de:
De esta manera, la oficina de farmacia se convierte en un espacio de confianza y asesoramiento profesional para el paciente.

Uno de los mayores desafíos es que muchos ingredientes utilizados en estos productos no están armonizados a nivel europeo, lo que provoca:
Aunque existen ingredientes regulados por la legislación europea, en muchos casos la normativa depende del marco legal nacional, lo que genera vacíos y falta de claridad en el mercado de los complementos alimenticios.
La seguridad del consumidor es prioritaria. Por eso, los farmacéuticos deben:
La evaluación de nuevos ingredientes se apoya en el “catálogo de nuevos alimentos”, que analiza la historia de consumo de cada sustancia. Este proceso continuo garantiza que los nuevos complementos alimenticios sean seguros antes de llegar al consumidor.