Archive

Melanoma: Nuevos resultados de la combinación de dabrafenib con trametinib

Un artículo reciente demuestra, mediante la evaluación del conjunto de datos con seguimiento a largo plazo procedentes de dos ensayos clínicos, que la terapia inhibitoria combinada BRAF/MEK con dabrafenib y trametinib en primera línea aumenta la supervivencia global a 5 años hasta el 34% y la supervivencia libre de progresión hasta el 19% en pacientes con melanoma inoperable o metastásico con mutación BRAF V600. De forma interesante, entre el 19% de pacientes que muestran respuesta completa al tratamiento, la supervivencia global a 5 años crece hasta el 71%.

La coadministración de dabrafenib (anti-BRAF) con trametinib (anti-MEK) constituye, desde hace poco tiempo, una opción terapéutica de primera línea para los pacientes con melanoma inoperable o metastásico con una mutación de BRAF V600 (V600E o V600K). La doble terapia inhibitoria de tirosina cinasas BRAF/MEK ha demostrado una prolongación significativa de la supervivencia libre de progresión y de la supervivencia global respecto al empleo exclusivo de dabrafenib. Sin embargo, existía cierta incertidumbre sobre la eficacia y seguridad a largo plazo de dicha combinación.

Para arrojar luz sobre ese asunto, los autores de un reciente estudio analizaron el conjunto de datos de supervivencia de dos ensayos clínicos aleatorizados (COMBI-d y COMBI-v), que incluían pacientes previamente no tratados (naïve) y que, durante los ensayos, recibieron el inhibidor de BRAF dabrafenib (a dosis de 150 mg/12 h) más el inhibidor de MEK trametinib (2 mg/24 h). La mediana de duración del seguimiento fue de 22 meses (rango: de 0 a 76) y las variables primarias fueron la supervivencia libre de progresión en COMBI-d y la supervivencia general en COMBI-v. En ambos estudios se aleatorizaron un total de 563 pacientes a recibir dabrafenib más trametinib (211 y 352, respectivamente).

Las tasas de supervivencia libre de progresión fueron del 21% (IC95% de 17 a 24) a los 4 años y del 19% (IC95% de 15 a 22) a los 5 años. Además, las tasas de supervivencia global se situaron en el 37% (IC95% de 33 a 42) a los 4 años y en el 34% (IC95% de 30 a 38) a los 5 años. En el análisis multivariable, se identificaron varios factores pronóstico positivo (en el estado basal inicial) como determinantes para una mayor supervivencia libre de progresión y global: capacidad funcional, edad, género, número de órganos con metástasis y niveles de lactato deshidrogenasa. Un total de 109 pacientes (19%) experimentaron respuesta completa a la combinación dabrafenib/trametinib y ésta se asoció claramente con un mejor resultado a largo plazo, pues en estos pacientes la tasa de supervivencia global crecía hasta el 71% (IC95% de 62 a 79) a los 5 años.

Así pues, se puede concluir que el tratamiento de primera línea con dabrafenib más trametinib conduce a un beneficio a largo plazo en aproximadamente un tercio de los pacientes con melanoma no resecable o metastásico con una mutación BRAF V600E o V600K. La eficacia clínica puede verse maximizado a largo plazo por varios factores y, especialmente, por la presencia inicial de respuesta completa, siendo estos pacientes quienes pueden beneficiarse en mayor medida del tratamiento.

Artritis reumatoide: Metotrexato más un agente biológico, el tratamiento más eficaz

Un nuevo meta-análisis ha puesto de manifiesto que, en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoide, una evidencia de calidad moderada apoya el empleo de metotrexato en combinación con un fármaco biológico en comparación con la monoterapia con el biológico. Dicha combinación incrementa –a los 6 meses de tratamiento– en un 32% la posibilidad de beneficio clínico y, a pesar de que también aumenta en un 20% la frecuencia de interrupciones del tratamiento debido a efectos adversos, su balance beneficio-riesgo es favorable frente a la monoterapia biológica.

El objetivo primario en la terapéutica de la artritis reumatoide (AR) es mejorar la calidad de vida (relacionada con la salud) a largo plazo mediante el control de los síntomas, la prevención de daño estructural, la normalización de la funcionalidad y la integración social de los pacientes. Para ello se recomienda iniciar el tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) tan pronto como sea posible. Entre los FARME convencionales se considera que metotrexato es la piedra angular del tratamiento, tanto en pacientes naïve como en aquellos tratados previamente con agentes biológicos. En la actualidad, se dispone de 9 FARME biológicos con indicación en AR: 5 inhibidores del TNFα (adalimumab, certolizumab pegol, etanercept, golimumab e infliximab) y otros 4 fármacos con diferentes mecanismos de acción (abatacept, anakinra, rituximab y tocilizumab).

Las recomendaciones actuales aconsejan el uso de metotrexato en combinación con un FARME biológico en pacientes con enfermedad avanzada y mal pronóstico. No obstante, en la práctica real hay cierta controversia con el uso combinado, y un gran porcentaje de pacientes (aproximadamente un tercio) utilizan un biológico en monoterapia. Además, muchos pacientes tampoco emplean metotrexato a pesar de que les haya sido prescrito.

Un reciente meta-análisis ha pretendido evaluar la eficacia y seguridad de metotrexato en combinación con FARMEs biológicos en comparación con la monoterapia biológica en el manejo de pacientes con AR. Para ello, los autores realizaron una búsqueda sistemática de los ensayos clínicos aleatorizados recogidos en las bases de datos MEDLINE, Registo Central de Ensayos Clínicos Cochrane, EMBASE y ClinicalTrials.gov. Con los datos disponibles, aplicaron modelos de efectos aleatorios para meta-análisis con el uso del ratio de riesgo (RR) y el enfoque GRADE para calcular los intervalos de confianza.

El análisis comprendió 16 ensayos que englobaron un total de 4.965 pacientes e incluían todos los agentes biológicos aprobados para la AR, excepto anakinra y certolizumab. Con evidencia de calidad moderada, se demostró que la probabilidad general de responder a la terapia (es decir, ACR50, que es una medida de la actividad antirreumética de los fármacos según los criterios de la escala del American College of Rheumatology) tras 6 meses de tratamiento fue un 32% mayor cuando se administró metotrexato concomitantemente con agentes biológicos (RR: 1,32; IC95% 1,20-1,45; p<0,001), lo que se correspondía con 11 pacientes más con beneficio clínico de cada 100 tratados. En cuanto al fármaco en cuestión, parece que el mayor valor terapéutico potencial procede de la combinación de metotrexato con infliximab frente al uso de este solo (RR: 3,54; IC95% 1,38-9,08; p: 0,04).

De forma similar, una evidencia de calidad moderada reveló que la interrupción del tratamiento debida a efectos adversos con el uso concomitante de metotrexato+biológico fue un 20% más frecuente (RR: 1,21; IC95% 0,97-1,50; p: 0,09) en comparación con la monoterapia biológica, lo que afectaría a 1 paciente más de cada 100 pacientes tratados.

En definitiva, los datos derivados de los ensayos clínicos aleatorios proporcionan evidencia de calidad moderada de un balance beneficio-riesgo favorable que apoya el uso concomitante de metotrexato en lugar de monoterapia con un fármaco biológico, si bien parece que solo se beneficiarán significativamente de esta terapia entre el 7 y 16 pacientes más de cada 100 tratados durante 6 meses.

Anemia falciforme: Voxelotor como una prometedora alternativa de tratamiento

Un amplio ensayo pivotal de fase 3 ha demostrado que voxelotor, un inhibidor de la polimerización de la hemoglobina desoxigenada, induce un aumento significativo de los niveles de hemoglobina normalmente funcional, siendo superior a placebo (51% vs. 7%), de forma que puede actuar como fármaco modificador de la enfermedad. De manera interesante, su perfil toxicológico es aceptable y la incidencia de reacciones adversas no difiere de la administración de placebo.

La enfermedad de células falciformes –también conocida como anemia falciforme o drepanocítica o drepanocitosis– es una patología hereditaria cuyo signo patognomónico es la presencia en sangre de eritrocitos con forma de hoz o de media luna (falciforme), que tienen una vida media más corta de lo normal y circulan por sangre de forma anómala, pudiendo llegar a obstruir vasos sanguíneos; suele cursar, por ejemplo, con dolor en las extremidades. Uno de los eventos fisiopatológicos más relevantes, sino el principal, es la polimerización de la hemoglobina desoxigenada (HbS), que aporta rigidez a esa molécula y modifica la morfología celular normal. Así, es previsible que una inhibición de esa polimerización de HbS pueda modificar favorablemente el curso de la enfermedad.

Actualmente, en España, solo se dispone de un fármaco para el tratamiento sintomático de esta enfermedad. Se trata de la hidroxicarbamida o hidroxiurea (Siklos®), cuyo efecto farmacológico en la patología es complejo: puede deberse, por un lado, al incremento de los niveles de hemoglobina fetal (mediante su acción citotóxica sobre eritrocitos maduros y la inducción de la producción de óxido nítrico) que interfiere con los procesos de polimerización de Hbs, y, por otro, a la reducción del recuento de leucocitos neutrófilos. En los últimos años, el fármaco experimental voxelotor, un inhibidor de la polimerización de HbS, ha avanzado en su desarrollo clínico en esta indicación.

Un reciente trabajo ha divulgado los resultados de un ensayo clínico de fase 3, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, que pretendía confirmar la eficacia y seguridad clínicas de dos niveles de dosis de voxelotor (1.500 mg y 900 mg, administrados una vez al día por vía oral) frente a placebo en pacientes con anemia falciforme. La variable primaria de eficacia era el porcentaje de participantes que tuvieron una respuesta de hemoglobina (definida como un aumento de más de 1,0 g/dl desde el estado basal) en la semana 24. Un total de 274 participantes fueron asignados al azar (1:1:1) al grupo de dosis alta de voxelotor (1.500 mg), al de dosis baja de voxelotor (900 mg) o al grupo placebo. La mayoría de los participantes presentaban homocigosis para HbS o hemoglobina Sβ0-talasemia, y aproximadamente dos tercios recibían hidroxiurea al inicio del estudio.

En el análisis por intención de tratar, un porcentaje significativamente mayor de participantes (51%; IC95% 41-61) tuvo una respuesta de hemoglobina en el grupo de dosis alta de voxelotor respecto al grupo placebo (7%; IC95% 1-12). Además, el número de pacientes en que la anemia empeoró entre el inicio y la semana 24 fue significativamente menor con ambas dosis de voxelotor frente a placebo. En la semana 24 el grupo de dosis alta de voxelotor presentaba mayores reducciones que el grupo placebo respecto al nivel basal en la medida indirecta de los niveles de bilirrubina y en el porcentaje de reticulocitos.

En términos de seguridad no se notificaron diferencias reseñables entre voxelotor y placebo, siendo el porcentaje de participantes con un evento adverso durante el periodo de tratamiento similar en todos los grupos. Los eventos adversos de grado ≥3 acontecieron en el 26% de los participantes en el grupo de voxelotor 1.500 mg, en el 23% en el grupo de voxelotor 900 mg y en el 26% del brazo placebo. Además, la mayoría de los eventos adversos no se relacionaron con el fármaco.

