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Enfermedad de Alzheimer: El cilostazol, ¿posible coadyuvante al tratamiento estándar?

Un reciente ensayo clínico de fase IV ha demostrado la prometedora eficacia del cilostazol –un inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 3 indicado en claudicación intermitente– como coadyuvante al donepezilo en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. El cilostazol parece retrasar la disminución del metabolismo cerebral regional y mejorar o proteger la función cognitiva de los pacientes. Se requieren estudios más amplios y a largo plazo que permitan confirmar estos resultados.

El cilostazol es un antiagregante plaquetario que actúa inhibiendo las fosfodiesterasas intracelulares y, específicamente, la fosfodiesterasa tipo 3. En base a su efecto farmacológico, los medicamentos comerciales que lo contienen están indicados en el tratamiento sintomático de la claudicación intermitente.

Un reciente ensayo clínico de fase 4 ha evaluado, en pacientes con enfermedad de Alzheimer y lesiones en la sustancia blanca, su eficacia en combinación con donepezilo en comparación con donepezilo en monoterapia. Se trata de un estudio de 24 semanas de duración, aleatorizado, doblemente ciego, de grupos paralelos y controlado con placebo, que incluyó a un total de 36 pacientes que estaban en tratamiento con donepezilo y quienes fueron aleatorizados a recibir cilostazol (50 mg/12 h las dos primeras semanas y 100 mg/12 h hasta el final del estudio) o placebo (N=18 en cada grupo). Los participantes del ensayo se sometieron a exploraciones mediante PET-FDG (tomografía por emisión de positrones empleando como sonda la fluorodesoxiglucosa 18F) y a tres fases de pruebas clínicas y neuropsicológicas.

Los resultados del estudio muestran que los pacientes tratados con cilostazol no mostraban una disminución del metabolismo regional de la glucosa (medida indicativa de la viabilidad neuronal). Sin embargo, el metabolismo de la glucosa disminuyó significativamente en los lóbulos parietales y frontales de los pacientes del grupo placebo. Además, las medidas repetidas ANOVA, que mide las diferencias en los niveles de captación de la glucosa, evidenciaron que el metabolismo de la misma se preservaba de forma significativa en el giro frontal inferior izquierdo de los pacientes tratados con cilostazol en comparación con el grupo placebo (p<0,005).

Por otro lado, la media de las variaciones –desde el estado basal– en las escalas empleadas para evaluar la capacidad cognitiva y funcional de los pacientes (el Mini-Examen del Estado Mental; la subescala cognitiva del Test de Evaluación de la Enfermedad de Alzheimer; el Estudio Cooperativo de la Enfermedad de Alzheimer: Inventario de actividades de la vida diaria; y la Escala de Clasificación de Demencia Clínica por Suma de Recuadros) no difirió entre ambos grupos. No obstante, en el grupo de pacientes tratados con cilostazol, el aumento en el metabolismo de la glucosa se correlacionó con una mejora en la puntuación obtenida en la subescala cognitiva del Test de Evaluación de la Enfermedad de Alzheimer.

En resumen, los autores proponen que el la adición del cilostazol al tratamiento con donepezilo puede retrasar la reducción del metabolismo cerebral regional en los pacientes de enfermedad de Alzheimer con lesiones en la sustancia blanca, en mayor medida que la monoterapia con donepezilo. Los resultados publicados apuntan a la eficacia del cilostazol para mejorar o proteger la función cognitiva en la enfermedad de Alzheimer a través del aumento del metabolismo de la glucosa. Sin embargo, las limitaciones en el número de pacientes y el periodo de seguimiento en este estudio implican que la eficacia clínica real del cilostazol en la función cognitiva y su capacidad modificadora de la progresión de la enfermedad de Alzheimer debe evaluarse en ensayos más amplios y a largo plazo para poder extraer conclusiones definitivas.

Osteoartritis de rodilla y de cadera: La eficacia analgésica del paracetamol es limitada

Una reciente revisión sistemática de la Cochrane ha analizado los datos de diez ensayos clínicos que evaluaron la eficacia y seguridad de paracetamol frente a placebo en el tratamiento analgésico de la osteoartritis de rodilla y de cadera. Los principales resultados apuntan a que, si bien no incrementa el riesgo general de efectos adversos, el paracetamol aporta solo ligeros beneficios clínicos, lo que podría replantear las recomendaciones del fármaco como medicación analgésica de primera línea.

La osteoartritis es una enfermedad progresiva, que evoluciona inexorablemente en el tiempo. A pesar de este curso crónico, los agentes farmacológicos empleados en el tratamiento del dolor de rodilla se estudian principalmente durante cortos períodos de tiempo, lo que supone que no se disponga de recomendaciones muy claras para el manejo clínico de la enfermedad a largo plazo.

El paracetamol o acetaminofeno es uno de los analgésicos más ampliamente empleados para el tratamiento en primera línea de la osteoatritis de cadera y rodilla, según las recomendaciones incluidas en las guías clínicas actuales. Sin embargo, ha surgido cierta controversia sobre su nivel de recomendación, dado que estudios recientes revelan efectos ligeramente superiores del paracetamol en comparación con placebo. Además, no se disponía hasta la fecha de ningún estudio que realizara un análisis crítico de la literatura científica relacionada con el efecto de este fármaco en casos de osteoartritis de localización específica, tales como la rodilla o la cadera.

