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OMS: Declaración del subcomité COVID-19 del comité asesor mundial sobre seguridad de las vacunas (GACVS) sobre las señales de seguridad relacionadas con la vacuna frente a la COVID-19 de AstraZeneca

La OMS, a través de su comité asesor de vacunas (GACVS), publicó sus conclusiones sobre las señales de seguridad de la vacuna de AstraZeneca, afirmando que los beneficios de vacunación superan los riesgos detectados, en esta situación pandémica, cuando ya se han alcanzado más de 120 millones de contagios identificados y más de 2 millones muertos a nivel global.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), mediante el subcomité COVID-19 del Comité Asesor Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), también se ha declarado a favor de mantener la inmunización con la vacuna frente COVID-19 Vaxzevria®, de AstraZeneca, en esta situación pandémica. A fecha 17 de marzo de 2021, se habían reportado más de 120 millones de casos de infecciones por COVID-19, con más de 2 millones de muertes, a nivel mundial. La vacunación sigue siendo una herramienta fundamental para ayudar a prevenir más enfermedades y muertes, y para controlar la pandemia.

Hasta ahora, se han administrado más de 20 millones de dosis de la vacuna Vaxzevria® en Europa, y también se han administrado más de 27 millones de dosis de la vacuna Covishield® (vacuna de AstraZeneca en colaboración con el Serum Institute of India) en India.

El subcomité COVID-19 del GACVS se reunió virtualmente los días 16 y 19 de marzo de 2021 para revisar la información y los datos disponibles sobre eventos tromboembólicos (coágulos de sangre) y trombocitopenia (plaquetas bajas) después de la vacunación con la vacuna Vaxzevria®. Revisó los datos e informes de ensayos clínicos basados en datos de seguridad de Europa, Reino Unido e India, y también la Vigibase, la base de datos mundial de la OMS de casos de sospechas de reacciones adversas o informes de seguridad de casos individuales (ICSR, por sus siglas en inglés).

En base a la detallada revisión científica de la información disponible, el subcomité llegó a las siguientes conclusiones y recomendaciones:

La vacuna de AstraZeneca (incluida la Covishield®) sigue teniendo un perfil beneficio-riesgo positivo, con un enorme potencial para prevenir infecciones y reducir las muertes en todo el mundo.

Los datos disponibles no sugieren ningún aumento general de las condiciones de coagulación, como trombosis venosa profunda o embolia pulmonar después de la administración de estas vacunas frente a COVID-19. Las tasas notificadas de eventos tromboembólicos después de la administración de las vacunas están en línea con el número esperado de diagnósticos de estas afecciones. Ambas condiciones ocurren naturalmente y no son infrecuentes. También ocurren como resultado de la propia patología COVID-19. Las tasas observadas han sido menores a las esperadas para tales eventos.

Si bien también se han notificado eventos tromboembólicos muy raros y únicos en combinación con trombocitopenia, como la trombosis del seno venoso cerebral (TSVC), después de la vacunación con la vacuna de AstraZeneca en Europa, no es seguro que hayan sido causados por la vacunación. El Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea de Medicamentos ha revisado 18 casos de TSVC de un total de más de 20 millones de vacunas con la vacuna Vaxzevria® de AstraZeneca en Europa. En este momento no se ha establecido una relación causal entre estos eventos raros/infrecuentes.

Se debe ofrecer formación adecuada a los profesionales de la salud y a las personas que se vacunan para reconocer los signos y síntomas de todos los eventos adversos graves después de la vacunación con todas las vacunas frente a COVID-19, de modo que las personas puedan buscar y recibir atención y tratamiento médico oportuno y relevante.

El subcomité COVID-19 del GACVS recomienda que los países continúen monitorizando la seguridad de todas las vacunas frente a COVID-19 y promuevan la notificación de sospechas de eventos adversos (RAM o ESAVI). También está de acuerdo con los planes de la EMA de seguir investigando y monitorizando estos eventos.

El subcomité COVID-19 del GACVS continuará revisando los datos de seguridad de todas las vacunas frente a la COVID-19 y actualizará cualquier consejo según sea necesario. El “Manual de vigilancia de la seguridad de la vacuna COVID-19” de la OMS proporciona orientación a los países sobre el seguimiento de la seguridad y el intercambio de datos de eventos adversos para las nuevas vacunas frente a la COVID-19.

Infección por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19)

La continuación de las estatinas puede relacionarse con una mayor supervivencia en casos graves

Un estudio observacional retrospectivo, multicéntrico y transversal, desarrollado en el marco del registro español de pacientes SEMI-COVID, impulsado por la Sociedad Española de Medicina Interna, ha evaluado el efecto que el tratamiento concomitante con estatinas tiene sobre la severidad de la COVID-19, dada la elevada prevalencia del consumo crónico de este tipo de fármacos antihiperlipemiantes en la población occidental, y con especial relevancia en aquellos grupos de pacientes con comorbilidades predisponentes a un mayor riesgo de COVID-19 grave (por ejemplo, hipercolesterolemia asociada a obesidad o cardiopatía).

Los autores analizaron los datos relativos a las características clínicas y los resultados de la enfermedad de un total de 2.921 pacientes hospitalizados por COVID-19 grave en 150 hospitales españoles que recibían tratamiento crónico con estatinas antes de la hospitalización, comparando entre aquellos pacientes que lo mantuvieron durante su estancia hospitalaria (N= 1.130) frente a los de pacientes que interrumpieron dicho tratamiento tras el ingreso (N= 1.791), medida posiblemente motivada por el riesgo de interacciones farmacológicas entre las estatinas y otros fármacos –como antibióticos o antirretrovirales– que pudieran emplearse a nivel hospitalario. Se analizaron las parejas de datos según la puntuación de propensión (propensity score matching). Los resultados revelan que la continuación de la terapia con estatinas se asocia con una tasa de mortalidad por cualquier causa significativamente menor, con un 33% menos de probabilidades de muerte (OR= 0,67; IC95% 0,54-0,83; p< 0,001). De modo interesante, en comparación con la interrupción del tratamiento, también se asoció con una probabilidad notablemente más baja de insuficiencia renal aguda (OR= 0,76; IC95% 0,60-0,90; p= 0,025) y de síndrome de distrés respiratorio agudo severo (OR= 0,78; IC95% 0,69-0,89; p< 0,001), una menor incidencia de sepsis (4,82% vs. 9,85%; p= 0,008) y una reducida necesidad de ventilación mecánica invasiva (5,35% vs. 8,57%; p< 0,001).

Todo ello, pero fundamentalmente la menor mortalidad intrahospitalaria observada, sugiere que las estatinas ejercen un papel protector con relevancia clínica, y sienta las bases para tomar decisiones clínicas –mantenimiento de la terapia previa con estos fármacos– en un subgrupo de pacientes susceptibles. Se ha postulado que ese efecto potencialmente beneficioso de las estatinas puede derivar de una cierta sinergia entre sus actividades antivirales y antiinflamatorias (sobre el endotelio vascular). No obstante, a pesar de la amplia muestra de pacientes, son resultados derivados de un estudio observacional que, por sus limitaciones metodológicas, requieren una confirmación en estudios clínicos prospectivos de forma previa a diseñar estrategias terapéuticas sistemáticas con estatinas en pacientes con cierto perfil.

  • Torres-Peña JD, Pérez-Belmonte LM, Fuentes-Jiménez F, López Carmona MD, Pérez-Martinez P, López-Miranda J et al. Prior Treatment with Statins is Associated with Improved Outcomes of Patients with COVID-19: Data from the SEMI-COVID-19 Registry. Drugs. 2021; DOI: 10.1007/s40265-021-01498-x.

Últimas novedades sobre el uso de colchicina

En el último mes se ha tenido constancia de nuevos resultados clínicos relativos a la administración de colchicina en pacientes con COVID-19, que complementan a la evidencia aportada por el estudio COLCORONA, comentadas en el artículo monográfico de Revisión del presente número de Panorama Actual del Medicamento.

Los investigadores del amplio estudio multicéntrico de fase 3 RECOVERY (N> 11.000) anunciaron1 que daban por concluido el reclutamiento de pacientes para el brazo experimental de colchicina. Tras revisar de forma continua los datos que se han ido generando, el Comité de Seguimiento de los Datos del estudio (DMC, por sus siglas en inglés) no apreció indicios convincentes de que una ampliación de la muestra de pacientes pudiera aportar pruebas concluyentes de un beneficio en mortalidad global, o en alguno de los subgrupos predefinidos. Si bien los resultados aún no han sido publicados –“validados”– tras revisión por pares, y deben considerarse con cautela como preliminares (el seguimiento de los pacientes aún continúa), apuntan a que el tratamiento con colchicina de pacientes hospitalizados con COVID-19 grave no aporta una reducción de la mortalidad a 28 días, que se sitúa en el 20% con colchicina y en el 19% entre los pacientes tratados con la terapia de mantenimiento estándar (RR= 1,02; IC95% 0,94-1,11; p= 0,63). Conviene subrayar que el 94% de los pacientes aleatorizados en el ensayo estaban siendo tratados con dexametasona.