En definitiva, los mencionados hallazgos son consistentes con un beneficio clínico relevante con voxelotor en pacientes con anemia falciforme. El fármaco, mediante la inhibición de la polimerización de la HbS, puede modificar el curso de la patología y está probablemente afrontando las últimas etapas de su desarrollo clínico antes de su previsible autorización.

Diabetes mellitus tipo 2: El tratamiento a largo plazo con dulaglutida atenúa el riesgo cardiovascular

Los resultados de un amplio ensayo de fase 3 apuntan al beneficio clínico con el agonista de los receptores de GLP-1 dulalutida en términos de riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Adicionado a los regímenes antihiperglucémicos estándar, y con una mediana de seguiminento superior a 5 años, consiguió reducir –frente a placebo– en un 12% el riesgo de muerte por causa cardiovascular, infarto de miocardio y/o ictus. Sin embargo, incrementa significativamente el riesgo de eventos adversos gastrointestinales (47,4% vs. 34,1%).

Dulaglutida es un fármaco agonista del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) que está disponible en España desde 2015 (Trulicity®) para la mejora del control glucémico en pacientes adultos con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) como monoterapia (en pacientes intolerantes o con contraindicación al uso de metformina) o en combinación con otros hipoglucemiantes, incluyendo insulina, cuando la dieta y el ejercicio (junto al resto de fármacos, en su caso) no proporcionan un control glucémico adecuado. Hasta la fecha, se ha demostrado que algunos de los agonistas del receptor de GLP-1 reducen el riesgo de eventos cardiovasculares en personas con DM2 –con concentraciones altas de hemoglobina glucosilada A 1c (HbA 1c)– y alto riesgo cardiovascular.

Un nuevo ensayo clínico multicéntrico (realizado en 371 centros de 24 países), aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo ha evaluado el efecto de dulaglutida sobre los eventos adversos cardiovasculares cuando se adiciona a los regímenes antihiperglucémicos ya instaurados en individuos con DM2 y amplias variaciones en el control glucémico. Los pacientes debían tener ≥50 años, y podían haber sufrido algún evento cardiovascular previo o, si no presentaban antecedentes de patología cardiovascular, debían reunir factores de riesgo. Entre agosto de 2011 y agosto de 2013, se aleatorizaron (1:1) un total de 9.901 pacientes (46,3% mujeres, media de edad de 62 años, HbA1c media de 7,2%) a recibir una inyección subcutánea semanal de dulaglutida (1,5 mg) o placebo, y fueron sometidos a seguimiento, al menos, cada 6 meses, para evaluar la incidencia de eventos cardiovasculares u otros acontecimientos clínicos. La variable primaria de eficacia, analizada en la población por intención de tratar, fue una medida compuesta por la incidencia de infarto de miocardio no letal, ictus no letal, o muerte por causas cardiovasculares (incluyendo causas desconocidas).

Durante una mediana de seguimiento de 5,4 años (IC 5,1-5,9), la variable compuesta primaria aconteció en 594 pacientes (12,0%; 2,4 eventos/100 personas-año) en el grupo de dulaglutida, y en 663 pacientes (13,4%; 2,7/100 personas-año) en el grupo de placebo, lo que suponía una reducción significativa del riesgo de eventos cardiovasculares en un 12% (HR: 0,88; IC95% 0,79-0,99; p: 0,026). No obstante, no se encontró significación estadística para los datos de mortalidad entre los dos grupos: 10,8% para dulaglutida vs. 12,0% en el brazo placebo (HR: 0,90; IC95% 0,80-1,01; p: 0,067). En relación a la seguridad de dulaglutida, destaca que 2.347 (47,4%) pacientes del grupo experimental notificaron al menos un evento adverso gastrointestinal con dulaglutida en comparación con 1.687 (34,1%) pacientes asignados a placebo (p<0, 0001).

En definitiva, los resultados de este ensayo clínico sugieren que dulaglutida puede ser empleada como una alternativa terapéutica en el manejo del control glucémico en personas de mediana edad y mayores con DM2 y que presenten factores de riesgo o hayan tenido enfermedad cardiovascular previa.

Febuxostat (Adenuric® y EFG): no recomendado en pacientes con gota y antecedentes de enfermedad cardiovascular

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado de los resultados del ensayo clínico CARES realizado en pacientes con gota y antecedentes de enfermedad cardiovascular: se muestra un aumento significativo del riesgo de mortalidad en pacientes tratados con febuxostat (Adenuric® y EFG) comparado con los pacientes tratados con alopurinol (Zyloric® y EFG).

Se desaconseja el uso de febuxostat en pacientes con antecedentes de patología cardiovascular grave (por ejemplo, infarto agudo de miocardio, ictus o angina de pecho inestable), salvo en aquellos casos en los que no se pueda utilizar una terapia alternativa.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado1 de los resultados de un ensayo clínico CARES con febuxostat (Adenuric® y EFG), que recomiendan limitar su uso en pacientes con antecedentes cardiovasculares.

Febuxostat es un inhibidor potente y selectivo de la xantino-oxidasa (XO) que reduce los niveles de ácido úrico en sangre. En España se encuentran comercializados diversos medicamentos que contienen febuxostat (Adenuric® y EFG). Sus indicaciones autorizadas son las siguientes (ver ficha técnica2 de medicamentos con febuxostat):

  • Tratamiento de la hiperuricemia crónica en adultos en situaciones en las que ya se ha producido depósito de urato (incluyendo los antecedentes o la presencia de tofos y/o artritis gotosa). Dosis recomendada: 80 mg/día.
  • Prevención y el tratamiento de la hiperuricemia en pacientes adultos sometidos a quimioterapia para neoplasias hematológicas malignas con un riesgo de intermedio a alto de síndrome de lisis tumoral (SLT). Dosis recomendada: 120 mg/día.

Ensayo clínico CARES

El ensayo clínico CARES3 (Cardiovascular safety of febuxostat and allopurinol in patients with gout and cardiovascular comorbidities) es un estudio doble ciego y aleatorizado realizado en más de 6.000 pacientes con gota y antecedentes de enfermedad cardiovascular o cerebrovascular (infarto de miocardio, hospitalización por angina de pecho inestable, revascularización cardiaca o cerebrovascular, ictus, hospitalización por accidente isquémico transitorio, patología vascular periférica, diabetes mellitus con evidencia de patología micro/macrovascular asociada). Su objetivo consistió en valorar el riesgo cardiovascular del tratamiento con febuxostat en relación al tratamiento con alopurinol.

Los resultados de la variable principal (acontecimientos cardiovasculares graves, compuesta por: infarto de miocardio no mortal, ictus no mortal, muerte cardiovascular, angina de pecho inestable que requiera revascularización coronaria urgente) del estudio no mostraron diferencias significativas entre febubosxat y alopurinol (tasa de eventos de 10,8% vs. 10,4%; HR: 1,03; IC95% 0,87-1,23).

Por el contrario, la mortalidad por todas las causas fue significativamente más alta con febuxostat que con alopurinol (7,8% vs. 6,4%; HR: 1,22; IC95% 1,01-1,47) debido principalmente a la mayor mortalidad cardiovascular en el grupo de pacientes tratados con febuxostat (4,3% vs. 3,2%; HR: 1,34; IC95% 1,03-1,73). La tasa de los demás acontecimientos cardiovasculares incluidos en la variable principal fue similar en ambos grupos.

En Europa, el estudio FAST (Febuxostat vs. Allopurinol Streamlined Trial) de fase IV ha sido requerido por las Autoridades Sanitarias de la UE para evaluar la seguridad de febuxostat en comparación con alopurinol en pacientes con hiperuricemia crónica sintomática y riesgo cardiovascular. El estudio está actualmente en curso y los resultados se esperan para el segundo trimestre de 2020.

Estos datos del Estudio FAST junto con los del Estudio CARES, dada su importancia sanitaria, se han reunido en una Comunicación Dirigida a los Profesionales sanitarios4 (DHPC, por sus siglas en inglés) que se ha difundido en España por parte de los laboratorios titulares de los medicamentos con febuxostat, como en toda la Unión Europea. Algo muy similar a lo decidido y comunicado5 también por la FDA estadounidense en febrero de 2019.

Recomendaciones

En base a los resultados obtenidos en este estudio, se desaconseja el uso de febuxostat (Adenuric® y EFG) en pacientes con gota y antecedentes de patología cardiovascular grave (por ejemplo, infarto agudo de miocardio, ictus o angina de pecho inestable), salvo en aquellos casos en los que no sea posible utilizar una terapia alternativa.

La información del medicamento (ficha técnica y prospecto) se actualizará próximamente para reflejar los resultados del estudio CARES e incluir recomendaciones específicas para los prescriptores.

Referencias

  1. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Febuxostat: no recomendado en pacientes con gota y antecedentes de enfermedad cardiovascular. Nota informativa para profesionales sanitarios. Ref. MUH (FV), 10/2019, 17 de junio de 2019. Disponible en la página web: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2019/NI_MUH_FV-10-2019-febuxostat.htm (consultado a 1 de julio de 2019).
  2. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Adenuric®. Ficha Técnica, revisión octubre 2018. Disponible en: https://cima.aemps.es/cima/pdfs/ft/08447001/FT_08447001.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).
  3. White WB, Saag KG et al. CARES investigators. Cardiovascular safety of febuxostat or allopurinol in patients with gout. N Engl J Med. 2018; 378: 1200-10. DOI: 10.1056/NEJMoa1710895.
  4. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Febuxostat (Adenuric®, Febuxostat EFG): incremento de la mortalidad cardiovascular y por cualquier causa en pacientes tratados con febuxostat en el estudio CARES. Comunicación dirigida a profesionales sanitarios, junio 2019. Disponible en la web de la AEMPS: https://sinaem.agemed.es/CartasFarmacovigilanciaDoc/2019/DHPC_Febuxostat_27062019.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).
  5. FDA adds Boxed Warning for increased risk of death with gout medicine Uloric® (febuxostat). FDA Drug Safety Communication, 21 febrero 2019. Disponible en la web de la US FDA: https://www.fda.gov/drugs/drug-safety-and-availability/fda-adds-boxed-warning-increased-risk-death-gout-medicine-uloric-febuxostat (consultado a 1 de julio de 2019).

IMPORTANTE

El Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H) se basa en el programa de notificación espontánea de un profesional sanitario (médico, odontólogo, farmacéutico, enfermero, otros) o de un ciudadano, de una sospecha de relación entre un medicamento (incluidos vacunas, sueros, gases medicinales, fórmulas magistrales, plantas medicinales) y un síntoma o signo adverso (reacción adversa, RAM) que manifieste el paciente o familiar (programa de tarjeta amarilla). El Real Decreto 577/2013 de Farmacovigilancia de medicamentos de uso humano (BOE núm. 179, de 27 de julio de 2013) entró en vigor el 28 de julio de 2013. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) coordina el SEFV-H. A su vez se integra en el Sistema Europeo de Farmacovigilancia que desde 1995 coordina la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y participa desde 1984 en el Programa Internacional de Farmacovigilancia de la OMS, junto con más de 130 países.

