El 18 de noviembre se celebra el "Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos" en toda Europa, con el objetivo de asesorar a la sociedad sobre la utilización responsable de los antibióticos, así como concienciar de los riesgos asociados al uso inadecuado de los mismos.

La resistencia a los antibióticos se considera un problema clínico y de salud pública por todas las agencias de salud pública del mundo, ya que constituye una amenaza para la seguridad de los ciudadanos.

Los farmacéuticos, conscientes de este problema se unen a este Día Mundial, como una de las acciones que vienen desarrollando para promover el uso adecuado de los antibióticos.

El portal de la Organización Farmacéutica Colegial tiene habilitado este espacio específico, donde se recopila información sobre la utilización prudente de los antibióticos y el importante papel de la Farmacia.

Papel del farmacéutico en el Uso Prudente de los Antibióticos

Desde la Organización Farmacéutica Colegial

La Organización Farmacéutica Colegial asume como uno de sus objetivos la promoción de estrategias que garanticen un uso adecuado de los medicamentos. Conocedores de la importante labor educativa del farmacéutico, ha llevado a cabo con éxito un total de 53 campañas sanitarias durante los últimos cinco años, algunas de ellas centradas específicamente en el uso correcto de los antibióticos (por ejemplo, Campaña “Con los antibióticos no se juega ).

Además de las acciones dirigidas a la población, el Consejo General considera clave la formación de los profesionales farmacéuticos, por lo que también ha promovido iniciativas en este sentido. A modo de ejemplo, por citar alguno de los eventos más relevantes realizados, durante los días 4 y 5 de diciembre de 2006 se llevaron a cabo en Madrid unas Jornadas sobre el “Uso racional de antibióticos”, organizadas por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y Consumo.

En ellas participaron como ponentes y asistentes representantes de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, de Consejos Autonómicos y del propio Consejo General, de la Universidad Complutense , del Instituto de Salud Carlos III, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, de la industria farmacéutica, así como de medios de comunicación. Todo ello con el objetivo de compartir la opinión y experiencia de los profesionales sanitarios en sus diferentes ámbitos de actuación, en relación al uso racional de los antibióticos, actualizar la información sobre la evolución temporal en España y a nivel internacional de los niveles de resistencias, y trasladar a los responsables de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España la información y la formación actualizada sobre el tema.

Asimismo, los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de diversas provincias españolas presentaron las campañas sanitarias realizadas sobre el uso racional de antibióticos, entre ellos los siguientes:

  • Asturias: campaña Antibióticos sólo con receta. Seamos responsables
  • Cádiz: campaña en las oficinas de farmacia, bajo el lema "Los antibióticos siempre con receta".
  • Cantabria: formación práctica de los farmacéuticos y distribución de material formativo al paciente.
  • Castilla y León: Campaña "Los antibióticos siempre con receta en la farmacia".
  • Ciudad Real: campaña en las oficinas de farmacia con el título “Usemos bien los medicamentos. Evite la automedicación con antibióticos”, con la retransmisión de espacios específicos en radio y TV.
  • Coruña (A): “Antibióticos con Receta por tu salud”.
  • Guipúzcoa: colaboración en el Programa de Uso racional de Antibióticos con el Departamento de Sanidad con formación de farmacéuticos, información a la sociedad, realización de encuestas y presentación de conclusiones en un estudio descriptivo transversal.
  • Lleida: con la campaña "Antibióticos: 5 buenos consejos".
  • Navarra: colaboración con el Servicio Navarro de Salud en la iniciativa “Uso correcto de antibióticos ¿Por qué es importante?”.
  • Palencia: “Antibióticos…úsalos bien”.
  • Pontevedra: Jornada de trabajo sobre el uso racional de antibióticos
  • Soria: campaña informativa “Antibióticos. Tu farmacéutico te informa”.
  • Vizcaya: entrega de dípticos en la campaña “Los antibióticos tienen sus reglas. Úsalos correctamente”, y realización de un estudio sobre la dispensación de estos fármacos en el que se concluyó que el 95% de las farmacias consultadas, se negaron a dispensar un antibiótico sin receta.