Por otro lado, se han divulgado resultados de otro pequeño ensayo clínico, doble ciego y controlado por placebo, en el que 75 pacientes con COVID-19 de moderada a grave fueron aleatorizados (1:1) a recibir colchicina (0,5 mg/8 h durante 5 días, seguido de 0,5 mg/12 h durante otros 5 días) o placebo, ambos adicionados al tratamiento de mantenimiento estándar. Con datos de 72 pacientes que completaron el estudio (36 en cada brazo), se observó una mediana del tiempo de requerimiento de oxígeno suplementario de 4 días (2,0-6,0) en el grupo de colchicina frente a 6,5 días (4,0-9,0) en el grupo placebo (p< 0,001). Así, al día 2, el 67% de pacientes en el grupo de colchicina mantenía la necesidad de dicha suplementación, frente al 86% en el grupo placebo; esas proporciones se redujeron a 9% y 42%, respectivamente, al día 7 (p= 0,001). Además, la mediana del tiempo de hospitalización también se vio reducida hasta 7 días (5,0-9,0) en el grupo de colchicina, en comparación con los 9 días (7,0-12,0) del grupo control (p= 0,003). Dos pacientes fallecieron, ambos en el grupo placebo. Entre los pacientes tratados con colchicina, la diarrea fue el evento adverso más frecuente en la comparativa con los del grupo control. En definitiva, a pesar de que no parece aportar mejoras en la supervivencia en pacientes graves, la colchicina sí que parece inducir un beneficio clínico en otras variables que pueden concederle un valor terapéutico relevante en la COVID-19. Se requieren futuros estudios más amplios para confirmar este punto.

  • Lopes MI, Bonjorno LP, Giannini MC, Amaral NB, Menezes PI, Dib SM et al. Beneficial effects of colchicine for moderate to severe COVID-19: a randomised, double-blinded, placebo-controlled clinical trial. RMD Open. 2021; 7(1): e001455. DOI: 10.1136/rmdopen-2020-001455.

Nuevas evidencias clínicas de robustez limitada para otras opciones prometedoras

Sulodexida es un fármaco antitrombótico y fibrinolítico actualmente autorizado en España para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y otras patologías cardiovasculares, para el que se han descrito efectos pleiotrópicos sobre el endotelio vascular. Bajo la hipótesis de que tales actividades farmacológicas pueden ser beneficiosas en pacientes con COVID-19, un grupo de investigadores (González et al., 2021) ha realizado un ensayo clínico aleatorizado en el entorno extrahospitalario, con un diseño de grupos paralelos, que incluyó 243 pacientes con confirmación de la infección por SARS-CoV-2 con un máximo de 3 días desde el inicio de la sintomatología y un teórico alto riesgo de agravamiento de la enfermedad por la presencia de comorbilidades crónicas. Los pacientes recibieron por vía oral sulodexida (N= 124; 500 unidades liberadoras de lipasa/12 h) o placebo durante 21 días (N= 119).

A los 21 días de seguimiento, la tasa de hospitalización fue significativamente más baja en el grupo de sulodexida (17,7% vs. 29,4% con placebo; p= 0,03). También se redujo de modo notable la necesidad de aporte de oxígeno suplementario en pacientes tratados con el fármaco (29,8% vs. 42% con placebo; p= 0,05), y la duración media de dicha suplementación (9 días vs. 11,5 días con placebo; p= 0,02). Tales resultados sugieren que un tratamiento temprano con sulodexida puede ejercer un efecto beneficioso en la reducción del agravamiento de la patología en pacientes de riesgo, lo cual puede permitir una ventana de oportunidad hasta que se autorice un antiviral eficaz para el tratamiento de pacientes leves o las coberturas de vacunación permitan alcanzar la inmunidad de rebaño.

Por otra parte, se ha tenido constancia de resultados interesantes para ivermectina, un fármaco acaricida y antiinflamatorio solo autorizado en España para el tratamiento tópico de la rosácea, y sobre cuyo potencial en la COVID-19 se ha especulado de forma amplia durante la pandemia tras ciertos hallazgos iniciales que sugerían una capacidad de inhibir in vitro la replicación del SARS-CoV-2 (a concentraciones elevadas). En un pequeño ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado por placebo, realizado con 72 pacientes hospitalizados por COVID-19 leve-moderada en hospitales de Dhaka (Bangladesh), se asignó a los mismos a recibir por vía oral ivermectina sola (12 mg/día durante 5 días), ivermectina con doxiciclina (12 mg en dosis única de ivermectina y 200 mg de doxiciclina el día 1 + 100 mg/12 h durante 4 días) o placebo. Con una incidencia y gravedad de las manifestaciones de fiebre, tos y dolor de garganta comparable entre los tres grupos, los investigadores (Ahmed et al., 2021) reportan un aclaramiento virológico significativamente más rápido en aquellos pacientes tratados con ivermectina en comparación con el grupo control (9,7 días vs. 12,7 días de media con placebo; p= 0,02), no así en el grupo de combinación de ivermectina con doxiciclina (11,5 días; p= 0,27). No se notificaron eventos adversos graves relacionados con el tratamiento.

Parece, por tanto, que ivermectina puede constituir una opción terapéutica a futuro, si bien se requieren estudios más amplios y mejor diseñados. A este respecto, cabe destacar que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se posicionó2 a finales de marzo de 2021 en contra de aconsejar el uso de ivermectina como tratamiento o profilaxis de la COVID-19 fuera del contexto de ensayos clínicos aleatorizados, tras revisar todas las limitadas evidencias disponibles hasta el momento procedentes de estudios clínicos (que han arrojado resultados contradictorios).

  • Ahmed S, Karim MM, Ross AG, Hossain MS, Clemens JD, Sumiya MK et al. A five-day course of ivermectin for the treatment of COVID-19 may reduce the duration of illness. Int J Infect Dis. 2021; 103: 214-6. DOI: 10.1016/j.ijid.2020.11.191.
  • Gonzalez Ochoa AJ, Raffetto J, Hernandez Ibarra AG, Zavala N, Gutierrez O, Vargas A et al. Sulodexide in the treatment of patients with early stages of COVID-19: a randomized controlled trial. Thromb Haemost. 2021. DOI: 10.1055/a-1414-5216.

Avances en el conocimiento del perfil beneficio-riesgo de las vacunas

La vacuna de Novavax tendría una eficacia cercana al 90%

En una nueva nota de prensa3, la compañía desarrolladora de la vacuna adyuvada NVX-CoV2373, producida a base de fragmentos purificados de la proteína S, ha confirmado cifras de eficacia en la prevención frente a la COVID-19 sintomática (de cualquier severidad) superiores a las previamente avanzadas (89,3%): según un nuevo análisis de datos clínicos, la eficacia vacunal es del 96,4% (IC95% 73,8-99,5) frente a la infección por la “variante clásica” del SARS-CoV-2, lo que la situaría en un rango de eficacia similar a las vacunas de ARNm. Estos resultados derivan del estudio pivotal de fase 3 realizado con más de 15.000 participantes de entre 18 y 84 años (27% de > 65 años) en Reino Unido. En ese mismo estudio, los investigadores concluyen que la eficacia protectora frente a la enfermedad por la conocida como “variante británica” fue del 86,3% (IC95% 71,3-93,5), de modo que la eficacia global se situaba en el 89,7% (IC95% 80,2-94,6) al menos 7 días tras la segunda dosis. Si se considera la eficacia tras 14 días desde la primera dosis, ese porcentaje alcanza el 83,4% (IC95% 73,6-89,5).

Además, la compañía ha informado de los datos de un ensayo en fase 2b aún en desarrollo en Sudáfrica, donde su vacuna, tras haber sido administrada a más de 2.600 personas, ha mostrado eficacia una eficacia del 48,6% (IC95% 28,4-63,1) frente a la COVID-19 por infección por la “variante surafricana”; esto es, protegería frente a la mitad de los casos sintomáticos. De modo interesante, en ambos estudios la vacuna demostró una protección del 100% frente a la patología grave, incluyendo hospitalización y muerte por COVID-19. Este candidato se encuentra en proceso de evaluación continua (rolling review) de la evidencia por la EMA.

Los últimos datos clínicos de Vaxzevria® apuntan a una eficacia del 76%

También por vía nota de prensa4, que sugiere que se tomen los resultados con cautela hasta la revisión por pares de expertos, la compañía AstraZeneca ha anunciado que el análisis predefinido de un nuevo ensayo de fase 3 ha cumplido el objetivo primario: arroja una eficacia global del 76% (IC95% 68-72) en la prevención frente a casos sintomáticos de COVID-19 que acontecen tras 15 o más días desde la segunda dosis, un dato sensiblemente superior al 59,5% recogido en su ficha técnica.

Se trata de un ensayo aleatorizado (2:1), doble ciego y controlado por placebo, realizado en 88 centros de Estados Unidos, Perú y Chile, con casi 32.500 participantes de ≥ 18 años (un 20% con > 65 años, y un 60% con comorbilidades asociadas a mayor riesgo de gravedad de la COVID-19) que recibieron dos dosis intramusculares de la vacuna o placebo separadas 4 semanas entre sí. Habiéndose confirmado un total de 190 casos sintomáticos de COVID-19, las tasas de eficacia vacunal fueron consistentes entre los distintos subgrupos etarios, llegando a alcanzar un 85% (IC95% 58-95) en adultos de 65 o más años. De modo interesante, la capacidad de la vacuna para prevenir los casos severos o críticos, y también de hospitalización, fue del 100%; solo se registraron 8 casos graves, todos ellos en el grupo placebo. La vacuna fue bien tolerada y no se identificaron signos de seguridad previamente desconocidos en relación con la vacuna.