¿Qué notificar?

Se deben notificar las sospechas de RAM:

Con medicamentos autorizados, incluidas las de aquellos que se hayan utilizado en condiciones diferentes a las autorizadas o con medicamentos extranjeros importados con autorización de la AEMPS,

Principalmente las RAM ‘graves’ (mortales, o que amenacen la vida, prolonguen o provoquen una hospitalización, causen incapacidad o sean médicamente importantes y las trasmisiones de un agente infeccioso a través de un medicamento) o RAM ‘inesperadas’ de cualquier medicamento,

Con medicamentos de ‘seguimiento adicional’ (durante sus primeros 5 años desde la autorización, identificados con un triángulo negro invertido ()* a la izquierda del nombre del medicamento en el material informativo, en el prospecto y en la ficha técnica); ver la lista mensual de los medicamentos con triángulo negro en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/vigilancia/medicamentosUsoHumano/seguimiento_adicional.htm#lista_europea

Las que sean consecuencia de ‘errores de medicación’, que ocasionen daño en el paciente,

Las originadas por ‘interacciones’ con medicamentos, plantas medicinales, incluso alimentos (zumo de pomelo, ahumados, crucíferas, etc.).

¿Cómo notificar?

No olvide notificar cualquier sospecha de RAM a su Centro Autonómico o Regional de Farmacovigilancia mediante las ‘tarjetas amarillas’. Consulte en este directorio su Centro Autonómico de Farmacovigilancia correspondiente.

MÉTODO electrónico: desde el 15 de enero de 2013 se puede notificar a través del sitio web https://www.notificaRAM.es/, y el sistema electrónico hace llegar a su centro correspondiente la notificación de sospecha de RAM. Sirve para profesionales sanitarios y para ciudadanos, en formularios diferentes. La nueva legislación europea de farmacovigilancia establece esta posibilidad para facilitar la notificación de las sospechas de RAM por la población en general.

¿Dónde conseguir tarjetas amarillas?

Consultando a su Centro correspondiente del SEFV-H. Podrá encontrar el directorio de Centros en las primeras páginas del “Catálogo de Medicamentos” y en las páginas de Internet http://www.portalfarma.com y http://www.aemps.gob.es/vigilancia/medicamentosUsoHumano/docs/dir_serfv.pdf

¿Dónde consultar las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos?

En la página web de la AEMPS http://www.aemps.gob.es >> seleccionando >> ”CIMA: Centro de Información on-line de Medicamentos de la AEMPS, Humanos”, se pueden consultar por nombre comercial o por sus principios activos. También están disponibles en la base de datos BOT Plus.

NOTA: la mención de marcas comerciales en el texto solo tiene fines de identificación, y en absoluto se les debe asignar directamente lo descrito en el texto.


Denosumab (Prolia®): posible riesgo de fracturas vertebrales múltiples tras la suspensión del tratamiento

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha informado de que se han notificado casos de fractura vertebrales, algunas múltiples, tras la suspensión del tratamiento con Prolia® (denosumab).

Se recuerda que Prolia® únicamente se debe de utilizar en pacientes con elevado riesgo de fracturas y se recomienda a los profesionales sanitarios considerar, antes de comenzar a tratar al paciente, la posible aparición de fracturas vertebrales múltiples al retirar el tratamiento.

Cuando se interrumpa el tratamiento se deben seguir las recomendaciones de las guías de práctica clínica, en relación con la estrategia terapéutica a seguir, además de realizar una estrecha vigilancia del paciente.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado1 del posible riesgo de fracturas vertebrales múltiples tras la suspensión del tratamiento con denosumab (Prolia®). Denosumab es un anticuerpo monoclonal humano (IgG2) indicado para la prevención de eventos relacionados con el esqueleto. Prolia® (denosumab) es un medicamento autorizado para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en varones con riesgo elevado de fracturas, para el tratamiento de la pérdida ósea asociada con la supresión hormonal en hombres con cáncer de próstata con riesgo elevado de fracturas, y para el tratamiento de la pérdida ósea asociada con el tratamiento sistémico a largo plazo con glucocorticoides en adultos con riesgo elevado de fracturas (ver ficha técnica de Prolia®).

A pesar de no existir una caracterización completa de este riesgo y de que no se ha modificado la ficha técnica del medicamento, existe preocupación por los casos notificados al Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de uso Humano (SEFV-H) de fracturas vertebrales (algunas múltiples) tras la suspensión del tratamiento. Por este motivo, la AEMPS ha tratado este tema en su Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano (CSMH), con la participación de expertos en el tratamiento de la osteoporosis, a fin de revisar la información disponible y valorar si se pueden establecer en España recomendaciones sobre el manejo de este posible riesgo.

Información disponible

Hasta el 26 de abril de 2019 se han notificado al SEFV-H un total de 64 casos de sospechas de fracturas vertebrales tras la suspensión del tratamiento con Prolia® (diagnosticadas después de 6 meses tras la última dosis administrada). En 44 casos notificados (del total de 64) las fracturas fueron múltiples, en 2 casos se notificó una sola fractura y en 18 de ellos se desconoce. También se han publicado series de casos en nuestro ámbito2.

Sin embargo, no se pueden obtener frecuencias de los datos de notificación espontánea, ni pueden determinarse factores de riesgo para la aparición de fracturas tras la suspensión del tratamiento.

Respecto a los datos sobre fracturas vertebrales tras la suspensión del tratamiento, fundamentalmente proceden de un subanálisis a posteriori del estudio FREEDOM3, por lo que estos datos deben manejarse con precaución. En este subanálisis se observó que tras la suspensión del tratamiento con denosumab o con placebo, la tasa de fracturas vertebrales fue similar en las pacientes independientemente del producto recibido [tasa de incidencia por 100 años-paciente: denosumab 7,1 (IC95% 5,2-9,)]; placebo 8,5 (IC95% 5,5-11,5)]. Sin embargo, la tasa de fracturas múltiples tras la suspensión del tratamiento fue superior para denosumab respecto a placebo [4,2 eventos/100 años-paciente (IC95% 2,8-5,7) vs. 3,2 (IC95%1,4-5,5)]. Adicionalmente, los resultados indican un riesgo de fractura vertebral múltiple cuatro veces mayor [(odds ratio: 3,9 (IC95% 2,1-7,2)] en las pacientes con fracturas previas al tratamiento respecto a las que no las tenían.

Conclusiones

Los casos notificados de fracturas vertebrales múltiples y el incremento de riesgo observado en el subanálisis del estudio FREEDOM en pacientes con fractura previa, apuntan a un riesgo incrementado de éstas tras la suspensión del tratamiento. La información disponible no permite identificar a los pacientes que pudieran estar expuestos a un mayor riesgo de fracturas múltiples tras la retirada del medicamento.

Sería imprescindible llevar a cabo estudios específicos que cuantificaran el riesgo de fracturas tras la suspensión del tratamiento, en particular de fracturas múltiples, así como los posibles factores asociados.

En relación a cuál debe ser la mejor estrategia terapéutica tras la interrupción de denosumab, algunas guías clínicas4,5 recomiendan utilizar otro fármaco antiresortivo tras su suspensión, aunque se reconoce que la evidencia científica sobre sus efectos es muy limitada.

Recomendaciones

Como consecuencia de todo lo anterior, la AEMPS recomienda a los médicos prescriptores:

  • Utilizar solo denosumab (Prolia®) en pacientes de alto riesgo de fracturas y en el contexto de sus indicaciones autorizadas.
  • Antes de comenzar un tratamiento con denosumab (Prolia®), se debe considerar el posible riesgo de fracturas vertebrales múltiples que puede ocurrir tras su suspensión, consultando previamente con un especialista en el tratamiento de la osteoporosis.
  • Antes de iniciar el tratamiento, informar a los pacientes sobre este posible riesgo y advertirles de que no suspendan el tratamiento sin consultar previamente con su médico.
  • Si se ha de interrumpir el tratamiento con denosumab (Prolia®), seguir las recomendaciones de las guías de práctica clínica4,5 en relación a la estrategia terapéutica a seguir y llevar a cabo una vigilancia estrecha del paciente.
  • Además, se recuerda que denosumab (Prolia®) puede ocasionar osteonecrosis del maxilar y que deben llevarse a cabo las acciones preventivas recomendadas, informando detalladamente al paciente, para lo que se puede utilizar la tarjeta de información para el paciente.

Referencias

  1. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Prolia® (denosumab): posible riesgo de fracturas vertebrales múltiples tras la suspensión del tratamiento. Nota Informativa MUH (FV), 09/2019, 5 de junio de 2019. Disponible en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2019/docs/NI_MUH_FV-9-2019-denosumab.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).
  2. Fernández E, Benavent D, Bonilla G, et al. Rebound-associated multiple vertebral fractures after discontinuation of denosumab: nine cases report. Ann Rheum Dis. 2018; 77(suppl. 2): 450.
  3. Cummings SR, Ferrari S, Eastell R, et al. Vertebral fractures after discontinuation of denosumab: a post hoc analysis of the randomized placebo-controlled FREEDOM Trial and its Extension. J Bone Miner Res. 2018; 33: 190-8. DOI.org/10.1002/jbmr.3337.
  4. Sociedad Española de Reumatología (SER). Recomendaciones SER sobre osteoporosis (2018). Disponible en la web: https://www.ser.es/wp-content/uploads/2018/03/Recomendaciones_OP_DEF.pdf
  5. National Osteoporosis Guideline Group 2017. Clinical guideline for the prevention and treatment of osteoporosis (actualizado a julio 2018). Disponible en: https://www.sheffield.ac.uk/NOGG/NOGG%20Guideline%202017.pdf

Información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia que decide el Comité Europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC)

El Comité Europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) ha acordado cambios en la información autorizada de las fichas técnicas y de los prospectos de los medicamentos europeos por motivos de seguridad.

Una vez que se revisan y evalúan los datos de los informes periódicos de seguridad (IPS; en inglés PSUR), de forma colaborativa entre todas las 28 agencias nacionales, se presentan los cambios y se acuerdan en las reuniones mensuales del PRAC. A continuación se muestran los últimos cambios de información de seguridad acordados recientemente en el PRAC.

El Comité Europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) ha acordado cambios en las fichas técnicas y los prospectos de los siguientes medicamentos, siendo los más importantes los que se describen en la Tabla 1, según informa1,2 la AEMPS en sus Boletines Mensuales de marzo, abril y mayo de 2019.

PAM_425_11_816-824_FARMACOVIGILANCIA-t1

PAM_425_11_816-824_FARMACOVIGILANCIA-t2

PAM_425_11_816-824_FARMACOVIGILANCIA-t3

Las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos pueden consultarse en la web de la AEMPS, dentro de la sección CIMA: Centro de Información Online de Medicamentos.

