Archive

Mujeres en la publicidad farmacéutica

Resumen

Profundizando en el impacto y el alcance de la publicidad farmacéutica, como continuación de artículos anteriores de esta sección, el presente artículo se centra en el papel de la figura de la mujer en la misma. En el Real Decreto 1416/1994, que regula la publicidad de medicamentos de uso humano, en su artículo 6, se prohíbe incluir en la misma la presencia de personas -en este caso, mujeres- o elementos sin relación directa con lo publicitado, que sugieran que su efecto está asegurado o que el usuario puede mejorar su salud mediante su empleo.

En el presente artículo se destacan las publicidades más relevantes con figuras femeninas de los siglos XIX y XX, principalmente, organizado en función del origen de esta publicidad. La figura de la mujer aparece en la mayor parte de éstas con fines consumistas como bien se refleja en algunos de los curiosos ejemplos aquí comentados.

Introducción: nota del autor

No hay nada en la legislación farmacéutica actual1 que impida el empleo de mujeres o de su imagen en la misma. Simplemente con estar un poco atento a la televisión podremos ver varios ejemplos de lo dicho. Sin embargo, sí se prohíbe, en los puntos b y c del artículo 6, de manera indirecta, el empleo de las denominadas “mujeres objeto”, la presencia de señoras sin relación directa con lo publicitado, o bien para excitar la apetencia del consumo varonil o la creencia femenina en conseguir, mediante su uso, ese equívoco estatus.

Algunas de las actuales y muy acertadas estudiosas sobre el fenómeno publicitario en su relación con las féminas, considera reciente -en la Democracia española- la aparición de la mujer con fines consumistas o hedonistas, objeto de placer subordinado a los instintos masculinos2.

Ni lo sé con certeza, ni quiero entrar en ese tipo de berenjenales, aunque creo recordar el empleo de ese tipo de féminas en los anuncios de coches, motos y perfumes con mucha anterioridad al fallecimiento de Franco y, desde luego, durante la Transición y la Democracia. Acaso de manera más frecuente en esos últimos periodos por lo pacato del nacionalcatolicismo.

Es evidente, hasta para el más obtuso, la influencia de la publicidad en la educación popular y, aún más, la representación en la misma de las creencias sociales mayoritarias, pues si no las consiguiese plasmar, fracasaría en su finalidad principal: el hacer del producto un objetivo del deseo, en ocasiones apartado por entero de su finalidad primordial. Precisamente por esa conexión entre publicidad y psicología profunda, a primera vista parece que no debería producirse en los medicamentos, pues los consideramos una mercancía distinta, de otro calado, en donde lo comercial se mezcla con lo científico. Como he señalado varias veces, sería ese un craso error. En nada se ha diferenciado la publicidad medicamenosa de la de otros objetos, ni siquiera en algo tan peculiar como este asunto.

Mujeres americanas

Hace ya muchos años encontramos una serie de dieciséis postalitas (9,5 x 10,5 cm), algunas en no demasiado buen estado, dedicadas a publicitar las pildoritas Reuter para el hígado (Figura 1). Era un purgante con teórica y drástica acción para el hígado, los intestinos y el estómago, recomendadas también para el mal aliento, el malestar general, la mejora del cutis y el dolor de cabeza, dirigido principalmente a las mujeres. Consisten en la exposición de unas bellezas –a nuestros ojos ingenuas- pero rotundas, descocadas y acaso sensuales, para el momento de publicación.

Las fabricaba la desaparecida compañía Barclay & Co, instalada en el 26 Beaver St., de Nueva York cuya fundación se produjo entre 1880 y 18823 y persistió en la oferta del Jarabe Reuter y las mencionadas pildoritas hasta después de 1930, con campañas de publicidad muy poderosas tanto en España como en los países hispanoamericanos. Las aquí presentadas deben ser de los “felices” años veinte del siglo pasado, el periodo de entreguerras, y no debieron tener excesivo éxito entre las mujeres, a quienes iba dirigido, porque no las he vuelto a ver en el mercado, lo cual constata su singularidad. También, en la misma época, el mismo preparador ofrecía el Sabonete de Reuter con efecto en el eczema, el cutis áspero o escamoso y la tez pálida, afectada de granos, publicitada por una señorita algo más recatada.