Las vacunas de ARNm en ciertos subgrupos de población

Pfizer ha avanzado5 que su medicamento Comirnaty® es altamente eficaz en adolescentes. En un estudio aleatorizado de fase 3, controlado por placebo, en 2.260 participantes de 12 a 15 años con o sin antecedentes de infección previa por SARS-CoV-2, la vacunación demostró una eficacia del 100% en la prevención de casos de COVID-19 sintomática: los 18 casos registrados se correspondieron con el grupo placebo (N= 1.129), no detectándose ninguno en el grupo de participantes que recibieron la vacuna (N= 1.131). Además de ser bien tolerada en su pauta autorizada de dos dosis, la administración de la vacuna en adolescentes se asoció con una media geométrica de títulos (MGT) de anticuerpos neutralizantes de 1.239 al mes tras la segunda dosis, indicativa de una inmunogenicidad potente y no inferior a la previamente descrita en la población de 16-25 años (705,1 GMTs). Cabe destacar que esta vacuna hasta ahora solo estaba autorizada para su uso en población mayor de 16 años, de modo que estos resultados pueden abrir la puerta a su futuro uso en adolescentes más jóvenes.

Finalmente, se han conocido datos clínicos relativos al uso de las dos vacunas autorizadas de ARNm en mujeres embarazadas y lactantes, grupos poblacionales que habían sido excluidos de los iniciales estudios pivotales. Así, a fin de evaluar la inmunogenicidad y reactogenicidad de las vacunas en estas mujeres, se diseñó un estudio prospectivo de cohortes que enroló a 131 mujeres: 84 embarazadas, 31 lactantes y 16 no embarazadas (control). Los resultados revelan que los títulos de anticuerpos específicos generados por la vacunación eran equivalente (p= 0,24) en mujeres embarazadas (mediana del log10 del título= 5,59) y lactantes (5,74) cuando se comparaba con las mujeres no embarazadas (5,62). Además, todos los títulos inducidos por la vacuna, que se detectaron tanto en muestras de sangre del cordón umbilical (en niveles solo ligeramente más bajos que los hallados en suero de la madre) como de leche materna, eran significativamente superiores a aquellos inducidos de forma “natural” por la infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo (p< 0,0001). La segunda dosis de la vacuna potenció la producción de anticuerpos IgG específicos frente al SARS-CoV-2 en sangre y leche materna, pero no de IgA. Todo ello apunta a que la vacunación con este tipo de medicamentos a base de ARNm es efectiva en tales grupos de mujeres, y sugiere que hay transferencia de la inmunidad a los neonatos tanto a través de la placenta como mediante la lactancia. No se hallaron diferencias reseñables en la reactogenicidad de las vacunas entre grupos, y se espera que el perfil de seguridad sea similar respecto al observado en mujeres no embarazadas.

Variaciones en medicamentos previamente comercializados

Cambios de nombre de medicamentos

Cambios de laboratorio titular de autorización

Cómo localizar cambios de nombre y de laboratorio con BOT PLUS

Además de la información que se incluye en los listados mensuales publicados en PAM, en BOT PLUS se incluye un apartado de Histórico, en las fichas de medicamentos, en el que se presenta información referente a cambios que haya sufrido anteriormente el medicamento o producto, entre otros, los cambios de nombre y los cambios de laboratorio. Esta información también está disponible para productos sanitarios financiados o dietoterápicos.

Se añade la posibilidad de visualización de las situaciones anteriores (o incluso futuras) relacionadas con un cambio de nombre.

Con automatismos que nos permiten localizar un medicamento que haya cambiado de nombre, independientemente de cuál usemos.

Posibilidad de generar listados por históricos

Además de la información existente en Histórico, se permite la explotación de la información incluida en BOT PLUS en este apartado, mediante la integración de la información almacenada en Histórico en el apartado de Listados de BOT PLUS, que permite realizar consultas entre rangos de fechas y por un concepto en concreto de entre los almacenados en el apartado de Histórico. Entre ellos se incluyen, precisamente, los conceptos “Cambio del nombre del medicamento” y “Cambio del laboratorio comercializador”.

Vacunas de AstraZeneca frente a la COVID-19: conclusiones del Comité Europeo para la Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC)

Tras la evaluación de los datos disponibles sobre los casos notificados de tromboembolismo tras la vacunación con la vacuna frente a COVID-19 de AstraZeneca, el comité europeo (PRAC) ha concluido que el balance beneficio-riesgo de la vacuna frente a COVID-19 de AstraZeneca en la prevención de hospitalización y muerte por COVID-19 sigue superando el riesgo de posibles reacciones adversas. Además, no se considera que la administración de esta vacuna se asocie con un aumento del riesgo global de acontecimientos tromboembólicos en las personas vacunadas, si bien en casos muy raros se puede asociar con la formación de trombos con presencia de trombopenia, incluyendo trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC). No se han identificado problemas con lotes específicos de la vacuna.

Las 27 agencias nacionales europeas, junto con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) mantiene una evaluación continua de todos los eventos adversos relacionados con la vacunación frente a la COVID-19, sean atribuidos a la vacuna o al proceso de vacunación, por posibles errores programáticos. En particular, la vacuna COVID-19 de AstraZeneca (denominada ya con denominación de medicamento, como Vaxzevria®) se ha relacionado con casos notificados de tromboembolismos con trombocitopenia y, en algunos casos, con hemorragias.

La AEMPS ha informado sobre las conclusiones de la reunión del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA celebrada el 18 de marzo de 2021 para evaluar el posible riesgo de tromboembolismo después de la administración de la vacuna Vaxzevria® de AstraZeneca.

El PRAC ha revisado los datos sobre todos los casos disponibles de acontecimientos tromboembólicos ocurridos en relación temporal con la administración de esta vacuna, y, en particular, ha llevado a cabo una evaluación exhaustiva de los casos notificados de trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC; ver Nota informativa de la AEMPS MUH(FV) 2/2021) y coagulación intravascular diseminada (CID). Estas entidades son muy poco frecuentes en la población general y la mayoría de los casos analizados tienen la particularidad de cursar con cifras bajas de plaquetas en sangre (trombocitopenia).

El PRAC ha publicado las siguientes conclusiones fundamentales:

  • El balance beneficio-riesgo de la vacuna frente a COVID-19 de AstraZeneca en la prevención de hospitalización y muerte por COVID-19 sigue superando el riesgo de posibles reacciones adversas.
  • No se considera que la administración de esta vacuna se asocie con un aumento del riesgo global de acontecimientos tromboembólicos en las personas vacunadas.
  • Sin embargo, se podría asociar con casos muy poco frecuentes de formación de trombos con presencia de trombopenia, incluyendo trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC).
  • No se han identificado problemas con lotes específicos de la vacuna.

De forma global, el número de eventos tromboembólicos analizados en personas que han recibido esta vacuna es inferior al que cabe esperar que ocurra en la población general de forma habitual. A la hora de valorar este riesgo, debe tenerse también en cuenta que la propia COVID-19 se asocia con eventos trombóticos en los pacientes que la sufren.

Con respecto al riesgo de los acontecimientos tromboembólicos, de aparición muy infrecuente en la población general, que han sido notificados recientemente en algunos pacientes vacunados con la vacuna de AstraZeneca, el PRAC ha revisado 7 casos de CID y 18 de TSVC. Estos casos han sido notificados sobre un total de 20 millones de personas vacunadas en Europa (Espacio Económico Europeo, 27+3 países, y Reino Unido). De forma notable, los casos suelen acompañarse de trombopenia marcada y se han presentado mayoritariamente en personas menores de 55 años y en mujeres. El PRAC ha concluido que, aunque son un número muy reducido respecto a la población vacunada, los casos notificados son más de los que cabría esperar en la población general.

Por tanto, aunque se considera que el beneficio de esta vacuna en la prevención de hospitalización y muerte por COVID-19 es superior al posible riesgo de aparición de estos acontecimientos tromboembólicos muy poco frecuentes, se advierte que tanto los profesionales sanitarios como los ciudadanos deben estar vigilantes de la aparición de signos o síntomas sugestivos de un acontecimiento tromboembólico.

Son eventos infrecuentes, que se han notificado después de la vacunación, tanto en los ensayos clínicos previos, como durante las campañas de vacunación (469 notificaciones, 191 de ellas en el Espacio Económico Europeo). Mientras el PRAC sigue evaluando esta situación, se va a incluir en la ficha técnica y en el prospecto de la vacuna una advertencia sobre los eventos tromboembólicos como CID y TSVC, en personas vacunadas, principalmente en los 14 días posteriores, junto con medidas para su manejo. El día 9 de abril, una vez concluida su reunión mensual, el PRAC emitirá recomendaciones tras evaluar los casos que se han ido reuniendo.

Así, es destacable que en menos de siete días se ha evaluado una señal, se ha decidido la medida reguladora y se ha dado respuesta para posibles nuevos casos, con información dirigida a los profesionales sanitarios para su valoración y manejo adecuados. Todo ello en colaboración con diversas sociedades científicas. En breve se redactará un texto para difundir como comunicación directa a los profesionales sanitarios (DHPC, por sus siglas en inglés) en todos los países europeos.

Adicionalmente, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha elaborado unas recomendaciones con las aportaciones particulares de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Sociedad Española de Neurología (SEN), Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y el Grupo de Vacunas de FACME sobre el diagnóstico y manejo de estos casos de trombosis de senos venosos cerebrales y de eventos trombóticos con trombocitopenia sospechosos de reacción adversa a la vacuna, lo que se denomina ya como “Virus/Vaccine Induced Prothrombotic Immune Thrombocytopenia, o VIPIT, por sus siglas en inglés.