Referencias

  1. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nueva información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia. Boletín Mensual de la AEMPS sobre Medicamentos de uso Humano, Marzo 2019, 29 de abril de 2019, páginas 6 y 7. Disponible en la web: https://www.aemps.gob.es/informa/boletines-AEMPS/boletinMensual/2019/marzo/docs/boletin-mensual-MUH_marzo-2019.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).
  2. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nueva información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia. Boletín Mensual de la AEMPS sobre Medicamentos de uso Humano, Abril 2019, 10 de junio de 2019, páginas 8 y 9. Disponible en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/informa/boletines-AEMPS/boletinMensual/2019/abril/docs/boletin-mensual-MUH_abril-2019.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).
  3. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nueva información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia. Boletín Mensual de la AEMPS sobre Medicamentos de uso Humano, Mayo 2019, 26 de junio de 2019, páginas 3 a 5. Disponible en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/informa/boletines-AEMPS/boletinMensual/2019/mayo/docs/boletin-mensual-MUH_mayo-2019.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).

Modafinilo (Modiodal®, Provigil®, Vigil® y EFG): contraindicado en Canadá y Europa durante el embarazo por riesgo de malformaciones congénitas

La agencia canadiense Health Canada ha alertado de malformaciones congénitas asociadas al uso de modafinilo (Alertec®, en Canadá; Modiodal®, Provigil®, Vigil® y EFG) y contraindica su uso en el embarazo.

Modafinilo es un fármaco simpaticomimético de acción central cuya única indicación autorizada en la Unión Europea es la somnolencia excesiva asociada a narcolepsia con o sin cataplejía.

La agencia canadiense, Health Canada, ha informado1 de malformaciones congénitas asociadas al uso de modafinilo (Alertec®, en Canadá; Modiodal®, Provigil®, Vigil® y EFG).

En febrero de 2019, el laboratorio Teva Canada Innovation informó a Health Canada sobre los resultados del informe anual de 2018 del “Registro de Embarazo de Nuvigil®/Provigil® (modafinil)”, en curso en los Estados Unidos. Los resultados sugirieron una mayor tasa de anomalías congénitas mayores y otras reacciones adversas en los niños expuestos al fármaco en el útero.

Alertec® (modafinilo en comprimidos de 100 mg) está indicado en Canadá para el tratamiento sintomático de la somnolencia excesiva en pacientes adultos con narcolepsia, apnea obstructiva del sueño (AOS) y trastorno del trabajo por turnos (SWD, un trastorno del sueño del ritmo circadiano).

Después de que se observó en estudios con animales toxicidad en el desarrollo, la FDA, la agencia reguladora de medicamentos de los Estados Unidos solicitó el inicio de un Registro de Embarazo con Nuvigil®/Provigil® para caracterizar los resultados fetales y del embarazo asociados con Provigil® (modafinilo) y Nuvigil® (armodafinilo, el enantiómero R de modafinilo, no comercializado en Canadá) durante el embarazo.

En el informe a Health Canada se documentaron casos de aborto espontáneo y de anomalías congénitas importantes, incluidas anomalías congénitas cardíacas. La frecuencia de anomalías congénitas mayores (17,3%) y anomalías cardíacas (4%) asociadas con la exposición a modafinilo y/o armodafinilo fue superior a la frecuencia observada en la población general (3% y 1%, respectivamente). También ha habido notificaciones posautorización de malformaciones congénitas y de bajo crecimiento fetal, así como casos de bebés que no prosperaron (desarrollo físico deficiente).

Sobre la base de los hallazgos del “Registro de Embarazos” y de los casos de notificaciones espontáneas en el periodo posautorización que comunicaron anomalías congénitas importantes (por ejemplo, anomalías cardiacas o microcefalia), se ha actualizado la información para prescribir o ficha técnica (el denominado CPM, Canadian Product Monography) para incluir una contraindicación al uso de Alertec® en el embarazo y para proporcionar información adicional sobre los hallazgos del registro.

Recientemente, el Comité europeo para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés) ha revisado2 la limitada experiencia en humanos procedente del registro de embarazos y de la notificación espontánea, por lo cual se constata la sospecha de que modafinilo causa malformaciones congénitas cuando se administra durante el embarazo. Así, modafinilo no debe emplearse durante el embarazo y las mujeres en edad fértil deben emplear métodos anticonceptivos eficaces. Se recuerda que, dado que modafinilo puede reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales, se precisan métodos alternativos adicionales de contracepción.

Recomendaciones

La agencia canadiense Health Canada hace las siguientes recomendaciones de uso para modafinilo. Similares medidas se han tomado en Europa [ver a continuación, la sección “Información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia que decide el comité europeo para la evaluación de riesgos en farmacovigilancia (PRAC)”]:

  • Cuando se utiliza durante el embarazo, Alertec® (modafinilo) se ha asociado con casos de malformaciones congénitas fetales importantes, incluidas anomalías cardíacas congénitas.
  • Alertec® ahora está contraindicado en mujeres embarazadas o que pueden quedar embarazadas. Esta información se ha incluido en las secciones Contraindicaciones, Advertencias y Precauciones e Información del medicamento para el paciente de la monografía para prescribir de los medicamentos canadienses (CPM, de sus siglas en inglés) para Alertec®.
  • Se recomienda a los profesionales sanitarios que dialoguen sobre lo siguiente con todas las pacientes con potencial reproductivo, tratadas o que se tratarán con Alertec®:
    • Los riesgos potenciales asociados con Alertec® para el feto durante el embarazo.
    • La necesidad de una prueba de embarazo negativa dentro de una semana antes de comenzar el tratamiento con Alertec®.
    • La necesidad de usar anticonceptivos efectivos durante el tratamiento con Alertec® y durante dos meses después de interrumpir el tratamiento con Alertec®.
    • La posible reducción de la efectividad de los anticonceptivos hormonales esteroideos cuando se usa Alertec®. Los pacientes que usan anticonceptivos hormonales esteroideos deben usar métodos anticonceptivos alternativos o adicionales durante y en los dos meses siguientes tras suspender el tratamiento con Alertec®.
  • Health Canada, en colaboración con Teva Canada Innovation, actualizará el CPM de Alertec® para reflejar esta nueva información de seguridad y trabajará con los fabricantes de versiones genéricas de modafinilo para actualizar sus respectivos CPM.

Referencias

  1. Health Canada. Alertec® (modafinil) and the Risk of Congenital Anomalies. Recalls and safety alerts, 20-06-2019. Disponible en la página web: https://www.healthycanadians.gc.ca/recall-alert-rappel-avis/hc-sc/2019/70201a-eng.php (consultado a 1 de julio de 2019).
  2. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nueva información de seguridad procedente de la evaluación periódica de los datos de farmacovigilancia. Boletín Mensual de la AEMPS sobre Medicamentos de uso Humano, Abril 2019, 10 de junio de 2019, páginas 8 y 9. Disponible en la web de la AEMPS: https://www.aemps.gob.es/informa/boletines-AEMPS/boletinMensual/2019/abril/docs/boletin-mensual-MUH_abril-2019.pdf (consultado a 1 de julio de 2019).

RoActemra® (tocilizumab): Riesgo (poco frecuente) de daño hepático grave incluyendo fallo hepático agudo que requiere trasplante

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado sobre los casos graves observados de daño hepático, incluyendo fallo hepático agudo, hepatitis e ictericia (algunos de ellos requirió trasplante), en pacientes tratados con tocilizumab. La frecuencia de aparición de casos de hepatotoxicidad grave asociados a la administración de este medicamento se considera rara.

– Se debe aconsejar a los pacientes que soliciten asistencia médica inmediata si experimentan signos y síntomas sugestivos de daño hepático.

– En pacientes tratados con tocilizumab en alguna de sus indicaciones reumatológicas, se deberán monitorizar los niveles de alanino-aminotransferasa (ALT) y aspartato-aminotransferasa (AST).

La AEMPS ha acordado remitir una carta de seguridad1 por parte del laboratorio titular para informar a los profesionales sanitarios de que se han observado casos graves de daño hepático incluyendo fallo hepático agudo, hepatitis e ictericia (algunos de ellos requirió trasplante), en pacientes tratados con tocilizumab (RoActemra®). La frecuencia de aparición de casos de hepatotoxicidad grave asociados a la administración de este medicamento se considera rara.*

Tocilizumab está indicado para el tratamiento de:

  • Artritis reumatoide (AR).
  • Arteritis de células gigantes (ACG) en pacientes adultos (solo formulación subcutánea).
  • Artritis idiopática juvenil poliarticular (AIJp) en pacientes de 2 años de edad y mayores.
  • Artritis idiopática juvenil sistémica (AIJs).

Se conoce que tocilizumab puede producir elevación transitoria o intermitente, de leve a moderada, de las transaminasas hepáticas, y que este hecho tiene lugar más frecuentemente cuando se usa en combinación con medicamentos potencialmente hepatotóxicos (por ejemplo, metotrexato). Una evaluación de los casos acumulados de daño hepático grave asociados a la administración de tocilizumab identificó 8 casos que incluían fallo hepático agudo, hepatitis e ictericia. Estos casos ocurrieron entre 2 semanas y más de 5 años después de iniciarse el tratamiento con este medicamento, con una mediana de latencia de 98 días. Dos casos de fallo hepático agudo requirieron trasplante hepático.

Considerando los datos procedentes de ensayos clínicos, se estima que estos eventos de daño hepático grave son raros y que el perfil beneficio-riesgo de tocilizumab en las indicaciones autorizadas se mantiene favorable.

No obstante, deberán ser monitorizados los pacientes con AR, ACG, AIJp y AIJs cada 4 a 8 semanas, durante los 6 primeros meses de tratamiento y cada 12 semanas a partir de entonces. No se recomienda tratamiento con tocilizumab en pacientes con niveles de ALT o AST 5 veces por encima del límite superior de la normalidad (LSN). Se deberá tener precaución cuando se considere iniciar tratamiento con tocilizumab en pacientes con ALT o AST 1,5 veces por encima del LSN.

Las modificaciones recomendadas de dosis (reducción, interrupción o discontinuación) de tocilizumab debido a la detección de valores anormales en los niveles de enzimas hepáticas permanecen sin cambios, por lo que se debe recurrir a las recomendaciones de la Ficha Técnica autorizada para el medicamento.

Por último, hay que tener presente que esta actualización no aplica a la indicación de tocilizumbab para el tratamiento del síndrome de liberación de citoquinas (SLC) grave o potencialmente mortal inducido por receptor de antígeno quimérico (CAR, por sus siglas en inglés) de células T, en adultos y en población pediátrica de 2 años de edad y mayores.

Recomendaciones

En función de todo lo anterior se recomienda a los profesionales sanitarios:

  • Aconsejar a los pacientes que soliciten asistencia médica inmediata si experimentan signos y síntomas sugestivos de daño hepático.
  • En pacientes tratados con tocilizumab en alguna de sus indicaciones reumatológicas se deberán monitorizar los niveles de alanino-aminotransferasa (ALT) y aspartato-aminotransferasa (AST):
    • Cada 4 a 8 semanas durante los primeros 6 meses de tratamiento.
    • Cada 12 semanas a partir de entonces.
  • Se deberá tener precaución si se considera iniciar tratamiento con tocilizumab en pacientes con valores de ALT o AST > 1,5 veces por encima del límite superior de la normalidad (LSN). No se recomienda el tratamiento con tocilizumab en pacientes con ALT o AST >5 veces por encima del LSN.
  • Ante la detección de valores anormales en los niveles de enzimas hepáticas, podría ser necesario tener que modificar (reducir, interrumpir o discontinuar) la dosis de tocilizumab. Las modificaciones recomendadas de dosis permanecen sin cambios (véase la Ficha Técnica autorizada).

