Los farmacéuticos advierten de los peligros que supone fomentar el consumo de medicamentos en vez de su uso racional

Desde la Organización Farmacéutica Colegial se considera imposible avanzar en políticas de uso racional y contención del gasto en medicamentos si no se asegura que las EFP sólo se dispensan en farmacias. Un cambio en la dispensación supone avanzar hacia modelos de prestación farmacéutica mucho peores para el ciudadano que el que actualmente hay en España. Las autoridades sanitarias tienen que ser consecuentes con los perjuicios que supondría para la sociedad cambiar la legislación para permitir que los establecimientos comerciales pudieran vender medicamentos.

El Consejo General de Farmacéuticos advierte a la sociedad que los medicamentos son instrumentos de salud, y en ningún caso pueden ser considerados bienes de consumo o mercancías. También pone de manifiesto los peligros que supone fomentar su consumo a través de ofertas y descuentos, o distribuirlos por canales distintos a las farmacias, lo que implicaría que en España se produjeran situaciones análogas a las de Estados Unidos, donde la venta de algunos medicamentos es libre, y se producen más de 170.000 ingresos hospitalarios al año por mal uso de los medicamentos.

La legislación sanitaria considera a la Oficina de Farmacia como un establecimiento sanitario privado de interés público y establece que los medicamentos sólo se pueden dispensar, a parte de diferentes tipos de centros sanitarios, en Farmacias. Con esta regulación, las diferentes leyes reflejan la concepción sanitaria del medicamento, y por tanto que no pueda ser vendido libremente.

Es necesario que los medicamentos solamente sean dispensados en oficinas de farmacia, porque sino es así, difícilmente se podrá implantar el concepto de atención farmacéutica, impulsado por la Organización Mundial de la Salud, y encaminado a conseguir que las personas hagan un uso más racional y eficaz del medicamento, y para eso se necesita controlar que es lo que consume el paciente, algo imposible si se autoriza la venta libre de medicamentos. Es una contradicción realizar campañas de uso racional, intentar contener el gasto en medicamentos, apostar por los equipos multidisciplinares de salud, implantar sistemas de atención farmacéutica personalizada, cuando por otro lado se le hacen ofertas al ciudadano para que aumente el consumo de las EFP adquiridas en lugares diferentes a la farmacia.

Cambios en la dispensación de las EFP, como los propugnados por ANGED, nos llevarían a situaciones como la ocurrida hace pocas semanas, basada en el mal uso de la FENILPROPANOLAMINA y que en Estados Unidos ha producido que el abuso en el consumo de medicamentos con este principio activo haya provocado muertes e infartos cerebrales. En los países que los medicamentos son de venta libre, dicha situación provoca que se puedan adquirir sin el control de ningún profesional sanitario, algo que en nuestro país no sucede. Además la OMS ha calificado a España como el séptimo mejor sistema sanitario del mundo, mientras EE.UU, en esa misma clasificación ocupa el puesto trigesimoséptimo.