Una amplia revisión sistemática de la Cochrane publicada recientemente ha perseguido precisamente tal objetivo: evaluar beneficios y riesgos del uso de paracetamol en adultos en comparación con placebo en esos tipos de osteoartritis. Dos autores revisaron, conforme a los métodos de la Cochrane, la información contenida en numerosas bases de datos (MEDLINE; Embase, Web of Science, Registro Central de Ensayos Clínicos Cochrane, ClinicalTrials.gov, etc.) para identificar todos los ensayos clínicos publicados al respecto hasta 2017. Recogieron y normalizaron resultados en relación a variables como el dolor, funcionalidad física, calidad de vida, efectos adversos y retiradas del tratamiento debidas a los mismos, eventos adversos graves y pruebas de disfunción hepática.

Se identificaron 10 ensayos clínicos aleatorios controlados con placebo que incluían a un total de 3.541 participantes con osteoartritis de cadera o de rodilla. La dosis de paracetamol administrada variaba de 1,95 a 4 g/día, y el seguimiento de los pacientes en la mayoría de los ensayos fue de solo 3 meses. Los autores identificaron sesgos en la aleatorización de los participantes y en los métodos de cegado en la mayoría de estudios, si bien tenían bajo riesgo de sesgo de rendimiento, detección y notificación.

Con un alto nivel de evidencia (datos de 7 ensayos clínicos y 2.354 participantes), los resultados sugieren que, desde las 3 semanas a los 3 meses de seguimiento, el paracetamol no aporta mejoras clínicamente relevantes en el dolor y la funcionalidad física de los pacientes. En escalas de 0 a 100 puntos, la reducción media en el dolor fue de 23 puntos con placebo y de solo 3,2 puntos (1,02-5,43) mejor de media con paracetamol, lo que supone una reducción absoluta del 3% y relativa del 5%; cabe destacar que la mínima diferencia con significación clínica es del 9%. Por su parte, la funcionalidad física mejoró en 12 puntos con placebo y solo 2,9 puntos más (0,95-4,89) con paracetamol, reflejando igualmente una mejoría absoluta del 3% y relativa del 5%; si se considera que la mínima diferencia con significación clínica se sitúa en el 10%, se comprende la limitación de los efectos del paracetamol. Además, los análisis por subgrupos evidenciaron que los efectos del paracetamol sobre el dolor y la función no difieren según la dosis diaria (3,0 g/día o menos versus 3,9 g/día o más).

En relación al perfil de seguridad, una evidencia de alta calidad (8 ensayos clínicos) demuestra que la incidencia de eventos adversos es similar entre los dos grupos: 515/1586 (32,5%) en el grupo placebo versus 537/1666 (32,8%) en el grupo de paracetamol (razón de riesgos RR: 1,01; IC95% de 0,92 a 1,11). La calidad de la evidencia es más moderada en torno al riesgo de eventos adversos graves (RR: 1,36 a favor del paracetamol; IC95% de 0,73 a 2,53), retiradas del tratamiento por los mismos (RR: 1,19; IC95% de 0,91 a 1,55; 7 ensayos) y la tasa de pruebas de función hepática anormales (RR: 3,79; IC95% de 1,94 a 7,39). La relevancia clínica de una mayor incidencia de disfunción hepática no parecía muy clara.

En conclusión, una evidencia de alta calidad confirma que el paracetamol, en comparación con placebo e independientemente de su dosis, solo proporciona mejoras mínimas en el dolor y la funcionalidad física de pacientes con osteoartritis de cadera o rodilla, sin un mayor riesgo global de efectos adversos (si bien existe cierta incertidumbre sobre el riesgo de eventos adversos graves y las subsecuentes retiradas, así como sobre el riesgo de función hepática alterada). Estas consideraciones parecen sugerir la necesidad de replantear la recomendación de paracetamol como analgésico en osteoartritis.

Cáncer de mama: Denosumab como adyuvante en el tratamiento en mujeres posmenopáusicas

Los resultados preliminares de un ensayo clínico de fase 3 –que está actualmente en marcha– sugieren que denosumab constituye un tratamiento adyuvante eficaz y seguro al tratamiento estándar con inhibidores de la aromatasa en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama en estadios iniciales y positividad para el receptor de estrógenos. Denosumab ha demostrado reducir de forma significativa el riesgo de fracturas óseas y demuestra también aumentar a largo plazo la supervivencia libre de progresión frente a placebo.

En mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama en etapas iniciales (no metastásico) y positivos para el receptor de hormonas, el tratamiento adyuvante con inhibidores de la aromatasa es el tratamiento estándar, si bien se ha descrito que este tratamiento aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.

Denosumab es un anticuerpo monoclonal humano dirigido específica y selectivamente frente al ligando del receptor activador para el factor nuclear kappa-B (RANKL) e impide la unión de éste a su receptor (RANK) en la superficie de los osteoclastos y sus precursores. Inhibe así la producción y funcionalidad de estas células y actúa como un inhibidor de la resorción ósea aumentando la densidad mineral ósea. Está indicado fundamentalmente en el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica.

Los resultados preliminares del ensayo ABCSG-18 (NCT00556374), publicados en 2015, demostraron que el uso de denosumab como adyuvante a la terapia con inhibidores de la aromatasa reduce significativamente la incidencia de facturas óseas. Se trata de un ensayo clínico de fase 3, multicéntrico (en 58 centros de Suecia y Austria), prospectivo, doblemente ciego y controlado por placebo que incluye pacientes posmenopáusicas con adenocarcinoma de mama no metastásico y con receptores hormonales, quienes habían completado una vía de tratamiento adyuvante inicial (cirugía, radioterapia o quimioterapia, o una combinación de ellos) y estaban recibiendo inhibidores de la aromatasa. Un total de 3.425 pacientes fueron aleatorizados (1:1) en bloques permutados (estratificados por el uso previo de inhibidores de la aromatasa, puntuación basal de densidad mineral ósea de la columna lumbar y tipo de centro) a recibir por vía subcutánea denosumab (60 mg; N=1.711) o el equivalente placebo (N=1.709) cada 6 meses, de forma concomitante al tratamiento estándar.