Junto a ellas otra postal de una bailarina de cancán (12 x 8 cm) para anunciar la nueva salud o salvación de la mujer por el Doctor Reno (Figura 2). Otro producto americano, con evidentes reminiscencias bíblicas, fabricado por Reno Chemical Co. en New Haven (Connecticut), registrado el 11 de diciembre de 1894 en los Estados Unidos de América y el 6 de julio de 1916 en La Habana4 , lo cual indica que también por esas fechas se comercializaría en España, privada todavía de registro de especialidades.

Otra buena serie de medicamentos norteamericanos de la misma época –entre finales del siglo XIX y principios del XX- utilizaron la belleza femenina en su explotación comercial. Tenemos la belleza Oriental de la Emulsión Scott, preparada por los químicos neoyorquinos Scott & Bowne para la cura de la tisis, los resfriados, las toses crónicas, bronquitis, raquitismo, escrófula, reumatismo, debilidad general, etc., que consistía en un complejo vitamínico obtenido del aceite de hígado de bacalao con un sabor inolvidablemente repulsivo, empleado sobre todo en los niños a cuyos padres acaso se les quería animar con la tarjetita ofrecida (12,5 x 8,5 cm), al lado de una sevillana también exótica a los ojos americanos.

Las pastillas digestivas Ebrey de Ebrey Chemical Works, sito en el 37 Pearl St. de Nueva York que empezó a funcionar en 1925, con lo cual serán de los años treinta, eran simplemente unos laxantes muy en boga en el momento y empleados contra los males más diversos. Hacía su publicidad mediante muchachas en bañador y se añadía la relación del mes con una piedra preciosa y el horóscopo. Esta asombrosa mezcla en lo que nada había de científico se completaba con el ofrecimiento de toda la serie de las doce tarjetas publicitarias (12 x 8 cm) a quien les enviase el nombre y la dirección de igual número de personas enfermas del estómago. Una agresivísima propaganda americana a la que no fue ajena nuestro suelo.

También americanas eran las píldoras del Dr. Ross a las que ya me he referido en otros artículos. Aquí ofrecidas para preservar la salud y proporcionar belleza de formas y facciones. Se empleaban para curar dolores de cabeza o espalda, el estreñimiento y las manchas de la piel. Como tantos otros era simplemente un laxante. La señora de sombrero color rosa (14,5 x 9,5 cm) es de 1925; debe ser contemporánea con la otra laminita (19 x 13,5 cm). Las fabricaba Sydney Ross Company, Inc. sita en el 120 de la calle Astor, de la ciudad de Newark, en Nueva Jersey de los Estados Unidos de América, quien también ofrecía en el mercado de habla hispana, a ambos lados del Atlántico, la Jaquequina (19 x 13,5 cm) para los nervios cansados y el dolor de cabeza. A juzgar por su nombre tendría algo de quinina pero no se conocía su composición, sólo la ausencia de opio o morfina, a juzgar por la publicidad.

Las pastillas del Dr. Richards para el estómago las preparaba el mencionado médico para la dispepsia. Las ofertaba como un tónico desinfectante que enviaba desde una dirección postal de Nueva York, con lo cual ni siquiera ofrecía el respaldo de una industria químico-farmacéutica. La tarjeta de 12,5 x 7,5 cm (Figura 3) era la reproducción de otra de 40 x 63 cm, posible de obtener con el envío de varias de las etiquetas de sus productos. Se ofertaron en España e Hispanoamérica a lo largo de principios del siglo XX, entre 1903 y 1929.

