La FIP ha adoptado una declaración que promueve el cribado sanitario mediante pruebas en farmacia comunitaria. Las pruebas en los puntos de atención de las farmacias aportan beneficios sanitarios y económicos, según la FIP. El documento afirma que en las farmacias puede realizarse una amplia gama de pruebas, desde la detección de enfermedades (por ejemplo, COVID-19, VIH) hasta el control de indicadores de enfermedades crónicas (por ejemplo, pruebas de colesterol o niveles de glucosa en sangre). En la nueva declaración, la FIP pide que los servicios de pruebas en farmacia se incorporen a la asistencia sanitaria financiada por el sector público y por las aseguradoras privadas, además de estar disponibles para su compra por parte de los particulares, y que los farmacéuticos tengan acceso de lectura y registro de las historias clínicas electrónicas para que los resultados de las pruebas puedan ser compartidos por todo el equipo sanitario.