Un artículo publicado recientemente divulga los resultados de supervivencia libre de progresión (SLP) de la enfermedad obtenidos en este ensayo clínico, que representa la variable secundaria de eficacia (los datos de la variable primaria –tiempo hasta la fractura clínica– fueron publicados previamente), y se define como el tiempo desde la aleatorización hasta la primera evidencia de metástasis local o distante, cáncer de mama contralateral, carcinoma secundario o muerte por cualquier causa.

En el análisis por intención de tratar de los datos con un seguimiento a largo plazo –mediana de 73 meses–, 240 pacientes (14%) en el grupo de denosumab y 287 (17%) en el grupo de placebo tuvieron eventos de supervivencia libre de enfermedad. Cabe destacar que la SLP mejoró significativamente en el grupo de denosumab en comparación con el grupo placebo (HR: 0,82; IC95% de 0,69 a 0,98; Cox p=0,0260). En el grupo con denosumab, la SLP media fue del 89,2% (IC95% de 87,6 a 90,8) a los 5 años y del 80,6% (IC95% de 78,1 a 83,1) a los 8 años de seguimiento frente al 87,3% (IC95% de 85,7 a 89,0) a los 5 años y al 77,5% (IC95% de 74,8 a 80,2) a los 8 años en el brazo placebo.

Además, no se registraron casos de osteonecrosis de la mandíbula o fracturas femorales atípicas. El número total de eventos adversos fue similar en ambos grupos de tratamiento (1.367, incluyendo 521 eventos adversos graves en el grupo de denosumab versus 1.339, incluyendo 515 graves, en el grupo de placebo). Los eventos adversos graves más frecuentes fueron la osteoartritis (en el 3,6% de pacientes tratados con denosumab versus 3,4% en el grupo placebo), lesión de menisco (1,3% vs 1,4%), y cataratas (0,9% vs 1,7%). Una única muerte (<0,1%) se relacionó con el tratamiento (debida a neumonía, insuficiencia renal séptica y descompensación cardíaca) en el grupo con denosumab.

En definitiva, parece evidente que el denosumab constituye un tratamiento adyuvante eficaz y seguro a la terapia con inhibidores de la aromatasa en pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama precoz positivo para el receptor de hormonas. Aporta beneficios clínicos tanto en términos de reducción del número de fracturas óseas como de supervivencia libre de progresión de la enfermedad.

Menopausia: ¿Se asocia el uso de terapia hormonal sustitutiva con un mayor riesgo de desarrollo de enfermedad de Alzheimer?

Un amplio estudio de casos y controles realizado a nivel nacional en Finlandia ha demostrado que el uso a largo plazo (> 10 años) de la terapia hormonal sustitutiva sistémica en pacientes posmenopáusicas de menos de 60 años se asocia con un incremento moderado (del 9-17%) del riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Este riesgo no se asocia, sin embargo, al empleo de un tipo de estrógeno o progestágeno concreto, ni a la edad de inicio del tratamiento hormonal, ni al uso de estradiol por vía vaginal.

La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia y es más prevalente en mujeres que en hombres, diferencia que puede deberse a una más larga esperanza de vida en mujeres, si bien se ha postulado que podrían influir diferencias específicas de sexo. Cabe destacar que se ha descrito un efecto neuroprotector en ensayos in vivo pre-clínicos para los estrógenos, y que la deficiencia de éstos como resultado de una menopausia temprana se ha asociado a un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. A priori, la prolongación del suministro de estas hormonas con la terapia sustitutiva en la menopausia podría proteger contra dicha enfermedad; no obstante, los datos clínicos obtenidos al respecto no han sido concluyentes e, incluso, algún ensayo clínico controlado con placebo no ha confirmado ese beneficio sino todo lo contrario: se ha sugerido un riesgo incrementado de enfermedad de Alzheimer en usuarias de terapia hormonal sustitutiva. La controversia en los resultados puede deberse a sesgos o limitaciones en el diseño de los estudios (por ejemplo, edad avanzada en las pacientes incluidas).

A fin de arrojar luz sobre este asunto, un reciente estudio de casos y controles realizado en Finlandia –empleando el registro nacional de datos poblacionales y de uso de medicamentos entre 1999 y 2013– ha pretendido comparar el uso de la terapia hormonal entre mujeres posmenopáusicas con y sin diagnóstico de enfermedad de Alzheimer.

Se incluyeron en el estudio todas las mujeres posmenopáusicas (N=84.739) que, en ese periodo de 14 años, fueron diagnosticadas de enfermedad de Alzheimer. Se seleccionó también un grupo control de mujeres de control sin diagnóstico (N=84.739), emparejadas por edad y distrito hospitalario. Las principales variables de medida fueron las razones de probabilidad (odds ratio) y los intervalos de confianza del 95% del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer, calculados mediante un análisis de regresión.

