Infecciones virales
¿Antibióticos macrólidos para la gripe?
Un reciente ensayo clínico ha confirmado la existencia de efectos antiinflamatorios significativos con el tratamiento coadyuvante con antibióticos macrólidos en adultos con cuadros graves de gripe, aunque sin afectar al control viral.
Los antibióticos macrólidos, además de su acción antibacteriana, pueden presentar un cierto efecto antiinflamatorio por disminución de la actividad de las células inmunitarias y alteración de las células bacterianas. Ya en los años 80 se observó un aumento de la supervivencia en pacientes afectados de panbronquiolitis difusa después de tratarse con eritromicina. Datos recientes indican que el uso de macrólidos en diferentes enfermedades de carácter inflamatorio crónico ha aumentado significativamente. En concreto, en cuadros de fibrosis quística (mucoviscidosis), asma o bronquiectasia, entre otras, se han observado mejoras clínicas asociadas a la administración de macrólidos.
No obstante, a pesar del aparente beneficio clínico que parecen aportar, los resultados publicados hasta la fecha son controvertidos y no permiten obtener conclusiones firmes. Esto hace necesario realizar nuevos ensayos clínicos más específicos sobre las condiciones de uso y duración del tratamiento con estos antibióticos, sin olvidar que no están exentos de efectos adversos, particularmente la aparición de cepas bacterianas resistentes.
Recientemente, se ha realizado un ensayo multicéntrico, abierto y aleatorizado, entre adultos hospitalizados por gripe. Los pacientes recibieron un tratamiento a base de oseltamivir y azitromicina (500 mg/día) u oseltamivir solo, ambos durante 5 días. Cincuenta pacientes fueron asignados aleatoriamente a los grupos oseltamivir-azitromicina u oseltamivir, con características basales comparables (57, tipo viral A/H3N2, 70%), complicaciones (72%) y carga viral.
Se observó una reducción de la concentración de citocinas proinflamatorias: IL-6 (-83,4 vs. 59,5%) y CXCL-8 (-80,5 vs. 58,0%), IL-17 (-74,0 vs. 34,3%), CXCL-9 (-71,3 vs. -56,0%); asimismo, se observó una tendencia – estadísticamente no significativa – hacia una resolución más temprana en los síntomas del cuadro gripal con el tratamiento conjunto; no obstante, no se apreciaron diferencias en la velocidad de reducción de la concentración de ARN viral ni en la negativización de los cultivos.