Por otra parte, la Organización Farmacéutica Profesional ha liderado en Europa el tema del uso racional de antibióticos ante la Agrupación Farmacéutica Europea , y lleva insistiendo largo tiempo en la imperiosa necesidad de la regulación eficaz del mercado farmacéutico veterinario y en el cumplimiento estricto de la normativa legal, sobre la presencia inexcusable del farmacéutico en el cualquier punto de manejo de los medicamentos, de uso animal o humano.

Otro aspecto no menos importante es que la Organización Farmacéutica Profesional forma parte del SIGRE, el sistema de recogida selectiva de medicamentos, que agrupa a la práctica totalidad de las oficinas de farmacia españolas, más de 20.000, donde se recogen los medicamentos no utilizados por los pacientes y, entre ellos, de los antibióticos, impidiendo su vertido incontrolado y la correspondiente polución medioambiental.

Finalmente, el Consejo General de Farmacéuticos asistió al taller europeo que tuvo lugar en Paris el 6 y 7 de noviembre bajo el título de “Campañas para el uso prudente de antibióticos”. En él se describieron las campañas desarrolladas en diferentes países de la Unión Europea para reducir el uso inadecuado de estos medicamentos, detallándose el impacto que cada una de ellas ha tenido en el uso de antibióticos y las resistencias a éstos.

Desde la Oficina de Farmacia

Las Oficinas de Farmacia son lugares idóneos donde transmitir los mensajes educativos en salud y modificar comportamientos, con el fin último de aumentar la eficacia de los tratamientos y garantizar la seguridad de los mismos.

El farmacéutico, como profesional sanitario cercano a la sociedad, tiene un papel fundamental a la hora de informar sobre la importancia de cumplir la posología y la duración del tratamiento antibiótico prescrito, y asegurarse de que el paciente lo ha comprendido, ya que la falta de cumplimiento es la base de la mala utilización de estos fármacos y de la consecuente aparición de resistencias.

Se ha observado que el 26,4% de los pacientes piensa que sólo debe continuar el tratamiento con antibióticos mientras tiene síntomas, y ésta es la principal causa (el 54,5%) de abandono. Además, sólo el 40% de los europeos saben que los antibióticos son ineficaces contra los virus.

Por todo lo anterior, es evidente la importancia de una educación sanitaria sobre el uso correcto y racional de los antibióticos, para que los pacientes completen los tratamientos y sólo los usen en los casos en los que estos sean necesarios.

La sanidad es responsabilidad de todas las profesiones sanitarias, de las autoridades sanitarias y de la propia sociedad civil. Desde esta perspectiva, la profesión farmacéutica ha ofrecido en múltiples ocasiones la colaboración comprometida para participar activamente en equipos multidisciplinarios en una materia tan trascendente como es la lucha contra la resistencia microbiana a los antibióticos y, en definitiva, el uso prudente de los mismos.

 Información general sobre Antibióticos para Ciudadanos

1. ¿Qué es un antibiótico?

Un antibiótico es un medicamento destinado a acabar con procesos infecciosos producidos por un determinado tipo de agentes microbianos, las bacterias. De la misma forma que existen múltiples especies de bacterias capaces de provocar enfermedades en personas y animales, existe una amplia variedad de antibióticos que actúan con cierto grado de selectividad frente a tales bacterias. El objetivo terapéutico del antibiótico es ayudar al organismo en su lucha biológica frente a las bacterias causantes de la infección.

Existen muchas clases de antibióticos, que actúan de formas diferentes y sobre grupos diversos de bacterias patógenas. Por ello, es fundamental que previamente a la utilización de un antibiótico se lleve a cabo un diagnóstico médico preciso, para determinar cuál es el alcance de la infección, su posible agente microbiano causal y su tratamiento más adecuado, teniendo en cuenta también otros aspectos específicos del paciente.

2. ¿Qué es el uso Prudente de Antibióticos?

Tendiendo en cuenta lo dicho anteriormente, es importante que la selección del antibiótico sea llevada a cabo por el médico que ha realizado el diagnóstico, quien además de elaborar la correspondiente receta, indicará al paciente la posología y la duración del tratamiento.

Por consiguiente, los antibióticos sólo deben ser utilizados si han sido debidamente prescritos por un médico y dispensados en una farmacia presentando la correspondiente receta médica.