Los resultados apuntan a que 83.688 mujeres (98,8%) fueron diagnosticadas de enfermedad de Alzheimer a la edad de ≥ 60 años, y 47.239 mujeres (55,7%) tenían ≥ 80 años de edad en el momento del diagnóstico. El uso de la terapia hormonal sistémica se asoció con un aumento del riesgo de enfermedad de Alzheimer del 9-17%. El riesgo de la enfermedad no difirió significativamente entre las usuarias de estradiol solo (OR: 1,09; IC95% de 1,05 a 1,14) o de la combinación estrógeno-progestágeno (OR: 1,17; IC95% de 1,13 a 1,21). El aumento del riesgo entre las usuarias de la terapia con estrógeno y progestágeno no se relacionó particularmente con ninguno de los diferentes progestágenos (acetato de noretisterona, acetato de medroxiprogesterona u otros). En mujeres de ≤60 años al inicio de la terapia hormonal sustitutiva, el aumento del riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer se asoció con la exposición a la terapia hormonal durante 10 años, si bien la edad concreta de inicio de la terapia hormonal sistémica no fue un factor determinante en ese incremento del riesgo. Además, el uso exclusivo de estradiol vaginal no se relacionó con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer (OR: 0,99; IC95% de 0,96 a 1,01).

En conclusión, el estudio revela que el uso a largo plazo de la terapia hormonal sistémica puede ir acompañado de un aumento global del riesgo de enfermedad de Alzheimer, que no se relaciona con el uso de un tipo de estrógeno o progestágeno concreto, ni con la edad de inicio del tratamiento hormonal. Aunque el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer parece ser bajo, los resultados del presente estudio deben ser tenidos en cuenta en un futuro a la hora de informar y recomendar a las pacientes el empleo de terapia hormonal sustitutiva. 

Síndrome de ovario poliquístico: Metformina en la prevención de complicaciones por embarazo

Los resultados de un ensayo clínico publicado recientemente, unidos a los hallazgos de dos estudios previos, sugieren que la administración de metformina –quizá el hipoglucemiante oral más empleado para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2– a mujeres embarazadas que sufren el síndrome de ovario poliquístico reduce el riesgo de aborto involuntario tardío y de parto prematuro, con un perfil de seguridad aceptable. No obstante, parece que no es capaz de prevenir la diabetes gestacional.

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una enfermedad caracterizada por niveles anormalmente elevados de andrógenos (hormona típicamente masculina) en la mujer, secretados por las glándulas suprarrenales o por los ovarios. Puede cursar con irregularidades menstruales, infertilidad, acné e hirsutismo, y un aumento del número de pequeños folículos (cavidades llenas de líquido) en los ovarios, que no son totalmente funcionales y que pueden liberar óvulos de forma irregular.

Este síndrome determina un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo de aquellas mujeres que lo padecen, tales como pre-eclampsia, diabetes gestacional y parto prematuro. Los mecanismos que sustentan estas complicaciones son poco conocidos, pero se cree que, además del exceso de andrógenos, la resistencia a la insulina juega un rol importante. Ello ha generalizado el empleo off-label (fuera de ficha técnica) de metformina, una práctica de relevancia incierta dado el carácter retrospectivo y no-aleatorizado de la evidencia disponible.

Los resultados de dos ensayos controlados y aleatorios realizados entre 2000 y 2009, que compararon metformina con placebo durante el embarazo en mujeres con SOP, sugirieron una reducción significativa en los abortos espontáneos tardíos y en el número de nacimientos prematuros en el grupo de metformina. En base a ello, un tercer ensayo clínico aleatorio (PregMet2), controlado por placebo, doblemente ciego y multicéntrico (realizado en 14 hospitales de Noruega, Suecia e Islandia), realizado por el mismo grupo de investigadores entre 2012 y 2017, pretendió confirmar la hipótesis de que la metformina puede prevenir ambas complicaciones derivadas del SOP.

El ensayo incluyó a mujeres con SOP de 18 a 45 años embarazadas de feto único (N=487), que fueron aleatorizadas (1:1), en grupos de 10 pacientes por cada país y centro, para recibir metformina (500 mg/12 h durante la primera semana y 1000 mg/12 h desde la segunda semana hasta el parto; N=244) o placebo (N=243). Los comprimidos de placebo y metformina eran idénticos, y tanto los participantes como los investigadores del estudio eran ciegos al tratamiento. La variable primaria de eficacia fue una medida compuesta de la incidencia de aborto espontáneo tardío (entre la semana 13 y la 22) y de nacimiento prematuro o pretérmino (entre las semanas 23 y 36 de embarazo). Entre las variables secundarias se incluyeron la incidencia de diabetes gestacional, de preeclampsia, de hipertensión inducida por el embarazo y el ingreso del neonato a la unidad de cuidados intensivos neonatales. Además, se realizó un análisis conjunto de los datos del estudio PregMet2 con los de los otros dos ensayos previos.

En el análisis por intención de tratamiento, los resultados de la variable primaria demostraron que el aborto tardío o el parto prematuro se produjeron en el 5% de las mujeres tratadas con metformina (12/238), lo cual suponía la mitad de la incidencia (10%; 23/240) de tales eventos en el grupo placebo (OR: 0,50; IC95% de 0,22 a 1,08; p=0,08). Sin embargo, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas para las variables secundarias, como es el caso de la diabetes gestacional, cuya incidencia fue ligeramente superior en el grupo tratado con metformina (25%; 60/238 pacientes) respecto al grupo placebo (24%; 57/240 pacientes) (OR: 1,09; IC95% de 0,69 a 1,66; p=0,75). En relación al perfil de seguridad clínica, los investigadores no relacionaron con el uso del fármaco ninguno de los eventos adversos graves, ni tampoco detectaron diferencias sustanciales de seguridad en las madres o los recién nacidos entre los dos grupos del ensayo.