Para idénticas o muy parecidas funciones que las dos anteriores eran las píldoras del Dr. Ayer (Figura 4). También relacionaban el buen funcionamiento intestinal con la belleza, el bienestar y el vigor, con lo cual eran laxantes. Las fabricaba el mencionado doctor en J.C. Ayer y Ca., Lowell, Massachusetts., EUA5 , quien también comercializaba, entre otros, un preparado para aumentar el vigor del cabello, evitar la caspa y curar las erupciones del cráneo.

Lanman & Kemp de Nueva York, preparaba la zarzaparrilla y las píldoras de Bristol; la primera con muchas y muy antiguas utilidades terapéuticas y las segundas, también compuestas con vegetales, recomendadas para enfermedades del hígado, jaqueca, mareos y desarreglos biliosos. Eran publicitadas con imágenes de mujeres (11,5 x 7,5 cm) en representación de las estaciones del año. Tenemos la del invierno, el verano y el otoño (Figura 4). 

Las píldoras Foster, para los riñones y la vejiga, las preparaban Foster-McClellanco, químicos manufactureros instalados en Buffalo, Nueva York. Utilizaron varios folletos como el aquí indicado para hacerse publicidad, en donde se ve, en la cubierta, a una muchacha a quien un joven engominado ofrece una serenata, posiblemente en el Caribe por las palmeras y el loro; en la última página, a otra señora adquiriendo el producto en una farmacia. En ninguna parte aparece la composición, aunque sí un certificado de pureza extendido por el Doctor John A. Miller, ex químico del Estado de Nueva York, en donde testifica también la ausencia de morfina, cocaína y cualquier otro producto capaz de producir hábito, ni ninguna sustancia nociva, pero no ofrece su composición con lo que era de hecho, como muchos de los aquí indicados, un remedio secreto. Sí publican muchos testimonios de curación, todos hispanoamericanos. Tampoco nos señalan la fecha, pero fue publicitada en la primera mitad del siglo XX.

La compañía The Etna Chemical Co. de Nueva York puso a la venta las tabletas de Fenalgina (Figura 5), contra todos los dolores, sin los inconvenientes de la Antipirina ni de otros analgésicos, como indicaban en sus tarjetas publicitarias (12,5 x 7,5 cm). Según sus preparadores, para las enfermedades peculiares al bello sexo no tiene rival. Es curioso ver como algunas feministas se quejan, actualmente, de la “teórica” falta de especificidad de la medicina respecto a la mujer. No creo les guste ver este tipo de diferenciación, en donde la menstruación, junto a la denominada clorosis, los dolores de cabeza o las neurosis se consideran propios de las féminas, tanto la primera como los últimos. En lo farmacológico fue un buen descubrimiento pues se sigue utilizando como analgésico, antipirético y espasmolítico.

Mujeres francesas

Las píldoras Pink se ofertaban para modificar la composición de la sangre y aumentar los glóbulos rojos, con acción sobre el sistema nervioso y capacidad de curar la anemia, clorosis, debilidad general, dolor de estómago, jaquecas, neuralgias, reumatismo y neurastenia, dedicado principalmente a las mujeres. En el almanaque de 1911, editado específicamente para su difusión (20,5 x 13 cm) aparece una sevillana junto a la Giralda en su portada (Figuras 6 y 7). En el de 1915, de idénticas medidas, se menciona (p.6) la dificultad de casarse para las mujeres continuamente enfermas y con mala cara. Para evitarlo, esas pastillas serían mano de santo; también servirían para la angustia padecida por las féminas de la cual se ofrecen testimonio de diversas curaciones, aunque para la neurastenia se nos proporciona el del jefe de estación de Torre del Campo (Jaén) y de otro cacereño (p.18) pese a lo cual, el folleto va encaminado fundamentalmente a las señoras.

