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Microbiota intestinal y obesidad

Es creciente el estado de opinión según la cual la obesidad podría tratarse de una patología de origen inflamatorio ligado a una deficiente actividad del sistema inmunitario y, concretamente, a la presencia de peculiaridades en los macrófagos. Se considera que la microbiota (flora) intestinal puede tener un papel muy relevante en esta relación entre el sistema inmunitario y el metabólico.

Una de las hipótesis que se ha venido barajando es que el desencadenamiento de la obesidad estaría ligada a la modificación de la permeabilidad de la barrera intestinal. Si ésta se agrieta, las moléculas de lipopolisacárido (LPS) presentes en las membranas externas de ciertas bacterias podrían atravesarla facilitando así su circulación por todo el cuerpo, provocando una reacción del sistema inmunitario secretando citocinas de carácter inflamatorio. Un estado crónico de inflamación de bajo grado podría desencadenar múltiples efectos metabólicos, incluyendo la alteración del metabolismo de la glucosa y la absorción de grasa. Otro de los aspectos importantes es que la microbiota cercana a la barrera intestinal experimenta cambios cuando se produce la reacción inflamatoria provocada por LPS, aunque existen dudas si tales cambios son una causa o más bien una consecuencia.

Con el fin de identificar un perfil metabólico plasmático asociado con el índice de masa corporal (IMC) en una población general e investigar si dicho perfil está asociado con una composición distinta de la microbiota intestinal, se ha ha determinado un perfil de 48 metabolitos plasmáticos en una población de 920 adultos suecos (edad media de 39 años, 53% mujeres), en el ámbito del Malmö Offspring Study. La microbiota intestinal se analizó por secuenciación del gen del rRNA16S (región V1-V3) en muestras fecales de 674 participantes del estudio. IMC fue asociado con 19 metabolitos (p < 0,001 para todos), de los cuales el glutamato proporcionó la asociación directa más robusta estadísticamente, junto con los aminoácidos de cadena ramificada (AACR). Por regresión ortogonal de mínimos cuadrados parciales, se construyó un componente principal del metabolito predictivo del IMC (PCBMI).

Cuatro especies de la microbiota intestinal (Lactobacillus blautia, L. dorea, L. ruminococcus y SHA-98) se asociaron tanto con el IMC como con el PCBMI. Se descubrieron asociaciones entre cuatro géneros de microbiota intestinal y los metabolitos del plasma predictivos de IMC, incluidos el glutamato y los AACR. Esto sugiere que estos metabolitos podrían ser mediadores entre la microbiota intestinal y la obesidad, y apunta a posibles oportunidades para actuar sobre la microbiota intestinal en la prevención de la obesidad.

  • Ottoson F, Brinkwall L, Ericson U, Nilsson PM, Almgren P, Fernández C, et al. Connection between BMI related plasma metabolite profile and gut microbiota. J Clin Endrocrinol Metab 2018; jc.2017-02114. Doi: 10.1210/jc.2017-02114.