Además, el análisis post-hoc de datos agrupados de participantes de este ensayo clínico PregMet2 y de los dos ensayos previos permitió confirmar los resultados: 18 (5%) de las 397 mujeres tratadas con metformina sufrieron un aborto tardío o parto prematuro, en comparación con 40 (10%) de las 399 mujeres asignadas al grupo placebo (OR: 0,43; IC95% de 0,23 a 0,79; p=0,004). Como parte de ese análisis post-hoc por subgrupos, los autores demostraron que el tratamiento con metformina durante la gestación reducía la incidencia de aborto tardío y parto prematuro en las mujeres que no habían estado recibiendo metformina previamente a la inclusión en el estudio (OR: 0,33; IC95% de 0,15 a 0,68; p=0,001), mientras que el efecto no era significativo en aquellas que sí tenían ese tratamiento pre-inclusión (N=222; 28% de las pacientes) (OR: 1,00; IC95% de 0,29 a 3,46; p=1,00). Esto apunta a la posibilidad de que el tratamiento con metformina antes del embarazo puede ser una alternativa eficaz al tratamiento durante el embarazo, sin conllevar potenciales riesgos por exposición temprana del feto al fármaco.

En definitiva, en mujeres embarazadas con SOP, el tratamiento con metformina desde el primer trimestre hasta el parto puede reducir el riesgo de aborto involuntario tardío y el parto prematuro, si bien no previene la diabetes gestacional. De manera interesante, un tratamiento pre-concepción podría tener los mismos efectos, aunque se requiere mayor evidencia para confirmarlo.

Hipercolesterolemia: El ácido bempedoico emerge como una opción terapéutica eficaz

Un reciente ensayo clínico de fase 3, aleatorizado y controlado con placebo, ha demostrado que la adición del ácido bempedoico al tratamiento con dosis elevadas de estatinas de pacientes con hipercolesterolemia familiar heterocigótica puede aportar beneficios clínicos en términos de reducción adicional de los niveles de LDL colesterol, con un perfil de seguridad clínica similar a placebo.

El ácido bempedoico es una molécula de reciente desarrollo que inhibe la ATP citrato liasa (enzima clave que inicia la transformación de la glucosa en grasa en los adipocitos) y la adenosina monofosfato proteincinasa, reduciendo la producción de ácidos grasos e incrementando la oxidación beta de los ácidos grasos saturados. Algunos estudios a corto plazo han demostrado que reduce los niveles del popularmente conocido como “colesterol malo”, es decir, aquél que se transporta en sangre unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL). No obstante, la evidencia no es sólida, y los datos son limitados con respecto a la seguridad y la eficacia del tratamiento con ácido bempedoico a largo plazo en pacientes con hipercolesterolemia.

Recientemente se ha llevado a cabo un ensayo clínico de fase 3, aleatorizado y controlado por placebo, que incluyó pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica, con hipercolesterolemia familiar heterocigótica o con ambas patologías. Como criterios de inclusión se definieron niveles iguales o superiores a 70 mg/dl de colesterol-LDL mientras estaban siendo tratados con estatinas a las dosis máximas toleradas (determinadas por el investigador), con o sin fármacos hipolipemiantes adicionales. La variable primaria fue la seguridad clínica y la variable secundaria (primaria de eficacia) fue el porcentaje en el cambio de niveles plasmáticos de colesterol-LDL a la semana 12 (de 52 semanas de seguimiento global del estudio). Un total de 2.230 pacientes fueron aleatorizados (2:1) a recibir 180 mg/24 h de ácido bempedoico por vía oral (N=1.488) o placebo (N=742). La media de los niveles basales de colesterol-LDL fue de 103,2 mg/dl (±29,4).

Los resultados demuestran que la incidencia de eventos adversos y de eventos adversos graves fueron similares en ambos grupos de tratamiento en el periodo de seguimiento (78,5% en el brazo de ácido bempedoico vs 78,7% en el brazo placebo, y 14,5% vs 14,0%, respectivamente). Sin embargo, la incidencia de reacciones adversas que condujeron a una interrupción del tratamiento fue mayor en el grupo tratado con ácido bempedoico (10,9% vs 7,1% en el brazo placebo); también se describió una mayor incidencia en reacciones adversas aisladas, como fue el caso de la gota (1,2% vs 0,3%, respectivamente). En cuanto a su eficacia clínica, el ácido bempedoico redujo significativamente los niveles medios de colesterol-LDL y, en concreto, indujo una reducción media de 19,2 mg/dl a la semana 12, lo que representa un cambio del –16,5% respecto a los niveles basales. Esto se traducía en una diferencia frente a placebo de –18,1 puntos porcentuales (IC95% de –20,0 a –16,1; p<0,001). En el análisis por subgrupos se puso de manifiesto, además, que los resultados de seguridad y eficacia eran consistentes independientemente del nivel de dosificación previo de estatinas.

En definitiva, el presente estudio aporta evidencia de que el ácido bempedoico puede ser una herramienta eficaz como terapia adyuvante al tratamiento estándar con estatinas (fármacos de primera línea) de pacientes con hipercolesterolemia familiar heterocigótica, sin suponer un mayor riesgo global de eventos adversos respecto a placebo.

Eficiencia de la vacuna frente al virus del papiloma humano

Se han desarrollado varios modelos que simulan la historia natural del virus del papiloma humano (VPH), identificando las potenciales consecuencias del mismo, especialmente respecto al cáncer de cérvix. Estos modelos se han aplicado a los análisis farmacoeconómicos de la vacuna frente al VPH con el fin de estimar la efectividad y eficiencia de la misma, pues estos parámetros pueden variar en función de la población a la que se atiende. Los autores3 analizan los resultados obtenidos por la vacunación en diferentes poblaciones, evaluando las diferencias entre la eficiencia obtenida en cada una de estas poblaciones.