Las preparaba el farmacéutico de primera clase, A. Gablin, instalado en la calle Ballu, nº 23 de París. Su representante era un médico, el doctor Frans Janssens, domiciliado en la calle Valencia, nº 275 de Barcelona, quien se comprometía a mantener correspondencia con cuantos quisieran saber la manera de emplearlas en su particular dolencia. Su composición era a base de Carbonato potásico, sulfuro férrico, oxido de manganeso, azúcar, extracto de genciana, neuraemin (se desconoce a qué compuesto hacían referencia) y aloes en cantidades casi homeopáticas, con lo cual es muy complicado establecer si tenía algún tipo de actividad farmacológica o era un simple placebo.

También francés era el laxante llamado veritables Grains de Santé du Dr. Franck presentados junto al anuncio de un trabajo del doctor del Instituto Pasteur, Iliá Méchnikov, premio Nobel de 1908 –junto a Paul Ehrlich- de fisiología y medicina, lo cual, además de hacernos observar la capacidad de lanzar mensajes publicitarios en todas direcciones para vender un laxante (Figura 8), lo sitúan entre finales del siglo XIX y 1916, fecha de fallecimiento del ilustre investigador ruso-francés.

Junto a ellas, las píldoras y jarabe de Blancard de ioduro de hierro para la anemia, el raquitismo, úlceras y flores blancas o vaginitis producida por la bacteria gardnerella vaginalis, interrupción de las reglas, etc., que se producía en el nº 40 de la Rue Bonaparte de Paris, se anunciaba con el cromo (10,5 x 6 cm) de una parisién deseosa de viajar para aumentar sus conocimientos geográficos (Figura 8), sin relación alguna con el medicamento cuya composición, en todo caso, no parece le hiciera adecuado para tratar la vaginitis. Algunos estudiosos lo sitúan cronológicamente a finales del siglo XIX6.

El hierro Bravais, preparado en la calle Saint-Lazare, nº 40 de París, se anunciaba en la prensa de 1888. También ofrecían unos hermosos cromos policromados (11,5 x 7,5 cm) con estampas costumbristas relacionadas con su empleo (Figura 8). Se recomendaba contra la clorosis y la anemia.

El Azufrol y el Sulfurion Couturieux, preparado en el laboratorio de Ch. Couturieux en el nº 28 de la Avenue Hoche de París, se ofrecían, el primero para el reumatismo agudo, crónico, fibroso, gotoso o deformante y, el segundo, para el tratamiento de las bronquitis, laringitis y afecciones cutáneas. Se publicitaban mediante una tarjeta postal (14 x 9 cm) de la colección del dueño del laboratorio con una sanguina de Fraçois Boucher (1703-1770)7

Mujeres inglesas y checas o rusas

La compañía Evans Sons Lescher & Webb limited, instalada en Liverpool y Londres, preparó las pastillas Evans para la garganta, conforme a una fórmula utilizada en el hospital de Liverpool a base de mentol, clorato de potasa, borato sódico y los excipientes necesarios. Se vendió en los primeros veinte años del siglo pasado y se publicitó con unas tarjetas postales (14 x 9 cm) con mujeres tocadas con sombreros a la moda inglesa de la época. En sus cajas metálicas dejaban constancia del empleo de parte del precio en obras benéficas, como otra forma de hacer publicidad.

No tengo certeza sobre si esa compañía fabricó también la sal efervescente de Carlsbad Evans, empleada para las enfermedades hepáticas, la gota y el reumatismo. Relacionada por su nombre con la ciudad balneario de Karolvy Vary o Carlsbad, relativamente cercana a Praga y poblada de turistas rusos, del resto de Europa y del mundo. Se publicitaba en tarjetas postales impresas en Londres (Figura 9), en la empresa de Raphael Tuck & Sons, de tamaño idéntico a la anterior sobre un dibujo de 1914, lo cual puede ser indicativo de la pertenencia a la misma compañía y, desde luego, del modelo inglés de la misma. 

