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Medicamentos con nuevos principios activos o biosimilares

COMERCIALIZADOS EN ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS DOCE MESES

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VALORACIÓN DE LA INNOVACIÓN TERAPÉUTICA EN PANORAMA ACTUAL DEL MEDICAMENTO

Es importante indicar que se valora el grado de innovación. Todos los medicamentos, sean innovadores o no, tienen utilidad terapéutica, en tanto que su autorización por las autoridades sanitarias implica que han demostrado rigurosamente su eficacia, su seguridad, su calidad y las condiciones de uso (incluyendo la información contenida en la ficha técnica – sumario de características – y en el prospecto del medicamento). Por tanto, la valoración que se hace se refiere a la incorporación, en el grado que se determine, de algún elemento innovador con respecto a otros medicamentos autorizados previamente para iguales o similares indicaciones terapéuticas o, en su caso, cubriendo la ausencia de éstas.

Asimismo, debe considerarse que ésta es una evaluación que se practica coincidiendo con la comercialización inicial del medicamento. Se trata, por consiguiente, de una valoración provisional de la innovación realizada en función de la evidencia clínica disponible hasta ese momento, lo que no prejuzga, en ningún caso, la disponibilidad posterior de nuevas evidencias científicas (de eficacia o de seguridad) en la indicación autorizada o el potencial desarrollo y autorización, en su caso, de nuevas indicaciones terapéuticas o la imposición de restricciones de uso en las anteriores.

Se consideran tres posibles niveles, adjudicados en función de la relevancia de la(s) innovación(es) presentes en el nuevo medicamento, siempre en relación al arsenal terapéutico disponible clínicamente en España en el momento de la comercialización:

SIN INNOVACIÓN (*). No implica aparentemente ninguna mejora farmacológica ni clínica en el tratamiento de las indicaciones autorizadas.

INNOVACIÓN MODERADA (**). Aporta algunas mejoras, pero no implica cambios sustanciales en la terapéutica estándar.

INNOVACIÓN IMPORTANTE (***). Aportación sustancial a la terapéutica estándar.

Se distinguen dos niveles de evidencia científica para los aspectos innovadores de los nuevos medicamentos:

 

Evidencia clínica: mediante estudios controlados, específicamente diseñados y desarrollados para demostrar la eficacia y la seguridad del nuevo medicamento, con demostración fehaciente de lo que puede ser un avance o mejora sobre la terapia estándar hasta ese momento, en el caso de que exista.

Plausibilidad científica (potencialidad): existencia de aspectos en el medicamento que teórica y racionalmente podrían mejorar la terapéutica actual, pero que no han sido adecuadamente demostrados mediante ensayos clínicos, bien por motivos éticos o bien por imposibilidad de realización en el momento de la comercialización del nuevo medicamento: perfil de interacciones, mecanismos nuevos que permiten nuevas vías terapéuticas, nuevos perfiles bioquímicos frente a mecanismos de resistencia microbiana, posibilidad de combinar con otros medicamentos para la misma indicación terapéutica, efectos sobre el cumplimiento terapéutico (por mejoras en la vía, número de administraciones diarias, etc.), mejora de la eficiencia económica, etc.

 

El rigor de los datos contrastados mediante ensayos clínicos controlados (evidencia clínica) es determinante en la valoración de la innovación, mientras que las potencialidades solo pueden ser valoradas accesoriamente, como aspectos complementarios de esta valoración. En ningún caso, un medicamento es valorado con un nivel de innovación importante en función de sus ventajas potenciales, si no aporta otras ventajas demostradas clínicamente. Se analizan cinco aspectos de la innovación: clínica, molecular, toxicológica, físico-química y económico-tecnológica. Como ya se ha indicado, la fundamental y determinante es la novedad clínica.

Información disponible sobre medicamentos con problemas de suministro en Bot PLUS y Panorama Actual del Medicamento

Resumen

Desde la creación de Bot PLUS, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha utilizado la información publicada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) como una de las principales fuentes oficiales de información. Durante los últimos años, para facilitar el desarrollo profesional farmacéutico, se ha incluido información codificada sobre problemas de suministro publicados por la AEMPS. Además, mensualmente se publica en la sección Alertas y comunicaciones de la AEMPS de Panorama Actual del Medicamento (PAM), un listado de nuevos problemas de suministros y otro con los problemas de suministro ya resueltos hasta la fecha.

El Consejo General en su misión de facilitar el avance profesional farmacéutico en beneficio de la sociedad, ha ido actualizando sus diferentes servicios de información, como son en este caso Bot PLUS y Panorama Actual del Medicamento (PAM).

Una de las principales fuentes oficiales para la obtención de información es la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En el caso de la información sobre problemas de suministro oficialmente publicados por la AEMPS, desde el Consejo General se refleja la información publicada en la página web de dicha agencia.

Esta información se actualiza y codifica diariamente en Bot PLUS, de forma que al acceder a la ficha de un medicamento podamos visualizar de forma rápida a través de un pictograma, si el medicamento presenta problemas de suministro. Además, se incluye información adicional dentro de la pestaña de problemas de suministro, con fechas sobre el inicio y fin del problema de suministro, observaciones de la AEMPS sobre el tipo de problema y en algunos casos, la nota informativa publicada por la AEMPS.

Todos estos datos permanecen constantemente actualizados. Adicionalmente, en el Consejo General se realiza una revisión diaria de esta información, para poder extraer aquellos casos que pueden plantear más dudas en la oficina de farmacia, por carecer de sustitutos. Esta información se traslada puntualmente a todos los COF.

Por otro lado, se publica mensualmente en la sección de Alertas y comunicaciones de la AEMPS de Panorama Actual del Medicamento (PAM), un listado de nuevos problemas de suministro y otro con problemas de suministro ya finalizados, hasta la fecha de cierre de cada número.

A continuación se describen las opciones de consulta de esta información en Bot PLUS:

Mediante pictogramas, asociados a los correspondientes mensajes de advertencia, se puede visualizar de forma rápida si el medicamento se encuentra afectado por problemas de suministro, con tan solo entrar en su ficha (Tabla).

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Figura 1. Pictogramas y mensajes de advertencia asociados a los problemas de suministro de medicamentos.

Esta información la podemos visualizar, en el pictograma de la parte superior de cada ficha, y dentro de la pestaña de “Advertencias” del medicamento. Está disponible tanto para profesionales, como para los propios pacientes cuando se consulta Bot PLUS WEB en abierto, ofreciendo información actualizada sobre la disponibilidad de su tratamiento (Figura 1).

Para obtener más información, en los medicamentos afectados, aparece una pestaña específica sobre “Problemas de suministro” en la que se puede ampliar la siguiente información (Figura 2):

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Figura 2. Información ampliada sobre problemas de suministro.

  • Estado del problema de suministro según la información de la AEMPS: activo o resuelto.
  • Fechas de inicio y fin previstas, cuando se conocen.
  • Observaciones de la AEMPS: ofrece información sobre el tipo de problema de suministro (“Desabastecimiento temporal”; “Se puede solicitar como medicamento extranjero”; “Existen otros tratamientos con el mismo principio activo y para la misma vía de administración”; “El titular de autorización de la comercialización está realizando una distribución controlada al existir unidades limitadas” y en el caso de no existir sustitutos para el medicamento afectado: ” El médico prescriptor deberá determinar la posibilidad de utilizar otros tratamientos”).
  • Documentos relacionados: cuando ha sido publicado, se adjunta la Nota informativa de la AEMPS.

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Figura 3. Búsqueda libre de medicamentos que llevan el mensaje de advertencia “MEDICAMENTO CON PROBLEMAS DE SUMINISTRO”.

Esta información puede ser explotada también a través de las búsquedas libres, una opción de Bot PLUS que permite obtener listados específicos de medicamentos, en este caso, todos aquellos medicamentos con problemas de suministro publicados por la AEMPS.

Para ello, en la pantalla de búsquedas libres, accedemos al “bloque” correspondiente a los mensajes de advertencia, donde está disponible el mensaje “MEDICAMENTO CON PROBLEMAS DE SUMINISTRO”, el cual, nos permitirá obtener un listado con todos los medicamentos con problemas de suministro activos en ese momento (Figura 3).

Farmacoterapia de las patologías autoinmunes

El conocimiento sobre las enfermedades autoinmunes adquirido en los últimos años, ha permitido la reciente introducción de nuevos medicamentos que han supuesto al menos una acción más específica sobre el sistema inmune, permitiendo ralentizar en algunos casos la evolución de la enfermedad, y no solo paliar su sintomatología.

La respuesta inmunitaria sigue dos vías distintas y complementarias:

  • La respuesta inmunitaria innata, que es rápida, poco precisa y carece de memoria. En ella intervienen fundamentalmente los granulocitos y los monocitos, que atacan a las estructuras que no reconocen como propias.
  • La respuesta inmunitaria adaptativa, que es más lenta, más selectiva y deja memoria en el organismo. Las células implicadas son los linfocitos T colaboradores y los linfocitos B que reaccionan frente a antígenos extraños y son tolerantes a los propios.

La autoinmunidad es una respuesta inmune de tipo humoral y/o celular frente a antígenos propios. Las patologías autoinmunes son consecuencia de un defecto en la regulación del sistema inmune que pierde la tolerancia a lo propio. Se caracterizan por la producción, bien de anticuerpos, bien de células efectoras, que reaccionan contra los propios tejidos. A la mayoría de estas enfermedades se le atribuye generalmente una etiología multifactorial, en la que tiene un papel importante la sensibilidad genética, junto a factores ambientales desencadenantes.

Las manifestaciones clínicas de las enfermedades autoinmunes dependerán de la distribución del autoantígeno. Podemos considerar así dos tipos de enfermedades autoinmunes:

  • Enfermedades autoinmunes órgano-específicas (la reacción inmune afecta a un único órgano).
  • Enfermedades autoinmunes sistémicas (puede afectar a cualquier órgano).

En el tratamiento de las enfermedades autoinmunes el objetivo último es suprimir el componente inflamatorio patológico y restaurar la autotolerancia inmunológica preservando la capacidad de organizar una respuesta inmunitaria adecuada frente a la invasión por un agente patógeno.

Artritis reumatoide. Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones pero que, en su evolución, puede acompañarse de enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal, afecciones pulmonares y gastrointestinales, infecciones, tumores y depresión. Existen dos formas clínicas con diferentes niveles de gravedad. La más común, que afecta aproximadamente al 90% de los casos, se caracteriza por síntomas leves. El restante 10% sufre una forma más grave, con un patrón evolutivo muy agresivo.

La artritis reumatoide se basa en la activación anómala de procesos implicados en la respuesta inmune e inflamatoria defensivas. Su causa se considera multifactorial (genéticos, hormonales, ambientales), consecuencia de la acción de diversos factores externos sobre individuos genéticamente predispuestos, y puede asociarse a otras enfermedades autoinmunes.

Salvo en los casos de remisión espontánea, la enfermedad no tiene curación. La reducción de la inflamación sinovial es el objetivo principal del tratamiento además de conseguir la remisión de la enfermedad o, al menos, bajos niveles de progresión, para lo cual se debe abordar el tratamiento de forma precoz. Los fármacos utilizados: AINE, corticosteroides, fármacos antirreumáticos sintéticos (FAMEs) especialmente metotrexato (fármaco de referencia), fármacos antirreumáticos biológicos (FAMEb) y sus biosimilares y fármacos antirreumáticos sintéticos dirigidos (FAMEsd).

Como medidas no farmacológicas se encuentran la deshabituación tabáquica, la adherencia a la dieta mediterránea, la fisioterapia, el uso de dispositivos y adaptaciones ortopédicas y la adopción de hábitos saludables. Se recomiendan también otras terapias complementarias (yoga, tai-chi, hidroterapia, acupuntura).

Psoriasis. Es una enfermedad inflamatoria crónica de origen autoinmune que puede afectar a la piel, uñas, articulaciones (artritis psoriásica) y, menos frecuentemente, a las mucosas (10% afectación ocular). Se manifiesta con una gran variabilidad clínica entre distintos pacientes y a lo largo del tiempo para un mismo paciente, pudiendo coexistir, en un momento dado, distintas formas clínicas. Puede complicarse con algunas infecciones y se asocia con depresión y ansiedad, con riesgo cardiovascular y con el de padecer diabetes y síndrome metabólico.

Se desconoce la causa exacta de la psoriasis pero se considera que es el resultado de la exposición a factores ambientales en individuos genéticamente predispuestos.

El objetivo del tratamiento es mantener la piel libre de lesiones durante el máximo tiempo ­posible o conseguir que remitan. El tratamiento dependerá del área afectada, su localización, la presencia o ausencia de artritis y el espesor de las placas y escamas. Para estimar la gravedad del proceso puede recurrirse a índices y escalas que permiten tomar decisiones terapéuticas estandarizadas y valorar la respuesta al tratamiento de forma más objetiva.

El tratamiento tópico está indicado en la psoriasis en placas leve a moderada y como tratamiento adyuvante en situaciones más graves. Se utilizan corticosteroides, análogos de vitamina D, retinoides y queratolíticos (brea de hulla, ácido salicílico).

  • Los corticosteroides tópicos están fundamentalmente indicados en la psoriasis en placas. Su selección dependerá de la localización y gravedad de las lesiones y la edad del paciente. Se administran en ciclos de corta duración de forma intermitente.
  • Los análogos de la vitamina D (calcitriol, calcipotriol y tacalcitol) tienen un efecto modulador de la respuesta inmunitaria. Se emplean en la mayor parte de los tipos de psoriasis y son la opción preferida como tratamiento de mantenimiento. Se emplean en psoriasis vulgar leve a moderada con menos del 35% de superficie corporal afectada.
  • La brea de hulla o coaltar es una mezcla compleja de hidrocarburos que reduce el número y tamaño de las células epidérmicas. Se emplea tanto en la psoriasis como en otras condiciones descamativas como la dermatitis seborreica o la caspa.
  • Los retinoides, administrados por vía tópica, tienen una eficacia similar a los corticosteroides tópicos en pacientes con psoriasis en placas. En este grupo se encuentran tazaroteno y acitretina. Esta última se utiliza sólo en tratamiento sistémico. Es el fármaco de elección en atención primaria y está indicada en psoriasis extensa grave que no responde a otros tratamientos y psoriasis palmoplantar pustular.