Referencias

  1. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). RoActemra® (tocilizumab): riesgo (poco frecuente) de daño hepático grave incluyendo fallo hepático agudo que requiere trasplante. Carta informativa de seguridad para los profesionales sanitarios (DHPC, por sus siglas en inglés). 27 de junio de 2019. Disponible en la página web de la AEMPS: https://sinaem.agemed.es/CartasFarmacovigilanciaDoc/2019/DHPC_Tocilizumab_27062019.pdf (consultado a 1 julio de 2019).

Cangrelor ▼ Kengrexal® (Chiesi) en prevención antitrombótica

Resumen

El cangrelor es un nuevo antagonista directo de los receptores plaquetarios P2Y12 a los cuales se une de forma selectiva y reversible; administrado por vía intravenosa, inhibe de forma dosis-dependiente la activación y la agregación plaquetarias inducidas por adenosina difosfato (ADP). El medicamento ha sido oficialmente autorizado, en administración junto con ácido acetilsalicílico, para la reducción de acontecimientos cardiovasculares trombóticos en pacientes adultos con enfermedad arterial coronaria que se someten a intervención coronaria percutánea (ICP) que no han recibido un inhibidor oral de P2Y12 antes del procedimiento de ICP y en quienes el tratamiento oral con inhibidores de P2Y12 no es posible o deseable.

Los datos de eficacia conducentes a su autorización derivan de un único ensayo de fase 3 (CHAMPION PHOENIX), doble ciego y doble simulación, controlado con clopidogrel como comparador activo. En un amplia muestra de casi 11.000 pacientes, en su mayoría con angina estable (58%), cangrelor redujo significativamente la tasa de eventos de la variable primaria de eficacia (compuesta por muerte por cualquier causa/infarto de miocardio/ revascularización por isquemia/trombosis del stent en las 48 h posteriores a la ICP): 4,7% vs. 5,9% con clopidogrel (OR: 0,78; IC95% 0,66-0,93; p: 0,005); tal reducción del riesgo trombótico se debía en gran medida a la menor incidencia de infarto de miocardio (3,8% vs. 4,7%) y de trombosis del stent (0,8% vs. 1,4%). Dichos resultados se mantenían similares a los 30 días tras la ICP. Sin embargo, el uso de cangrelor no se tradujo en descensos en la mortalidad y, en los análisis por subgrupos, la variable primaria solo alcanzó significación estadística en el subgrupo de angina estable (5,8% vs. 7,4), y no así en los grupos de pacientes con mayor riesgo trombótico (por ejemplo, con infarto agudo de miocardio). Además, cabe destacar que otros dos estudios de fase 3 que evaluaron la eficacia de cangrelor (CHAMPION PCI y PLATFORM) se interrumpieron de forma prematura por la incapacidad para demostrar su superioridad clínica.

La seguridad del fármaco parece adecuadamente definida en una amplia población de pacientes (N>25.000). En general, el perfil toxicológico es manejable y está fundamentalmente definido por un riesgo de hemorragias –en su gran mayoría, de carácter leve o moderado– ligeramente superior a clopidogrel (frecuencias de 17,5% vs. 13,5%). La incidencia de eventos adversos graves de grado ≥3 y de mortalidad es baja (2,2% y 2,4%, respectivamente) y comparable a clopidogrel. El riesgo de reacciones de hipersensibilidad potencialmente mortales no debe ser descartado y la incidencia de disnea fue superior con cangrelor (1,1% vs. 0,4%).

Por tanto, se trata de un nuevo antiagregante que no aporta innovación desde el plano mecanístico (respecto a otros inhibidores de P2Y12), pero incorpora ciertas ventajas tales como su administración parenteral (que puede ser útil, por ejemplo, en pacientes con problemas de deglución o absorción de fármacos orales), su efecto prácticamente inmediato –mantenido durante toda la perfusión– y rápidamente reversible, y su posología independiente de la edad o funcionalidad hepática o renal. Las limitaciones en el diseño de los ensayos clínicos y la evidencia inconsistente de eficacia limitada lo sitúan como fármaco de segunda línea en su indicación (ticagrelor y prasugrel siguen siendo la primera elección), como alternativa terapéutica a otros antiagregantes parenterales (tirofibán o eptifibatida) en determinados grupos de pacientes con enfermedad coronaria estable no tratados previamente ni candidatos a tratamiento oral. Las situaciones de potencial beneficio clínico con cangrelor frente a los antiagregantes orales parecen infrecuentes.

ASPECTOS FISIOPATOLÓGICOS

SÍNDROME CORONARIO AGUDO

El término cardiopatía isquémica engloba un conjunto de trastornos en los que existe un desequilibrio entre el aporte coronario de O2 y las demandas miocárdicas de oxígeno (MVO2). Cualquier factor que aumente las MVO2 y/o disminuya el aporte coronario de O2 facilita su aparición. La disminución del aporte coronario de O2 es producida, en la mayoría de los casos, por una placa de ateroma, una trombosis o un espasmo coronario; el aumento de las MVO2 tiene lugar principalmente durante el ejercicio, en presencia de taquiarritmias, de hipertensión arterial o de miocardiopatía hipertrófica.

El corazón es un órgano que depende marcadamente del metabolismo aeróbico, basado en la β-oxidación de los ácidos grasos y glucosa como fuente de producción de ATP. La isquemia implica una reducción del aporte de O2 y de nutrientes al miocardio, producida por una reducción del flujo sanguíneo coronario (FSC). Como consecuencia, produce importantes efectos metabólicos, mecánicos y eléctricos que dan lugar a un cuadro doloroso (angina de pecho) y a la necrosis de las células cardiacas (infarto de miocardio).

Por su parte, la intervención coronaria percutánea (ICP) es un tratamiento que se aplica a pacientes que presentan isquemia miocárdica o infarto de miocardio, con el objetivo de despejar o desobstruir una arteria coronaria y restaurar así el flujo sanguíneo miocárdico. Habitualmente, la ICP primaria es un tratamiento de urgencia practicado para reducir la cantidad de músculo cardiaco lesionado de modo permanente por un infarto. Este procedimiento reduce la tasa de mortalidad por infarto de miocardio en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) y también es de elección para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida en pacientes con angina estable.

La ICP requiere un cateterismo para acceder a la arteria coronaria afectada, que se lleva a cabo a habitualmente través de la arteria femoral en el área de la ingle. Con ayuda de rayos X, se introduce un catéter hasta la aorta, haciéndolo avanzar hasta la arteria coronaria afectada. En este punto, se utiliza un balón (que es hinchado tras localizar la zona afectada) para desobstruir la arteria coronaria (angioplastia con balón) y restaurar el flujo sanguíneo. En algunas ocasiones, aprovechando el cateterismo coronario, se implanta una endoprótesis vascular o stent, consistente en un malla metálica, que mantiene abierta la arteria para que persista un flujo sanguíneo que se ha recuperado.

El objetivo de la intervención es restaurar el flujo de sangre al músculo del corazón en el término de 90 minutos desde la llegada del paciente al hospital, y en general, no después de 12 horas desde el inicio de los síntomas (dolor torácico, etc.) ya que este tiempo es el considerado como óptimo para prevenir los efectos deletéreos de la isquemia miocárdica.

En los últimos años se han logrado avances importantes en las técnicas de la intervención coronaria percutánea, los dispositivos y medicamentos. En este aspecto son especialmente relevantes las endoprótesis vasculares liberadoras de fármacos, que no solo mantienen abierta la arteria, sino que también liberan lentamente un medicamento1 en dosis muy pequeñas, que evita el crecimiento excesivo de tejido cicatricial que puede volver a estrechar la arteria y obstruir el flujo de sangre al corazón, es decir, una reestenosis.

La enfermedad arterial coronaria continúa siendo la primera causa de mortalidad en todo el mundo y, en particular, en la Unión Europea, donde es causa de más del 16% de las muertes en varones y del 15% en mujeres. En España, supone alrededor del 11% de las muertes en varones y del 9% en mujeres.

Ante un síndrome coronario agudo, se recomienda la revascularización coronaria mediante intervención coronaria percutánea (ICP) o mediante una operación de bypass o derivación arterial coronaria cuando no se controlan los síntomas a pesar de un tratamiento médico óptimo. La ICP es la opción elegida de forma mayoritaria de revascularización en los pacientes con uno o dos vasos afectados. Sin embargo, no existe consenso sobre el tratamiento óptimo de los pacientes con enfermedad de tres vasos (E3V) o con afección del tronco común de la coronaria izquierda (TCI).

Entre todas las lesiones coronarias, las lesiones del TCI son las que comportan un peor pronóstico, principalmente debido a la gran extensión de miocardio que comprometen. En los casos no tratados, el pronóstico descrito ha sido malo, con una supervivencia de un 37% a los 3 años. De igual modo, las lesiones de la E3V comportan un pronóstico peor que en la enfermedad de uno o dos vasos. Las lesiones del TCI se encuentran aproximadamente en un 6% de las angiografías coronarias diagnósticas y en un 30% de los pacientes intervenidos quirúrgicamente. El espectro de la enfermedad es tal que resulta infrecuente que una lesión del TCI se presente de manera aislada. De hecho, en más del 70% de los casos de enfermedad del TCI también hay una enfermedad coronaria (EC) adicional que incrementa la complejidad de la revascularización.

Tras su introducción en los años sesenta, el bypass arterial coronario pasó a ser el tratamiento aceptado para la enfermedad de múltiples vasos (EMV). Sin embargo, tras los avances producidos en el tratamiento percutáneo, con el paso de la angioplastia con balón (POBA, plain old balloon angioplasty) a la implantación de stents, inicialmente de tipo metálico sin recubrimiento (SMNR) y actualmente liberadores de fármacos (SLF), la ICP ha pasado a ser una alternativa cada vez más atractiva.

La mejora de los resultados de la ICP con el empleo de SLF ha llevado a una mayor confianza al abordar casos de enfermedad cada vez más complejos, la mayoría de los cuales antes habrían sido tratados solo con cirugía. Tanto los diabéticos como los pacientes con lesiones en bifurcaciones, oclusiones totales crónicas o enfermedad del TCI se tratan cada vez más con ICP como método principal de revascularización. Por el contrario, el bypass coronario continúa siendo el patrón de referencia en el tratamiento de los pacientes con una EC compleja (TCI/E3V); sin embargo, en algunos pacientes seleccionados, la ICP puede practicarse no solo de forma segura, sino también con unos resultados comparables a los del bypass.