Los tónicos de Kola

En el mismo epígrafe de mujeres objeto, nos encontramos con una tarjeta (14 x 9 cm) del año 1912, publicitaria de la FosfoGlicokola Domenech, un tónico a base de nuez de kola y fosfoglicerolato de cal8. Su preparador B. Doménech, desde su laboratorio farmacéutico situado en la Ronda de Sant Pau 71 de Barcelona, hizo una agresiva propaganda, en unas ocasiones absolutamente blanca para la cual empleó a sus propios hijos o reproducciones fotográficas de las modernas instalaciones de su laboratorio; en otras, como el caso que aquí nos ocupa, dando a entender la capacidad fortalecedora del tónico en ancianos aparentemente rijosos, rodeados de mujeres muchísimo más jóvenes, en actitudes no filiales, sino sugerentes sin resultar chabacanas ni ofensivas.

En el mismo tipo de medicamentos, también ofrecido por una hermosa mujer en una tarjeta (14 x 9 cm), nos encontramos con un tónico norte americano, la Kola-Cardinete, preparado por The Paladise MNFG. Co., situada en la ciudad de Yonkers, en el condado de Westchester, en Nueva York, una de las especialidades americanas a base de Kola que no tuvo la suerte de transformarse en la Coca-Kola.

El Elixir Kolaína, ofertado con propiedades tónicas y reconstituyentes, efectuó una campaña propagandística poderosa. Se vendía en varias farmacias barcelonesas, en el resto de España e Hispanoamérica. La tarjeta postal de nuestra colección (14 x 9 cm) nos ofrece el retrato retocado de una joven aparentemente rica, plagada de visones, en estola y manguito, con una sonrisa entre lánguida y ligeramente ida, sentada en una especie de silla curul sin respaldo, lo cual la hace aparecer incómodamente inclinada hacia adelante (Figura 10). 

Las ironías lanzadas desde el siglo XXI, no deben oscurecer las posibilidades de este tipo de publicidad para ponderar como era la sociedad y las mujeres de finales del siglo XIX y principios del XX. En una España en donde el médico escritor Felipe Trigo (1864-1916) en alguna de sus obras más serias como En la carrera (1909), El médico rural (1912) o Jarapellejos (1914) nos cuenta la acción erotógena del tobillo vislumbrado de una mujer, podemos sopesar el efecto popular de alguna de las imágenes aquí expuestas y, sobre todo, la labor normalizadora entre la gente de actitudes femeninas modernas, habituales ya en la sociedad norteamericana, refinadas como las francesas o inglesas, mientras las españolas, vistas desde fuera y por nosotros mismos, seguían fijadas a un esquema más tradicional, al menos en el vestuario.

He de dejarlo aquí por evidentes razones de espacio. Sí los responsables de la revista me lo permiten, continuaré con el tema en mi siguiente colaboración.

Prevención de zoonosis

Las zoonosis se definen como cualquier enfermedad o infección transmisible entre los animales y el ser humano, ya sea de forma directa o indirecta, a través de mecanismos de transmisión muy variados y complejos.

Según su etiología, se pueden clasificar en cinco tipos: víricas, bacterianas, parasitarias, fúngicas y priónicas.

Víricas

Se incluyen en este grupo la infección por VIH, por el virus del Zika, el ébola, la rabia, la gripe aviar, la fiebre amarilla o la reciente COVID19.

Los mecanismos de transmisión de estos virus son muy variados (vía respiratoria, vía alimentaria, contacto con fómites, a través de las mucosas, o adquiridas por vía hemática, ya sea a través de vectores, transfusiones o trasplantes de órganos), lo cual hace más complejo el control de estas zoonosis.

Las medidas para prevenir o evitar la expansión de estas zoonosis pasan por la adopción de medidas de bioseguridad e higiénico-sanitarias (control de los vectores transmisores, uso de EPIS -equipo de protección individual-, aislamiento). La investigación y desarrollo de vacunas y fármacos antivirales ha sido fundamental para reducir la transmisión y las consecuencias clínicas de algunas de estas zoonosis.