La fototerapia es el tratamiento de elección en aquellos casos diseminados o refractarios al tratamiento tópico. Se pueden utilizar rayos ultravioleta B (UVB) u optar por la fotoquimioterapia (PUVA) en las que se administra previamente un psoraleno que actúa como fotosensibilizante.

El tratamiento sistémico está indicado en psoriasis extensas que no responden a otros tratamientos, formas eritrodérmicas y pustulosas y formas incapacitantes (artropatía psoriásica). Se emplean medicamentos con efectos antiproliferativos, como los retinoides (acitretina), fármacos inmunosupresores clásicos (metotrexato o ciclosporina) y fármacos biológicos. El tratamiento debe personalizarse teniendo en cuenta la edad, el fenotipo de la enfermedad y su patrón de actividad, comorbilidades, posibles planes de concepción y tratamientos previos.

La exposición solar, los baños de mar, el mantenimiento de una buena hidratación y la supresión del alcohol y el tabaco mejoran la situación de estos pacientes.

Espondilitis anquilosante. Es una patología inflamatoria crónica de origen autoinmune que forma parte de un grupo de patologías reumáticas conocido como espondiloartropatías, caracterizado por la afectación predominante de las articulaciones axiales y periféricas, y de la entesis. Se manifiesta fundamentalmente con dolor en las vértebras y rigidez matutina que remite con el ejercicio. Puede presentar también otras manifestaciones como uveítis, alteración del funcionamiento vesical, disfunción eréctil, insuficiencia aórtica e insuficiencia respiratoria y puede asociarse, en algunos casos, a otras enfermedades autoinmunes como la psoriasis o la enfermedad de Crohn. La etiología tiene un evidente componente genético.

El objetivo del tratamiento es mantener la funcionalidad del paciente reduciendo el componente inflamatorio. El tratamiento debe establecerse de forma personalizada y teniendo en cuenta la importancia del abordaje multidisciplinar que incluye ejercicio, prevención de fracturas, medicación y cirugía. Los fármacos más empleados para tratar el dolor y la inflamación son los AINE, y los corticoides pueden emplearse puntualmente de forma local si no responde a otros tratamientos. Si el paciente no responde a los AINE o sulfasalazina se recurrirá a los fármacos biológicos (anti-TNF-α). El reposo está absolutamente contraindicado. El paciente tiene que realizar algún tipo de ejercicio.

Lupus eritematoso sistémico (LES). Es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar a la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones y el sistema nervioso. Es un proceso con una enorme variabilidad en su presentación clínica. Los casos que se manifiestan en la infancia presentan mayor gravedad y aparecen frecuentemente asociados a inmunodeficiencias primarias. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son las cutáneas. El lupus cutáneo agudo se caracteriza por la lesión en alas de mariposa, una erupción que afecta a las mejillas y a la nariz. También pueden aparecer aftas orales, alopecia y reacciones de fotosensibilidad. Además de las manifestaciones cutáneas, destacan la astenia y las artralgias. Puede verse afectado cualquier órgano, desde el riñón, hasta el SNC (lupus neuropsiquiátrico), el aparato cardiopulmonar o el digestivo. Se desconoce la causa exacta del lupus pero se considera que es el resultado de la interacción de factores ambientales y hormonales en individuos genéticamente predispuestos.

El objetivo del tratamiento será controlar la actividad de la enfermedad para evitar el daño irreversible secundario tanto a la propia enfermedad (renal, cardiovascular, neurológico), como a los tratamientos (especialmente a los glucocorticoides). Para ello, el primer paso a considerar será la prevención de los brotes, evitando la exposición a factores desencadenantes. Debe considerarse igualmente paliar o evitar los efectos adversos de la medicación. Entre los fármacos empleados encontramos AINE, antimaláricos, glucocorticoides, inmunosupresores no biológicos (azatioprina), terapias biológicas (belimumab, rituximab). La elección del tratamiento dependerá de los síntomas que presente el paciente (vinculados al tipo de defecto inmunológico existente), su duración y gravedad.

Síndrome de Sjögren (SS). Puede presentarse aislado (SS primario) o asociado a otras patologías autoinmunes como la artritis reumatoide o el LES (SS secundario). El SS primario es una exocrinopatía autoinmune progresiva, en la que la infiltración linfocitaria de las glándulas conduce su disfunción. Predomina en el sexo femenino y aparece con mayor frecuencia alrededor de los 30 años y en mujeres posmenopáusicas. En la mayoría de los pacientes las manifestaciones clínicas más frecuentes son la sequedad ocular (xeroftalmia) y oral (xerostomía), que pueden acompañarse también de sequedad nasal, cutánea y vaginal. La etiopatogenia es multifactorial. La variabilidad en sus manifestaciones clínicas sugiere además la existencia de diferentes mecanismos patogénicos en distintos grupos de pacientes.

El objetivo del tratamiento es paliar los síntomas, mejorar la calidad de vida de los pacientes, y prevenir daños. La elección del tratamiento se basará en la evaluación de los síntomas y las manifestaciones extraglandulares que presente el paciente. Es esencial el seguimiento oftalmológico y estomatológico.

Esclerosis múltiple. Es una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune del SNC. Se caracteriza por la presencia de múltiples placas diseminadas de desmielinización, distribuidas a lo largo del cerebro y la médula espinal, dando lugar a múltiples y variados síntomas y signos de disfunción del SNC. El curso de la enfermedad es variable, con un carácter lentamente progresivo, con remisiones y exacerbaciones recurrentes. Las manifestaciones clínicas son muy variadas y dependen de los nervios afectados. Así, pueden observarse alteraciones musculares y de la coordinación, sensoriales, alteraciones neurológicas, trastornos visuales o disfunciones sexuales. El desarrollo de la enfermedad se atribuye a la exposición a factores de riesgo ambientales de individuos genéticamente predispuestos. Se han identificado factores de riesgo genéticos y ambientales (infección previa por virus, tabaco, toxinas ambientales y niveles bajos de vitamina D). Se observa un efecto protector de los estrógenos y progestágenos y de niveles altos de testosterona. En la etiopatogenia de la enfermedad se consideran dos fases, en primer lugar un proceso inflamatorio autoinmune que se manifiesta por brotes, y en el que se producen lesiones desmielinizantes y, en segundo lugar, un proceso degenerativo, consecuencia del daño neuronal irreversible. Se ha propuesto que un antígeno, todavía desconocido pero probablemente de origen externo (posiblemente un virus), desencadenaría, por mimetismo molecular con la fracción proteica de la mielina, la reacción autoinmune.

Los objetivos del tratamiento son reducir la gravedad y la frecuencia de las recaídas, limitar la discapacidad persistente, aliviar los síntomas y promover la reparación tisular. El tratamiento debe contemplar tanto farmacoterapia como tratamiento rehabilitador, tanto físico como neuropsicológico. No existe un tratamiento farmacológico que cure la enfermedad y el tratamiento se aborda desde 3 perspectivas: tratamiento de fase aguda que reduzca la gravedad del brote y su repercusión posterior, tratamiento modificador de la enfermedad y tratamiento sintomático. El tratamiento rehabilitador mejora la capacidad motora y la calidad de vida de los pacientes y puede incluir fisioterapia, atención psicológica, terapia ocupacional y logopedia.

  • Abordaje de los ataques agudos o episodios iniciales: el tratamiento de elección para las recaídas agudas son los corticosteroides (metilprednisona, prednisona). En cuadros agudos graves resistentes a corticosteroides, la plasmaféresis en días alternos, produce excelentes resultados en más del 40% de los pacientes afectados.
  • Terapia modificadora de la enfermedad: este tratamiento busca reducir la frecuencia e intensidad de los ataques y prevenir la acumulación de discapacidad. En enero de 2018 se ha autorizado ocrelizumab (Ocrevus®) que es el primer fármaco eficaz en la esclerosis múltiple progresiva primaria.
  • Terapia inmunosupresora en las formas progresivas primarias: hasta ahora, el único abordaje eficaz en esta forma de la enfermedad era el uso de fármacos inmunosupresores, como ciclofosfamida, azatioprina y natalizumab. En la actualidad disponemos de ocrelizumab, un anticuerpo monoclonal humanizado, para el tratamiento de la esclerosis múltiple recurrente y la primaria progresiva.

Tratamientos sintomáticos en la esclerosis múltiple: los múltiples síntomas de la enfermedad pueden paliarse con un tratamiento adecuado.

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La guerra y la publicidad farmacéutica (II)

Resumen

Nadie, ni sabio ni lego, establecería como principal objetivo de la guerra el de mejorar los conocimientos científicos… y, sin embargo, se emplean para el dominio de unos países sobre otros. No sólo en la actualidad; ha sido así a lo largo de toda la Historia. No ha existido imperio alguno, ni poder interno de un grupo sobre otro, sin primacía científico-tecnológica. Así fue con los egipcios, los griegos, los romanos, los árabes, los españoles durante el Siglo de Oro, los franceses, los ingleses o los norteamericanos en el presente.

Para completar lo expuesto en la primera parte de éste artículo he de indicar que el Abactrim, de los laboratorios Roche, regaló también unas lujosas láminas (52 X 25 cm) dispuestas para ser enmarcadas, provistas de sus passepartout de diversos colores – marfil, marrón, verde, rojo, azul y blanco – con uniformes militares de gala. En nuestra colección poseemos seis. No sé si la tenemos o no completa, sí que todos ellos pertenecen a batallones ingleses, de los siglos XVIII y XIX, pertrechados con coloridos ropajes militares y hermosos morriones.

Apuntes historicos Figura 01

Figura 1.

No acabo de entender bien la estrategia publicitaria del producto. Se editó durante el año 1972, tres años antes de la muerte de Franco, cuando la dictadura decaía y no era preciso un homenaje militarista, menos encarnado en soldados ingleses. Si iba dirigido a médicos, no me los imagino expuestos en sus casas, y menos en sus consultas privadas. Es difícil visualizar tanto estas láminas, como las dedicadas a las grandes batallas, lujosamente enmarcadas sobre paredes enteladas o recubiertas de maderas nobles. No es buena idea ir al médico y encontrar la sala de espera convertida en el puesto de mando de una potencia extranjera. No proporciona demasiado sosiego al paciente. Tampoco puede pensarse en regalarlos a un pariente militar. En todos ellos, además del regimiento de pertenencia, aparece el nombre del medicamento y el año. Por poca cultura farmacológica que tuviera el soldado, cualquiera conocía la principal indicación del fármaco: contra las diarreas. Es difícil encontrar a un militar – desde soldado raso a general – dispuesto a hacer un homenaje al soldado diarreico, por la facilísima relación inmediata con la cobardía… no sé, tal vez, en el fondo, quien diseñó esa campaña para Roche era un furibundo antimilitarista o un criptorresistente ante la dictadura militar franquista y, por eso, es tan difícil de entender o, simplemente, hacían propaganda con lo más fácil, aparatoso y barato (Figura 1).

Apuntes historicos Figura 02

Figura 2.

Algo antes, en 1970, el Dualactón, en donde se aunaban un antibiótico de amplio espectro – la doxiciclina – con un antiinflamatorio – la bencidamina –, comercializado por los laboratorios Nezel-Minidrox de Barcelona, se publicitó mediante unas grandes láminas (40 x 32,5 cm) de soldados de caballería de diversas partes del mundo, aunque no había – o no hemos encontrado – ninguno español, con la figura levemente troquelada sobre el papel.

Todas las pequeñas ironías expuestas para los anteriores sirven para estas, si bien la calidad y el tamaño eran mayores y la publicidad farmacéutica no se imprimía directamente sobre la lámina, sino en una hoja de papel cebolla superpuesta a la misma, de manera tal que, quien quisiera emplearla en decoración, podía hacerlo retirando el sugerente papel publicitario, sin dejar indicio alguno de su procedencia (Figura 2).

Menos relación con la Farmacia, pero más con este farmacéutico escribano, tienen las siguientes dos colecciones de láminas regaladas por los laboratorios Fides (M. Cuatrecasas S. A.) (29 × 19 cm) de aviones militares de la primera y segunda guerra mundiales (Figura 3).

Apuntes historicos Figura 03

Figura 3.

Los de nuestra colección han sufrido algún cataclismo en forma de inundación, pero los conservamos con cariño por su rareza.

Uno no acabó la carrera pronto. Inmediatamente comencé a preparar mi tesis doctoral. Me ayudó una beca “Rafael Folch”, creada por mi maestro Guillermo Folch. Es la misma empleada, tras su fallecimiento, por muchísimos alumnos para completar sus estudios de tercer ciclo, en Historia o en otras materias farmacéuticas. Ahora son bastante más generosas que en mi época. Guillermo Folch cedió testamentariamente buena parte de su fortuna a ese menester. Antes de morir la dotación era menor pues, a pesar de dedicarse a la memoria de su padre, salía directamente de su bolsillo. Ese hombre, apasionado, sabio y millonario, como todos quienes alcanzan la fortuna, parecía bastante tacaño. Sin embargo, tanto en vida, como tras su muerte fue generosísimo. Existen muchos recuerdos a los antiguos profesores en nuestra facultad. Ninguno expreso a quien, sin parangón, ha sido el más desprendido de todos, con el museo, con los alumnos y con la propia facultad, mediante una generosidad no medida en grandeza intelectual – que también – sino en euros, empleados año a año en menesteres de docencia e investigación.

Uno había hecho todo lo posible para retrasar la incorporación a filas. El servicio militar, entonces, era obligatorio, pero concedían prórrogas por motivos de estudios. Acabada la carrera seguí solicitándolas por el doctorado, pero me veía en la tesitura de hacer el servicio con nietos, pues llevaba varios años casado. Entre ser un soldado más, sometido al albur del sorteo de quintos, o convertirme en un oficial de complemento, acorde con lo entonces estipulado para las llamadas milicias universitarias, opté por el IMEC (Instrucción Militar Escala de Complemento). Para entrar en ellas era obligatorio un muy exigente examen físico, otro médico y un tercero psicotécnico. Puesto a elegir opté por el Ejército del Aire. Creía – y luego comprobé – que estaba absolutamente profesionalizado y sus componentes, siendo excelentes militares, eran grandes caballeros en donde las actitudes personales o políticas, siempre que fueran discretas, no se tomaban en consideración. Había muerto Franco ya y estábamos en esa transición, ahora tan denostada, que nos condujo, luego de grandísimas dificultades al más largo periodo de libertad democrática en España, iniciado, preservado y animado, en su mayor parte, por el rey Juan Carlos I.