La población principal para ser vacunada frente al VHP la constituyen las niñas preadolescentes (de entre 9 y 14 años); en este colectivo se ha observado que habitualmente la vacuna es coste-efectiva. No obstante, la tasa de vacunación es insuficiente: en los países desarrollados, el 33,6% de las niñas de 10 a 20 años ha recibido el tratamiento completo (3 dosis), mientras que en los países en vías de desarrollo solo alcanza el 2,7%, en donde el coste de la misma supone una barrera importante.

En el caso de administración a poblaciones secundarias, como niñas postadolescentes (15-26 años) y mujeres (>26 años), la Organización Mundial de la Salud solo lo recomienda cuando es abordable económicamente y eficiente, y no sustrae recursos para la población principal. Ello se debe a que los estudios realizados concluyen que la efectividad y eficiencia disminuye a medida que aumenta la edad de la receptora. Así se podrían evitar el 34% de las muertes por cáncer cervical invasivo si se vacuna a las mujeres de 40 años, mientras que dicha cifra aumenta hasta el 85% si se vacuna a los 12 años. Una situación similar se percibe respecto de la eficiencia, que disminuye cuanto mayor es la edad de la población a la que se administra. Dado que la eficiencia es una relación entre los beneficios obtenidos y los recursos utilizados, el precio de la vacuna es un determinante principal del resultado; así, incluso vacunando a los 25 años, el ratio coste-efectividad incremental (RCEI) sería inferior a 30.000 /año de vida ajustado a calidad (AVAC) si el precio de una dosis se redujera hasta los 35 . En España, el precio por dosis oscila entre 121,81 y 172,55 .

Aunque la mujer presenta un riesgo superior al hombre de cáncer asociado al VPH, la incidencia en éstos está aumentando, por lo que se está recomendando en muchos países –entre ellos, España– la vacunación tanto a niñas como a niños. Los estudios económicos en esta población han mostrado que el RCEI es elevado (media superior a 150.000 /AVAC) si la cobertura en mujeres es superior al 60% y el coste por curso de vacunación es superior a 200 . Cuanto menor es el coste por vacunación o menor es la tasa de cobertura en mujeres, el RCEI puede situarse más próximo a los 30.000 /AVAC. En la subpoblación de hombres que tienen sexo con hombres (HSH), la incidencia de cáncer anal aumenta hasta 17 veces respecto de los hombres que solo tienen sexo con mujeres. Así, asumiendo una cobertura del 50%, la vacunación de HSH a los 12 años presenta un RCEI de unos 15.000 /AVAC y de algo más de 19.000 /AVAC si se realiza a los 26 años. Ocurriría lo mismo si el coste por dosis se reduce a 48 libras (56 ) y se vacuna a todos los HSH de hasta 40 años.

En función de los análisis económicos que los autores revisaron, la vacunación en niñas preadolescentes resulta una opción muy coste-efectiva, al reducir la carga económica asociada a las patologías derivadas del VPH. Se obtendría el mayor impacto mediante vacunación rutinaria de niñas preadolescentes, con anterioridad a que fueran sexualmente activas. La vacunación a edades más tardías, reduce considerablemente la eficiencia.

Por último, la inclusión de niños en la vacunación aseguraría equidad en la protección, además de aumentar el beneficio a los hombres que tienen sexo con hombres, de modo que esta subpoblación sería candidata a recibir rutinariamente la vacuna, al haberse mostrado su eficiencia en ellos. No obstante, dada la dificultad en la práctica de identificar esta subpoblación específica, la vacunación universal a hombres sería la solución. En cualquier caso, el precio de la dosis es decisivo para alcanzar o no un nivel adecuado de eficiencia.

Coste-efectividad de un test de detección de cáncer de próstata

La detección precoz del cáncer de próstata (CP) es esencial para una rápida instauración del tratamiento. Para ello, se ha utilizado comúnmente el test del PSA (prostate-specific antigen o antígeno prostático específico); sin embargo, su baja especificidad conlleva un riesgo de diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados, por lo que se han investigado otros test diagnósticos.

SelectMDx (SMD) es un test basado en biomarcadores, con un valor predictivo negativo del 98%, lo que reduce sensiblemente el número de biopsias innecesarias. Los autores2 realizaron un análisis coste-efectividad para estimar la eficiencia de la utilización de SMD en la detección del CP en varios países, entre los cuales se incluyó a España. En todos los países evaluados, la biopsia de próstata por ecografía transrectal (BPET) se considera como el estándar para la biopsia inicial. Así, para el análisis, se considera que tras la BPET se puede presentar un CP significativo (Gleason score ≥7), no significativo o bien, no presentar CP. El primer caso –CP significativo– se trataría mediante prostatectomía radical, radioterapia, deprivación androgénica o vigilancia activa. El test SMD se aplicaría sólo en el caso de pacientes con valores de alto riesgo, por lo que se evitarían biopsias en pacientes de bajo riesgo.

Para modelar la evolución de los pacientes, se diseñó un árbol de decisión según el cual a la población evaluada se le administraba el cuidado estándar mediante BPET –con los posibles resultados mencionados y los tratamientos expuestos–, o bien se le aplicaba el test SMD y solo a los positivos se les hacía la BPET. Tras el árbol de decisión, se situaba un modelo de Markov que estimaba las consecuencias del diagnóstico y tratamiento, expresando el resultado como supervivencia ajustada a calidad, en años de vida ajustados a calidad (AVAC), restando las disutilidades asociadas a cada proceso de la utilidad del estado base. Los costes imputados se correspondieron con los de diagnóstico (SMD y BPET) y tratamiento (cirugía, radioterapia, deprivación androgénica, vigilancia activa y complicaciones de los tratamientos). El horizonte temporal fue de 18 años, tiempo equivalente a la mediana de seguimiento para la mortalidad específica del CP. Finalmente, se evaluaron dos escenarios posibles: con y sin beneficio en supervivencia asociado a la detección de CP no significativo.

