Como parte de los planes para acelerar los diagnósticos de cáncer en Inglaterra, los farmacéuticos comunitarios pronto podrán evaluar a los pacientes con síntomas de cáncer y derivarlos directamente al médico para su confirmación. El desarrollo aliviará la presión de las cargas de trabajo de los médicos generales. Las organizaciones benéficas contra el cáncer han acogido con satisfacción la medida, pero los representantes de los médicos han advertido de la necesidad de que los farmacéuticos amplíen su formación. Martin Marshall, presidente del Royal College of General Practitioners, ha declarado que “lo que es vital es que los farmacéuticos que participan en el esquema tengan la capacitación y el apoyo adecuados, tanto para identificar posibles signos de cáncer como para apoyar a los pacientes que pueden estar preocupados o ansiosos, y que haya suficiente capacidad en los servicios posteriores para hacer frente al aumento de la demanda”.