No pude acceder al cuerpo de Farmacia Militar – para el que había sólo dos plazas, en esa modalidad universitaria – y entré en el cuerpo de Armas y Servicios de Tierra. Es decir en las tropas destinadas a proteger los establecimientos militares aéreos. Eso nos llevó a un nutrido grupo de licenciados universitarios a la Academia del Aire de San Javier, en Murcia, concretamente al destacamento de Los Alcázares, en donde había estado instalado el servicio de hidroaviones del Ejército.

Allí, además de con un meneo corporal bastante considerable, me encontré con clases de muy diversas materias. Las recuerdo poco. Sólo la exigencia física e intelectual. Sí recuerdo, claro está, la Historia de la Aviación que nos impartía, con más buena voluntad que aptitudes docentes, un profesor de la Academia.

En las láminas ofrecidas hay muy pocas de la primera guerra mundial. Nosotros sólo tenemos el Martinsyde empleado por Francia a finales de la misma, pese a estar fabricado en Inglaterra.

La guerra de 1914-1928 fue la primera en dónde los campos de batalla se convirtieron en auténticas fábricas de muerte, merced al empleo sistemático de los avances tecnológicos del momento. Se utilizaron coches, motos, camiones, trenes de transporte, normales y blindados, los primeros tanques, ya imaginados por Rogerio Bacon y Leonardo da Vinci, artillería de muy grueso calibre, buques de todos los tamaños, globos aerostáticos, dirigibles y aviones; aparte de los gases tóxicos2. Los aspectos tácticos, incluso el valor individual, se sustituyeron por un esfuerzo de intendencia y de resistencia económica, por una guerra de desgaste en la cual, cada batalla, se convertía en una atroz carnicería, en una inhumana recreación del Bosco, con millones de fallecidos en aras de la supremacía económica y tecnológica, si bien los terrores de la guerra los sufrió la población civil, de manera indirecta y descarnada, pero todavía no descargaron sobre ella todas las furias del averno.

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Figura 4.

La segunda guerra mundial, a todo eso, añadió la tremenda supremacía aérea sobre los demás cuerpos de ejército. Durante la primera guerra mundial los aviadores encarnaron el último espíritu caballeresco, conservado en parte durante nuestra guerra civil en el combate aéreo. En la de 1939-1945, se convirtió en la mayor amenaza para los ejércitos y la población civil. Ciudades enteras desaparecieron bajo las bombas. Hiroshima y Nagasaki dejaron constancia de la posibilidad de la autodestrucción humana gracias al avance de la ciencia y la tecnología. De esa época tenemos las láminas de un par de biplanos, empleados al principio por americanos e italianos; el famoso Messerschmitt, el bombardero Heinkel, alemán, el no menos famoso caza japonés, Mitsubishi Zero y el caza de la Gran Bretaña, Spitfire. Sólo puedo pensar que estas láminas iban dirigidas a los hijos de quienes las recibían o que no había nada mejor en el mercado publicitario en ese momento (Figura 4).

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Figura 5.

Entre 1968 y 1969, sin contacto directo con la guerra, aunque sus logros están presentes en todos los conflictos contemporáneos, Antibióticos S.A., lanzó unas cuantas series muy interesantes, relacionadas con la conquista del espacio. Se trata de fotografías (21,5 × 15 cm) (Figura 5) de los proyectos espaciales de USA y la URSS, con unos textos divulgativos muy ajustados en la parte posterior de las mismas. Se explica la participación española en los de la NASA e incluso, se especula sobre la posibilidad de la vida en otros lugares del universo.

Un proyecto publicitario-divulgativo no relacionado con la Farmacia ni la Farmacología, pero muy interesante, destinado a la publicidad de la Maxilicina.

Antes de salir esas promociones al mercado, en el año 1966, Boehringer, para publicitar el Alupent, un específico para los espasmos bronquiales, empleó una serie de láminas (21 × 14,5 cm), de una gran belleza, aunque les falta un poco de primor en la reproducción, cedidas por el Museo Marítimo Nacional de Greenwich, en donde se recogen pinturas de barcos ingleses, entre ellos cuatro de guerra del siglo XVIII (Figura 6).

Años después, en 1973, fueron los madrileños laboratorios Morrith quienes utilizaron el envío quincenal de una lámina náutica para publicitar el Nerpime, un inyectable con acción sobre el herpes Zóster, la varicela y radiculitis víricas entre otras cosas. Emplearon fotografías de maquetas del Museo Naval de Madrid, algunas de buques de guerra del siglo XVIII (Figura 7).

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Figura 6.

Por último, el Regeneròn, unas ampollas bebibles contra las astenias, anorexias, inapetencia escolar y temas conexos, lo presentaba como una batalla ganada contra esos males, mediante una lámina (28,5 × 21,5 cm) de la batalla de Trafalgar. No sé cómo les iría.

Tampoco sé a quién iba dirigida la campaña. Si a españoles, la batalla no se ganó, precisamente, si bien fue la más honrosa derrota sufrida jamás por la Armada española, fiel a sus compromisos, leal al horroroso mando francés e imperturbable ante la deserción de parte de los gabachos, lo cual pagó con la sangre de los mejores marinos españoles del momento: Gravina, Churruca, Alcalá Galiano… y, en el bando inglés, el Almirante Nelson. Entonces, como ahora, la Historia no era el fuerte de los publicistas, pero la estampa es bonita (Figura 8).

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Figura 7.

Tras el artículo dedicado a la fábrica de medicamentos Bayer y a su influencia durante el primer franquismo3, han aparecido en el mercado editorial nuevas novelas en donde se recuerda su terrible papel en el holocausto y el de otros médicos alemanes, no relacionados con esta empresa, pero sí con otra de productos de agricultura4.

Apuntes historicos Figura 08

Figura 8.

Mientras en Europa emergen los nuevos fascismos, los autoritarismos antidemocráticos, de derecha e izquierda y los nacionalismos, xenófobos y antieuropeos, cada día los historiadores alumbran nuevos testimonios sobre lo sucedido en la Rusia estalinista y sobre la manera en que se efectuó el proceso de “desnazificación” en Alemania, quebrado en la parte occidental por las necesidades anti comunistas de la guerra fría y asimilado, en la Oriental, al comunismo sin grandes dificultades en la transición. En los lugares en donde hubo fascismo: Alemania, Italia, Francia, España, está resurgiendo con más o menos fuerza, desgajado de las derechas democráticas; una de las causas, probablemente, es la demonización efectuada por las izquierdas democráticas de sus opositores también democráticos.

Los comunistas y bolcheviques de distinta laya, sin embargo, siempre han sido aceptados en Europa como si hubieran sido ellos los salvadores de la Democracia, cuando se ha demostrado, sobradamente, su enemistad hacia la misma y, lo que es aún más grave, los crímenes cometidos en todos los países en donde han gobernado o gobiernan contra sus propios ciudadanos e incluso contra sus propios militantes, tanto en Rusia, como en China, Camboya o Corea del Norte. Sin embargo recorren orgullosos las calles, en un espectáculo insólito, proclamando a los cuatro vientos quien es o no demócrata, de la mano, muchas veces, de asesinos terroristas convictos y confesos.

Ya puse de manifiesto, en el anterior artículo, la diferencia entre la casa Bayer como entidad científica y la posición política de sus directivos. También la habilidad de los alemanes para hacer, en el pasado y en la actualidad, algunas de las mayores barbaridades contra los derechos humanos y, en otro ámbito muy distinto, contra los compromisos ético científicos y, sin embargo, hacerse pasar por uno de los pueblos más civilizados y serios de Europa, pese al holocausto, a las dos guerras mundiales, a la talidomida, al escándalo del diésel y a lo que se les ponga por delante. Con ese motor, Europa, no es extraño que ande gripada.

Cuando hablé de Vértice, no tenía en mis manos el ejemplar que ahora poseo. No lo hubiese conseguido si no es por la generosidad de Luis Estepa, un doctor en Filología, compañero de las mañanas en el Rastro, a donde vamos, mi mujer y yo, con la actitud del cazador: estar atentos a cuanto salga, pero no ir a la búsqueda específica de nada. El Rastro es un mercado de despojos. A sus aceras llegan los deshechos de los naufragios vitales, como a las playas los de los hundimientos de los barcos. Entre ellos hay muchos tesoros. En nuestro caso, cuando fallece un médico o un farmacéutico y sus herederos tiran a la basura cuanto él había conservado, con cariño, durante toda su vida y para ellos carece de ningún valor: nosotros lo rescatamos.

Entre los restos de los siniestros, entre las ruinas, siempre hay algún tesoro. Baste poner de manifiesto, por ejemplo, que hace muy pocos meses se vendieron el almoneda los cuadros, los muebles, los adornos y la biblioteca, dedicada, subrayada y completa, más algunos dibujos, de don Santiago Ramón y Cajal. Como por allí vamos, a primera hora de la mañana, algunos académicos, ciertos ex decanos, escritores, pintores y el antiguo director del Instituto Cervantes, se avisó a las instituciones oportunas, sin obtener respuesta de nadie. No se depriman. Hace unos días, un compañero italiano me contó cómo habían ido a la basura muchos objetos relacionados con Golgi, su compañero en el Premio Nobel y en la indiferencia posterior.

Nuestra misma colección empezó siendo para el Museo de Farmacia Hispana. Pese a la ayuda incondicional del entonces Decano, Benito del Castillo, fue imposible obtener financiación. Cobrar lo gastado se volvía prácticamente imposible por falta de documentos. Si se le pide factura a un vendedor volandero, además de no obtenerla, pierdes para siempre una fuente de abastecimiento. En una ocasión, para un objeto voluminoso y relativamente caro – un botiquín – hubimos de asistir al mercado, el Decano, el Gerente y yo mismo y redactar, cada uno, una memoria en donde testificábamos que lo dicho y pagado era cierto. No sé, sinceramente, cómo hay tantísimas trabas para evitar la pequeña corrupción, las cuales hacen dificultoso y casi imposible el trabajo cotidiano (personalmente, he abandonado la dirección de trabajos de investigación debido al exceso de burocracia) y, sin embargo, la gran corrupción, sobre todo en Ayuntamientos y Comunidades autónomas, sigue en todo su esplendor. Ni tampoco entiendo la ineficacia constante de las administraciones públicas frente a la actitud enérgica y tajante de la Hacienda Pública, al menos para quienes cobramos todo mediante factura.

Sin más circunloquios para colocarles en situación, nuestro amigo nos regaló un librito (17 × 24,5 cm) con tapas de un color negro hule. Sobre la portada, en rojo, un yugo y las flechas con el lema, también en rojo: Arriba España. En la contraportada, un mapa de España en rojo y, en la parte inferior izquierda tres banderas: la carlista, la de España y la de Falange (Figura 9).

Apuntes historicos Figura 09

Figura 9.

Como pueden suponer, miré a Luis extrañado. Compro cosas de todo tipo, sobre todo cuando escribí la biografía de Giral, pero no entendía el regalo.

—Mira dentro, me dijo.

Dentro venía, en la primera página, escrito en español y alemán: LA ESPAÑA NACIONAL. Hoja conmemorativa de su combate heróico (sic.) por la Libertad de España. Editada por los Laboratorios <Bayer> Leverkusen.

Sigue con una fotografía y firma del Generalísimo y una biografía (todo el texto es bilingüe) hasta la página 10; desde la 11, fotografía y biografía de José Antonio y Falange; desde la 19 del general Queipo de Llano, en cuya reproducción fotográfica aparece la siguiente dedicatoria: La casa Bayer se ha hecho acreedora de nuestro elogio y afecto al instalar, en momentos difíciles, su laboratorio y oficinas en Sevilla contribuyendo a dar trabajo a la zona de mi mando. Firmado el 9 de noviembre de 1937.

Se habla luego del embajador alemán en España, el Dr. von Stoher; de los generales Mola, Varela y Aranda; añaden unas hermosas vistas fotográficas de Sevilla, se hace una historia de la República, evidentemente favorable al bando franquista, extraída de un libro de José Juanes5; un texto del Fugitivo6, fotografías de Franco y Yagüe, del desfile en Málaga tras su conquista; fragmentos del poema de José María Pemán, La Bestia y el Ángel y el Romance de los muertos en el campo, del mismo autor, la historia de la defensa de Toledo por el General Moscardó, con abundantes fotografías del estado en que quedó el Alcázar; un reportaje sobre la mujer en Falange, acompañado de un retrato de Pilar Primo de Rivera, brazo en alto y, de la página 66 a la 80, escrita sólo en alemán; lo cual nos hace sospechar que es un folleto pensado más para uso interno de los alemanes antes que de los españoles. Acaba con el himno de Falange, el Cara al sol y el Boinas rojas, del requeté.

El texto no lleva fecha de edición. De su contenido se deduce que en 1937 se llevó a la imprenta. Da fe del absoluto compromiso de Bayer con la causa franquista. Por si quedaran dudas, editaron otros dos reportajes: Bayer en la España nacional, desde la página 56 a la 61 y El coche sonoro <Bayer> en los hospitales de la España Nacional, página 46 a 52.

Apuntes historicos Figura 10

Figura 10.

En el primero, el director de Bayer España, Alfred Sommer, revive los angustiosos días en que abandonaron sus domicilios de Barcelona y Madrid para, vía Portugal, ponerse a disposición del Glorioso Movimiento Nacional y reorganizar los servicios de Bayer desde Sevilla. Indica lo difícil que se le hace vivir un año y medio de guerra. Explica su decisión de no esperar a que acabara el conflicto, sino reconstruir la compañía desde Sevilla y así asegurar el abastecimiento de medicamentos y sueros a todo el ejército franquista y a todas las zonas liberadas. Lo cuenta como una reacción ante la incautación por parte de las autoridades republicanas de sus bienes personales y sociales, lo cual les llevó a un absoluto compromiso con el general Franco.

Al servicio de los hospitales puso un coche dotado de los medios necesarios para poder efectuar proyecciones mediante las cuales distraer a los soldados, preferentemente a los enfermos o heridos: el coche sonoro Bayer (Figura 10).

De momento esto es todo – poseemos mucho más material – sobre el feo tema de la guerra y sus tecnologías, empleado también ¡quién lo diría! en la publicidad de los medicamentos.