Bacterianas

Los ejemplos más conocidos son la salmonelosis, la tuberculosis o la brucelosis.

Muchas de ellas son zoonosis emergentes, es decir, que surgen como consecuencia de la evolución o modificación de un agente patógeno existente debido a diversas causas, como pueden ser la alteración de algún factor ambiental (clima, factores demográficos), mutaciones, cambio de hospedador, deficiencias o fallos en las medidas de control de la producción y transporte de alimentos o en el control de los animales, etc.

Las vías de transmisión son muy diversas (alimentos, agua, contacto con animales…) y para la prevención de este tipo de zoonosis es crucial controlar los factores que favorecen su propagación. Entre estas medidas de prevención se encuentran el consumo de agua potable, una buena higiene de los alimentos, el control de vectores, evitar el contacto directo con los animales y la atención médica temprana en caso de sufrir lesiones por un animal.

Parasitarias

En este grupo se incluyen las infestaciones por parásitos tanto internos (tenia, equinococos, toxoplasma), como externos (pulgas, garrapatas, piojos y ácaros). Las medidas preventivas se basan principalmente en evitar la transmisión y propagación de los distintos parásitos, por lo que es preciso conocer los ciclos biológicos y mecanismos de transmisión de las enfermedades para actuar sobre los parásitos, hospedadores, reservorios y medio ambiente. 

Así, la sarna, producida por ácaros, se transmite por contacto directo con el animal infestado o a través de los fómites o también debido a la falta de higiene después de mantener contacto con el animal o su entorno.

Pulgas, garrapatas y mosquitos son, además, importantes vectores de otros agentes infecciosos causantes de enfermedades como el paludismo, la leishmaniasis, la dirofilariasis, la dipilidiasis o la borreliosis. 

El control de los alimentos y el cocinado adecuado de los mismos, así como el control de los vectores y la desparasitación interna y externa de los animales de compañía, han reducido la incidencia de estas zoonosis.   

Fúngicas

Las zoonosis producidas por hongos microscópicos (micosis) son minoritarias y en la mayoría de los casos son enfermedades oportunistas, por lo que suelen afectar fundamentalmente a personas que presentan, por algún motivo fisiopatológico o iatrogénico, cierto grado de inmunodepresión.

Las más comunes son las ocasionadas por hongos dermatofitos del género Microsporum, Trichophyton que afectan a la piel, pelo y uñas dando lugar a las tiñas y Malassezia, que en su forma de levadura puede dar lugar, en sujetos con factores predisponentes, a ptiriasis versicolor, dermatitis seborreica o psoriasis.

Para prevenir estas zoonosis deben contemplarse medidas de higiene y protección, evitando el contacto directo con los animales. La presencia de esporas en el medio contribuye al mantenimiento de la infección, por lo que, además del tratamiento que se establezca para los animales afectados, debe extremarse la limpieza del entorno.

Priónicas

Los priones son partículas proteicas que alteran la configuración de otras proteínas y, por tanto, su funcionalidad. Son responsables de las denominadas encefalopatías espongiformes. El ejemplo más relevante de este tipo de zoonosis es el llamado “mal de las vacas locas” o encefalopatía espongiforme bovina que se transmitió a los humanos por el consumo de carne de vacuno infectada por el prion, dando lugar a una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una patología cerebral degenerativa e incurable. Para prevenir esta zoonosis de origen alimentario se establecieron controles más rigurosos en la cadena alimentaria y se prohibió la alimentación de los animales de abasto con harinas procedentes de carnes y huesos de origen animal.

