La Comisión ha adoptado una Estrategia Farmacéutica para Europa para garantizar que los pacientes tengan acceso a medicamentos innovadores y asequibles, así como para fomentar la competitividad, la capacidad innovadora y la sostenibilidad de la industria farmacéutica de la Unión Europea (UE). Esta estrategia, según explica la Comisión en un comunicado, permitirá a Europa cubrir sus necesidades farmacéuticas, también en momentos de crisis, mediante cadenas de suministro sólidas. La Estrategia Farmacéutica Europea tiene cuatro objetivos principales:
- garantizar el acceso de los pacientes a medicamentos asequibles y abordar necesidades médicas no satisfechas;
- fomentar la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de la industria farmacéutica de la UE y el desarrollo de medicamentos de alta calidad, seguros, eficaces y más ecológicos;
- mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis y abordar la seguridad del suministro;
- velar por una voz firme de la UE con altos estándares de calidad, eficacia y seguridad.
La Estrategia, pese a ser mucho más que un instrumento de respuesta a las crisis, extrae enseñanzas de la respuesta inicial a la pandemia de COVID-19 y mejora la preparación y la resiliencia del sector farmacéutico europeo. La estrategia presenta medidas concretas para garantizar la accesibilidad, la disponibilidad y la asequibilidad de los medicamentos.
Contexto
La Estrategia Farmacéutica para Europa marca el inicio de un proceso: su implementación incluye un ambicioso programa de medidas legislativas y no legislativas que se pondrá en marcha a lo largo de los próximos años. Las acciones emblemáticas de la Estrategia incluyen entre otros:
- una revisión de la legislación farmacéutica básica, con vistas a dotar a este marco de perspectivas de futuro y hacerlo favorable a la innovación;
- una propuesta de creación de la Autoridad para la Respuesta Sanitaria de Emergencia (propuesta: segundo semestre de 2021);
- una revisión de reglamentos sobre medicamentos para niños y para enfermedades raras;
- el inicio de un diálogo estructurado con todos los agentes para detectar las vulnerabilidades de la cadena de suministro de medicamentos en la UE;
- la cooperación entre las autoridades nacionales en la fijación de precios, pagos y contratación pública para lograr que medicamentos sean más asequibles y rentables, así como de hacer más sostenible el sistema sanitario;
- la creación de una infraestructura digital sólida, incluida una propuesta relativa a un espacio europeo de datos sanitarios (fecha límite para una propuesta: 2021);