Costes y ahorros asociados a la prescripción farmacéutica en patologías menores

Muchos sistemas de salud del mundo han comenzado a desarrollar programas de prescripción farmacéutica con el objetivo de mejorar la eficiencia del sistema. Aunque se han desarrollado diversos programas en este sentido, cobra un gran interés el dirigido al manejo de patologías menores, pues son responsables del 13% de las consultas y hasta del 5% de las visitas a Urgencias, según ha estimado un estudio realizado en Escocia – que calculó un ahorro anual superior a 1.000 millones de £ –. Desde 2011 los farmacéuticos de Saskatchewan, una de las provincias de Canadá, comenzaron a poder prescribir una lista de fármacos para una variedad de patologías menores, los cuales sólo podían ser haber sido prescritos con anterioridad por un médico, recibiendo a cambio una remuneración de 18 Can$ por cada intervención. Para un buen fin de estos programas, es necesario demostrar – además de la efectividad y seguridad de los mismos – su eficiencia. Por ello, los autores3 analizaron el impacto del programa de prescripción farmacéutica en patologías menores (PPFPM) en Saskatchewan desde la perspectiva del financiador del servicio y de la sociedad.

Los datos para el estudio se extrajeron de un cuestionario online a individuos que habían consultado a un farmacéutico como parte del PPFPM. El estudio estimó los costes del programa y del escenario alternativo sin el mismo, calculando el potencial ahorro de costes asociado a dicho programa. Posteriormente se estimó el retorno de la inversión (ROI por sus siglas en inglés: Return On Investment) – cociente entre el ahorro neto obtenido y la inversión realizada – que estima el rendimiento del programa (cuántos euros se obtienen por cada euro invertido).

Desde la perspectiva del financiador del sistema de salud se consideraron sólo los costes directos al sistema de salud. En el escenario del PPFPM se incluyó la remuneración del farmacéutico y los fármacos prescritos por éste; en el escenario alternativo se consideraron los costes de las consultas médicas, las visitas a urgencias y los fármacos prescritos por los médicos. El estudio realizado desde una perspectiva social, además de los costes directos, se incluyeron los de tipo indirecto como pérdida de productividad laboral y los soportados por el propio paciente – desplazamientos, tiempos de espera, medicamentos sin receta – o por el farmacéutico – formación para el programa –.

Los resultados mostraron un ahorro anual, asociado al PPFPM, de unos 200.000 Can$ desde la perspectiva del financiador, aumentando hasta los 800.000 Can$, desde la de la sociedad; el ROI estimado a los 5 años fue de 0,04 y 2,53 respectivamente (Tabla 3).

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Los autores concluyen que el programa de prescripción farmacéutica para enfermedades menores conduciría a un ahorro de costes para el sistema de salud, siendo dicho ahorro neto muy superior para la sociedad en su conjunto.

El estudio analizado es interesante; no obstante presenta unas características que lo sitúan muy por debajo del estudio anteriormente descrito, realizado por personal de enfermería: se basa en un cuestionario online en donde se pregunta a las personas qué harían en vez de haberse realizado sobre datos reales de un grupo de intervención y otro de control, debidamente aleatorizados ambos; asimismo, este estudio no analiza los resultados de salud obtenidos por la prescripción, ni los problemas de seguridad que potencialmente pueden ocurrir, tanto en el grupo de prescripción médica como en el de prescripción farmacéutica. En definitiva, se trata de un ejercicio basado en asunciones y respuestas subjetivas de los intervinientes.

Eficiencia del cambio de antipsicóticos orales a inyectables depot

La esquizofrenia constituye un importante problema de salud en la sociedad actual; en Alemania se estima una prevalencia de 0,8%-0,9% en personas de 18 a 65 años. El coste directo del manejo de la enfermedad alcanza el 1,6%-2,6% del coste sanitario total, llegando hasta los 18.000 anuales por paciente; las hospitalizaciones son el determinante principal del coste.

Los antipsicóticos depot, que tienen la ventaja de una frecuencia de administración mucho menor, han mostrado una mejora de la adherencia en los pacientes, traduciéndose en una menor tasa de hospitalizaciones y de la duración de la estancia. Por ello, los autores2 analizan si la administración de un antipsicótico depot (AD) reduce la tasa de hospitalización respecto de los antipsicóticos orales (AO) así como el coste total en el sistema de salud alemán. Para ello se diseñó un estudio pre-post en 132 pacientes de 18-65 años, que estaban siendo tratados con AO y a los que se cambió a AD. El resultado principal fue la tasa de hospitalizaciones, que fue comparado entre una fase inicial – 6 meses antes del cambio, con AO – y una fase posterior – 6 meses tras el cambio a AD –. Los resultados secundarios fueron el número de episodios de esquizofrenia, la duración media de la hospitalización, la frecuencia de visitas a urgencias y de consultas médicas y el número de días de trabajo perdidos como consecuencia de la enfermedad. Se realizó un análisis de impacto presupuestario para estimar la variación del coste anual total entre las dos opciones de tratamiento, AO y AD.

Los resultados mostraron una reducción del coste directo: la tasa de hospitalizaciones fue significativamente menor cuando el tratamiento se cambió a AD que cuando se administraba anteriormente mediante AO (1,6 vs. 0,63 respectivamente); asimismo, se redujo la duración de la estancia hospitalaria (5,56 vs. 27,39 días, respectivamente). El coste indirecto se redujo pero no de forma significativa (15,80 vs. 40,06 días de pérdida de productividad). El número de episodios psicóticos, sin embargo, sí se redujo de forma significativa: 2,58 vs. 0,41; finalmente, no se modificó significativamente el número de consultas al psiquiatra. Como consecuencia de lo expuesto, se estimó una reducción del coste directo por paciente superior a 5.000 , siendo la reducción de las hospitalizaciones el principal determinante del ahorro (Tabla 2).

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Los autores concluyen que los resultados obtenidos sugieren que el tratamiento de la esquizofrenia con antipsicótico depot, en sustitución de antipsicótico oral, reduce significativamente el coste para el sistema de salud, principalmente asociado a una reducción de la frecuencia y duración de la estancia hospitalaria.

Coste-efectividad de un programa de atención a pacientes con gota

La gota es el proceso artrítico inflamatorio más prevalente. Se produce como consecuencia de la acumulación en exceso de cristales de urato sódico que llegan a precipitar en la articulación originando un gran dolor y deteriorando muy notablemente la calidad de vida del paciente. Además de reducir la ingesta de alcohol, fructosa y alimentos con purinas, así como el sobrepeso, se necesita la administración de un tratamiento farmacológico reductor de urato. Sin embargo, el manejo de estos pacientes no es óptimo. Una prueba piloto en Gran Bretaña obtuvo un 92% de pacientes con concentraciones séricas por debajo del umbral terapéutico (<360 μmol/L, <6 mg/dL). Por ello, los autores1 analizan la eficacia y coste-efectividad de un programa de cuidado de pacientes con gota respecto del cuidado médico usual.

Se diseñó un estudio controlado y aleatorizado en 56 clínicas durante un seguimiento de dos años en pacientes con gota. El grupo de control estuvo formado por los pacientes asignados al cuidado médico usual. En el grupo de intervención, tras un periodo de formación para los profesionales participantes, se educó sanitariamente a los pacientes realizándose un estrecho ­seguimiento y control de los mismos. El tratamiento farmacológico consistió en alopurinol 100 mg/día, aumentando si fuera necesario en 100 mg cada 3-4 semanas en función de la concentración sérica de urato, hasta un máximo de 900 mg/día. Como tratamiento de segunda línea se administró febuxostat 80 mg/día, aumentando si fuera necesario hasta una dosis máxima de 120 mg/día, o benzbromarona 50 mg/día, aumentando en 50 mg hasta 200 mg/día en caso de necesidad.

Al inicio se registraron variables básicas, como edad, sexo, historia de la gota, tratamientos, comorbilidades y calidad de vida (mediante el instrumento genérico SF-36 y el específico Gout Impact Scale); asimismo, se registró el Índice de Masa Corporal, los tofos subcutáneos (agregados de cristales de urato) y las mediciones de urato sérico y de creatinina. La variable principal fue el porcentaje de pacientes que alcanzan concentraciones de urato sérico inferiores a 360 μmol/L. Entre las variables secundarias se evaluó la variación de la calidad de vida al año y dos años, así como el ratio coste-utilidad incremental (RCUI). Los costes incluidos en el análisis fueron el del manejo de los brotes y el tiempo del profesional

Se estimó un tamaño de muestra de 512 pacientes para ­analizar una diferencia del valor de la calidad de vida de 0,74 con un poder estadístico del 80% y un nivel de significación del 5%, estimando un 10% de pérdidas. El análisis coste-utilidad se efectuó desde la perspectiva del sistema nacional de salud británico para el horizonte de toda la vida de los pacientes, para lo cual se diseñó un modelo de Markov con 4 estados de salud, concordantes con sendas concentraciones de urato.

A los 2 años, el 95% de los pacientes del grupo de intervención alcanzaron concentraciones objetivo de urato sérico comparado con el 30% de los del grupo de cuidado médico usual (RR: 3,18; IC95: 2,42-4,18); la dosis media de alopurinol fue de 460 mg/día en el primer grupo y de 230 mg/día en el de control. El componente físico del SF-36, pero no el mental, mejoró de forma significativa en el grupo de intervención (diferencia a 2 años: 3,48; IC95: 1,20-5,75). El coste fue superior en el año 1 en el grupo de intervención, pasando a un ahorro de costes ya en el año 5; la consecuencia fue un estado de dominancia a partir de dicho año (Tabla 1).

FARMACOECONOMIA-1

Los autores concluyen que la intervención profesional, que comprende la educación suministrada para que los pacientes con gota se comprometan a ­actuar ­adecuadamente, conduce a que más del 90% de los mismos alcancen los objetivos terapéuticos, siendo la intervención eficaz y eficiente.

Es importante señalar que este muy bien diseñado estudio se corresponde con el de una intervención profesional realizada por personal de enfermería. En un momento en el que el profesional farmacéutico desea ampliar sus funciones profesionales con el objetivo de mejorar los resultados de salud de los pacientes, es absolutamente imprescindible la realización de estudios científicos que, como el presente – publicado en la muy prestigiosa revista biomédica The Lancet – muestren sin lugar a dudas unos resultados adecuados de eficacia, seguridad y eficiencia. Así, y sólo así, se podrá alcanzar el objetivo deseado.

Consideraciones veterinarias en la terapéutica gastroentérica de pequeños animales

Resumen

Son muchas las patologías que afectan al sistema digestivo de nuestras mascotas, perros y gatos. Por su similitud con patologías que suceden en las personas, tenemos tendencia a tratarlas de igual forma, sin tener en cuenta que existen grandes y pequeñas diferencias que pueden hacer que, por desconocimiento, esas patologías sigan desarrollándose e incluso empeorando.

CONSIDERACIONES GENERALES

Las diferencias entre especies deben conocerse para poder establecer tratamientos eficaces en base a la naturaleza de los individuos. A continuación, señalaremos algunos aspectos que habremos de tener en cuenta a la hora instaurar la terapéutica de los procesos digestivos en perro y gato. Humanos, perros y gatos son mamíferos vertebrados pero mientras que el hombre es omnívoro, felinos y caninos son carnívoros, además los humanos, los perros y los gatos carecen de la enzima α-amilasa en la saliva (enzima que inicia el proceso de descomposición del almidón) y los perros tienen menos papilas gustativas que los humanos, siendo el pH de su saliva es más alcalino.

En el perro, la velocidad de deglución de los líquidos oscila entre los 80 y los 100 cm3 por segundo, mientras que en el gato es de sólo 1 a 2 cm3 por segundo. Tal vez ello explique la tendencia de los gatos a desarrollar esofagitis si se administran formas medicamentosas sólidas por vía oral sin agua, ya que se ha demostrado que las “pastillas” tienden a quedarse en el esófago.

El tiempo de transito de los alimentos por el aparato digestivo en el hombre es de 30-50 horas, mientras que en el perro es de 12-30 horas y en los gatos 12-14 horas. El pH del estómago canino es más acido que el estómago humano. El intestino delgado del perro presenta una longitud que oscila entre 1,8-4,8 m, el del gato mide aproximadamente 1,3 m y el del hombre 6-7 m. La duración de la transmisión de los alimentos al intestino delgado en el perro oscila entre 1-2 horas, en el gato 2-3 horas y 6-8 h en el hombre. El intestino grueso del perro tiene una longitud media de 0,6 m, el del gato adulto de unos 0,4 m y el de humanos 1,5 m.

En relación al vaciado del estómago el píloro y el antro funcionan como si fueran una sola unidad. En el caso del perro, las partículas alimentarias suelen medir menos de 2 mm antes de pasar por el píloro. Las partículas más grandes y difíciles de digerir no salen del estómago hasta que finaliza el periodo interdigestivo (una vez completada la digestión). En los perros sometidos a ayuno, el complejo motor migratorio favorece el paso de las partículas de mayor tamaño al intestino. Este proceso recibe también el nombre de “movimiento de limpieza doméstica”. El impulso eléctrico de los gatos es distinto al de los perros: estimula el movimiento un complejo migratorio de puntos que puede realizar la misma función.

La cantidad de bacterias del intestino delgado de un perro es menor a 104 UFC/l (unidades formadoras de colonias/litro), a diferencia del íleon distal, donde puede sobrepasar los 106 UFC /l. Los estreptococos y los lactobacilos predominan en el duodeno y el yeyuno, mientras que Escherichia coli y las bacterias anaeróbicas se encuentran en mayor proporción en el íleon. En el gato, el cálculo de bacterias duodenales es mucho más elevado y oscila entre 2,2 × UFC 105 y 1,6 × 108 UFC/l. Las bacterias más frecuentes en el gato son Pasturella, Bacteroides, Eubacteria y Fusobacteria. En el hombre se describen 104 UFC/ml en el duodeno proximal y hasta 107 UFC/ml en el íleon terminal.

En cuanto a las consecuencias terapéuticas, la estructura del esófago, también, presenta diferencias: en el perro la musculatura es estriada, en humano es estriada y lisa, mientras que en el gato es lisa. La deglución en el perro es un proceso somato-motor, mientras que en el gato es somato-visceral. Este hecho podría facilitar la propensión, como dijimos, de los felinos a retener cuerpos extraños en la parte distal del esófago, ­incluidos los medicamentos que si son muy ácidos que pueden causar irritación severa.