La guía clínica de la Sociedad Europea de Cardiología y de la Sociedad Europea de Cirugía Cardio-torácica considera (Neumann et al., 2019) que la ICP primaria debe ser el tratamiento de elección en pacientes hospitalizados de urgencia con un síndrome coronario agudo o un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST del electrocardiograma (SCAEST o IAMEST), y preferentemente en las primeras 12 h. Cuando no es factible realizar la ICP dentro de unos márgenes temporales adecuados, se debe administrar trombo- o fibrinolisis lo antes posible. En todo caso, aquellos pacientes en los que esté contraindicada la trombolisis deberían ser sometidos inmediatamente a una ICP (e igualmente aquellos en que la trombolisis no ha permitido alcanzar una revascularización satisfactoria entre 45 y 60 min tras su administración), puesto que ésta podría ser la única posibilidad de desobturar la arteria coronaria afectada. Asimismo, en shock cardiogénico debería considerarse una ICP de emergencia (únicamente de las lesiones culpables, no recomendándose la ICP multivaso) para obtener una revascularización completa, ya que ello puede salvar la vida del paciente.

En pacientes con IAMEST, la ICP ha demostrado ser especialmente más eficaz clínicamente que la trombolisis cuando se practica entre las 3 y las 12 horas desde el inicio de los síntomas de infarto. Cuando hayan transcurrido más de 12 h desde la presentación de los síntomas, la ICP primaria está indicada si hay síntomas o signos de isquemia, inestabilidad hemodinámica o arritmias potencialmente mortales.

Los fármacos antiagregantes plaquetarios son considerados como una pieza clave en el tratamiento coadyuvante de los procedimientos invasivos cardiológicos. La justificación de la terapia antiagregante plaquetaria en las ICP deriva del papel esencial que juegan las plaquetas en la formación de trombos tras una angioplastia coronaria, con o sin implantación de stent. El inevitable trauma provocado por la ICP en el endotelio (y en las capas más profundas de la pared vascular coronaria intervenida) puede provocar fácilmente una activación de las plaquetas, que se adhieren a las zonas lesionadas del vaso, las zonas de ruptura de la placa aterosclerótica y, en su caso, al balón y al stent; tal activación provoca la liberación de diversos mediadores bioquímicos, como ADP y tromboxano A2, que actúan prolongando y potenciando la agregación plaquetaria inicial, todo lo cual incrementa notablemente el riesgo de episodios tromboembólicos (entre ellos destaca la trombosis del stent, una complicación infrecuente pero grave).

Entre los fármacos inhibidores de la síntesis de tromboxanos, el ácido acetilsalicílico en dosis bajas (<300 mg/día) es considerado como el estándar, de primera elección, mientras que la vía del ADP ha sido desarrollada farmacológicamente a través de una familia químicamente muy homogénea, las tienopiridinas, de donde surgieron ticlopidina, clopidogrel y prasugrel. El clopidogrel ha ido sustituyendo paulatinamente a la ticlopidina por tener un régimen posológico más cómodo y, especialmente, por tener un margen de seguridad mayor, particularmente en lo referido a los efectos adversos hematológicos (leucopenia, púrpura trombótica trombocitopénica). Sin embargo, el clopidogrel inhibe solo un 40–50% de la agregación plaquetaria, muestra una gran variabilidad de respuesta, principalmente basada en los polimorfismos de receptores de adenosina (P2Y), y requiere para su activación un complejo metabolismo previo. El prasugrel apareció como una nueva opción, más potente pero, sobre todo, que difiere de sus antecesores en que el proceso metabólico de activación es mucho más lineal y predecible; en cambio, su mayor potencia no se relaciona bien con la seguridad, lo cual se refleja en tasas significativas de sangrado.

El tratamiento antiplaquetario doble con ácido acetilsalicílico (AAS) y un inhibidor oral del receptor plaquetario P2Y12 (clopidogrel, prasugrel o ticagrelor) reduce los eventos isquémicos –tanto agudos como tardíos– asociados a una ICP, incluyendo los debidos a trombosis del stent (TS).

La Sociedad Europea de Cardiología considera a la combinación de ácido acetilsalicílico y clopidrogrel como el tratamiento estándar antiplaquetario previo a una ICP en pacientes con enfermedad coronaria o angina estables, ya sea con o sin implantación de un stent; en el que caso de que éste sea implantado, se suele recomendar la administración combinada durante 6 meses, manteniendo el AAS de forma crónica. No obstante, ya se considera la posibilidad de los inhibidores del P2Y12 más potentes para los pacientes con alto riesgo isquémico.

En el caso de un síndrome coronario agudo, a excepción de pacientes con alto riesgo hemorrágico o contraindicación, ticagrelor y prasugrel son los fármacos de elección para acompañar al AAS antes y después de una ICP; en estos casos, se recomienda una duración de 12 meses de tratamiento combinado, si bien se enfatiza que la duración de los tratamiento antiagregantes se debe individualizar según los riesgos isquémico y hemorrágico. Se podría considerar “desescalar” el tratamiento antitrombótico con inhibidores del P2Y12 a fármacos menos potentes guiado por pruebas de función plaquetaria, como en los casos de interrupción del tratamiento antiagregante en pacientes que vayan a someterse a cirugía cardiaca.

En los pacientes ingresados con un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST, el régimen antiplaquetario básico es AAS y, si está clínicamente justificado, clopidrogrel; después de la fase aguda, se han confirmado los beneficios de continuar con un tratamiento con AAS (100 mg/d) y clopidrogrel (75 mg/d) durante 9-12 meses. Por su parte, en todos los pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST debe administrarse AAS por vía IV lo más rápidamente tras establecer el diagnóstico, si está clínicamente justificado. En estos pacientes se complementará posteriormente con clopidogrel, especialmente tras la implantación de stent.

En la prevención de acontecimientos trombóticos de pacientes con enfermedad coronaria que se someten a una ICP, el uso de antiagregantes plaquetarios por vía parenteral, como son los inhibidores de la glicoproteína IIb/IIIa (tales como tirofibán y eptifibatida), ha quedado reducido en la práctica clínica a terapia de rescate de complicaciones trombóticas secundarias de síndrome coronario agudo y como terapia puente en aquellos pacientes con un stent implantado en el último mes en los que haya que suspender la terapia antiplaquetaria doble durante el perioperatorio. Estos fármacos han demostrado reducir el riesgo de infarto de miocardio pero no el de trombosis del stent, y además se asocian a un aumento significativo en las complicaciones hemorrágicas (Vaduganathan et al., 2017). Así, puede ser interesante disponer de nuevos fármacos parenterales, que permitieran prevenir eventos isquémicos, sin riesgo hemorrágico, en pacientes en que sea inconveniente o impracticable la antiagregación por vía oral.

ACCIÓN Y MECANISMO

El cangrelor es un antagonista directo de los receptores plaquetarios P2Y12, a los cuales se une de forma selectiva y reversible, que bloquea la activación y la agregación plaquetarias inducidas por adenosina difosfato (ADP). El medicamento ha sido oficialmente autorizado, en administración junto con ácido acetilsalicílico, para la reducción de acontecimientos cardiovasculares trombóticos en pacientes adultos con enfermedad arterial coronaria que se someten a intervención coronaria percutánea (ICP) que no han recibido un inhibidor oral de P2Y12 antes del procedimiento de ICP y en quienes el tratamiento oral con inhibidores de P2Y12 no es posible o deseable.

Básicamente existen tres tipos de receptores sensibles a los metabolitos purínicos (ATP, ADP, etc.) presentes en la membrana de las plaquetas: los receptores P2X, P2Y1 y P2Y12. El agonista fisiológico del primero (P2X) es el ATP; se trata este receptor de un canal catiónico operado por ligando que interviene en el cambio de la forma plaquetaria a través de un flujo de entrada de calcio extracelular y facilita una amplificación de las respuestas plaquetarias mediadas por otros agonistas. Por su parte, el ADP es el agonista fisiológico de los receptores P2Y1 y P2Y12, formados por siete dominios transmembranales acoplados a una proteína G. Aunque son necesarios ambos tipos de receptores P2Y para producir una agregación completa, los efectos inducidos por el ADP en las plaquetas se producen fundamentalmente a través del receptor P2Y12.

La activación del receptor P2Y1 produce un cambio transitorio de la forma de las plaquetas, moviliza el calcio intracelular y libera otros mediadores implicados también en el inicio de una fase transitoria y débil de agregación plaquetaria. A nivel molecular, la unión del ADP al receptor P2Y1 activa la fosfolipasa C (PLC), que genera diacilglicerol (DAG) e inositol trifosfato (IP3) a partir de fosfatidilinositol bifosfato (PIP2). El diacilglicerol activa la proteincinasa C (PKC) dando lugar a una fosforilación de la cinasa de cadena ligera de miosina (MLCK-P) y el IP3 induce una movilización del calcio intracelular. El receptor P2Y1 se acopla a otra proteína G, la G12, que activa la proteína «Ro» y da lugar al cambio de forma de la plaqueta.

La unión de ADP al receptor P2Y12 acoplado a Gi libera las subunidades αi y βγ de la proteína Gi y da lugar a la estabilización de la agregación plaquetaria. La subunidad αi inhibe la adenilciclasa y, por lo tanto, reduce las concentraciones de AMPc, lo cual reduce la fosforilación de la fosfoproteína estimulada por vasodilatador (VASP-P) a través de la acción del AMPc; el estado de la VASP-P modula la activación del receptor de glucoproteína (GP) IIb/IIIa. La subunidad βγ activa la fosfatidilinositol-3 cinasa (PI3K), activando al receptor de GPIIb/IIIa a través de la acción de una serina-treonina proteincinasa B (PKB/Akt) y de las proteínas de unión de GTP Rap1b. La prostaglandina E1 (PGE1) activa la adenilciclasa, que aumenta las concentraciones de AMPc y el estado de la VASP-P.

La unión de cangrelor al receptor P2Y12 acoplado a Gi impide la acción del ADP y, por tanto, impide la liberación de las subunidades αi y βγ de la proteína Gi y, en consecuencia, evita la estabilización de la agregación plaquetaria impidiendo la cadena de fenómenos mencionados.

Según se ha demostrado por distintas técnicas (por ejemplo, agregometría, citometría de flujo, etc.), cangrelor inhibe de forma dosis-dependiente la activación y la agregación plaquetaria in vitro y en varias especies de mamíferos, como rata o perro, además de en el ser humano. Administrado por vía intravenosa, el inicio de la inhibición de P2Y12 se produce con rapidez (en aproximadamente 2 minutos), el efecto farmacológico se mantiene durante toda la perfusión y la función plaquetaria vuelve a valores normales en el plazo de una hora tras finalizar la misma (la vida media del fármaco es de 3,5 a 6 min en sujetos sanos). Medidas ex vivo apuntaron a una inhibición de más del 80% de la respuesta de las plaquetas a ADP a dosis ≥0,5 μg/kg/min. No se han identificado metabolitos de cangrelor con actividad antiplaquetaria.

La ausencia de necesidad de conversión metabólica previa a ejercer su acción, así como la reversibilidad de la inhibición de P2Y12 diferencia a cangrelor de los inhibidores de tipo tienopiridinas –clopidogrel y prasugrel–, que interaccionan covalentemente con el receptor y cuyo efecto se mantiene durante un periodo más prolongado. Con respecto a ticagrelor, se diferencia en un menor tiempo para alcanzar el estado estacionario de inhibición de P2Y12 y para restaurarse completamente la respuesta de las plaquetas al ADP tras cesar el tratamiento (EMA, 2015).