Vigilancia de zoonosis

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) es el organismo del estado competente en la vigilancia de las zoonosis transmitidas por los alimentos, recogiendo información de las Comunidades Autónomas, analizándola y realizando los estudios precisos para luego transmitirlos, antes del 21 de mayo de cada año, a la Comisión Europea. Además, esta agencia publica anualmente en su página web el análisis de los datos de las zoonosis alimentarias recopilados por las Comunidades Autónomas. 

Medidas para la prevención de zoonosis

Desparasitación

La desparasitación, junto con la adecuada limpieza del ambiente, constituye una medida eficaz de prevención de las zoonosis parasitarias.

La desparasitación externa preventiva, mensual o trimestral, debe ser una recomendación a todos los propietarios o responsables de los animales, tanto de zonas urbanas como rurales, vigilando la eficacia de los productos utilizados y haciendo un seguimiento para detectar cualquier resistencia por el uso continuo de los mismos.

Del mismo modo y según la zona geográfica, es importante incidir sobre la desparasitación interna estableciendo las pautas de frecuencia y los antiparasitarios a utilizar, en función de los parásitos zoonósicos más habituales detectados en la misma.

Respecto a la frecuencia de desparasitación de las mascotas, hay que destacar que los animales adultos deben desparasitarse con una frecuencia mínima de 4 veces al año (trimestralmente) y según la situación epidemiológica de la zona, a veces incluso mensualmente. Por el contrario, los cachorros deben desparasitarse a partir de los 15 días de vida y hacerlo simultáneamente con la madre, ya que los limpia continuamente comiendo sus heces y los vuelve a parasitar a través de la leche. La desparasitación hay que repetirla a los 30 días de vida, madre incluida, y a los 45 días. Posteriormente, los cachorros deben de desparasitarse mensualmente hasta que tengan unos 6-8 meses y luego como mínimo cada 3 meses.

Además, es aconsejable realizar un análisis coprológico y otro sanguíneo al menos una vez al año, para detectar posibles parásitos tanto intestinales como sanguíneos, y actuar en función de los resultados obtenidos.

Vacunas

La vacunación es la principal medida preventiva en el control y erradicación de las zoonosis. Por ello, los sanitarios deben recomendarla para los animales cuando sea aconsejable por razones epidemiológicas.

Actualmente existen vacunas para un gran número de enfermedades zoonósicas como la rabia o la leishmaniasis, zoonosis reemergentes en los últimos años. 

Se recomendará la vacunación según las características zoonósicas de la zona y, si se viaja con la mascota a otra Comunidad Autónoma, se deben conocer las obligaciones sanitarias en cuanto a vacunación y desparasitación de esta.

Medidas de bioseguridad

Además del saneamiento habitual de los animales (vacunación, desparasitación), las explotaciones ganaderas deben contemplar medidas de bioseguridad, tanto de infraestructuras como de manejo, que se deben de tomar para evitar o reducir el riesgo de introducción, establecimiento y propagación de cualquier zoonosis.

En este contexto, en las pequeñas y grandes explotaciones ganaderas, así como en la ganadería familiar, las medidas de bioseguridad se pueden dividir en dos grupos:

Medidas de bioseguridad externas

Tratan de evitar que entren patógenos en la explotación:

  • Minimizar el número de visitas.
  • Utilizar equipos de protección individual y desinfectar ropa y calzado.
  • Llevar un registro de visitas.
  • Controlar los vehículos que entran en la explotación.
  • Tomar medidas de aislamiento (vallas, redes y otros materiales) para que no entren animales potencialmente transmisores de enfermedades (aves, roedores y animales silvestres en general).

Medidas de bioseguridad internas

Tratan de evitar que se extiendan los patógenos en la explotación:

  • Limpieza, higiene, desinfección y manejo adecuados de comederos, bebederos, aperos y utensilios.
  • Aplicar programas de D.D.D. (Desinfección, Desinsectación, Desratización).
  • Utilizar las vacunas adecuadas, en función de la especie, como medida preventiva.
  • En caso de algún brote, disponer de un recinto de cuarentena para aislar y tratar a los animales enfermos.

