El género Crataegus (familia Rosaceae) consta de unas 280 especies, generalmente árboles o arbustos espinosos. Según se recoge en la Real Farmacopea Española, las especies C. monogyna Jacq., C. laevigata (Poiret) D.C. (sinónimo: C. oxyacanthoides Thuill.) o sus híbridos o, mas raramente, otras especies europeas como C. pentagyna Waldst. et Kit. ex Willd., C. nigra Waldst. et Kit y C. azarolus L., son las utilizadas en terapéutica
La Farmacopea española incluye las hojas y flores (“ramas que contienen flores, desecadas, entera o cortadas”) (Crataegi folium cum flore), y los “falsos frutos desecados” (Crataegi fructus). Por su parte, la Farmacopea europea incluye además las monografías del extracto seco de hojas y flores (Crataegi folii cum flore exractum siccum) y del extracto fluido de hojas y flores, cuantificado (Crataegi folii cum flore extractum fluidum quantificatum). El extracto seco puede ser acuoso o hidroalcohólico debiendo tener como mínimo un 2,5% o un 6,0% de flavonoides, respectivamente. Respecto al extracto fluido, este debe contener entre 0,8 y 3% de flavonoides.
El espino blanco, espino albar o majuelo entre otras denominaciones vulgares, se conoce en inglés como Hawthorn, en francés como Aubépine, Hagedorn en alemán y Biancospino en italiano. Se encuentra en zonas templadas del hemisferio norte por Europa y Asia, y en el Norte de África. Según algunos autores es también nativa de Norteamérica y según otros naturalizada en dicha zona.
Los espinos poseen hojas caducas de color verde brillante, simples, alternas, pecioladas, mas o menos lobuladas y con los lóbulos obtusos o romos, según la especie. Las de C. laevigata, C. monogyna y C. pentagyna son glabras o con tricomas aislados y, las de C. azarolus y C. nigra pubescentes. Las inflorescencias en corimbos de flores pequeñas con receptáculo campanulado poseen 5 sépalos y 5 pétalos libres, blancos o rosados y numerosos estambres. Los frutos drupáceos (majuelas) son de forma globosa u ovoide, rojizos cuando maduran, con un hueso (pireno) en su interior en C. monogyna y dos o tres en C. laevigata.
Las hojas y flores contienen flavonoides, según la RFE no menos del 1,5%, expresados como hiperósido (hiperósido, vitexina y derivados de la misma, rutósido, etc). Tiene también proantocianidinas, sobre todo oligoméricas (alrededor del 3%) (picnogenoles); ácidos fenólicos, ácidos orgánicos, triterpenos (ácidos ursólico y oleanólico entre otros), esteroles, aminas aromáticas, una pequeña proporción de aceite esencial y sales minerales (principalmente potásicas). La composición de los frutos es muy parecida tanto cuali como cuantitativamente, pero poseen además vitamina C. La Farmacopea especifica que el contenido en procianidinas de los frutos, referido a droga desecada, debe ser como mínimo del 1,0% expresado como clorhidrato de cianidina.
Se considera al espino albar como un cardiotónico menor, se decía antiguamente útil “en tratamientos interdigitálicos”. Diversas especies de Crataegus se emplean en la medicina tradicional de diferentes países para distintas aplicaciones. En Europa, se ha utilizado de manera tradicional en afecciones cardíacas por sus efectos cardiotónico, hipotensor, antiaterosclerótico y antiespasmódico. También se ha utilizado como sedante nervioso en casos de estrés, nerviosismo, trastornos del sueño y dolor. Los frutos de diversas especies se consumen en alimentación preparándose con ellos mermeladas y otros dulces.
Numerosos ensayos in vitro e in vivo demuestran las propiedades del espino blanco a nivel cardiovascular, actividad antioxidante, antiinflamatoria, efecto inotrópico positivo, vasodilatador, hipotensor, antiarrítmico, antiagregante, etc. Posee también propiedades sedantes comprobadas en animal de experimentación. El espino ha demostrado además actividad antibacteriana, gastroprotectora, etc. La mayoría de los efectos parecen estar ligados a los compuestos polifenólicos presentes en la droga.