Se van a llevar a cabo revisiones adicionales para el resto de las vacunas frente a COVID-19 aunque por el momento no se ha generado ninguna señal de esta misma asociación para el resto de las vacunas. Además, se seguirá analizando la notificación de acontecimientos tromboembólicos para todas las vacunas frente a COVID-19.

Recomendaciones a los profesionales

En base a la evaluación de los datos disponibles, la AEMPS recomienda a los profesionales sanitarios:

Se ha tenido conocimiento de algunos casos de CID y TSVC en personas que habían recibido previamente la vacuna Vaxzevria® de AstraZeneca (mayoritariamente en los 14 días siguientes a la vacunación). Aunque es necesario seguir realizando análisis, se considera que los casos observados son superiores a los esperados para estas entidades en la población general.

Se recomienda vigilar la posible aparición de signos y síntomas de tromboembolismo y en particular de CID y TSVC

[Véase información sobre valoración de un caso sospechoso en el enlace: “sospecha de trombosis de senos venosos cerebrales, para profesionales sanitarios”, disponible en:  https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2021/docs/Informacion-para-profesionales-trombosis-venosa-cerebral.pdf?x35385].

En la notificación de un acontecimiento tromboembólico tras la vacunación al Sistema Español de Farmacovigilancia Humana (SEFV-H) es importante indicar si se conocen las pruebas serológicas y los antecedentes de infección por COVID-19 del paciente.

Recomendaciones a los ciudadanos

En base a la evaluación de los datos disponibles, la AEMPS recomienda a los ciudadanos:

  • Los beneficios de vacunarse con esta vacuna son superiores a sus posibles riesgos en la situación actual de pandemia.
  • La vacuna frente a COVID-19 Vaxzevria® de AstraZeneca no supone un aumento del riesgo global de efectos trombóticos o formación de coágulos en sangre. No obstante, existe una posibilidad muy baja de que se formen pequeños coágulos en diversos vasos sanguíneos que podría producir la denominada coagulación intravascular diseminada (CID) o bien en algunas venas cerebrales. Los casos notificados hasta ahora son muy reducidos respecto al número de personas vacunadas y se han presentado en personas que habían recibido esta vacuna recientemente (en los 14 días anteriores).
  • Los síntomas sobre los que debe de estar alerta y buscar atención médica si se presentan incluyen: dificultad para respirar, dolor en el pecho, hinchazón o dolor en un brazo o una pierna, dolor de cabeza intenso y persistente o que empeora más de 3 días después de la vacunación, visión borrosa o doble, múltiples hematomas pequeños, manchas rojizas o violáceas en la piel.

Medicamentos con nuevos principios activos o biosimilares

COMERCIALIZADOS EN ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS DOCE MESES

Continuación de la tabla aquí

Valoración de la innovación terapéutica en PAM

Es importante indicar que se valora el grado de innovación. Todos los medicamentos, sean innovadores o no, tienen utilidad terapéutica, en tanto que su autorización por las autoridades sanitarias implica que han demostrado rigurosamente su eficacia, su seguridad, su calidad y las condiciones de uso (incluyendo la información contenida en la ficha técnica – sumario de características – y en el prospecto del medicamento). Por tanto, la valoración que se hace se refiere a la incorporación, en el grado que se determine, de algún elemento innovador con respecto a otros medicamentos autorizados previamente para iguales o similares indicaciones terapéuticas o, en su caso, cubriendo la ausencia de éstas.

Asimismo, debe considerarse que ésta es una evaluación que se practica coincidiendo con la comercialización inicial del medicamento. Se trata, por consiguiente, de una valoración provisional de la innovación realizada en función de la evidencia clínica disponible hasta el momento, lo que no prejuzga, en ningún caso, la disponibilidad posterior de nuevas evidencias científicas (de eficacia o de seguridad) en la indicación autorizada o el potencial desarrollo y autorización, en su caso, de nuevas indicaciones terapéuticas o la imposición de restricciones de uso en las anteriores.

Se consideran tres posibles niveles, adjudicados en función de la relevancia de la(s) innovación(es) presentes en el nuevo medicamento, siempre en relación al arsenal terapéutico disponible clínicamente en España en el momento de la comercialización:

  • SIN INNOVACIÓN (*). No implica aparentemente ninguna mejora farmacológica ni clínica en el tratamiento de las indicaciones autorizadas.
  • INNOVACIÓN MODERADA (**). Aporta algunas mejoras, pero no implica cambios sustanciales en la terapéutica estándar.
  • INNOVACIÓN IMPORTANTE (***). Aportación sustancial a la terapéutica estándar.

Se distinguen dos niveles de evidencia científica para los aspectos innovadores de los nuevos medicamentos:

  • Evidencia clínica: mediante estudios controlados, específicamente diseñados y desarrollados para demostrar la eficacia y la seguridad del nuevo medicamento, con demostración fehaciente de lo que puede ser un avance o mejora sobre la terapia estándar hasta ese momento, en el que caso de que exista.
  • Plausibilidad científica (potencialidad): existencia de aspectos en el medicamento que teórica y racionalmente podrían mejorar la terapéutica actual, pero que no han sido adecuadamente demostrados mediante ensayos clínicos, bien por motivos éticos o bien por imposibilidad de realización en el momento de la comercialización del nuevo medicamento: perfil de interacciones, mecanismos nuevos que permiten nuevas vías terapéuticas, nuevos perfiles bioquímicos frente a mecanismos de resistencia microbiana, posibilidad de combinar con otros medicamentos para la misma indicación terapéutica, efectos sobre el cumplimiento terapéutico (por mejoras en la vía, número de administraciones diarias, etc.), mejora de la eficiencia económica, etc.

El rigor de los datos contrastados mediante ensayos clínicos controlados (evidencia clínica) es determinante en la valoración de la innovación, mientras que las potencialidades solo pueden ser valoradas accesoriamente, como aspectos complementarios de esta valoración. En ningún caso, un medicamento es valorado con un nivel de innovación importante en función de sus ventajas potenciales, si no aporta otras ventajas demostradas clínicamente. Se analizan cinco aspectos de la innovación: clínica, molecular, toxicológica, físico-química y económico-tecnológica. Como ya se ha indicado, la fundamental y determinante es la novedad clínica.

Continuación del tratamiento entre farmacia hospitalaria y farmacia comunitaria y ahorro de costes. Experiencia piloto en tiempos de COVID-19 en España

Este artículo se basa en la publicación de la revista Global and Regional Health Technology Assessment “Continuity of care between hospital pharmacies and community pharmacies, and costs avoided: a pilot experience in times of COVID-19 in Spain”.

Autores: Néboa Zozaya, Almudena González-Domínguez, Natividad Calvente, Rita de la Plaza, Ana Herranz, Antonio Blanes, Miguel Tamayo.

Introducción

En marzo de 2020, como consecuencia de la pandemia causada por el SARS-CoV-2 (COVID-19), las autoridades de España se vieron obligadas a decretar el confinamiento de la población, un hito en la historia reciente. El rápido incremento de los casos y hospitalizaciones, supuso una enorme presión hospitalaria que alcanzó su máximo a mediados del mes de abril.

La situación obligó a adoptar medidas excepcionales para poder satisfacer la demanda de atención sanitaria. Algunas de las más destacadas fueron la creación de circuitos paralelos de atención sanitaria o el incremento de la telemedicina.

La publicación de la Orden Ministerial SND/293/2020 permitió la gestión para garantizar la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario por parte de las comunidades autónomas. Los Colegios Oficiales de Farmacéuticos y las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas trabajaron  en procedimientos específicos para que fue fuera posible la dispensación de estos medicamentos a pacientes externos estables con un elevado riesgo clínico que le hiciera susceptible a la infección. Estos sistemas alternativos se diseñaron teniendo en cuenta una propuesta de recomendaciones por parte del Consejo General de Colegios Farmacéuticos para homogenizar estos procedimientos de dispensación colaborativa.

Esta colaboración fue voluntaria y altruista, tanto por parte de los servicios de farmacia hospitalaria como por la distribución farmacéutica y las farmacias comunitarias involucradas, asegurando de esta manera el acceso y continuidad de los tratamientos durante la fase de confinamiento domiciliario y las restricciones de movilidad.

Fueron seis comunidades autónomas las que pusieron en marcha este procedimiento, Cataluña, Cantabria, Aragón, La Rioja, Andalucía y Navarra. Esta práctica ha supuesto una restructuración de funciones y de carga de trabajo en los servicios de farmacia hospitalaria y en las farmacias comunitarias. Esta experiencia supone mejoras importantes en la calidad de atención al paciente ayudando a descongestionar los servicios de farmacia hospitalaria sin por ello perder el contacto con el paciente. Para el farmacéutico comunitario ha supuesto la integración en la continuidad asistencial teniendo que realizar servicios profesionales coordinados con los farmacéuticos hospitalarios.

La ventaja de este procedimiento frente a otros existentes es el mantenimiento del medicamento dentro del canal farmacéutico.

Descripción del estudio

Cantabria es una Comunidad Autónoma de aproximadamente 5.300 Km2 y una población de 583.000 habitantes. La región se subdivide en 42 áreas básicas de salud, para las cuales prestan servicio cuatro hospitales públicos y 274 farmacias comunitarias en el momento de la realización del presente estudio.

Durante la fase central del confinamiento entre los meses de abril y mayo de 2020, se realizó una acción conjunta entre farmacias comunitarias y los servicios de farmacia hospitalaria con el objetivo de evitar a los pacientes el riesgo de contagio asociado a los desplazamientos al hospital.

