Desde el 5 de octubre de 2020, los farmacéuticos comunitarios de Bélgica están autorizados a dispensar vacunas antigripales sin receta a las personas de los grupos destinatarios recomendados para la vacunación antigripal. Esta medida fue ampliamente respaldada por los médicos con el fin de reducir el número de visitas a los consultorios médicos. El farmacéutico verificará la edad del paciente, comprobará que no tenga alergias conocidas e informará al paciente sobre la forma correcta de almacenar la vacuna (en frio). El farmacéutico registra la entrega de la vacuna contra la gripe en el registro de recetas para que la información esté disponible en la historia clínica del paciente.