El efecto inotrópico positivo, aumento de la contractilidad del miocardio, fue observado en miocitos de rata y en preparaciones de Langendorff (corazón de mamífero aislado perfundido). Se comprobó además una prolongación del periodo refractario. Este efecto inotrópico se ha estudiado con los extractos, con fracciones aisladas y con compuestos aislados, atribuyéndose principalmente a las procianidinas. También estas procianidinas oligoméricas parecen ser responsables en gran medida del incremento del flujo sanguíneo coronario, comprobado en modelos ex vivo e in vivo. Así mismo, en cultivos de cardiomiocitos de ratón se ha observado el efecto cronotrópico negativo y antiarrítmico de extractos de espino. Este último efecto se ha demostrado además en corazón aislado. También se han reportado mediante ensayos ex vivo e in vivo efectos protectores frente al daño inducido por isquemia/reperfusión.
Se ha comprobado además el efecto antiagregante del extracto de espino en sangre de rata mediante el incremento del tiempo de sangrado, disminución de la agregación plaquetaria y de los niveles séricos de tromboxano B2.
El extracto WS®1442 obtenido a partir de las hojas con flores de especies seleccionadas de C. oxyacantha y C. monogyna con etanol al 45% y ajustado su contenido en procianidinas oligoméricas en un 17,3-20,1%, fue administrado crónicamente a ratas Wistar, durante 25 hasta 65 semanas. Se comprobó que previene la disfunción endotelial relacionada con la edad. Este efecto parece ser debido a la capacidad de la droga para normalizar el estrés oxidativo vascular relacionado con la edad y la respuesta contráctil dependiente de endotelio mediada por COX-1 y COX-2.
Aunque no se conoce exactamente el mecanismo de acción, probablemente el espino actúa inhibiendo la actividad Na+/K+-ATPasa y aumentando la eficiencia del transporte de calcio en cardiomiocitos. También es posible una inhibición de la AMPc-fosfodiesterasa, o de la enzima convertidora de angiotensina. Por otra parte parece innegable la participación de su actividad antioxidante y captadora de radicales libres.
El papel preventivo sobre las células cardiovasculares puede estar mediado por la regulación de la caspasa, disminuyendo la apoptosis de las células endoteliales.
La actividad hipotensora e hipolipemiante se ha estudiado en animales de experimentación, comprobándose una importante disminución de la presión arterial y de los niveles de lípidos plasmáticos, disminuyendo igualmente los depósitos de lípidos en hígado y aorta.
Diversos estudios han demostrado la capacidad del espino para reducir los niveles plasmáticos de colesterol, principalmente de LDL-c. En ratones ateroscleróticos genéticamente seleccionados por su deficiencia en ApoE, sometidos a dieta aterogénica, se observa una reducción del cociente entre LDL-c y el colesterol total, y una disminución significativa de los niveles de triglicéridos. Entre los mecanismos de acción se ha comprobado que estimulan la actividad de los receptores de LDL-c, incrementan la secreción de ácidos biliares y disminuyen la síntesis de colesterol hepático. También podría disminuir el colesterol mediante un efecto inhibidor de la absorción intestinal regulada por el enzima colesterol acíl-transferasa (ACAT). Además en algunos trabajos se indica que la fracción flavonoidica obtenida de esta especie actúa sobre la expresión de genes relacionados con la acumulación de lípidos. La actividad antioxidante, ampliamente demostrada, contribuye decisivamente a la eficacia del espino en la prevención de la enfermedad aterosclerótica.
En cuanto a su actividad antihipertensiva, los extractos de Crataegus reducen de forma dosis dependiente la frecuencia cardiaca y la presión arterial media en los animales tratados. A dosis elevadas pueden incluso anular el nodo sinusal provocando progresivamente un bloqueo aurículo-ventricular. En el mecanismo parece intervenir una estimulación directa del receptor muscarínico M2 y un posible bloqueo de receptores beta-adrenérgicos. En cuanto al efecto hipotensor, algunos autores lo relacionan con un incremento en la liberación de óxido nítrico, sin embargo en estudios recientes se cuestiona dicho mecanismo.
Ensayos clínicos
Los extractos de Crataegus están aprobados por la New York Heart Association (NYHA) como coadyuvantes en el tratamiento de los estadíos I-III de la insuficiencia cardiaca debido a su efecto inotrópico positivo, antiarrítmico y vasodilatador. Además parecen confirmados sus beneficios en el mantenimiento de la calidad de vida pues consiguen controlar su sintomatología (disminuyen la fatiga, apatía, disnea, edema pretibial y agotamiento rápido), incrementar la tolerancia al ejercicio y evitar algunos de los efectos secundarios de tratamientos con otros fármacos (frecuencia urinaria nocturna). Esto es importante pues las enfermedades cardiovasculares son uno de los problemas mas serios para la salud humana debido a sus elevados índices de morbilidad y mortalidad. Según la OMS son la causa de mas de 17 millones de fallecimientos en el mundo.