En esta experiencia piloto, algunos de los fármacos que en condiciones normales se dispensaban por los servicios de farmacia hospitalaria, pasaron a poder recogerse en la farmacia comunitaria previamente seleccionada por el paciente. En todos los casos se realizó una entrega informada, asegurando la comprensión de las pautas posológicas para dichos tratamientos.

El objetivo de este trabajo fue estimar el ahorro de costes (en términos económicos y sociales) durante este periodo como resultado de la acción conjunta llevada a cabo entre farmacias comunitarias y farmacias hospitalarias.

Los datos recogidos para el presente estudio corresponden a la base de datos del Hospital Universitario de Marqués de Valdecilla, en Santander. Todos los requerimientos de índole legal fueron expresamente cumplidos con el consentimiento de los pacientes.

El ahorro de los costes se estructuró en base a tres variables:

  • Ahorro de gastos de envío de la medicación por mensajería, estimados en 9,90 € para envíos sin mantenimiento de la cadena de frío y 20,04 € para envíos con mantenimiento de la cadena de frío.
  • Ahorro de trayectos en transporte privado (ida y vuelta), estimados mediante Google Maps a la ubicación exacta de la farmacia comunitaria elegida por el paciente. Coste de 0,10 €/Km.
  • Ahorro de costes en pérdidas de productividad como consecuencia del tiempo invertido para realizar los desplazamientos al hospital, calculados como tiempo promedio estimado para trayectos de ida y vuelta, con Google Maps. Coste de entre 8,40-12,40 €/hora.

Los resultados obtenidos de la experiencia piloto fueron:

  • 2.249 entregas de medicación en farmacia comunitaria durante los dos meses de duración.
  • Media de 57,7 entregas diarias (desviación estándar SD= 28,5). Esta cifra se redujo a medida que la evolución de la pandemia fue favorable, con una tasa de correlación del 66% entre las entregas diarias y el número de hospitalizaciones debidas a COVID-19 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
  • 262 farmacias comunitarias ubicadas en 86 de 102 municipios de Cantabria (84%) participaron en la experiencia piloto. La mayoría de estas entregas (34,9%) fueron realizadas en farmacias de la ciudad de Santander.
  • El 53,05% de las entregas requirieron conservación de la cadena de frío.
  • El 42,02% de los fármacos dispensados fueron de administración subcutánea.
  • Dos tercios de las entregas correspondieron a fármacos antineoplásicos y agentes inmunomoduladores.
  • El ahorro total de costes consegu do fue de:

30.205 € en costes de mensajería privada correspondientes a 1.939 envíos.

8.907 € en costes de desplazamientos en coche correspondientes a 93.305 Km.

14.402 € en costes de productividad correspondientes a 1.374 horas requeridas para los desplazamientos.

La extrapolación de los resultados de ahorros en costes a un año de duración, supondría un ahorro total anual de 139.860 €. Solo el ahorro correspondiente a los gastos de mensajería equivale al 0,04% del gasto farmacéutico hospitalario total de Cantabria.

Las limitaciones del estudio incluyen la participación de uno solo de los tres hospitales públicos de la región que participaron en la iniciativa, falta de información de la edad de los pacientes para realizar una estimación más precisa del ahorro de costes, y en especial, como consecuencia de las pérdidas de productividad, así como la información relativa a la necesidad de esos pacientes para ir o no acompañados y el ahorro de costes derivado del mismo.

En conclusión, esta experiencia piloto ha arrojado unos excelentes resultados que ponen de manifiesto el potencial beneficio económico y social de la incorporación de un modelo mixto de atención farmacéutica que involucre a profesionales de farmacia hospitalaria y farmacia comunitaria, permitiendo al paciente beneficiarse de las ventajas de cada una de ellas.

Plantas adaptógenas (I): raíz de Witania

Resumen

El modo en que la sociedad actual ha modificado su actitud frente al entorno que le rodea, estableciendo una interacción bidireccional, hace que los conceptos de “resiliencia” y “estrés” adquieran una relevancia especial. Así, los ciudadanos buscan a menudo la resiliencia mediante la utilización de remedios naturales capaces de ayudarles a sobrellevar de la mejor forma posible ese estrés, permitiendo una mayor adaptación al mismo y previniendo así el desarrollo de enfermedades de adaptación. Por el interés que este tema suscita, especialmente en una situación de pandemia como la actual (de importantes consecuencias sanitarias y sociales), esta nueva serie de artículos tratará sobre las plantas medicinales con propiedades adaptógenas.

En primer lugar, la Withania somnifera (L.) Dunal o ashwagandha es una especie medicinal perteneciente a la familia de las solanáceas, sin duda una de las especies más reputadas en la medicina Ayurvédica en la India, utilizándose desde hace más de 3.000 años: la parte empleada con fines medicinales son fundamentalmente las raíces. La ashwagandha se distribuye de forma natural por zonas áridas de la India, Sri Lanka, Afganistán, Pakistán, China y en algunas regiones del Mediterráneo. Además, se cultiva con fines medicinales en diferentes regiones del noroeste de la India; las raíces se recolectan durante el invierno. De sus raíces se han aislado diversos tipos de componentes, entre los que destacan lactonas esteroídicas de 28 átomos de carbono con esqueleto de ergostano, denominadas witanólidos, sus heterósidos (witanósidos o sitoindósidos), algunos alcaloides y flavonoides.

Tradicionalmente, la witania se ha empleado como afrodisíaco, antiinflamatorio, tónico hepático, sedante, en casos de bronquitis, insomnio, demencias, etc. Se encuentran algunas publicaciones sobre la actividad farmacológica de la witania desde la segunda mitad del siglo pasado, siendo la primera publicada la actividad antibacteriana en 1958. No obstante, la investigación farmacológica y clínica es relativamente reciente a pesar de los miles de años que lleva utilizándose la planta y ha permitido comprobar ciertos efectos con un potencial terapéutico interesante. Se revisa a continuación la evidencia disponible al respecto.

En la actualidad la sociedad está modificando su actitud frente al entorno que le rodea, pasando de intentar simplemente su sometimiento, a establecer una relación de interacción bidireccional. Es por ello que está de moda el término resiliencia o “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos” (Real Academia Española, primera acepción).

El ritmo de vida, principalmente en el mundo occidental, provoca un estado de estrés intenso y los ciudadanos buscan a menudo la resiliencia mediante la utilización de remedios naturales capaces de ayudarles a sobrellevar de la mejor forma posible ese estrés, permitiéndoles su adaptación al mismo y previniendo así el desarrollo de enfermedades de adaptación. Se trata de los adaptógenos.

El origen de los adaptógenos se sitúa en los años 50 del siglo pasado cuando científicos soviéticos intentaron encontrar sustancias capaces de mejorar la adaptabilidad a las sobrecargas físicas e intelectuales de sus soldados, como las padecidas durante la II Guerra Mundial en espacios cerrados (tanques, submarinos), astronautas incluidos en los programas espaciales, atletas sometidos a sobreentrenamiento, expedicionarios árticos o antárticos, o jugadores de ajedrez. Indagando en los remedios incluidos en las medicinas tradicionales hallaron una serie de plantas medicinales que mejoraban la resistencia al estrés.

En 1958, un militar ruso, el Dr. Lazarev, acuñó el término adaptógeno para definir aquellas sustancias capaces de incrementar la resistencia no específica del organismo frente a la fatiga y el estrés, reconduciéndolo –“adaptándolo”– a su estado normal óptimo. Se trataba de sustancias capaces de corregir alteraciones tanto en individuos sanos como enfermos, sin mostrar efectos secundarios relevantes, por lo que en los años 60 del siglo pasado fueron incluidos en la medicina oficial de la URSS como estimulantes del SNC, dentro de los medicamentos psicotrópicos. En la actualidad, a nivel mundial, se incluyen en el grupo farmacológico de los agentes tónicos generales y adaptógenos.

Las investigaciones sobre este tipo de productos se intensificaron durante la Guerra Fría pero no se expandieron desde la Unión Soviética al resto del mundo hasta algunos años después, cuando se empezaron a publicar los artículos en inglés.

El concepto de adaptógeno ha ido modificándose a lo largo del tiempo. Brekhman, en 1968, enumeró las propiedades que debe reunir un adaptógeno: su acción debe ser inocua y causar las mínimas alteraciones en las funciones fisiológicas normales de un organismo; no debe ser activo solo en un contexto específico, sino que debe tener un amplio espectro de acción terapéutica; debe incrementar la resistencia frente al estrés físico, químico o biológico; y debe actuar como normalizador o estabilizador general.

En 1984 fueron considerados “compuestos no tóxicos, con mecanismos de acción polivalente, con efectos farmacológicos relacionados con la adaptabilidad y la supervivencia”, y en 1994 como “sustancias que provocan en el organismo un estado de resistencia no específica, lo que les permite contrarrestar las señales del estrés y adaptarse”. Posteriormente, al comprobar la relación de los adaptógenos con un buen funcionamiento del sistema inmunitario, se definieron como “agentes que reducen efectos dañinos de diversos factores estresantes, debidos a la reducción de la adaptabilidad del sistema de defensa del huésped, y adaptan el organismo al estrés además de tener un efecto curativo en los trastornos que induce el mismo”.