En los carnívoros la absorción de fármacos tiene lugar principalmente en el tracto digestivo anterior, gracias a la gran diferencia de pH con el plasma. El efecto de primer paso tiene suma importancia, pero a su vez presenta grandes variaciones entre perro y gato por las diferencias de metabolismo hepático. En medicina veterinaria, las diferencias cuantitativas entre especies en la Fase I y las diferencias cualitativas en el metabolismo de la Fase II se conocen desde hace varias décadas; algunos ejemplos son la escasa capacidad de los gatos para llevar a cabo algunas glucuronidaciones y la deficiencia de los perros para las reacciones de acetilación.

Como comentamos al principio, son muchas las patologías digestivas que pueden afectar a los animales de compañía. El hecho de compartir, en muchas ocasiones, la sintomatología hace que sea imprescindible establecer un correcto diagnóstico, ya que si bien, en la mayoría de estas patologías podríamos hacer un tratamiento sintomático, se realizaría una mala praxis y la enfermedad no desaparecerá hasta que no encontremos la causa que la produce y la corrijamos.

De forma muy generalista y en función las estructuras anatómicas podemos clasificar las patologías digestivas en:

  • Patologías que afectan al esófago: esofagitis.
  • Patologías que afectan al estómago: gastritis.
  • Patologías que afecta al intestino delgado: enteritis.
  • Patologías que afecta al intestino grueso: colitis.

ESOFAGITIS

La esofagitis es el proceso inflamatorio del esófago que puede ser agudo o crónico y estar provocado por traumatismos sobre la mucosa esofágica bien por agentes cáusticos o irritantes, bien por alimentos (muy calientes o muy fríos), cuerpos extraños… Puede ser también secundaria a patologías que cursan con un cuadro grave de vómitos. En el caso de los gatos la esofagitis, además, puede estar provocada por algunos fármacos como la doxiciclina o la clindamicina administrada en forma de capsulas o comprimidos sin el posterior aporte de agua, ya que el tránsito de los mismos es muy lento y como hemos comentado, pueden quedar alojados durante largos periodos de tiempo en el esófago.

En las patologías esofágicas una de las los signos clínicos más habituales es la regurgitación o salida sin esfuerzo del alimento o saliva ingeridos. Generalmente, cuando se trata de alimento la regurgitación suele producirse poco tiempo después de la ingestión. No se debe confundir en ningún caso con el vómito. Dentro de las patologías esofágicas podemos destacar:

Esofagitis por reflujo

Es una de las más frecuentes tanto en el perro como en el gato; se asocia con una disfunción del esfínter gastroesofágico que permite que el contenido gástrico regrese al esófago. En condiciones fisiológicas es normal que el reflujo se produzca en animales adultos pero, siempre, en pequeñas cantidades. Sin embargo, cuando el reflujo es excesivo, se puede dañar la mucosa debido al bajo pH del contenido que refluye. Los periodos de ayuno prolongados de más de 24 horas predisponen la presencia de esofagitis por reflujo en perros y gatos. También la hernia de hiato puede provocar la aparición de esofagitis por reflujo, al favorecer el paso del contenido del estómago hacia el esófago e igualmente predisponen a esofagitis por reflujo la aparición de cuadros de megaesófago.

Los síntomas de la esofagitis son poco específicos e incluso en muchas ocasiones, no aparecen: disfagia, degluciones repetidas, dolor durante la ingesta de alimentos, anorexia y pérdida de peso en los casos más graves, también pueden presentar sialorrea y movimientos de extensión de la cabeza. Es fundamental establecer un correcto diagnóstico debido a la imprecisión de los signos clínicos mediante radiografías de contraste, endoscopia y biopsia.

El tratamiento de la esofagitis debe ser dietético y medicamentoso. El dietético consiste en mantener al animal en ayuno durante 1-2 días y a continuación administrar una dieta líquida o semilíquida que no produzca hipersecreción acida gástrica y que no enlentezca el transito digestivo, es decir, dieta baja en grasa, baja en fibra y con proteínas fácilmente digestibles. El tratamiento medicamentoso se realiza con:

  • Protectores de la mucosa como el sucralfato, que es un disacárido (sucrosa) de hidróxido de aluminio. Se debe administrar una hora antes de las comidas y ocasionalmente puede provocar estreñimiento. No debe administrarse junto con cimetidina.
  • Antisecretores como ranitidina o famotidina que bloquean los receptores H2 para la secreción ácida sin obstaculizar otras acciones de estos receptores. disminuyendo la irritación de la mucosa.
  • Inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol.
  • Procinéticos como la metoclopramida o la domperidona, si estamos ante una esofagitis crónica.

Dilataciones esofágicas

Pueden ser de origen congénito o adquirido. El megaesófago congénito idiopático es la dilatación esofágica más frecuente y es la causa más importante de ­regurgitación en el perro y en el gato, aunque es mucho más frecuente en perros sobre todo jóvenes; suele deberse a la falta de tono muscular y de peristaltismo en el cuerpo esofágico debido a un defecto en la inervación aferente vagal hacia el esófago. Los síntomas suelen aparecer tras el destete. Hay razas, principalmente las grandes (Labrador y Golden Retriever, Pastor Alemán, Setter Irlandés, Gran Danés, Shar Pei…), con una mayor predisposición a sufrir esta patología.

Dentro de las dilataciones esofágicas adquiridas señalamos el megaesófago adquirido, propio de animales adultos, que puede ser de naturaleza idiopática o debido a enfermedades neuromusculares, intoxicaciones o endocrinopatías y los divertículos esofágicos adquiridos provocados por hernias musculares de la pared esofágica, cuerpos extraños, neoplasias o compresiones extraesofágicas.

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Figura 1. Administración de comida en posición bípeda.

El signo clínico típico de las dilataciones esofágicas es la regurgitación tanto de alimentos sólidos como líquidos y cursa con síntomas como la disfagia, sialorrea y halitosis, así como pérdida de peso e incluso retraso en el crecimiento en los cachorros. La disfagia, a su vez, puede provocar sintomatología respiratoria. En cuanto al diagnóstico, si la dilatación es de gran calibre se puede llegar a palpar el esófago con contenido fluctuante en su interior, pero habitualmente recurriremos a la radiología simple y si fuera necesario a la radiografía con contraste.

El tratamiento va dirigido a tratar la patología primaria que produce la dilatación esofágica. Si no fuera posible se recomienda hacer un tratamiento dietético administrando la comida con el animal colocado en posición bípeda o, si no, sentado, colocando la comida a la altura de la boca. La ración debe dividirse en varias tomas y mantener al animal en la posición indicada 10 minutos, después de comer.

GASTRITIS

Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a la mucosa del estómago. En primer lugar debemos diferenciar entre gastritis aguda y gastritis crónica.

Gastritis aguda

Las causas son muy variadas, siendo las más comunes las dietéticas, ya que muchos animales, sobre todo jóvenes, no toleran un elevado contenido de grasa en el alimento o presentan intolerancia. La gastritis, también, puede deberse a la ingestión de alimentos en mal estado, sustancias nocivas, o a la ingestión de cuerpos extraños. Asimismo, tanto los virus, como las bacterias y los parásitos son capaces de provocar gastritis. El diagnóstico se basa en la anamnesis y en el examen físico así como pruebas laboratoriales y radiológicas.

Gastritis crónicas

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Figura 2. Vómito con alimento.

Las enfermedades inflamatorias crónicas que afectan al estómago del perro son la gastritis crónica, la gastritis crónica antral y la gastropatía hipertrófica. Todas ellas son patologías que cursan con vómito crónico. Para hacer un diagnóstico adecuado es fundamental diferenciar si el paciente presenta vómitos o regurgitación. No debemos olvidar que el vómito no aparece, únicamente, por trastornos digestivos sino que puede aparecer también por enfermedades neurológicas, por estrés, dolor intenso, miedo, enfermedades sistémicas, tóxicos e incluso por la administración de medicamentes, y que, además, puede ir asociado tanto a patologías entéricas como de intestino delgado e intestino grueso. Por tanto, para conocer la causa del vómito, es fundamental hacer una correcta anamnesis. Debemos conocer si se trata de un vómito alimenticio o con el estómago vacío, si es un vómito bilioso, blanco y con espuma o en posos de café.

  • Si el vómito es con alimento, con el estómago vacío, de color blanco y espumoso, generalmente, se debe a una gastritis crónica o una gastropatía hipertrófica.
  • Si el vómito se produce con el estómago vacío y es de color bilioso, generalmente se trata de una gastritis crónica antral.
  • Si el vómito es crónico con alimento o con el estómago vacío y de color oscuro pudiera ser una neoplasia gástrica.

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Figura 3. Vómito bilioso.

La forma superficial de esta patología suele aparecer más frecuentemente en animales adultos de edad mediana y afectan generalmente al cuerpo gástrico, mientras que la forma atrófica es frecuente en perros de edad avanzada y afecta tanto al cuerpo gástrico como al fundus gástrico y al antro pilórico. Suele cursar con disminución de la secreción de clorhídrico y aumento de la producción de moco. La forma eosinofílica puede llegar a pasar desapercibida o cursar con vómitos crónicos intermitentes de intensidad variable tanto alimenticios como con el estómago vacío. Suele haber adelgazamiento progresivo y el animal presenta tendencia a comer hierba. Hay disminución del apetito o apetito caprichoso y dolor moderado a la palpación profunda en abdomen craneal. Se ha hecho referencia también en los últimos años a la gastritis crónica por organismos tipo Helicobacter pero no debe considerarse a los perros o gatos como un riesgo importante para la transmisión este tipo de organismos, ya que la posibilidad de transmisión de H. pylori parece que es mínima. El diagnóstico definitivo es la gastroscopia con toma de biopsia ya que a veces la radiografía simple o de contraste nos indica una gastritis pero no nos permite un diagnóstico diferencial.

Para su tratamiento realizaremos un control dietético con dietas de fácil digestión, baja en grasa y baja en fibra repartida en dos o tres tomas diarias, acompañado en todo momento con tratamiento medicamentoso:

  • Antisecretores como la cimetidina, ranitidina y famotidina, que bloquean los receptores H2, para la secreción ácida sin obstaculizar otras acciones de estos receptores, disminuyendo la irritación de la mucosa. Pueden disminuir el metabolismo de otros fármacos administrados simultáneamente como metronidazol, diazepan, o fenitoina, que en casos como la intoxicación por paracetamol puede resultar útil.
  • Inhibidores de la bomba de protones como omeprazol, lasoprazol y pantoprazol que inhiben permanentemente la secreción del ácido clorhídrico sin afectar a la motilidad gástrica. Para alcanzar su máxima eficacia se necesitan al menos 72 horas de tratamiento.
  • Misoprostol, análogo sintético de la prostaglandina pero de menor eficacia que los anteriores.
  • Procinéticos como la metoclopramida que a dosis bajas inhibe la transmisión dopaminérgica en el SNC mientras que a altas dosis bloquea los receptores de serotonina (5-HT3), presentando por tanto acción antiemética. En raras ocasiones puede presentar efectos secundarios de tipo extrapiramidal (provocando excitación). La domperidona, también inhibe los receptores de la dopamina, no atraviesa BHE y por tanto no presenta este inconveniente.
  • Protectores de la mucosa como el sucralfato (formulación magistral), que además potencia la formación de mediadores locales que protegen la mucosa como las prostaglandinas y aumentan la circulación sanguínea. Se debe administrar una hora antes de las comidas y ocasionalmente puede provocar estreñimiento. No debe administrarse junto con la cimetidina y el bismuto coloidal que adsorbe endotoxinas y enterotoxinas bacterianas y también parece ser responsable de la inhibición de la síntesis de prostaglandinas. En felinos es posible que aparezca toxicidad sistémica por salicilatos.
  • Los antiácidos orales como el hidróxido de aluminio o magnesio están en desuso, ya que presenta un fuerte efecto rebote y no deben utilizarse con antisecretores ni procinéticos, ya que disminuyen su absorción y por tanto su efecto terapéutico. En el caso de la gastritis crónica atrófica no se deben administrar antisecretores gástricos y se recomienda el uso de prednisona que estimula la regeneración de las células parietales.

Los pacientes con gastritis crónicas suelen tener recidivas generalmente debidas a errores dietéticos.

La gastritis crónica antral afecta casi, exclusivamente, al antro pilórico y generalmente va unida a una duodenitis que es la patología que realmente desencadena la enfermedad. La duodenitis es un proceso inflamatorio que puede ser de origen alimentario, parasitario o idiopático. La gastritis crónica antral se produce por reflujo del contenido duodenal hacia el antro pilórico. Puesto que este reflujo duodenal contiene bilis, jugo pancreático y secreciones duodenales, cuando llega al antro pilórico disuelve el moco gástrico protector provocando el proceso inflamatorio sobre la mucosa y por su alcalinidad provoca hipomotilidad antral, retardando el vaciado gástrico y aumentando la secreción de gastrina y por tanto de HCl. Todo ello provocará a su vez, reflujo duodenogástrico, alteraciones en la absorción intestinal y alteración en la flora y en el peristaltismo.

La sintomatología es confusa puesto que encontramos síntomas de gastritis y síntomas de intestino delgado. El más habitual es el vómito que suele ser crónico, intermitente, con el estómago vacío o con alimento, también puede ser bilioso. El animal tiene tenencia a comer hierba lo que empeora la gastritis crónica antral. Suelen presentar episodios de dolor abdominal de forma intermitente (ataques de dolor que pueden confundirse con ataques convulsivos de tipo epileptiforme). Algunos animales además presentan diarrea crónica intermitente típica de intestino delgado. El diagnóstico requiere gastroduodenoscopia y biopsia.

El tratamiento debe ser dietético, con dietas de alta digestibilidad, baja en grasas y fibra y farmacológico, tanto a nivel entérico como intestinal. Hay que utilizar antisecretores gástricos, procinéticos y protectores de la mucosa.

Las gastropatías hipertróficas son patologías que cursan con hipertrofia e hiperplasia de la mucosa, que puede ser difusa o localizada. Cursan también con aumento de la gastrina. La sintomatología es similar a las gastritis crónicas: vómito, pérdida de peso, disminución del apetito o apetito caprichoso. El diagnóstico se realiza mediante endoscopia y estudio histopatológico y el tratamiento se lleva a cabo con dieta de alta digestibilidad, procinéticos, antisecretores y protectores de la mucosa.