Aspectos moleculares

Cangrelor (Figura 1) es un análogo de adenosina difosfato (ADP), esto es, un nucleótidomimético, de tipo no-tienopiridínico. Su nombre químico es ácido dicloro(((((2R,3R,4S,5R)-3,4-dihidroxi-2-(6-(2-(metiltio)etilamino)-2-(3,3,3-trifluoropropiltio)-purin-9-il)tetrahidrofuran-5-il)metoxi)(hidroxi)fosforiloxi) (hidroxi)fosforil) metilfosfórico. Presenta una fórmula molecular de C17H25Cl2F3N5O12P3S2 y su peso molecular es de 776,36 g/mol.

1

En forma de sal tetrasódica –como se presenta en el medicamento– es un polvo blanquecino, amorfo y liofilizado; tiene cierto grado de higroscopicidad, si bien la cantidad de agua asociada en condiciones normales es <10% y no afecta a la estabilidad o propiedades físicas de la molécula. El compuesto es muy soluble en agua, prácticamente insoluble en etanol y acetona, e insoluble en metanol.

2

Se trata de una molécula que ha sido específicamente diseñada para ejercer ese efecto inhibitorio reversible y competitivo de P2Y12. Está basada en un núcleo de imidazopirimidina que, en realidad, puede considerarse análogo molecular del núcleo de la purina presente en el ADP (adenosina bifosfato). No solo esta similitud evidencia la relación estructural, sino que también el anillo de tetrahidrofurano unido a grupos fosfato del cangrelor emula el resto glucídico del ADP. La incorporación en la posición 5 del anillo pirimidínico de un resto conteniendo azufre (trifluoropropiltio) y la sustitución en el grupo amino en posición 3 del mismo anillo por un voluminoso agrupamiento (metiltioetil) son determinantes para el bloqueo del receptor P2Y12, compitiendo con el sustrato agonista natural del mismo, el ADP. Cabe destacar que la molécula muestra esteroisomería con la presencia de 4 centros quirales.

La relación estructural es menos evidente con la familia de las tienopiridinas –en las que se encuadran la ticlopidina, el clopidogrel y el prasugrel–, pero la idea de competición por similitud estructural (Figura 2) también subyace debido a la presencia de una estructura heterocíclica con nitrógeno. Como se ha sugerido antes, una importante diferencia entre las tienopiridinas y el cangrelor o el ticagrelor es que éstos últimos tienen un carácter de inhibidor reversible del receptor P2Y12, mientras que las tienopiridinas se unen irreversiblemente a éste, formando un complejo estable con el mismo. La reversibilidad del bloqueo por ticagrelor o cangrelor implica que el receptor P2Y12 de la membrana plaquetaria puede ser ocupado de nuevo por ADP y, por consiguiente, volver a inducir y/o mantener la agregación plaquetaria. Otro aspecto diferencial con las tienopiridinas es que el cangrelor (como ticagrelor) es activo por sí mismo, sin que se requiera una activación mediante un metabolismo hepático previo.

EFICACIA Y SEGURIDAD CLÍNICAS

La eficacia y la seguridad clínicas de cangrelor por vía intravenosa han sido contrastadas en la indicación y dosis autorizadas (30 μg/kg en bolo, seguido de una infusión de 4 μg/kg/min durante 2-4 horas) mediante los ensayos clínicos de la serie CHAMPION. Su eficacia clínica fue confirmada fundamentalmente en un amplio ensayo de fase 3 (CHAMPION PHOENIX) aleatorizado, multicéntrico, doblemente ciego y de doble simulación. Este estudio comparó cangrelor con clopidogrel (control activo), ambos en combinación con aspirina y otro tratamiento habitual2, para la reducción de eventos trombóticos y mortalidad en las 48 horas posteriores a la intervención coronaria percutánea (ICP) (evaluación principal) y a los 30 días (evaluación secundaria). Por la divergencia en las vías de administración, el grupo experimental recibió placebo de clopidogrel (vía oral) y el grupo control recibió placebo de cangrelor (vía intravenosa).

Dicho ensayo incluyó un total de 10.942 pacientes con aterosclerosis coronaria que requirieron una ICP para tratar su angina estable (58% de pacientes), su síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST (SCASET; 26%) o infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IAMEST, 16%); estos conforman la población con intención de tratar modificada (ITTm): todos los pacientes aleatorizados que recibieron al menos una dosis del fármaco de estudio y que se sometieron a ICP. Se excluyeron aquellos pacientes que habían experimentado un accidente vascular isquémico o hemorrágico previo. La mediana de duración de la infusión de cangrelor fue de 129 minutos, permitiéndose el uso de inhibidores de GPIIb/IIIa únicamente como medicación de rescate (2,9% de pacientes).

Las características demográficas estaban bien balanceadas entre ambos grupos. En global, la media de edad se situó en 63,9 años, un 72% de los pacientes eran hombres, el 93,7% de raza blanca y presentaban un peso medio de 85,4 kg. La variable primaria de eficacia fue una variable combinada de mortalidad por cualquier causa/infarto de miocardio/revascularización por isquemia/trombosis del stent en las 48 horas posteriores a la ICP. Como variables secundarias, se analizaron los componentes de la variable combinada de manera independiente. En la siguiente tabla (Tabla 1) se muestran los principales resultados del análisis por regresión logística ajustada –conforme a la dosis de carga y el estado del paciente– de los datos de la población ITTm.

PAM_425_07_778-786_Evaluacion-nuevos-Farmacos-Cangrelor-t1

IM: infarto de miocardio; RI: revascularización por isquemia; TS: trombosis del stent; OR: razón de riesgos; * estadísticamente significativo.

El análisis de los datos por subgrupos, estratificados los pacientes según el tipo de presentación clínica de síndrome coronario, evidenció que, en términos de la variable principal, solo se alcanzó significación estadística en el subgrupo de angina estable: 5,8% para cangrelor vs. 7,4% para clopidogrel (OR: 0,78; IC95% 0,63-0,95). A pesar de que los resultados también muestran una tendencia favorable para cangrelor, no se encontraron diferencias significativas de eficacia en comparación con clopidogrel en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST (2,8% vs. 3,7%; OR: 0,75; IC95% 0,46-1,25) ni en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST (3,5% vs. 4,4%; OR: 0,80; IC95% 0,55-1,17).

Teniendo en consideración que mayores dosis de carga de clopidogrel han demostrado conseguir una más rápida inhibición del receptor de ADP y que las guías de práctica clínica más recientes recogen la conveniencia de emplear la dosis de 600 mg frente a la de 300 mg, el análisis del efecto de cangrelor frente al subgrupo de pacientes que recibió esa dosis alta del comparador (74%) cobra mayor relevancia. Así, se observan diferencias significativas en la variable primaria a las 48 h tras ICP: 176 eventos (4,3%) con cangrelor vs. 227 (5,6%) en el grupo control (OR: 0,77; IC95% 0,63-0,94; p: 0,009) (EMA, 2015).

Por otra parte, se analizaron las mismas variables –recogidas en la Tabla 1– a los 30 días tras la ICP (momento al que llegaron el 99,7% de los pacientes incluidos en el estudio), confirmándose que el efecto observado con cangrelor en la variable principal a las 48 h se mantenía en el tiempo. A los 30 días, ésta tomó los valores de 326 eventos (6,0%) para cangrelor y de 380 (7,0%) para clopidogrel, lo que la situaba en el límite de la significación estadística (OR: 0,85; IC95% 0,73-0,99; p: 0,035). También fueron similares a los comentados para 48 h los resultados hallados para TS (1,3% vs. 1,9%; OR: 0,85; p: 0,012), para IM (4,1% vs. 5,0%; OR: 0,82; p: 0,030) y para RI (1,0% vs. 1,2%; OR: 0,85; p: 0,360) a los 30 días tras la PCI. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a mortalidad (1,1% vs. 1,0%; OR: 1,09; p: 0,643).

Si bien el ensayo clínico hasta aquí descrito (CHAMPION PHOENIX) fue el único completado, la eficacia y seguridad de cangrelor también fueron evaluadas paralelamente en otros dos estudios de fase 3 de la serie CHAMPION (PLATFORM y PCI), con diseños similares. Ambos estudios se interrumpieron y dieron por finalizados de forma prematura debido a motivos de futilidad (no por motivos de seguridad), tras un análisis intermedio de las variables primarias de eficacia en el 70% de los pacientes de la población ITTm.

CHAMPION PLATFORM era un ensayo doble ciego que evaluó la eficacia de cangrelor en pacientes con infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST o angina inestable (N=5.362) frente a placebo. Los pacientes, no tratados previamente con clopidogrel, recibieron cangrelor o placebo en el momento de la ICP, seguido de una dosis de 600 mg de clopidogrel inmediatamente después del procedimiento. La tasa de eventos tras 48 h desde la ICP para la variable principal (combinada de muerte por cualquier causa, infarto de miocardio o revascularización debida a isquemia) fue de 7,0% en el grupo de cangrelor y 8,0% en el brazo placebo (OR: 0,87; IC95% 0,71-1,07; p: 0,17), no demostrándose, por tanto, la superioridad del fármaco experimental. Además, a pesar de que dos variables secundarias –como la tasa de trombosis del stent y la tasa de muerte por cualquier causa– sí que mostraron diferencias estadísticamente significativas a las 48 h a favor de cangrelor (0,2% vs. 0,6% y 0,2 vs. 0,7%, respectivamente), no había diferencias en la variable primaria a los 30 días tras la ICP.

Por su parte, CHAMPION PCI fue un estudio aleatorizado y doble ciego que comparaba el mismo régimen posológico de cangrelor frente a 600 mg de clopidogrel por vía oral administrado antes de la ICP (en los 30 min previos) en pacientes con infarto agudo de miocardio sin y con elevación del segmento ST que se sometieron a ICP (N=8.716). A las 48 h de la ICP, cangrelor no fue superior a clopidogrel en términos de la variable principal de eficacia (la misma que en CHAMPION PLATFORM): 7,5% vs. 7,1% (OR: 1,05; IC95% 0,88-1,24). Tampoco demostró una eficacia superior a los 30 días (Price, 2017).

No obstante, cabe destacar que un análisis post-hoc del conjunto de datos de los dos estudios interrumpidos –CHAMPION PCI y PLATFORM– mostró una reducción significativa en la variable primaria de eficacia (muerte/infarto de miocardio/revascularización por isquemia) con cangrelor cuando se empleaba la definición universal de infarto de miocardio (similar a la empleada en CHAMPION PHOENIX) en lugar de la definición por protocolo (OR: 0,82; IC95% 0,68-0,99; p: 0,037). Esto sugiere que, en dichos estudios, el corto tiempo desde la aleatorización hasta la ICP podría haber actuado como factor de confusión en el diagnóstico de infarto de miocardio en pacientes con marcadores bioquímicos elevados, pues podría deberse en mayor medida a los eventos trombóticos iniciales que a un resultado del procedimiento (White et al., 2012).