BOT PLUS 2021. Listados predefinidos

Resumen

BOT PLUS, la base de datos de medicamentos y productos de parafarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, es una herramienta en continua evolución, con el objetivo de cubrir las necesidades informativas del farmacéutico, de forma que le sirva como una herramienta de ayuda en su ejercicio profesional diario. Se han incluidos nuevos listados predefinidos contribuyendo a mejorar los servicios profesionales realizados desde la farmacia comunitaria.

_________________________________________________________________________________

BOT PLUS, la base de datos de información sanitaria del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, es una herramienta en constante evolución para adaptarse a las necesidades tecnológicas e intentar proporcionar a los farmacéuticos información de medicamentos y productos de parafarmacia de manera cada vez más accesible.

Dentro de BOT PLUS, podemos realizar búsquedas complejas mediante varios buscadores, como el buscador de composición, para buscar medicamentos y productos de parafarmacia con una composición determinada, buscador de interacciones, que permite encontrar interacciones y complementos alimenticios o el buscador de forma/color para encontrar medicamentos con unas características físicas determinadas.

Los listados generados con estos buscadores, al igual que todos los listados de BOT PLUS, se pueden imprimir o exportar, pinchando en los botones situados en la parte inferior de la pantalla (Figura 1).

Junto a estas búsquedas elaboradas por el usuario, BOT PLUS tiene predefinidos una serie de listados para obtener informaciones de interés, de forma que el usuario pueda acceder a la misma sin necesidad de realizar ningún tipo de búsqueda. Podemos acceder a estos listados pinchando sobre el menú BOT, situado en la parte superior izquierda de la pantalla, y seleccionando la opción Listados. Dentro de estas funcionalidades podemos encontrar la búsqueda de medicamentos por fecha de autorización, medicamentos con alertas de calidad, con problemas de suministro o con cambios de precios previstos.

Los listados predefinidos se han aumentado en la última versión publicada de BOT PLUS, añadiendo nuevos listados de interés, entre los que destacan los siguientes (Figura 2):

  • Listado de productos con gluten en su composición.
  • Listado de productos con lactosa en su composición.
  • Listado de productos incompatibles con lentes de contacto.
  • Listado de medicamentos no sustituibles por el farmacéutico.
  • Listado de medicamentos que pueden dar positivo en un control antidopaje.
  • Listado de medicamentos veterinarios con antibióticos en su composición, de notificación anual a través de la plataforma ESVAC.

La opción de listados nos permite seleccionar el tipo de productos a obtener, seleccionando medicamentos uso humano, medicamentos veterinarios, parafarmacia o medicamentos/parafarmacia.

A continuación, dentro de cada uno de los elementos anteriores aparecen listados específicos. 

Por ejemplo, podemos obtener medicamentos con lactosa en su composición (Figura 3).

Al pinchar sobre esta opción obtendremos un listado de todos los medicamentos que tengan incluido en su composición este excipiente, sin la necesidad de realizar la búsqueda a través del buscador de composición (Figura 4).

Otro listado de interés, para la gestión de la farmacia comunitaria es de los medicamentos que tienen previsto sufrir un cambio de precio. Esta información la tenemos disponible dentro de medicamentos de uso humano, “listado de medicamentos con cambio de precio previsto” (Figura 5). 

Dentro del listado se incluyen todos los medicamentos que van a cambiar de precio a partir de una determinada fecha (Figura 6). También aparece la información de la agrupación homogénea en la está integrado. 

En resumen, BOT PLUS sigue avanzando en mejorar y ampliar la información de medicamentos y productos de parafarmacia con nuevos contenidos que respondan a las necesidades del farmacéutico, mejorando su capacidad de interoperabilidad y facilitando un ejercicio asistencial completo, para dar una respuesta rápida a información relevante que los farmacéuticos pueden necesitar en el desarrollo profesional del día a día.