ENTERITIS

Son procesos inflamatorios que afectan a la mucosa del intestino delgado (ID).

Enfermedad inflamatoria intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII o IBD, por sus siglas en inglés) es una inflamación intestinal idiopática que cursa con diarrea, vómitos, pérdida de peso, anorexia, flatulencia, borborigmos y letargia. La enfermedad tiene un cierto parecido con la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa de los humanos. La causa de esta enfermedad en el perro es desconocida y por eso se la califica de idiopática, aunque hay muchas enfermedades que se asocian a inflamación intestinal crónica y que quizás, se diagnostica en exceso. Se da con más frecuencia en perros de mediana edad. El vómito y la diarrea son los signos más habituales, aunque en los casos graves se observa pérdida de peso, ascitis, hipoproteinemia y sangre en el vómito y en las heces. Se sospecha que se trata de una patología con origen genético, ya que puede existir un problema de tolerancia inmunológica a determinados componentes de la dieta y a bacterias presentes en el aparato digestivo. El tratamiento de la enfermedad incluirá:

  • Dietas de alta digestibilidad que se digieren y se absorben fácilmente. Deben ser dietas bajas en grasa y bajas en fibra, para reducir al máximo la presión osmótica de la luz intestinal y acelerar el vaciado gástrico. Al reducir la carga osmótica en el intestino delgado, se van a absorber mejor las proteínas de la dieta compensando las pérdidas proteicas que pueden producirse como consecuencia de la lesión en la mucosa intestinal. Las proteínas de la dieta conviene que sean hidrolizadas (alta digestibilidad), para reducir al mínimo la proteína no digerida y, en consecuencia, la producción de toxinas por la flora bacteriana, que agravarían la lesión de la mucosa intestinal. Se suele administrar arroz como fuente de hidratos de carbono, ya que, también, es altamente digestible. Algunos autores indican el beneficio de utilizar ácidos grasos, en la dieta, para mantener la relación omega-6: omega-3 entre 5:1 y 10:1, ya que se ha demostrado que consiguen reducir la inflamación. Con todo ello reduciremos la diarrea y el vómito.
  • Inmunosupresores: corticoesteroides (prednisona) con acción antiinflamatoria, antiprostaglandinas, y antileucotrienos. Los animales, durante las primeras semanas pueden presentar polidipsia-poliuria, con aumento del apetito y en algunas ocasiones, letargia y depresión. La sintomatología de polidipsia-poliuria suele desaparecer a medida que se disminuye la dosis de prednisona. El mayor problema que surge tras la administración prolongada de la prednisona es la aparición de un Cushing yatrogénico, predisposición a la aparición de ulceras, pancreatitis crónica, hepatopatías esteroideas e infecciones bacterianas, fúngicas y parasitarias. por lo cual es conveniente realizar controles periódicos de las enzimas hepáticas. También, como inmunosupresor podemos utilizar el metronidazol (antiprotozooario y antibacteriano), ya que suprime la reacción inmunitaria mediada por células, afectando a la quimiotaxis leucocitaria y azatioprina que es un análogo sintético de la purina, que bloquea la incorporación de purina al ADN, interfiriendo la síntesis proteica y por lo tanto el metabolismo celular.
  • Cuando el proceso se complica con un sobrecrecimiento bacteriano (al disminuir la flora de Lactobacillus pueden crecer otras bacterias como Clostridium o E. coli) es beneficioso utilizar tilosina, doxiciclina, metronidazol o trimetoprim-sulfamida.
  • Para el control del vómito es adecuado el uso de metoclopramida que se comporta como antiemético por su acción como antagonista 5-HT3 y procinético por su acción como agonista 5-HT4, o la cisaprida que es también procinetico. También utilizaremos antisecretores gástricos como la cimetidina o la ranitidina.

Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SBID)

También llamado “diarrea que responde a los antibióticos”. Se define como un aumento del número de bacterias en el intestino delgado superior que se desarrolla, casi siempre, de forma secundaria a otra causa subyacente; por ejemplo, obstrucción parcial, insuficiencia pancreática exocrina, alteraciones de la motilidad, descenso de la producción de ácidos gástricos (cirugía gástrica, aclorhidria gástrica o tratamiento farmacológico con antiácidos) y, posiblemente, enfermedad inflamatoria intestinal. Aparece frecuentemente en los perros jóvenes (especialmente en los Pastores Alemanes) cursando con diarrea y pérdida de peso/atrofia del crecimiento. Los signos clínicos responden a los antibióticos (tilosina, doxiciclina, metronidazol o trimetoprim-sulfamidas). Los probióticos y prebióticos se han propuesto como opciones terapéuticas para los pacientes con problemas intestinales. Un probiótico es un organismo vivo que se administra por vía oral y ejerce beneficios saludables, ya que existen bacterias “beneficiosas” que colonizan el intestino a expensas de las perjudiciales. Su mecanismo de acción exacto no se conoce y todavía está en curso la identificación de las bacterias adecuadas para los perros.

Las autoridades europeas han aprobado recientemente el uso de dos cepas como aditivos alimentarios en los alimentos completos para perros: Lactobacillus acidophilus y Enterococcus faecium. De hecho, se ha incorporado con éxito a los alimentos caninos un probiótico que contiene una cepa de Lactobacillus acidophillus que mejora la recuperación de la infección clínica por Campylobacter. Los prebióticos son sustratos para especies bacterianas “beneficiosas” que provocan alteraciones en la microflora de la luz intestinal. El objetivo es ofrecer un sustrato a ciertos miembros beneficiosos de la flora y conseguir así un cambio en la composición de las bacterias del intestino en favor de una flora “saludable”. Por tanto, funcionan de una forma similar o complementaria a los probióticos. Los prebióticos son hidratos de carbono no digestibles que pueden ser utilizados por diversas bacterias intestinales. Pueden emplearse lactulosa y ciertos tipos de fibra dietética con una fermentabilidad bacteriana moderada.

enteropatía por pérdida de proteínas

La enteropatía por pérdida de proteínas (EPP) puede ser causada por enfermedad inflamatoria intestinal, intususcepción, tumores gastrointestinales, parásitos, infecciones fúngicas, alergias, linfangiectasia intestinal y enteropatías que responden a antibióticos. Estos procesos de origen inflamatorio, ulcerativos o erosivos, provocan la alteración de la mucosa y la rotura de los vasos linfáticos dentro del lumen intestinal, además de un daño en la unión entre las células epiteliales intestinales. El resultado final es la pérdida de proteínas. EPP se va a presentar cuando la enfermedad es lo suficientemente grave para producir hipoproteinemia (disminución de proteínas en sangre). Para establecer la causa de este problema se debe realizar una biopsia intestinal.

Los síntomas de un perro afectado por EPP suelen ser bastante manifiestos e incluyen diarrea, adelgazamiento, vómitos, edema, ascitis y derrame pleural. La pérdida de peso es el signo que se observa con mayor frecuencia y la diarrea no siempre está presente. En la analítica sanguínea veremos disminución de los valores de albúmina y globulinas y en ocasiones disminución del colesterol, del calcio, del magnesio y de linfocitos, por lo que en estos casos es importante descartar alteraciones hepáticas o renales que pueden ser la causa de la hipoalbuminemia. Las ecografías suelen mostrar en los perros afectados por EPP engrosamiento del intestino y de los ganglios linfáticos de la zona. Las radiografías no suelen mostrar nada relevante.

Enteritis víricas

Parvovirus canino de tipo 2 (CPV-2) es una patología muy contagiosa que cursa con enteritis aguda. La infección se adquiere a través de la vía oral-fecal y se produce más en verano. Aunque afecta a perros de cualquier edad, es mucho más frecuente entre el destete y los 6 meses de vida. La enfermedad se manifiesta con anorexia, depresión profunda, fiebre, vómitos, diarrea (que suele ser profusa y hemorrágica) y deshidratación. En el hemograma encontraremos leucopenia. El diagnóstico definitivo se puede hacer con un test ELISA de las heces. La determinación de anticuerpos anti virus del parvovirus, sólo será útil en perros que no hayan sido vacunados. Es fundamental instaurar el tratamiento lo antes posible. La prevención se realiza mediante vacunación.

Coronavirus canino (CVC) también puede causar enteritis con diarrea de gravedad. Se trasmite vía fecal-oral; la mayoría de las infecciones por coronavirus son subclínicas, aunque puede producirse enteritis grave en las poblaciones densas o si hay infecciones simultáneas.

Enteritis bacterianas

Campylobacter, Escherichia coli, Clostridium, Salmonella, Shigella, y Yersinia enterocolítica son los microorganismos que causan la mayoría de las diarreas agudas en los perros, aunque estos microorganismos pueden ser aislados también en perros sanos y en perros con diarreas crónicas. La incidencia es mayor en animales jóvenes y en los pacientes inmunodeprimidos. El tratamiento se realiza con antimicrobianos (oxitetraciclina, metronidazol, tilosina) y el estado clínico suele empeorar si se usan corticoesteroides.

Enteritis parasitarias

Toxacara canis y Toxascaris leonina son los parásitos intestinales (helmintos) más comunes en los perros. Los perros parasitados suelen tener diarreas, pérdida de peso y retraso en el crecimiento. El tratamiento se puede realizar con piperacina, pamoato de pirantel, nitroscanato, mebendazol, fenbendazol, oxfendazol, milbemicina oxima y selamectina. Otro parásito que puede causar problemas digestivos en el perro es el Ancylostoma caninum, capaz de provocar anemia rápida en cachorros. Los animales que padecen esta enfermedad parasitaria podrán ser tratado con benzimidazoles (albendazol, febantel, fembendazol), levamisol o también con ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina y emodepsida. Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) son menos eficaces. Tambien, el Dipylidium caninum (tratado con prazicuantel o albendazol) es frecuente ya que es transmitido por pulgas y Echinococcus granulosus. Es una tenia que utiliza a los perros como huéspedes definitivos y a humanos y a ovejas como huéspedes intermediarios. Los perros serán tratados con albendazol y prazicuantel.

Entre los protozoos que pueden causar diarreas de ID, los más importantes y habituales son los coccidios, y en concreto los del género Isospora canis. Los cachorros o animales inmunodeprimidos pueden desarrollar infestaciones intensas, que en muchas ocasiones se asocian a diarreas mucosas y a veces sanguinolentas. La Giardia es otro de los parásitos intestinales que pueden afectar al perro. El parásito normalmente se transmite por vía fecal-oral. Los signos clínicos, varían desde una diarrea aguda, leve y autolimitada a una diarrea de intestino delgado grave o crónica asociada a pérdida intestinal de proteínas y pérdida de peso. El tratamiento frente a giardiosis se realiza, habitualmente, con metronidazol, albendazol o fembendazol.

Enteritis por reacciones adversas a los alimentos

Pueden aparecer como respuesta a un componente de la dieta (alergia alimentaria) o como reacción no inmunológica (intolerancia). Los síntomas y tratamientos son idénticos en ambos casos. Cuando la alergia al alimento se manifiesta de forma inmediata a la ingestión de la comida que contiene el componente que causa el problema, el diagnóstico es fácil, pero en ocasiones hay un retraso entre la ingestión y el síntoma, por lo que establecer la relación causa-efecto es complicado aunque, habitualmente, los síntomas digestivos y los problemas de piel (picor a nivel de dedos, cara, y otitis externa) suelen aparecer al mismo tiempo.

COLITIS

Se trata de procesos inflamatorios que afectan a la mucosa intestinal de Intestino Grueso (IG). Pueden clasificase en colitis asociada al estrés, colitis sensible a la fibra, colitis asociada a C. perfringens y reacciones adversas al alimento o intolerancia alimentaria y sensibilidad alimentaria. También la “Enfermedad Inflamatoria Crónica de Intestino Grueso” que engloba 4 tipos de colitis que cursan con diarrea crónica de intestino grueso.

Colitis asociada al estrés (síndrome del colon irritable)

Se caracteriza por una diarrea intermitente, a menudo mucosa, vómitos ocasionales, tenesmo y hematoquecia. En algunos casos se han descrito borborigmos, flatulencia, meteorismo y dolor abdominal. Suele aparecer en perros nerviosos o muy hiperactivos (razas miniaturas o perros de competición). La etiopatogenia es poco conocida: alteración primaria de la motilidad intestinal, aumento de la sensación de distensión/motilidad intestinal, factores psicológicos o enfermedad orgánica no diagnosticada. No existen pruebas diagnósticas específicas para la colitis asociada al estrés; el diagnóstico se realiza mediante la observación de los signos junto con la exclusión de todas las demás enfermedades orgánicas. El tratamiento consiste en la eliminación de la causa estresante, la modificación del comportamiento y, en algunos casos, el tratamiento farmacológico con anticolinérgicos, sedantes y antiespasmódicos, como la hiosciamina o papaverina, con dipirona u opiodes, que tienen acción miorrelajante y se aplican para tratar dolores tipo espástico o cólico.

Síndrome de la colitis sensible a la fibra

Su etiopatogenia es poco conocida pero podría presentar similitudes con la colitis asociada al estrés; el tratamiento consiste en el manejo dietético con una dieta rica en fibra.

Colitis asociada a Clostridium perfringens

El Clostridium perfringens puede ser un habitante habitual del intestino grueso del perro por lo que encontrarlo en un cultivo fecal no es raro; sin embargo, la esporulación está asociada con la liberación de endotoxinas. Es habitual que la colitis se manifieste como una alteración intestinal aguda, especialmente en los perros que viven en grupo. El tratamiento se realiza con antibióticos a los que es sensible el microorganismo (ampicilina o metronidazol).

Enfermedad Inflamatoria Crónica de Intestino Grueso

La colitis eosinofílica también se la ha llamado gastroenteritis eosinofílica ya que afecta tanto al colon, como al estómago y al intestino delgado. Aunque se desconoce su etiología algunos autores indican que puede deberse al uso prolongado de dietas hiperalérgicas o infestaciones parasitarias. Para su diagnóstico deberemos realizar colonoscopia y biopsia. El tratamiento se realiza con dietas hipo-alérgicas y prednisona.

La colitis granulomatosa es poco frecuente y de etiología desconocida. Cursa con anorexia y adelgazamiento. Para el tratamiento se utiliza prednisona o sulfasalazina.