En cuanto a la seguridad clínica de cangrelor, los datos de la población agrupada de CHAMPION –de hasta 25.107 pacientes sometidos a ICP– aportan un mayor respaldo clínico a la evidencia disponible (en comparación con la eficacia). La incidencia global de reacciones adversas fue muy similar en los dos grupos de tratamiento evaluados: 23,1% para cangrelor vs. 21,9% para clopidogrel. No se describieron diferencias significativas en la incidencia de reacciones adversas graves de grado ≥3 (2,2% vs. 2,2%, respectivamente) o de mortalidad3 (2,4% vs. 2,6%, respectivamente), y solo se identificó una incidencia ligeramente superior para cangrelor en aquellas reacciones adversas que provocaron la interrupción del tratamiento (0,6% vs. 0,4%). Tampoco parece haber diferencias notables en la incidencia de reacciones adversas con cangrelor frente a placebo, aunque los datos son más limitados.

La reacción adversa más habitual para cangrelor en pacientes con enfermedad arterial coronaria fue el sangrado (o hemorragias), definido en los ensayos de la serie CHAMPION mediante los criterios de la escala GUSTO. Se describió con mayor frecuencia (17,5%) que en el brazo del comparador activo (13,5%), siendo la mayoría de ellas leves (16,8% vs. 13%), esto es, que no requirieron transfusión sanguínea ni implicaban un compromiso hemodinámico. Dentro de los posibles tipos, los sangrados debidos a hematomas traumáticos fueron los más comunes (6,4% vs. 4,8%). En cuanto a hemorragias graves/potencialmente mortales, la frecuencia de aparición fue la misma en ambos grupos (0,2%), y el número de muertes relacionadas con hemorragias –fundamentalmente del sistema nervioso y cardiaco– fue casi idéntico (8 vs. 9). Sin embargo, los análisis que usaban la escala ACUITY, que emplea criterios menos restrictivos para calificar una hemorragia como mayor, sugirieron una frecuencia significativamente elevada de hemorragias mayores y menores con cangrelor en comparación con clopidogrel (IPT, 2019).

Además de las hemorragias, y aunque con mucha menor frecuencia, se describieron otros eventos adversos asociados a cangrelor: dolor de espalda (3,2%), dolor de pecho (2,4%), náusea (2,4%), cefalea (2,0%), hipotensión (1,6%), vómitos (1,4%), hipertensión (1,3%) y disnea (1,1%). Entre los eventos adversos graves, también se debe mencionar la hipersensibilidad (7 eventos vs. 2 eventos con clopidogrel). Por último, la notificación de una tasa mayor de empeoramiento de la función renal con cangrelor (3,2%) frente a clopidogrel (1,4%), en pacientes con insuficiencia grave, sugiere que debe emplearse con precaución en esos casos.

ASPECTOS INNOVADORES

El cangrelor es un nuevo antagonista directo de los receptores plaquetarios P2Y12, a los cuales se une de forma selectiva y reversible. Así, administrado por vía intravenosa, inhibe de forma dosis-dependiente la activación y la agregación plaquetarias inducidas por adenosina difosfato (ADP); el inicio del efecto farmacológico es rápido y se mantiene durante toda la perfusión, volviendo la función plaquetaria a valores normales en el plazo de aproximadamente una hora tras finalizar la misma. El medicamento ha sido oficialmente autorizado, en administración junto con ácido acetilsalicílico, para la reducción de acontecimientos cardiovasculares trombóticos en pacientes adultos con enfermedad arterial coronaria que se someten a intervención coronaria percutánea (ICP) que no han recibido un inhibidor oral de P2Y12 antes del procedimiento de ICP y en quienes el tratamiento oral con inhibidores de P2Y12 no es posible o deseable.

Los principales datos de eficacia y seguridad clínica conducentes a su autorización proceden del estudio clínico de fase 3 CHAMPION PHOENIX, que investigó la farmacodinamia de cangrelor en casi 11.000 pacientes con aterosclerosis coronaria que requirieron una ICP para tratar casos de angina estable, síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST o infarto de miocardio con elevación del segmento ST, y que no habían sido tratados previamente con inhibidores de P2Y12. En ese estudio, cangrelor demostró una eficacia superior a clopidogrel oral –cuando ambos se coadministraban, mayoritariamente, junto a ácido acetilsalicílico, heparina no fraccionada y/o bivalirudina– en términos de la variable combinada de muerte por cualquier causa/infarto de miocardio/revascularización por isquemia/trombosis del stent en las 48 horas posteriores a la ICP (4,7% vs. 5,9%); la reducción del riesgo de eventos trombóticos se debió en gran parte a la menor incidencia de infarto de miocardio (3,8% vs. 4,7%) y trombosis del stent (0,8% vs. 1,4%). Los resultados a los 30 días tras la ICP eran similares.

Sin embargo, cabe destacar que los resultados no eran consistentes en los distintos subgrupos de pacientes (según presentación clínica del síndrome coronario) ni revelaron cambios significativos de mortalidad respecto al uso de clopidogrel como antiagregante. Además, el hecho de que otros dos ensayos clínicos con un diseño similar (CHAMPION PCI y CHAMPION PLATFORM) que evaluaron la eficacia del nuevo fármaco fueran interrumpidos por la incapacidad para demostrar la superioridad clínica –frente a clopidogrel y placebo, respectivamente– podría plantear incertidumbres sobre la eficacia de cangrelor.

En relación a la seguridad, el perfil toxológico de cangrelor se ve fundamentalmente definido por un riesgo de hemorragias –en especial, hemorragias de carácter leve o moderado– ligeramente superior a clopidogrel, siendo este riesgo consecuencia directa del efecto antiagregante del fármaco. El riesgo de reacciones de hipersensibilidad potencialmente mortales no debe ser descartado y la incidencia de disnea fue superior con cangrelor que con clopidogrel (1,1% vs. 0,4%).

Como una de las principales limitaciones en el diseño del estudio CHAMPION PHOENIX destaca el bajo porcentaje de pacientes que presentaban infarto de miocardio con elevación del segmento ST (16%), teniendo en consideración que la mayoría de pacientes con angina estable tienen un riesgo trombótico menor que aquellos en situaciones agudas. Además, la exclusión de pacientes con antecedentes de infarto previo limita en mayor medida la robustez de las conclusiones.

Por otra parte, la elección de clopidogrel como comparador activo parece cuestionable, pues las principales guías clínicas actualmente orientan a la elección de ticagrelor o prasugrel como fármaco adicional al ácido acetilsalicílico por su eficacia superior a clopidogrel (que debería emplearse si los anteriores no están disponible). Pero es cierto que en el momento de realizarse el ensayo, ninguno de los nuevos anti-P2Y12 orales estaba disponible. En ausencia de comparaciones directas de cangrelor con éstos o con otros antiagregantes plaquetarios parenterales, como los inhibidores de la GPIIb/IIIa (tirofibán y eptifibatida), no pueden confirmarse/descartarse diferencias en eficacia o seguridad relativa.

A favor de cangrelor se debe mencionar que supera algunas de las limitaciones de los mencionados fármacos: a) que no necesita conversión metabólica previa (que sí requieren clopidogrel o prasugrel); b) la inmediatez del inicio de su efecto (unos 2 minutos), que puede ser relevante en pacientes con alto riesgo trombótico y en ICP de urgencia; c) el efecto es dosis-dependiente y puede revertirse más fácil y rápidamente (1 h tras suspender su perfusión) que el de otros fármacos que, por ejemplo, tengan metabolitos activos (como ticagrelor) o se unan covalentemente al receptor (clopidogrel o prasugrel); d) no requiere ajustes posológicos según edad, sexo o funcionalidad hepática o renal de los pacientes; y e) por su administración intravenosa, puede suponer una alternativa útil en pacientes con problemas para deglutir o tragar o para absorber por vía digestiva fármacos administrados por vía oral (por ejemplo, pacientes con náuseas, uso de opiáceos, etc.).

De forma interesante, un meta-análisis del conjunto de datos de los tres estudios CHAMPION, referentes a casi 25.000 pacientes, demostró que cangrelor reduce significativamente la tasa de muerte por cualquier causa/infarto de miocardio/revascularización por isquemia/trombosis del stent a las 48 h tras la ICP en comparación con clopidogrel (3,8% vs. 4,7%; OR: 0,81; IC95% 0,71-0,91; p: 0,0007). Cangrelor también reducía la tasa individual de trombosis del stent (0,5% vs. 0,8%; OR: 0,59; IC95% 0,43-0,80; p: 0,0008) sin incrementar el riesgo de hemorragias graves o moderadas según la escala GUSTO, o la necesidad de transfusiones sanguíneas; el riesgo de hemorragias graves sí resultaba incrementado si se aplicaba la escala ACUITY (Steg et al., 2013).

En base a todo lo anterior, la guía clínica de la Sociedad Europea de Cardiología (Neumann et al., 2019) incluye una recomendación débil de usar cangrelor como alternativa terapéutica –a los inhibidores orales de P2Y12, que son la primera elección por la solidez de la evidencia de su beneficio/riesgo– para los pacientes con enfermedad coronaria estable sometidos a ICP que no hayan sido tratados con inhibidores del P2Y12, independientemente de su presentación clínica.

El IPT de la AEMPS plantea que los pacientes que principalmente pueden beneficiarse del uso de cangrelor, además de quienes presenten problemas de absorción de fármacos por vía oral, son: pacientes que presentan una etiología confusa de dolor torácico y en los que la administración temprana de un inhibidor de P2Y12 de acción prolongada puede aumentar el riesgo clínico (disección aórtica, rotura aórtica, rotura esofágica, pericarditis); pacientes que son remitidos para angiografía con ICP que tengan una alta probabilidad de requerir derivación aortocoronaria; y pacientes sometidos a una ICP que también padecen una enfermedad aguda concomitante que pudiera requerir cirugía urgente (por ejemplo, fractura de cadera complicada por angina inestable o infarto de miocardio), la cual habría de retrasarse si se utilizaran inhibidores P2Y12 orales de acción prolongada (AEMPS, 2019).

En definitiva, el cangrelor es un nuevo fármaco de la familia de los inhibidores de P2Y12, que no aporta ninguna innovación desde el plano mecanístico pero puede representar una opción terapéutica útil –como otros antiagregantes parenterales (tirofibán, eptifibatida)– en determinados grupos de pacientes con enfermedad arterial coronaria que no han podido recibir un tratamiento antiagregante adecuado antes de la ICP. No obstante, la evidencia inconsistente de eficacia limitada lo sitúa como fármaco de segunda línea en quienes no es posible la antiagregación oral para ICP. Si consideramos que las situaciones de potencial beneficio clínico con cangrelor son infrecuentes (los antiplaquetarios orales en comprimidos normalmente se pueden machacar y administrar mediante sonda nasogástrica y la necesidad de cirugía urgente en pacientes sometidos a ICP también es relativamente infrecuente), el empleo del nuevo fármaco puede ser escasamente relevante.

PAM_425_07_778-786_Evaluacion-nuevos-Farmacos-Cangrelor-t2

BIBLIOGRAFÍA