En el webinar, organizada por la Vocalía Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos en colaboración con los laboratorios Cerave, se detalla la importancia de las ceramidas en el tratamiento del acné y resalta el papel de la farmacia comunitaria como punto de referencia para padres, adolescentes y pacientes en general.
La Dra. Maite Truchuelo, dermatóloga especializada en dermatología estética, y Virginia Ortega Lorenzo, farmacéutica y miembro del comité ejecutivo de la Vocalía Nacional de Dermofarmacia, comparten su experiencia y conocimientos para la actuación farmacéutica de cómo tratar el acné.
La Dra. Teresa Truchuelo aborda el diagnóstico y tratamiento del acné, destacando que no
todas las lesiones que parecen acné lo son, diferenciando entre foliculitis, rosácea y acné.
Explica que el acné es una enfermedad crónica que se presenta en brotes, por lo cual es esencial
tanto un tratamiento activo en fases agudas como un tratamiento de mantenimiento para
lograr una buena adherencia.
El tratamiento del acné se basa en reducir la producción de sebo, mejorar la queratinización,
controlar la inflamación y restaurar el equilibrio del microbioma. La isotretinoína es una opción popular debido a su efectividad en varias etapas del acné y su capacidad para proporcionar resultados
a largo plazo con dosis bajas.
El acné tiene un gran impacto psicosocial, especialmente en adolescentes y mujeres adultas,
quienes frecuentemente presentan acné persistente o de comienzo tardío. La dieta y el estilo
de vida pueden influir significativamente en el desarrollo y agravamiento del acné.
Virginia Ortega aborda la importancia de la farmacia comunitaria en el tratamiento del acné,
una de las patologías dermatológicas más comunes. Los aspectos clave de su ponencia son los
siguientes:
El acné afecta aproximadamente al 80% de las personas en algún momento de sus vidas,
por lo que es importante la accesibilidad del farmacéutico como primer punto de contacto en la
cadena sanitaria, gracias a la capilaridad de la red de farmacias.
• Primera consulta sobre el acné.
• Consejos farmacéuticos y educación sanitaria.
• Dispensación de medicamentos prescritos por dermatólogos.
• Consultas sobre medicación en uso.
Existe un protocolo específico para la actuación farmacéutica en problemas dermatológicos,
que incluye pasos desde la identificación del problema hasta la derivación al especialista
cuando sea necesario.
Es fundamental realizar una entrevista detallada con el paciente para entender factores como
predisposición genética, edad de aparición, evolución de las lesiones y en mujeres, historial
ginecológico y estados fisiológicos especiales como el embarazo o la lactancia.
Hay un impacto de medicamentos que pueden inducir o agravar el acné, como ciertos anticonceptivos orales y anabolizantes y la importancia de explicar al paciente los efectos secundarios potenciales y las pautas de dosificación para evitar resistencias antimicrobianas y mejorar la adherencia al tratamiento.
Se debe destacar la importancia de una rutina cosmética adecuada, que incluya limpieza,
hidratación y protección solar con productos no comedogénicos y libres de aceites. También
destaca la relevancia de educar al paciente sobre el uso de maquillaje adecuado y la aplicación
correcta de protectores solares.
Uso de instrumentos como lupas de aumento y medidores de hidratación de la piel para
evaluar el tipo y extensión de las lesiones, determinando cuándo es adecuado el tratamiento
desde la farmacia o la derivación a un dermatólogo.
Se recomienda una limpieza adecuada (idealmente doble limpieza por la noche), seguido de
hidratación y, durante el día, fotoprotección. Por la noche, se pueden usar tratamientos
específicos dependiendo del tipo de acné y las características de la piel del paciente.