En Canadá, la percepción de la ciudadanía ha cambiado a lo largo de la última década, donde ha pasado de ser visto como un profesional sanitario que solo dispensaba medicamentos a un agente esencial del Sistema Nacional de Salud.
La Asociación de Farmacéuticos Canadienses (CPA) informa que generan un valor de 4,7 billones de dólares a la mejora del sistema sanitario. Además, fruto de esa confianza, han ampliado su cartera de servicios profesionales asistenciales con, entre otros, la receta de medicamentos para afecciones comunes y recomendación de tratamientos sin receta.