La EMA (European Medicines Agency), en 2008, a la vista de los numerosos estudios publicados, consideró que los adaptógenos, “término no reconocido oficialmente en medicina”, son “sustancias que tienen la capacidad de normalizar las funciones corporales y de fortalecer los sistemas comprometidos por el estrés, así como de proteger frente a una amplia variedad de agresiones ambientales y de distintas condiciones emocionales”. Posteriormente, en 2017, el Dr. Panossian, de origen armenio y un gran impulsor en Europa de los adaptógenos, los define como “sustancias capaces de aumentar la supervivencia en animales y en el hombre al estimular su adaptabilidad al estrés induciendo respuestas adaptativas”.

En resumen, a través de muy diferentes mecanismos de acción, los adaptógenos mejoran el rendimiento físico y mental, reducen la fatiga y ejercen un efecto inmunomodulador. Diversos estudios indican, además, que los adaptógenos son efectivos en la supervivencia, por lo que podrían prevenir algunos de los trastornos asociados al envejecimiento (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades inflamatorias, diabetes y enfermedades neurodegenerativas).

Es preciso indicar que, aunque incrementan la resistencia física, los adaptógenos no son considerados sustancias dopantes, pues, si bien algunos son capaces de incrementar los niveles de testosterona, éstos siguen estando dentro del rango normal o aceptable. Lo que por desgracia sí es frecuente es la adición fraudulenta de anabolizantes a preparados que contienen adaptógenos vegetales. Por ejemplo, se ha comprobado la presencia de boldenona en preparados de Rodiola, confirmándose que esa presencia es consecuencia de su adición y no un componente natural de la planta medicinal.

La respuesta al estrés lleva consigo complejos mecanismos de interacción y comunicación entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario, provocando síntomas de fatiga y disminución del rendimiento mental, capacidad de trabajo y respuesta al ejercicio. Esa respuesta se produce en tres fases: una primera fase de alarma, seguida de una fase de resistencia y finalizando en una fase de agotamiento. Los adaptógenos prolongan la fase de resistencia, disminuyendo la fase de agotamiento y potenciando la homeostasis adaptativa. Su pleiotropismo farmacológico sobre el sistema inmunitario y endocrino justifica su utilización para un amplio tipo de afecciones.

El beneficio conseguido por la administración repetida de adaptógenos se asocia principalmente con el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, el cual forma parte del sistema-estrés y se piensa que juega un papel principal en las reacciones del organismo frente al estrés repetido y la adaptación. Por el contrario, en administración única (dosis baja) es importante en situaciones que requieren una respuesta rápida a la tensión o situación estresante (eustrés o estrés bueno) y, en este caso, los efectos se asocian con otra parte del sistema-estrés, el sistema simpático-adrenal, que proporciona un rápido mecanismo de respuesta y cuya función principal es la de mejorar la reacción aguda del organismo frente al agente estresante.

El número de preparados indicados como adaptógenos se ha ido incrementando desde el siglo pasado tras el conocimiento de numerosas plantas medicinales empleadas en diferentes medicinas tradicionales a nivel mundial. No obstante, solo unas pocas de ellas han sido investigadas adecuadamente a nivel experimental y clínico. Las más estudiadas son ginsengeleuterococoesquisandraashwaghanda, rodiola y maral (Rhaponticum carthamoides), entre otras.

Este primer artículo se dedica a un adaptógeno procedente de la Medicina Ayurvédica de la India, la raíz de witania o ashwagandha.

Ashwagandhal: Withania Somnifera (L.) Dunal

Esta especie medicinal perteneciente a la familia de las solanáceas y conocida además con los nombres de ginseng indioorovalgrosella espinosa venenosa o cereza de invierno, entre otros, es sin duda una de las especies más reputadas en la medicina Ayurvédica en la India, utilizándose tradicionalmente desde hace más de 3.000 años. Se menciona como Rasayana y Bajikarana por sus propiedades para promover la salud y la longevidad, frenar los procesos de envejecimiento, mejorar el rendimiento físico e intelectual, promover la función sexual e incrementar la resistencia individual frente a condiciones adversas. Precisamente el nombre de Ashwagandha está relacionado con Ashwa (“caballo”), debido a que sus raíces desprenden un olor desagradable semejante al de la orina de este animal, por lo que existe la creencia de que su consumo proporciona la fuerza de un caballo. Por ello, desde la antigüedad tiene un claro interés medicinal.

La Farmacopea de la India define esta doga como “las raíces maduras desecadas de Withania somnifera”. No está incluida en la Farmacopea Europea.

El género Withania, con 8 especies aceptadas y 35 en fase de revisión (según The Plant List) corresponde a plantas arbustivas perennes. W. somnifera (Figura 1) es un arbusto perenne de pequeño tamaño, erecto, con hojas ovadas y pecioladas. Las flores, axilares, son pequeñas y de color verdoso o amarillento. Los frutos son bayas esféricas de pequeño tamaño (6 mm de diámetro) que adquieren color rojo anaranjado al llegar a la madurez. Las semillas son de color amarillo y forma reniforme.

Como ya se ha indicado, la parte empleada con fines medicinales son las raíces (Figura 2). Son cilíndricas (6-12 mm de diámetro), tuberosas, no ramificadas, de 10-17,5 cm de longitud, de color blanco parduzco en el exterior y crema en su interior.

Esta planta se encuentra distribuida por zonas áridas de la India, Sri Lanka, Afganistán, Pakistán (Baluchistán, Sind), China y en algunas regiones del Mediterráneo. Además, se cultiva con fines medicinales en diferentes regiones del noroeste de la India, principalmente en zonas secas de Rajastán, y algunas zonas de Punjab, Madhya Pradesh y Guyarat. Las raíces se recolectan durante el invierno. También se utilizan las hojas, los frutos y las semillas.

Se han aislado de la witania diversos tipos de componentes. Entre los compuestos químicos presentes en las raíces destacan lactonas esteroídicas de 28 átomos de carbono con esqueleto de ergostano, denominadas witanólidos, sus heterósidos (witanósidos o sitoindósidos), algunos alcaloides y flavonoides.

Los witanólidos se pueden clasificar en dos grupos en base a la naturaleza química de la cadena lateral del C17. Unos poseen entre los carbonos C22 y C26 una δ-lactona o δ-lactol (witanólidos con estructura intacta) y otros una δ-lactona entre C23 y C26 (con estructura modificada). La variabilidad en el tipo y concentración de los witanólidos ha dado lugar a la identificación de diferentes quimiotipos. Los witanólidos no son exclusivos de las raíces de W. somnífera, pues, además de encontrarse también en las partes aéreas, se han identificado en otras plantas de la misma familia Solanaceae.

En los extractos hidroalcohólicos son mayoritarios: witaferina A, witanólido A, witanósidos IV y VI, witanólido D, dihidrowitanólido D y witanólido sulfóxido. La mayoría de las actividades farmacológicas parecen estar relacionadas con los witanólidos mayoritarios: witaferina A y witanólido D (Figura 3). Los witanósidos (sitoindósidos) IX y X y witaferina A parecen ser los responsables de la actividad antiestrés. Igualmente, witaferina S y witanólido D poseen propiedades anticancerosas y posible eficacia en la prevención y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y Alzheimer.

Entre los alcaloides figuran algunos frecuentes en otras solanáceas, por ejemplo, cuscohigrina, anahigrina y tropina que son precursores de los alcaloides tropánicos. También se han identificado witanina y witasomnina.

Tradicionalmente, la witania se ha empleado como afrodisíaco, antiinflamatorio, tónico hepático, sedante, en casos de bronquitis, insomnio, demencias, etc. Se encuentran algunas publicaciones sobre la actividad de la witania desde la segunda mitad del siglo pasado, siendo la primera publicada la actividad antibacteriana en 1958. No obstante, la investigación farmacológica y clínica es relativamente reciente a pesar de los miles de años que lleva utilizándose la planta y ha permitido comprobar su actividad como adaptógeno e inmunomodulador, antioxidante, hipoglucemiante, en el tratamiento de la ansiedad, epilepsia, trastornos cognitivos y neurológicos, enfermedad de Parkinson y de Alzheimer, trastornos inflamatorios, procesos infecciosos y procesos tumorales.

La actividad antioxidante se atribuye a la presencia de los witanólidos. Se ha comprobado que witaferina A, a través de la activación de la vía PTEN/PI3K/Akt, es un potente inductor del factor nuclear eritroide (NrF2), factor de transcripción que regula la expresión de enzimas antioxidantes en repuesta al estrés oxidativo. También se ha demostrado que los witanólidos participan en la regulación de la actividad transcripcional del NF-κB. Se ha comprobado que witaferina A y viscosalactona, así como sus derivados acetilados bloquean la expresión de los genes relacionados con este factor.

En diferentes modelos animales se han confirmado sus propiedades ansiolíticas, antidepresivas y neuroprotectoras. También su influencia en la producción de hormonas sexuales (hormona luteinizante, folículo estimulante, testosterona y progesterona).

En el último año se han publicado varios artículos que parecen demostrar los beneficios de los extractos de ashwagandha y de algunos de sus componentes mayoritarios en la prevención y tratamiento de infecciones virales del aparato respiratorio y, en concreto, de la COVID-19. Uno de los componentes activos de W. somnifera, witanona parece ser capaz de inhibir la interacción entre el dominio de unión al receptor de la proteína S o de espícula del SARS-CoV-2 con el receptor ACE2, que es crucial para el acceso del virus a las células del epitelio respiratorio. Se han publicado algunos ensayos clínicos en los que se ha utilizado witania junto a otros remedios de la medicina Ayurveda para reducir la infección, disminuyendo la carga viral, y prevenir la respuesta inflamatoria asociada a esta enfermedad.

