La gestión del suministro y los desabastecimientos con criterios sanitarios; el abastecimiento continuo de medicamentos, productos sanitarios, de parafarmacia, veterinaria o principios activos a cualquier núcleo de población; el sistema de calidad basado en las Buenas Prácticas de Distribución; la homologación de los cientos de proveedores y puntos de entrega y de los millares de referencias; la redacción de la reglamentación interna, la custodia de la documentación, la acreditación del cumplimiento y la formación de todo el personal en toda la legislación y la normativa propia en el ámbito sanitario, de calidad, de seguridad, medioambiental; la validación de las instalaciones, sistemas y procesos, de los medios de transporte o la trazabilidad total de los movimientos, de los lotes, de los dispositivos de seguridad.
Todas estas acciones son garantía del acceso de todos los ciudadanos a los medicamentos en condiciones óptimas; previenen la entrada de productos falsificados y permiten la retirada de lotes afectados por alertas sanitarias en pocas horas. Además, son algunos de los motivos por los que los farmacéuticos de la distribución contribuyen a hacer siempre de la farmacia un punto de confianza al servicio de la salud.