La colitis ulcerosa-histiocitica, también de etiología desconocida, provoca una diarrea crónica de ­intestino grueso con moco y sangre fresca en heces con tenesmo. El diagnóstico se realiza mediante colonoscopia y biopsia. El tratamiento dietético se realiza con dietas con hidratos de carbono y proteínas de fácil digestión, con bajo contenido en fibra y grasa y el tratamiento médico con sulfasalazina, mesalazina, olsalazina o prednisona.

Finalmente, la colitis linfoplasmocitaria también se desconoce su etiología, aunque se relaciona con causas alérgicas-dietéticas, parasitarias, bacterianas e inmunológicas. Se trata de forma conjunta con dieta baja en grasa, baja en fibra, con hidratos de carbono y proteínas de fácil digestión y prednisona o azatioprina.

SIGNOS PROPIOS DE LAS PATOLOGÍAS GASTROENTÉRICAS

Como hemos visto, tres son los signos más habituales en la mayoría de las patologías que afectan al aparato digestivo: vómito, diarrea y estreñimiento. Haremos una breve descripción de cada uno de ellos y los principios activos más utilizados para su corrección añadiendo además información sobre los protectores de la mucosa y los procinéticos que en la mayoría de la ocasiones favorecen la resolución de estas enfermedades.

Vómito

Es la eyección enérgica del contenido gástrico y a veces del intestino delgado proximal a través de la boca. El acto del vómito incluye nausea, arcada y emesis. El vómito provoca una depleción electrolítica y un desequilibrio acido base. La náusea es una sensación que puede o no llevar al vómito. Se puede manifestar en los animales con estado de depresión, salivación, lamido y aumento de movimientos deglutorios. La arcada proviene de movimientos respiratorios espasmódicos que aparecen cuando la glotis está cerrada. Durante la arcada se contrae el estómago distal y a continuación aparece el vómito.

Hay que diferenciar entre regurgitación y vómito: la primera es el movimiento retrógrado pasivo del material ingerido antes de que este alcance la luz del estómago. Puede aparecer después de la ingestión de alimentos o líquidos o tardar varias horas tras la ingesta mientras que el vómito puede aparecer como consecuencia de la estimulación del bulbo raquídeo o de la zona quimiorreceptora gatillo.

Debido a la amplia variedad de patologías y estímulos que pueden inducir el vómito es necesario conocer con precisión la causa que lo produce. Entre ellas:

  • Problemas dietéticos. Modificaciones en la dieta del animal, ingestión de materias extrañas como basura, hierba, ingestión muy rápida, intolerancia a determinados alimentos y alergia alimentaria.
  • Fármacos: antimicrobianos, antineoplásicos, AINE.
  • Sustancias toxicas como plomo, zinc, etilenglicol…
  • Desordenes metabólicos como diabetes mellitus, hipoadrenocorticismo, nefropatía, hepatopatía, sepsis, acidosis, hipercaliemia, hipocaliemia, hipercalcemia, hipocalcemia, hipomagnesemia, golpe de calor.
  • Gastropatías: obstrucciones (cuerpo extraño, hipertrofia de la mucosa pilórica, compresiones externas), gastritis crónica (superficial, atrófica hipertrófica…) parásitos, hipomotilidad gástrica, síndrome del vómito bilioso, ulceración gástrica, neoplasia gástrica, dilatación gástrica, dilatación vólvulo estomacal.
  • Desordenes de la unión gastroesofágica: hernia distal.
  • Patologías del ID: parásitos, enteritis, obstrucción intraluminal (cuerpo extraño, intususcepción, neoplasia), enteropatía inflamatoria idiopática, neoplasia, micosis, vólvulo intestinal, íleo paralitico.
  • Patologías del IG: colitis, síndrome de intestino irritable.
  • Alteraciones abdominales: pancreatitis, peritonitis, hepatopatía inflamatoria, obstrucción biliar, pielonefritis, prostatitis, piómetra, uropatía obstructiva, hernia diafragmática, neoplasia.
  • Patologías neurológicas: psicogénicos (dolor, miedo, excitación), cinetosis, lesiones inflamatorias, edema, epilepsia, neoplasias.

Es fundamental diferenciar si estamos ante un vómito agudo o un vómito crónico. Normalmente el estómago se vacía en 7-10 horas tras la ingesta de alimento. Si el vómito aparece después de la alimentación suele deberse a un problema dietético o a una intolerancia alimentaria, consumo excesivo, estrés, excitación, gastritis o problemas de hiato. Si tienen lugar tras las 7-10 horas lo asociamos con alteraciones de la motilidad gástrica u obstrucción. Los perros con hipomotilidad gástrica pueden vomitar comida digerida hasta 12-18 horas después de la ingesta.

El contenido del vómito también puede aportarnos información ya que si hay alimentos podemos determinar el grado de digestión y el tiempo transcurrido desde la comida más reciente. La presencia de sangre roja indicaría una erosión en el estómago; si esta sangre aparece en forma de coágulos (posos de café) podría deberse a una ulcera; si tienen olor fecal la relacionaríamos con obstrucción intestinal o peritonitis.

También la forma del vómito es fundamental. Si el vómito es “en proyectil” puede deberse a una obstrucción entérica proximal o gástrica. Pero a menudo no existe una relación temporal especifica con la alimentación y el contenido del vómito varía y su presentación puede ser cíclica, datos que nos pueden revelar patologías relacionadas con gastritis crónicas.

Es por tanto fundamental realizar un examen físico completo y una correcta anamnesis ya que de lo contrario podríamos emitir un diagnóstico incorrecto.

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Figura 4. Vómito “en proyectil”.

El tratamiento del vómito variará en función de la causa específica que lo provoque. Hidratación y dieta serían los primeros pasos a establecer, porque en algunos casos es autolimitante. Los antieméticos no están indicados si el vómito, inicialmente, es intermitente, si no hay angustia o estrés. Sin embargo están, especialmente, indicados cuando el vómito es intenso, violento y conduce al desequilibrio hidroelectrolítico. En general, los objetivos son dos: control de los episodios del vómito y corrección de las anormalidades hidroelectrolíticas y ácido-base. A veces el uso de antieméticos puede enmascarar la progresión de ciertas patologías que pueden comprometer la vida del animal. Por tanto según la causa podemos utilizar:

  • Metoclopramida que tiene efectos centrales y periféricos. A pesar de ser muy utilizado no es infrecuente que en perros y gatos provoque excitación.
  • Clorpromacina, proclorperacina y acepromacina que bloquean los receptores dopaminérgicos en el centro del vómito. A dosis bajas disminuyen la emesis actuando sobre los quimiorreceptores que desencadenan el vómito y a dosis altas actúan sobre el centro del vómito.
  • Droperidol y haloperidol que tienen actividad dopaminérgica por lo que deben utilizarse con precaución.
  • Atropina, escopolamina o la isopropamida que impiden la emesis estimulando/bloqueando las vías aferentes colinérgicas desde el tracto gastrointestinal y el sistema vestibular. Están indicados para el tratamiento del espasmo abdominal agudo asociado con nauseas, vómitos y diarrea. En gatos producen excitación.
  • Maropitant es un antagonista potente y selectivo del receptor de neuroquinina (NK-1), que actúa inhibiendo la unión de la sustancia P, un neuropéptido de la familia de las taquiquininas.
  • Domperidona que aumenta la motilidad gastrointestinal incrementando el vaciado gástrico y duodenal.

Diarrea

Es otra de las manifestaciones clínicas más habituales en las patologías intestinales en perros y gatos. Se define como el aumento anormal en la frecuencia, fluidez y volumen de las heces.

La diarrea puede ser osmótica cuando aumentan los solutos no absorbidos y se mantienen en el lumen intestinal reteniendo agua y suele aparecer como consecuencia de maladigestión por insuficiencia pancreática exocrina, malabsorción por enfermedad de la mucosa del intestino delgado o por sobrecarga alimentaria. El ayuno de solidos durante 24-48 horas suele corregir este tipo de diarrea, ya que disminuirán los solutos sin absorber.

La diarrea secretora se presenta cuando se secretan hacia el lumen intestinal un cantidad anormal de líquidos e iones. También puede aparecer diarrea por alteraciones de la motilidad intestinal. Si el transito se acelera se reduce la absorción de líquido intestinal.

La anamnesis por tanto es fundamental para conocer de qué tipo es la diarrea a tratar. Los animales jóvenes suelen presentar diarrea por causas dietéticas, infecciosas o parasitarias; mientras que los animales adultos o con muchos años suelen ser debidas a causas metabólicas inflamatorias o procesos neoplásicos.

La diarrea aguda suele comenzar de forma repentina y dura poco tiempo y en general es autolimitante, mientras que las diarreas crónicas persisten durante 3-4 semanas y no responden a la terapia sintomática.

Las deposiciones blandas o acuosas con gotitas de grasa, alimento sin digerir, melena y colores variables sugieren enfermedad del intestino delgado mientras que las deposiciones blandas-semisólidas con exceso de moco y sangre roja, son indicadoras de enfermedad del intestino grueso y suele ir acompañada de tenesmo y/o disquecia.

Por otro lado es fundamental distinguir si estamos ante una diarrea de ID o de IG y para ello el diagnóstico se realizará gracias tanto a la anamnesis y los hallazgos físico de la exploración como de las pruebas de laboratorio, estudios fecales, estudio radiográfico y si fuera necesario la biopsia.

Los objetivos generales del tratamiento de los síndromes diarreicos son: restablecer secreción/absorción, reposición hidroelectrolítica, restablecimiento del equilibrio ácido/base y suprimir el malestar. La diarrea aguda, como hemos comentado, suele ser autolimitante, con lo cual basta con reposo intestinal y mantenimiento y restauración del equilibrio hidroelectrolítico. El ayuno deberá ser de al menos 24 horas y una vez que han desaparecido los síntomas, deberemos controlar la dieta (proteínas y carbohidratos) recomendando raciones pequeñas a intervalos frecuentes. No es recomendable la administración de antibióticos para el tratamiento de la diarrea aguda, a no ser que se confirme la presencia de enteropatógenos.

También la diarrea es la manifestación más dominante asociada con la enfermedad colónica en perros. Las anomalías inflamatorias (colitis), que pueden ser dietéticas, traumáticas, parasitarias, infecciosas, inmunes o idiopáticas son las etiologías más importantes de la diarrea de intestino grueso.

Las diarreas de intestino grueso se caracterizan por la urgencia frecuente para defecar (en general más de tres veces la frecuencia normal); pero en cada defecación la cantidad de heces es pequeña y suelen contener exceso de moco y a veces sangre roja (fresca). Normalmente, los problemas de intestino grueso no suelen provocar adelgazamiento en los perros.

Se deben buscar las causas en la nutrición, en la presencia de parásitos, o en la presencia de infecciones mediante análisis de heces y realizar ensayos dietéticos de 4 semanas con dietas de elevada digestibilidad comercial o casera. Si la diarrea persiste y la etiología no es evidente, la siguiente fase del diagnóstico debería incluir un hemograma completo, bioquímica sérica, análisis de orina, cultivos de heces, y estudios por imagen del tubo digestivo que incluirán radiografías y ecografías.

En muchas ocasiones, las causas de estas alteraciones digestivas pueden ser debidas a la ingestión de materiales abrasivos, como huesos o juguetes que pueden lesionar la mucosa del colon y recto, y originar colitis abrasiva y signos de diarrea y hematoquecia, que suelen durar 2 o 3 días.

La diarrea inespecífica aguda del intestino grueso a menudo se resuelve con la restricción de la ingesta durante 24 a 48 horas seguida de la reintroducción gradual utilizando dieta blanda digestible. La diarrea inespecífica crónica sensible a la dieta puede resolverse en muchos casos mediante dietas de restricción de alta digestibilidad.

En los perros con pancreatitis aguda también puede presentarse una colitis hemorrágica necrotizante. En estos casos los corticoesteroides están totalmente contraindicados.

El tratamiento específico de la diarrea se dirige a eliminar la causa que la genera; así si la causa es de origen infeccioso se utilizaran antibacterianos y antibióticos; si la causa es de origen inflamatorio se usaran antiinflamatorios, etc. Como tratamiento inespecífico de las diarreas usaremos:

  • Control de la alimentación.
  • Control del equilibrio hidroelectrolítico como sales de bismuto (en felinos es posible la toxicidad sistémica por salicilatos), esteroides (prednisona) que promueven la absorción de Na+ y agua.
  • Control con antidiarreicos no antimicrobianos:
  • Espasmolíticos como los alcaloides naturales (atropina) y sintéticos como la propantelina, aunque presentan efectos secundarios que no compensan su elección a no ser que la diarrea sea por incremento del tono colinérgico.
  • Codeína y loperamida que aumentan el tono del esfínter rectal y retrasan el tránsito intestinal con lo que aumenta el tiempo de contacto y la absorción. La loperamida es el fármaco de elcción y su uso excesivo puede provocar estreñimiento, dolor abdominal y megacolon toxico. Están contraindicados en las diarreas de origen infeccioso, ya que se facilita la absorción de toxinas bacterianas al aumentar el tiempo de contacto. En veterinaria su uso está muy restringido.
  • Adsorbentes y protectores. como silicato de aluminio hidratado, la pectina que mejora la consistencia de las heces o el carbón activado que se utiliza mucho como adsorbente (venenos en casos de urgencia).

Estreñimiento

Es un signo clínico caracterizado por ausencia de defecación, defecación infrecuente o dolorosa asociado con retención de heces en el recto o en el colon y secundario a una causa que debe ser diagnosticada. El estreñimiento suele ir asociado al tenesmo y la disquecia. La consistencia de las heces puede estar aumentada, disminuida o incluso, ser normal. El estreñimiento se produce como consecuencia de alteraciones que prolongan el tiempo de transito fecal, permitiendo una mayor absorción de agua y generando, por tanto, una masa fecal dura y seca. Las causas más frecuentes de estreñimiento son alimentarias, medioambientales, dolorosas, obstructivas, neuromusculares o inducidas por fármacos o alteraciones electrolíticas.