Respecto al papel de la witania y su componente witaferina en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, en una revisión muy completa publicada en 2019, se ha podido observar que esta especie vegetal inhibe el crecimiento de nuevas células cancerosas, favorece la inducción de la muerte celular programada a través de la generación de especies reactivas de oxígeno y sensibiliza las células cancerosas a la apoptosis.

Los estudios tanto in vitro como in vivo sobre la actividad antitumoral de diferentes extractos preparados con distintas partes de la planta, mayoritariamente con la raíz, pero también planta entera, hojas, tallos y frutos, se iniciaron en los años 90 del siglo XX.

En estudios preclínicos en diversos tipos de cáncer se ha comprobado que la witania combinada con la quimioterapia es capaz de producir hasta un 80% de inhibición del crecimiento tumoral. La witaferina A parece ser uno de los principales responsables de esta actividad. Desde hace unos 20 años, se ha comprobado que este compuesto es un potente citotóxico, lo que hace que pueda ser un buen agente anticancerígeno en cáncer de pulmón, mama, colon, próstata y otros. Parece ser que actúa como inhibidor de la chaperona p97 y puede modular la proteostasis, ejerciendo también actividad citostática in vitro. Se han estudiado los posibles mecanismos de acción en los diversos tipos de cáncer, resultando ser múltiples y variadas las vías de actuación. Por ejemplo, en el caso del melanoma, se ha estudiado el efecto de witaferina sobre cuatro líneas celulares derivadas de este tipo de tumor humano. Se observó muerte celular por apoptosis con una CI50 de 1,8-6,1 µM estando implicada en todas las líneas celulares la vía mitocondrial. Witaferina regula de forma negativa a Bcl-2, con translocación mitocondrial de Bax, liberación de citocromo c en el citosol, activación de caspasa 9 y caspasa 3, y fragmentación del ADN.

Otro caso sería el del cáncer de cuello uterino, originado por el virus del papiloma humano (VPH). En un ensayo in vitro e in vivo se estudió la actividad de witaferina A en este tipo de cáncer. El compuesto en estudio restaura la inactivación de la proteína p53 lo que lleva a la apoptosis de las células del cáncer de cuello uterino. Reduce significativamente la expresión de los oncogenes E6/E7, se alteran los niveles de expresión de Bcl-2, Bax, caspasa-3. Witaferina A disminuyó el volumen del tumor en un 70% aproximadamente en ratones atímicos desnudos, siendo similar la tendencia de la modulación de los marcadores moleculares.

Según los autores de la revisión de 2019, se podría utilizar la witania en enfermedades neoplásicas de dos maneras distintas. La primera sería por sus propiedades antiinflamatorias como coadyuvante para reducir los efectos adversos debidos al tratamiento con radio y quimioterapia. La segunda forma sería utilizarla combinada con las terapias convencionales con el fin de que actuara de forma sinérgica y potenciara los efectos de radio y quimioterapia. En cualquier caso, es preciso validar estos resultados con ensayos clínicos antes de proceder a su empleo sistemático. Hay que tener en cuenta que, dependiendo de la parte de la planta que se utilice y del procedimiento de extracción, puede haber una importante variabilidad en el contenido de principios activos, lo cual puede hacer variar sus propiedades farmacológicas.

Uno de los escasos ensayos clínicos en humanos fue un estudio abierto, comparativo, prospectivo, no aleatorizado, sobre 100 pacientes con cáncer de mama en todas las etapas, tratadas con quimioterapia únicamente o combinada con witania (500 mg de extracto de raíz pulverizada, encapsulado). Cada paciente recibió 6 g (12 cápsulas) al día con agua, divididos en tres tomas, durante los 6 ciclos de la quimioterapia. Mediante diversas escalas de valoración se midió la calidad de vida y la fatiga al inicio, durante y en los últimos ciclos. Se comprobó una disminución de la fatiga en el grupo con witania frente al control. La supervivencia a los 24 meses fue del 72% frente al 56% en el grupo control, pero no fue un resultado estadísticamente significativo. Por tanto, la witania mejora la calidad de vida con un efecto positivo frente a la fatiga en relación al cáncer, pero es preciso llevar a cabo más ensayos clínicos, aleatorizados y con mayor tamaño de muestra.

Resumiendo los resultados, Withania somnifera puede ser eficaz en diversos cánceres como el de mama, próstata, colon, piel, etc. Parece ser que sobre el cáncer de mama es sobre el que presenta mayor eficacia, seguido del de colon. Esta actividad se debe especialmente a witaferina A y a los witanólidos (witanólido D), que son los componentes de menor toxicidad y con la facultad de inducir la apoptosis. Todo ello, sin efectos adversos importantes.

En cuanto a su validez clínica en otras afecciones, varias revisiones sistemáticas y meta-análisis bastante recientes han demostrado su eficacia y seguridad para controlar el estrés y la ansiedad, y como consecuencia, disminuir el insomnio, evitar el deterioro de las funciones cognitivas, incrementar el rendimiento físico (por su efecto ergogénico), contribuir a mejorar la enfermedad diabética y mejorar las funciones reproductivas, funciones todas ellas relacionadas con su potencial adaptogénico. En todos los ensayos disponibles se utilizó un extracto normalizado de raíces a dosis entre 120 y 1.250 mg/día, en ocasiones repartido en dos tomas. La duración de los tratamientos varió entre 4 y 12 semanas.

Parece indudable la eficacia de witania para reducir los trastornos de ansiedad generalizada asociada a estrés. En una revisión publicada en el año 2018 que incluye 6 ensayos y 452 pacientes, se confirmó la capacidad de sus extractos para reducir los síntomas del estrés, evaluados mediante escalas normalizadas, y para reducir índices normalmente utilizados como marcadores del estrés (cortisol, proteína C reactiva, frecuencia cardiaca y presión arterial). Un año después, se publicaron los resultados de otro ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado frente a placebo en el que participaron 60 voluntarios sanos sometidos a estrés. Tras la administración de 240 mg/día de un extracto hidroalcohólico (etanol:agua 70:30) normalizado (35% de witanólidos heterosídicos) de las raíces de esta planta medicinal o placebo, durante 2 meses, se observó una disminución significativa en los valores de ansiedad mediante la aplicación de dos escalas de valoración normalizadas (HAM-A o escala de ansiedad de Hamilton y DASS-21 o escala de estrés-21). Asimismo, en los individuos tratados con el preparado, se observó una disminución de los niveles de cortisol matutino. En varones, se observó un incremento en las concentraciones de testosterona, si bien los valores no fueron estadísticamente significativos respecto al placebo. Estos resultados parecen confirmar el efecto moderado de los extractos de raíces de witania sobre el eje hipotálamo-pituitario-adrenal.

En pacientes con insomnio, la administración de un extracto de raíces (300 mg, dos veces al día, durante 10 semanas) mejoró la calidad del sueño de forma significativa. Utilizando esta misma pauta posológica, pero con una duración de 8 semanas, en un ensayo prospectivo aleatorizado, doble ciego y controlado frente a placebo se comprobó su capacidad para mejorar las funciones cognitivas en 50 pacientes con deterioro cognitivo leve. El extracto consiguió mejorar en estos pacientes la memoria tanto inmediata como general, la función ejecutiva, la atención y la velocidad de procesamiento de la información. Estos efectos beneficiosos podrían estar relacionados no solo con sus propiedades antioxidantes y neuroprotectoras sino también con su capacidad inhibitoria de acetilcolinesterasa, demostrada en estudios experimentales in vitro.

Witania también parece ser eficaz en el tratamiento de la ganancia de peso corporal asociada al estrés crónico. En un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado frente a placebo (N= 52), se observó que la administración de 300 mg, dos veces al día, durante 4 y 8 semanas, de un preparado elaborado con un extracto de la raíz –estandarizado en cuanto a su contenido en witanólidos (5%)– permitía controlar el peso corporal de manera más eficiente que en el grupo placebo, observándose además una disminución en los marcadores del estrés (cortisol matutino), una mejor conducta alimentaria y, por supuesto, una disminución significativa del peso y el IMC en relación con el placebo.

Los preparados de witania también podrían emplearse como coadyuvantes del tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRSs) en determinadas alteraciones psiquiátricas. Así lo indican los resultados de un ensayo clínico realizado con 30 pacientes diagnosticados de trastorno obsesivo-compulsivo que fueron tratados con 120 mg/día de extracto o placebo, además de su tratamiento con ISRSs, durante 6 semanas. La valoración de síntomas mediante la escala normalizada Y-BOCS (Yake-Brown Obsessive-Compulsive Scale) mostró un claro beneficio a favor de la utilización de witania. El extracto podría ser igualmente eficaz para tratar los síntomas de depresión y ansiedad en pacientes esquizofrénicos. La administración de 1.000 mg/dos veces al día de extracto estandarizado, durante 12 semanas, a 66 pacientes con esquizofrenia, indujo efectos positivos frente al placebo. Los efectos adversos fueron leves y pasajeros.

En el meta-análisis publicado por Bonilla et al. (2021) en el que se han incluido 12 ensayos clínicos (615 participantes), se ha constatado que la administración de dosis entre 120 y 1.250 mg/día de extracto de raíces de esta planta medicinal, es capaz de mejorar el rendimiento físico (efecto ergogénico), incrementar la resistencia cardiorrespiratoria y reducir la fatiga promoviendo una recuperación más rápida, tanto en hombres como en mujeres sanos. No obstante, aunque los resultados son satisfactorios, los autores indican que el riesgo de sesgo estimado es moderado.

