Un estudio retrospectivo controlado ha puesto de manifiesto que, a pesar de que la composición de la vacuna antigripal recomendada por la OMS no tenga plena coincidencia con los subtipos de virus circulantes en una determinada temporada (como ocurrió en la temporada 2017/2018), la vacunación ejerce una protección cruzada que puede proteger a uno de cada 3-4 adultos mayores de 65 años de padecer una gripe severa con posibles complicaciones. Se refuerza así la recomendación de la vacunación en esta población de riesgo.
En la temporada de gripe 2017-2018, circularon en Europa los siguientes subtipos del virus de la gripe: influenza A (H3N2), A (H1N1)pdm09 y el virus B, predominando por la frecuencia de infecciones este último. Los componentes de la vacuna trivalente recomendada por la OMS en el hemisferio norte para esa temporada [virus inactivados de la cepa A/Michigan/45/2015 (H1N1)pdm09, A/Hong Kong/481/2014 (H3N2) y B/Brisbane/60/2008 –linaje B/Victoria–] no coincidieron, no obstante, con hasta el 97% de los virus del B tipados, que fueron del linaje B/Yamagata (B/Phuket/3073/2013).
La red hospitalaria I-MOVE midió la efectividad de la vacunación estacional (2017/18) contra la gripe por virus influenza A (H3N2) y B entre pacientes adultos de edad avanzada (≥65 años) que fueron hospitalizados en Europa. Siguiendo un protocolo genérico, se tomaron muestras en 9 países de pacientes con infección respiratoria aguda grave de aparición reciente (≤7 días), y recopilaron información sobre datos demográficos, estado de vacunación y patologías subyacentes. Los casos considerados debían ser positivos en una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR) para virus influenza A (H3N2) o B, mientras que se emplearon como controles aquellos pacientes que dieron negativo para cualquier tipo de virus influenza. Para ser incluidos en el estudio, los pacientes vacunados debían haber tenido la aparición de síntomas respiratorios después de 14 días desde la vacunación. Se determinó la efectividad de la vacunación con ajuste por centro de estudio, edad, sexo, fecha de inicio y afecciones crónicas.
En conjunto, se consideraron los datos de 3.483 pacientes: 376 casos de influenza A (H3N2) y 928 B, y 2.028 controles. La mayoría de los pacientes vacunados (>99%) recibieron la vacuna trivalente que incluía el virus del linaje B no coincidente con el circulante. La eficacia global de la vacunación contra el virus influenza A (H3N2) fue del 24% (IC95% 2 a 40%), siendo del 35% (IC95% 6 a 55%) en personas de 65 a 79 años, pero descendiendo hasta el 14% (IC95% -22 a 39%) en personas ≥80 años. Contra el virus B, la eficacia de la vacunación fue del 30% (IC95% 16 a 41%), también mayor en personas de 65 a 79 años (37%; IC95% 19 a 51%) en comparación al grupo etario ≥80 años (19%; IC95% -7 a 38%) en personas ≥80 años.
En conclusión, estos resultados demuestran que la eficacia de la vacunación –por lo general menor en pacientes de ≥80 años que en adultos de 65-79 años– contra el virus influenza B fue similar a la demostrada frente al virus A (H3N2) en pacientes de edad avanzada hospitalizados, a pesar incluso de la falta de coincidencia entre la composición de la vacuna trivalente y el linaje B circulante, lo que sugiere que la vacunación induce cierta protección cruzada. Se refuerza así la importancia de la vacunación contra la gripe en adultos mayores, ya que, incluso con una vacuna poco adaptada, protege a uno de cada tres o cuatro pacientes de sufrir una gripe severa.