Las causas alimentarias suelen producirse por la ingesta de materiales extraños no digeribles como huesos, piedras, palos hierba, basura, pelo… Al incorporarse este material al contenido digestivo, se forman heces de consistencia muy dura y cuya evacuación resulta dolorosa. También una dieta con excesiva fibra o un bajo consumo de agua pueden provocar este tipo de estreñimiento. Entre los factores medioambientales se puede incluir un cambio en la rutina del animal, bandejas con arena sucia o la inactividad prolongada. Las causas dolorosas suelen ser las saculitits ano-rectales, fistulas perianales, cuerpos extraños o neoplasia y también aquellas resoluciones ortopédicas que limitan las posturas defecatorias de los animales. Las causas obstructivas pueden tener su origen en la luz del recto o del colon o en el exterior como la prostatomegalia, quistes paraprostáticos, fracturas pélvicas y tumores perianales. También los problemas neuromusculares pueden provocar estreñimiento, como hernias de disco, cauda equina, meningoencefalitis, enfermedades endocrinas o polineuropatías. La deshidratación, hiperpotasemia e hipercalcemia también se incluyen como causa del estreñimiento. Y por último, también fármacos como el sulcralfato, algunos diuréticos, fenotiacinas, benzodiacepinas, y opiáceos pueden provocar estreñimiento.

Las heces suelen ser secas, escasas y de consistencia dura y es frecuente que se acompañen de estrías de sangre fresca. El diagnóstico se basa en la anamnesis, radiografía, ecografía o endoscopia. Habrá que identificar la causa o los factores predisponentes.

Hay que eliminar la causa puesto que el estreñimiento es un signo clínico. Cuando se trata de un episodio leve de estreñimiento, generalmente basta con un ajuste de la alimentación y una correcta hidratación, como las dietas ricas en fibra no fermentables, que ­aumentan el volumen del contenido fecal regulando la motilidad; pero en ocasiones será necesario el uso de laxantes que son sustancias que favorecen la evacuación del contenido intestinal: aceleran el tránsito de los alimentos por el intestino aumentando la frecuencia de la defecación o disminuyendo la consistencia de las heces.

Debemos usar los laxantes para el tratamiento de intoxicaciones farmacológicas o alimentarias, para eliminar tóxicos; tratamiento del estreñimiento crónico; tratamiento de trastornos ano-rectales como fisuras anales, hemorroides…

Estas sustancias se clasifican en:

  • Laxantes formadores de masa fecal que aumentan el volumen de los residuos sólidos no absorbibles contenidos en el intestino. Las heces producidas son blandas e hidratadas. Los laxantes formadores de masa fecal tardan varios días en actuar y no presentan efectos secundarios, salvo meteorismo y heces blandas. Entre ellos la celulosa, carboximetilcelulosa, metilcelulosa, salvado natural y ciertas frutas como las ciruelas. Se suelen utilizan en el tratamiento de estreñimiento crónico.
  • Laxantes ablandadores de masa fecal o lubricantes que modifican la consistencia de las heces facilitando su expulsión. El producto más utilizado es la parafina o vaselina liquida administrada por vía oral y cuyo efecto laxante aparece a los 2-3 días. Entre los efectos secundarios, en tratamientos largos, podemos señalar la interferencia en la absorción de vitaminas liposolubles y otros agentes terapéuticos administrados por vía oral. Su uso, vía rectal, de forma continuada no está indicado en pequeños animales ya que se favorece la pérdida del control defecatorio. En forma de enemas se utiliza el dioctilsulfosuccinato sódico o docusato sódico.
  • Laxantes osmóticos que al no absorberse son retenidas en la luz intestinal, reteniendo agua y aumentando el volumen del contenido intestinal. Nunca deben ser administrados en animales deshidratados y no debemos olvidar que estos animales han tener agua de bebida siempre disponible. La administración de este tipo de laxantes, junto con alimento, disminuye su acción laxante. Los laxantes osmóticos pueden ser salinos como la sal de Epsom, citrato de magnesio, sal de Glauber, tartrato de sodio y potasio que en caso de sobredosificación pueden provocar diarreas, deshidratación y desequilibrios electrolíticos y nunca deben ser administrados en animales que padecen una insuficiencia renal; o azúcares como el manitol y sorbitol y la lactulosa que pueden producir meteorismo, dolor cólico, diarrea y desequilibrio electrolítico.
  • Laxantes irritantes que incrementan el peristaltismo. Estas sustancias irritan la mucosa GI generando estímulos sobre la musculatura lisa del intestino disminuyendo el tiempo de tránsito intestinal de las heces. Los laxantes de este grupo no están recomendados.

Fármacos usados en el tratamiento de úlceras y el control de la acidez gástrica

Las úlceras pueden clasificarse como úlceras pépticas crónicas o úlceras gástricas agudas. Las primeras se asocian con alteraciones secretorias del ácido y la pepsina, mientras que las segundas se asocian, principalmente, al estrés. Recordemos que la úlcera se trata de una lesión en profundidad que puede ir desde una simple erosión que consiste en la descamación del epitelio superficial, hasta lesiones que interesan todo el espesor de la mucosa. Pueden aparecer como consecuencia de estrés, dieta inadecuada, ciertas enfermedades metabólicas, hiperacidez gástrica o como secuela de una terapia con fármacos. Alrededor de una úlcera, la mucosa gástrica se lesiona por los propios jugos gástricos, ya que se produce un desequilibrio entre el mucus neutralizante y la secreción de estos jugos. La secreción ácida de las células parietales del estómago está estimulada por tres receptores: receptores de la gastrina, receptores de la histamina H2 y receptores colinérgicos muscarínicos. La secreción ácida normal se debe a una interrelación de todos ellos, pero la inhibición de uno de ellos puede inhibir de forma eficaz la secreción ácida. La terapia con fármacos en una úlcera tiene como objetivo aliviar el dolor y acelerar la curación y prevenir recurrencias. Esto se consigue disminuyendo la concentración de H+ y reforzando los mecanismos protectores de la mucosa. Para ello se recomienda el uso de:

  • Antagonistas de los receptores H2 como la cimetidina, ranitidina y famotidina. Pueden disminuir el metabolismo de otros fármacos administrados simultáneamente como metronidazol, diazepan, o fenitoina. La nizatidina es un antihistamínico de uso reciente en veterinaria que es mucho más potente, incluso a dosis bajas y además no altera el metabolismo hepático, ya que se elimina exclusivamente por vía renal por lo que es de elección en pacientes con enfermedades hepáticas.
  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el omeprazol, lasoprazol y pantoprazol no afectan a la motilidad gástrica. Para alcanzar su máxima eficacia se necesitan al menos 72 horas de tratamiento.
  • Citoprotectores y análogos de las prostaglandinas también son útiles para favorecer la cicatrización. El sulcralfato potencia la formación de mediadores locales que protegen la mucosa como las prostaglandinas y aumentan la circulación sanguínea. Se debe administrar una hora antes de las comidas y ocasionalmente puede provocar estreñimiento. No debe administrarse junto con cimetidina. El subcitrato coloidal de bismuto está contraindicado si hay enfermedades renales y los análogos de las prostaglandinas como el misoprostol en dosis altas produce diarrea.

Glosario de términos relacionados con los síntomas en las enfermedades gastrointestinales

  • Anorexia: ausencia del deseo de ingerir alimentos o falta de apetito.
  • Borborigmos: ruidos sordos y prolongados causados por la propulsión de gas a través del estómago y los intestinos.
  • Constipación: evacuación infrecuente o difícil de las heces.
  • Diarrea: deposición que contiene una cantidad excesiva de agua, que redunda en un incremento anormal de líquidos y peso fecales.
  • Disfagia: dificultad en la deglución.
  • Disquecia: evacuación fecal difícil o dolorosa desde el recto.
  • Flato: gas o aire expulsado a través del ano.
  • Flatulencia: presencia en cantidades excesivas de aire o gases en el estómago o intestinos, que lleva a la distensión visceral.
  • Hematemesis: vómito de sangre.
  • Hematoquecia: presencia de sangre roja en las deposiciones.
  • Melena: deposición de heces negras (alquitranadas) resultantes de sangre digerida.
  • Polifagia: ingesta excesiva o voraz.
  • Regurgitación: expulsión sin esfuerzos de la ingesta desde el esófago.
  • Tenesmo: esfuerzo, en especial ineficiente y doloroso para defecar (u orinar).
  • Tialismo: hipersecreción de saliva (también denominada hipersalivación, sialorrea).
  • Vómito: expulsión enérgica de los contenidos estomacales a través de la boca.

 

bibliografía

 

N. Sistema NerviosoEnfermedad de Alzheimer: Los antiepilépticos incrementan el riesgo de ictus en estos pacientes

El empleo de cualquier tipo de fármaco antiepiléptico parece incrementar el riesgo de padecer un ictus por parte de pacientes con enfermedad de Alzheimer

Desde hace tiempo se sabe que los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen mayor riesgo de presentar crisis epilépticas. De hecho, se estima que la incidencia de epilepsia en estos pacientes es de 5 a 10 veces más frecuente respecto a la población general. El hecho de que en algunos tipos de epilepsia, como la epilepsia temporal, los pacientes pueden presentar deterioro cognitivo, y que existan alteraciones en las mismas zonas cerebrales en las que se producen los procesos de memoria, sugiere que las crisis epilépticas podrían influir en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Las relaciones entre epilepsia y enfermedad de Alzheimer son complejas, aunque en general los pacientes con ambas patologías tienen trastornos cognitivos de comienzo más temprano y con mayor intensidad, y los síntomas progresan con más rapidez y tiene mayor riesgo de complicaciones.

Por otro lado, los medicamentos utilizados para tratar la epilepsia tienen entre sus efectos secundarios la afectación de la función cognitiva. Pero, además, los medicamentos específicos para la enfermedad de Alzheimer (Inhibidores de la acetilcolinesterasa y memantina), requieren un uso particularmente cuidadoso en los pacientes con antecedentes de epilepsia, ya que existe un mayor riesgo de efectos secundarios. Asimismo, el empleo de antiepilépticos se ha relacionado con un mayor riesgo de eventos vasculares en la población general; sin embargo, no es evidente que existe el mismo riesgo en las personas con enfermedad de Alzheimer.

Recientemente, se ha llevado a cabo un estudio para evaluar el riesgo de accidente cerebrovascular asociado con el uso de antiepilépticos entre las personas con enfermedad de Alzheimer. La cohorte de MEDALZ (Medication Use and Alzheimer’s Disease: uso de medicamentos y enfermedad de Alzheimer) incluye a todas las personas finlandesas que recibieron un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer clínicamente verificado (N=70.718) entre 2005 a 2011, excluyéndose las personas con accidentes cerebrovasculares anteriores. Se comparó por cada usuario de fármacos antiepilépticos (n=5.617) un no usuario según el sexo, la edad y el tiempo desde el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer.

En comparación con el no uso, el uso de antiepilépticos se asoció con un incremento del 37% del riesgo de ictus (HR=1,37; IC95% 1,07 a 1,74); el riesgo fue mayor durante los primeros 90 días (HR=2,36; IC95% 1,25 a 4,47). Según el tipo de accidente cerebrovascular, la asociación fue con ictus isquémicos (HR=1,34; IC95% 1,00 a 1,79) y hemorrágicas (HR=1,44; IC95% 0,86 a 2,43). El riesgo de ictus de los usuarios de los antiepilépticos más antiguos no difirió del de los usuarios de los más nuevos (HR=1,04; IC95% 0,71 a 1,53).

M. Aparato LocomotorOsteoartritis: La vía Wnt/β-catenina, una nueva opción farmacológica en lontananza

Son prometedores el perfil de seguridad, la mejoría en los signos y síntomas, y los beneficios modificadores de la enfermedad del fármaco experimental SM04690, que actúa sobre la vía Wnt/β-catenina.

La señalización de Wnt/β-catenina es una vía de una red funcional que se remonta a los primeros metazoos y está involucrada en una amplia gama de sistemas biológicos que incluyen células madre, desarrollo embrionario y órganos adultos. La desregulación de los componentes involucrados en la señalización de Wnt/β-catenina se ha implicado en un amplio espectro de enfermedades que incluyen varios tipos de cáncer, así como diversas enfermedades degenerativas. El mediador clave de la señalización Wnt, β-catenina, cumple varias funciones celulares y actúa en un modo dinámico en múltiples ubicaciones celulares, incluida la membrana plasmática donde la β-catenina contribuye a la estabilización de los complejos adhesivos intercelulares, el citoplasma donde se regulan los niveles de β-catenina y el núcleo donde la β-catenina participa en la regulación transcripcional y en las interacciones de la cromatina. Los efectores centrales de los niveles de β-catenina son una familia de glicoproteínas secretadas ricas en cisteína, conocidas como morfógenos Wnt. A través del complejo receptor LRP5/6-Frizzled, Wnts regula la ubicación y la actividad del complejo de destrucción y, en consecuencia, los niveles intracelulares de β-catenina. Sin embargo, los niveles de β-catenina y sus efectos en los programas transcripcionales también están influenciados por muchos otros factores, como la ­hipoxia, la inflamación, la señalización mediada por el factor de crecimiento de hepatocitos y la molécula de adhesión celular E-cadherina. Las amplias implicaciones de la señalización de Wnt/β-catenina en el desarrollo, en el organismo adulto y en la enfermedad hacen de esta vía un objetivo primordial para la investigación y el desarrollo farmacológico. Por otro lado, la intrincada regulación de la β-catenina en sus diferentes ubicaciones proporciona puntos alternativos para las intervenciones terapéuticas.

Un estudio clínico de fase 2b incluyó 695 pacientes con osteartritis de rodilla con un nivel de una escala de calificación numérica de dolor (NRS) de ≥4 y ≤8 en una escala de 10 puntos en la rodilla objetivo y <4 en la rodilla contralateral. Los pacientes recibieron 1 inyección intraarticular de 2 ml de SM04690 (0,03; 0,07; 0,15 o 0,23 mg), placebo (vehículo) o simulacro (solo CON aguja seca) en la rodilla objetivo. En la semana 12 se registraron mejoras significativas en el dolor desde el inicio para la dosis de 0,07 mg y la de 0,23 mg. Estas mejoras persistieron hasta la semana 24 para ambas dosis. Se observaron mejoras significativas similares en la escala de dolor de osteoartritis (WOMAC) en las semanas 12 y 24 para la dosis de 0,07 mg y para la de 0,23 mg. Asimismo, también se observaron mejorías significativas para ambas dosis en las semanas 12 y 24 con relación a la escala de función física de WOMAC.