Los resultados para España mostraron un mayor beneficio y un menor coste de la utilización del test SMD respecto del cuidado estándar. En el escenario sin beneficio adicional en la supervivencia tras la detección de CP no significativo, se estimó un incremento de la supervivencia global de 0,028 AVAC; en el segundo escenario (con beneficio adicional) dicho incremento fue de 0,020 AVAC. El ahorro de costes se estimó en 247 por paciente, con escasa diferencia entre los dos escenarios mencionados. Dicho ahorro alcanzó la cifra anual de 20 millones si se analizara a toda la población potencial (81.242 pacientes) (Tabla 2). Los análisis de sensibilidad confirmaron la robustez de los resultados.

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Los autores concluyen que la utilización del test Select MDx podría aumentar ligeramente el número de años de vida ajustados a calidad, así como reducir levemente el coste sanitario, en el horizonte de 18 años, respecto de la implementación del cuidado estándar mediante la aplicación inicial de la biopsia de próstata por ecografía transrectal.

Coste-efectividad de alemtuzumab en esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central que afecta al cerebro y a la médula espinal, provocando una lesión en la vaina de mielina que retarda o bloquea los impulsos nerviosos. Se puede manifestar de varias formas, de las cuales la remitente-recurrente (EMRR) es la más prevalente; ésta se presenta en forma de brotes –que pueden durar días, semanas o meses– variando de un episodio a otro en función de la zona afectada en el sistema nervioso central. Tras el brote, suelen desaparecer los síntomas aunque también pueden dejar secuelas. La EM no tiene cura actualmente, no obstante, se utilizan tratamientos que modifican el avance de la enfermedad, tales como interferones beta, ocrelizumab (OCR), acetato de glatiramero (GLA), dimetilfumarato, fingolimod (FIN), teriflunomida o natalizumab (NAT).

Alemtuzumab (ALE) es un anticuerpo monoclonal humanizado que reduce los linfocitos T y B en cada ciclo de tratamiento, al unirse a la glicoproteína de superficie celular CD52 de éstos, por lo que está indicado en pacientes adultos con EMRR. Para analizar la eficiencia de dicho tratamiento, los autores1 han estimado el ratio coste-efectividad incremental (RCEI) de ALE frente a FIN, NAT, OCR y GLA genérico en el tratamiento de la EMRR en Estados Unidos.

Se diseñó un complejo modelo de Markov para simular la evolución de la progresión de la enfermedad, la variación de la calidad de vida y la utilización de recursos, en una población con EMRR (edad media 34,3 años, ratio mujer/hombre: 1,9). Una vez que los pacientes entran en el modelo, progresan por distintos estados de salud de acuerdo con la escala habitualmente utilizada en éstos, EDSS (Kurzke Expanded Disability Status Scale), que va desde un estado normal (etapa 0) hasta uno confinado en cama y sin posibilidad de hablar ni tragar alimento (etapa 9). En función del valor de la EDSS en cada tiempo, el paciente presentará diferentes probabilidades de transición hacia peor, mejor o permanecerá en el mismo estado clínico. La evolución sin tratamiento se estimó a partir de los datos obtenidos de la cohorte British Columbia Multiple Sclerosis. El modelo se analiza desde la perspectiva del sistema de salud y en un horizonte temporal de 20 años. Tanto costes como utilidades se descuentan al 3% anual.

La eficacia de los tratamientos farmacológicos modificaría las probabilidades de transición entre estados, en función de la eficacia de cada fármaco demostrada en los ensayos clínicos. En cada estado se estima la modificación de la calidad de vida, así como de los recursos utilizados. El modelo incorpora la incidencia de recurrencias, las cuales incrementan el uso de recursos y reducen la calidad de vida de los pacientes. Otro tanto ocurre con la incidencia de efectos adversos asociados a cada tratamiento. Los valores de utilidad en cada estado de salud fueron tomados de un estudio previamente publicado, incorporando pérdidas adicionales asociadas a las recurrencias e incidencia de efectos adversos, para estimar el número de años de vida ajustados a calidad (AVAC). Los costes imputados se corresponden con los de adquisición, administración y monitorización de los fármacos, durante los tratamientos y recurrencias de la enfermedad.

Los resultados mostraron que ALE era una opción dominante respecto de FIN, NAT, OCR y GLA genérico, debido a que presentaba un menor coste y una mayor efectividad (Tabla 1); asimismo, los pacientes tratados con ALE presentaron una incidencia menor de recurrencias. Los resultados de los análisis de sensibilidad, determinísticos y probabilísticos, confirmaron la robustez de los mismos.

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Los autores concluyen que alemtuzumab es un fármaco modificador de la enfermedad que resulta coste-efectivo en el tratamiento de los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente en comparación con fingolimod, natalizumab, ocrelizumab y acetato de glatiramero.

Identificador forma-color. Un nuevo avance en Bot PLUS

Resumen

Desde la creación de Bot PLUS, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha utilizado la información publicada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) como una de las principales fuentes oficiales de información. Durante estos últimos meses, y para facilitar el desarrollo profesional y la actividad asistencial del farmacéutico, se está trabajado desde el Consejo General en la codificación de características como la forma o el color de las diferentes presentaciones de medicamentos, de forma que se permita su identificación por parte del farmacéutico.