Para mujeres y hombres sometidos a un entrenamiento de resistencia intenso se obtuvieron mejores resultados con las dosis más altas (300 o 500 mg dos veces al día) mientras que para personas no activas físicamente, sin experiencia en entrenamiento, se aconsejarían dosis más bajas (≤ 300 mg una vez al día). Para su inclusión en el meta-análisis, los ensayos debían ser aleatorizados y controlados frente a placebo y considerar como variables principales la fuerza muscular, el VO2 máx, la fatiga muscular, el cansancio y la recuperación física (por ejemplo, dolor, estado inflamatorio y calidad del sueño) en individuos sanos. La administración de los preparados de esta planta medicinal a deportistas de élite (ciclistas, kayakistas) incrementa las concentraciones de hemoglobina y algunos marcadores hematológicos como la concentración de hemoglobina corpuscular media (HCM) y el volumen corpuscular medio (VCM). Este aspecto puede ser muy interesante para atletas y mujeres físicamente activas, que son más susceptibles de presentar valores de hemoglobina, hematocrito y ferritina por debajo de lo normal, lo que requiere la suplementación de hierro. Por otra parte, en algunos ensayos se ha observado una correlación positiva entre la toma de ashwagandha y las concentraciones de hemoglobina con la capacidad para hacer ejercicio en atletas sometidos a entrenamiento en altitudes elevadas. En ensayos clínicos realizados con dosis inferiores no se han observado cambios hematológicos reseñables.

La resistencia al ejercicio por efecto de esta droga parece ser más potente en hombres que en mujeres, por lo que en la acción podría intervenir de manera significativa el sistema endocrino. Se ha comprobado que la administración de dosis de un extracto equivalentes a 21 mg de witanósidos incrementan los niveles de testosterona en los hombres. Algunos autores relacionan este efecto con una posible conversión de los principios activos, de naturaleza esteroidea en testosterona y dehidroepiandrosterona (DHEA).

En relación a su posible eficacia antiinflamatoria, en otro ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado frente a placebo se observó que la administración de 250 mg de ashwagandha, dos veces al día durante 12 semanas, mejoraba la funcionalidad en pacientes con dolor de rodilla.

También se ha investigado su eficacia clínica en infertilidad idiopática masculina. En un ensayo aleatorizado, triple ciego y controlado frente a placebo o un tratamiento convencional, 50 sujetos infértiles fueron tratados con 5 g/día de raíz de witania o con 800 mg/día de pentoxifilina o placebo, durante 90 días. Se observó una mejoría significativa en la calidad del semen. Al comprobarse su nivel de seguridad, los autores consideran este tratamiento como alternativa al empleo de pentoxifilina en estos pacientes.

En mujeres sanas, la raíz de witania también podría ser eficaz para mejorar la disfunción sexual. En un estudio piloto aleatorizado y controlado frente a placebo, se administraron 300 mg/día de un preparado normalizado de witania o placebo. El grupo tratado mostró una mejoría significativa en los valores obtenidos con los dos cuestionarios psicométricos aplicados (FDFI- Female Sexual Function Index y FSDS-Female Sexual Distress Scale), principalmente en relación con la excitación, lubricación, orgasmo y satisfacción, así como en el número de encuentros sexuales completados con éxito.

Por último, también existe evidencia clínica de su actividad en hipotiroidismo subclínico. En un ensayo prospectivo, aleatorizado, doble ciego, controlado frente a placebo, en el que participaron 50 pacientes con niveles elevados de hormona estimulante del tiroides (TSH), se administraron 600 mg/día de extracto de raíz o placebo. En comparación con el grupo placebo se observó que witania era capaz de normalizar significativamente los niveles séricos de TSH y triyodotironina, así como de tiroxina.

Los tipos de extractos más utilizados son el acuoso y el hidroalcohólico.

La posología recomendada para ashwagandha según Fitoterapia.net y algunas publicaciones es:

  • Raíz desecada pulverizada: 1-2 g/2-3 veces/día.
  • Decocción: 20 g raíz/1 litro de agua, en 4 tomas.
  • Extracto seco (6:1): 200 mg/día.
  • Extracto acuoso seco (15:1; > 5% de witanólido): 300 mg/día.
  • Extracto estandarizado (1,5% de witanólidos): 300-500 mg/día.
  • Extracto fluido (1:2): 6-12 ml/día.

Se trata de una planta muy bien tolerada a las dosis recomendadas. Los efectos adversos notificados en los ensayos clínicos fueron poco frecuentes y de escasa gravedad (fiebre, dolor de cabeza, somnolencia, diarrea, dolor de estómago, boca seca, incremento del peso corporal). En uno de ellos se notificó como efecto secundario un incremento en el apetito y la libido. No obstante, debe tomarse con precaución si se administra simultáneamente con barbitúricos, ya que puede potenciar sus efectos. No se aconseja su administración junto a fármacos sedantes o ansiolíticos, tampoco con alcohol ni durante el embarazo.

No se han observado efectos tóxicos en animales tanto en fase aguda como subcrónica a dosis de extracto superiores a los 2.000 mg/kg/día por vía oral. Algunos de sus componentes, como witaferina A y algunos sitoindósidos, administrados intraperitonealmente en ratas, pueden causar depresión del sistema nervioso central seguida de estimulación.

Coste-efectividad de un tratamiento de síndrome de apnea obstructiva del sueño

[El estudio aquí reseñado, aunque se publicó hace unos años, resulta muy interesante para comprobar cómo se puede llevar a cabo una evaluación económica de cualquier tecnología sanitaria, ya sea un medicamento, una actuación profesional o un dispositivo médico, con la misma metodología y rigor.]

El síndrome de apnea obstructiva del sueño (ASOS) es un trastorno del sueño en el cual la respiración se detiene repetidamente durante el sueño, debido principalmente a una relajación intermitente de la musculatura de la garganta, bloqueando entonces las vías respiratorias. La sintomatología principal comprende el ronquido nocturno y la hipersomnolencia diurna; pero las consecuencias son más amplias y preocupantes: aparte de una importante reducción de la calidad de vida, existe un riesgo incrementado de patología cardiovascular. La implementación de una presión positiva en las vías respiratorias –mediante una máquina que suministra aire a presión a través de una máscara colocada en la cara del paciente– no resulta posible en muchos pacientes, que no soportan dormir con dicho dispositivo, procediendo en esos casos a la cirugía.

Otra alternativa menos invasiva es la estimulación del nervio hipogloso (ENH) mediante la implantación de un generador de impulsos que evita el problema referido. La eficacia del mencionado dispositivo ha sido demostrada en un ensayo clínico multicéntrico, prospectivo, de brazo único, en pacientes con SAOS moderada a grave, que eran intolerantes a la máscara para producir una presión positiva en vías respiratorias. En dicho estudio se observó una reducción del índice apnea-hipopnea (IAH) –cociente entre el número de eventos de apnea o hipopnea y el número de horas de sueño– desde 32 a 15 eventos por hora en el paciente. Por ello, los autores realizaron un análisis coste-efectividad a largo plazo, desde la perspectiva del pagador en EE.UU., en comparación con la opción de no tratar. Para ello, se desarrolló un modelo de Markov que simulaba a lo largo de la vida la evolución de los pacientes tratados con cada una de las alternativas mencionadas. Dicho modelo contemplaba tres resultados finales: infarto, ictus e hipertensión arterial, así como ciertas potenciales consecuencias, como accidentes de tráfico, mortalidad, calidad de vida y uso de recursos. Las probabilidades de incidencia de los eventos se extrajeron de la literatura. El resultado de la eficiencia se expresó como ratio coste-efectividad incremental (RCEI) en dólares por año de vida ajustado a calidad ($/AVAC), estableciendo un umbral de eficiencia en el rango de 50-100.000 $/AVAC.

Mediante un modelo de regresión polinómica se establecieron correlaciones entre el valor del IAH y aumento de riesgo cardiovascular. Dada la perspectiva del estudio, del pagador del sistema de salud, los costes imputados fueron solo de tipo directo (abonados por el pagador), como manejo de la hipertensión y de eventos cardiovasculares; asimismo, en el grupo de tratamiento mediante la ENH se incluyeron todos los costes derivados de la implantación y su seguimiento posterior, así como el del eventual reemplazo de batería. Finalmente, se realizaron diversos análisis de sensibilidad de tipo determinístico y probabilístico, para evaluar la incertidumbre inherente a las variables integradas.

Los resultados mostraron una reducción del riesgo de eventos cardiovasculares, accidentes de tráfico y mortalidad; esto condujo a un incremento de la supervivencia, así como de la calidad de vida de los individuos evaluados. Por su parte, los costes fueron, obviamente, superiores en el caso del grupo de tratamiento con ENH respecto del grupo sin tratamiento. Una vez realizado un descuento temporal del 3%, se estimó en un valor del RCEI de 39.471 $/AVAC, que aumentaba si el horizonte temporal se reducía a 10 años. El análisis probabilístico indicó que había una probabilidad del 73% de que la nueva tecnología fuera más eficiente para una disposición a pagar de 50.000 $/AVAC; si se aumentaba el umbral hasta 100.000 $/AVAC, la probabilidad aumentaba hasta el 96% (Tabla 3).

Los autores concluyen que el tratamiento de pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño de tipo moderado a grave e intolerantes a la administración de presión positiva en las vías aéreas mediante un dispositivo que produce una estimulación del nervio hipogloso es una estrategia eficiente si la efectividad observada en el ensayo clínico se mantiene toda la vida.