Bot PLUS ha avanzado en la información de los medicamentos y productos sanitarios, dietoterápicos y parafarmacia, con nuevos contenidos que responden a nuevas necesidades de información para un ejercicio asistencial completo. Entre las novedades que incorpora Bot PLUS este año 2019, se puede destacar los siguientes contenidos:

  • BUSCADOR FORMA/COLOR: se trata de la inclusión de un nuevo buscador que permitirá localizar medicamentos de administración por vía oral a través del aspecto de su forma farmacéutica. Tras la codificación de la información necesaria, esta nueva función permitirá localizar medicamentos introduciendo criterios como su color, forma, tamaño, presencia de ranuras, inscripciones, etc.
  • BUSCADOR PACIENTE/INDICACIÓN: nuevo buscador que permite localizar de forma rápida medicamentos para una determinada indicación, en función de las características del paciente, facilitando una búsqueda rápida en función de una serie de parámetros prefijados, simplificando así alguna de las funcionalidades ya incluidas en las búsquedas libres del programa.
  • ADAPTACIÓN NORMATIVA VERIFICACIÓN MEDICAMENTOS: Bot PLUS se ha adaptado al Reglamento europeo para la verificación de medicamentos, mediante la identificación de aquellos medicamentos obligados o no a incluir dispositivos de seguridad.
  • BUSCADOR ALERTAS CALIDAD/LOTES: nuevo buscador en Bot PLUS para comprobar rápidamente si un determinado lote de un código nacional está retirado o inmovilizado.
  • MEJORA INFORMACIÓN PACIENTE: potenciación y diferenciación del perfil invitado en Bot PLUS WEB, al que puede acceder cualquier paciente o usuario. Se incluyen, entre otras informaciones, los videoconsejos sanitarios que se elaboran por el CGCOF para el canal YouTube Portalfarma, como información adicional de los medicamentos tratados.
  • MEJORA DIETOTERÁPICOS: mejoras en la información sobre dietoterápicos financiados, con inclusión de codificación relativa a sabores y edad a partir de las cuales están indicados, que permita realizar búsquedas dirigidas del tipo de las que ya están habilitadas en medicamentos en función de las edades.

En el presente artículo revisaremos la primera de estas funcionalidades, el buscador Forma/Color. Una vez se introduzca –en las próximas semanas– esta nueva funcionalidad en Bot PLUS, se podrá visualizar dentro del apartado de búsquedas especiales, con el icono de Forma/Color.

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Figura 1. Icono Forma/Color introducido en búsquedas especiales en Bot PLUS.

Dentro del buscador se permite la selección previa de COMPRIMIDOS o CÁPSULAS.

En caso de seleccionar un comprimido, a continuación, se presentarían una serie de campos disponibles que podemos ir seleccionando para dirigir y acotar la búsqueda en función de la información de la que se disponga. Así, entre los campos más representativos cabe destacar:

  • COLOR: nos permite seleccionar el color del comprimido, seleccionándolo de entre las posibles opciones disponibles, y con la posibilidad de matizar la tonalidad del color (claro/oscuro), en el caso de conocerla. Si se aprecia que el comprimido presenta dos colores se marcará la casilla “Tiene 2 colores”, apareciendo otra paleta de tonalidades para establecer el segundo color.

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Figura 2. Selección de la tonalidad claro/oscuro.

En aquellas presentaciones en las que en el mismo envase haya comprimidos de diferentes colores, como en algunos anticonceptivos orales, se seleccionaría el color de uno de los comprimidos, y se marcaría la opción “Tiene comprimidos de diferentes colores en el mismo envase”.

  • FORMA: permite seleccionar la forma más parecida al comprimido de referencia. Este campo es altamente práctico ya que ofrece la posibilidad de que algunos comprimidos sean fácilmente reconocibles, como medicamentos con formas concretas como forma de corazón, triángulo o hexágono.
  • PRESENCIA DE RANURA: esta opción permitirá indicar su presencia independientemente de la cara del comprimido donde se encuentre la ranura, o de si aparece en ambas.
  • TAMAÑO: permite añadir como criterio de búsqueda el tamaño del comprimido. Para ello, se han establecido unos tamaños generales, cuyos límites en milímetros (mm) se muestran en las propias opciones.
  • INSCRIPCIONES/LOGO: permite añadir como criterio de búsqueda la presencia de alguna inscripción en la propia forma farmacéutica (números o letras). Si apareciese algún logotipo o dibujo, podríamos marcar la opción de “Presencia de logo”.

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Figura 3. Pantalla de búsqueda de comprimidos.

En el caso de las cápsulas la información que se podrá encontrar dentro del buscador sería prácticamente idéntica, con las particularidades de las cápsulas. Cabe resaltar que la cápsula se podrá encontrar independientemente de que el color se localice en la tapa o en el cuerpo de la cápsula.

Cabe destacar que la información referente al color, la forma, la presencia de ranura, el tamaño, así como la presencia de inscripciones o la incorporación de logos permanecerán en constante actualización a medida que se vaya modificando la información oficial del producto (Ficha Técnica o prospecto del medicamento).

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Figura 4. Pantalla de búsqueda de cápsulas.

Adicionalmente, en el Consejo General se realizará una revisión diaria de aquella información recibida referente a la forma farmacéutica, para poder completar la información de la base de datos Bot PLUS y facilitar así la labor del farmacéutico.

Con esta nueva funcionalidad, el farmacéutico tendrá una potente herramienta que le permitirá encontrar un medicamento concreto en base a la información a las características físicas que, dado en caso, le proporcione el paciente.