El diagnóstico y la prescripción médica garantizan la mejor selección del antibiótico adecuado para cada situación, optimizando los resultados terapéuticos y reduciendo a un mínimo razonable el riesgo de efectos adversos debidos al antibiótico. Pero, además, en el caso de los antibióticos existe un problema adicional al de los posibles efectos adversos que puede experimentar el propio paciente que toma el antibiótico. Se trata de las resistencias bacterianas.

3. ¿Qué son las resistencias bacterianas?

Las bacterias son organismos vivos y, por tanto, presentan una notable capacidad de adaptación al entorno. De hecho, esa capacidad les ha permitido soportar 3.000 millones de años de evolución biológica.

Tal capacidad de adaptación también se manifiesta en las bacterias con capacidad para producir enfermedades en personas y animales. En este sentido, muchas de estas bacterias patógenas han sido capaces de desarrollar mecanismos por los cuales se vuelven resistentes a uno o varios tipos de antibióticos. Y ese es uno de los motivos por los que el empleo de algunos antibióticos en determinadas infecciones ha ido perdiendo paulatinamente eficacia.

Este incremento de la resistencia bacteriana a ciertos antibióticos supone una reducción de la eficacia terapéutica y, al mismo tiempo, la aparición de cuadros clínicos de muy difícil tratamiento con los antibióticos actualmente disponibles.

Aunque la investigación farmacéutica está aportando continuamente nuevos antibióticos cada vez más potentes y selectivos, capaces de soslayar algunos tipos de resistencia bacteriana, el problema de la resistencia bacteriana no se puede solucionar solo incorporando nuevos medicamentos, cuyo desarrollo es muy costoso en tiempo y dinero sino que además hay que evitar o reducir las condiciones que favorecen el desarrollo de las mismas, esto es, con la elección inadecuada de antibiótico, según la infección existente, y con la utilización de dosis inadecuadas o duración insuficiente del tratamiento antibiótico.

4. Consejos para el Uso Prudente de Antibióticos

  • En caso de padecer una infección se debe acudir siempre al médico, al ser el profesional que le indicará si la enfermedad está producida por una bacteria y le prescribirá el antibiótico adecuado para la infección.
  • Hay que tener en cuenta que enfermedades como la gripe y ciertas infecciones de garganta son producidas por virus y el uso de antibióticos no es eficaz.
  • Es especialmente importante cumplir el tratamiento completo, aunque se mejore antes. Si se interrumpe el tratamiento de forma prematura, se corre el riesgo de que la bacteria patógena vuelva a crecer y a multiplicarse, produciendo así una infección aún más grave.
  • La duración del tratamiento vendrá especificada en la receta médica. Generalmente, la mayoría de los tratamientos se establecen por periodos entre 5 y 10 días.
  • Es esencial tomar la cantidad correcta de medicamento y cada dosis a la hora adecuada.
  • Los antibióticos son generalmente fármacos seguros, aunque, como todo medicamento pueden producir reacciones adversas. La alergia es uno de los efectos adversos más conocidos, aunque no de los más frecuentes. El paciente debe estar informado si es alérgico y llevar siempre consigo una tarjeta o medalla que lo indique.
  • Otros efectos adversos se producen por la destrucción, además de las bacterias patógenas, de bacterias beneficiosas que se encuentran formando parte de la flora intestinal. Esto puede ocasionar dolor de estómago, diarrea, infecciones vaginales y otros problemas.

DÍA EUROPEO PARA EL USO PRUDENTE DE LOS ANTIBIÓTICOS

La lucha contra la resistencia bacteriana

La instauración del día 18 de noviembre como Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos es una excelente oportunidad para poner de relieve la importancia capital de la profesión farmacéutica en el ámbito de la salud pública, como elemento inseparable e imprescindible de su actividad global. Y, en este sentido, la lucha contra la resistencia bacteriana a los antibióticos constituye un elemento de primer orden.

Los antibióticos constituyen un amplio y heterogéneo grupo de medicamentos cuya utilización en medicina humana y veterinaria ha supuesto en el último medio siglo un progreso extraordinario para la calidad de vida sanitaria de las personas. Como ocurre con cualquier medicamento, los antibióticos requieren ser utilizados adecuadamente, en las circunstancias y con las condiciones requeridas para cada paciente, con el fin de obtener el máximo nivel de eficacia con el menor riesgo. Sin embargo, los antibióticos plantean el problema adicional de la resistencia microbiana.

El empleo de un antibiótico en una infección producida por gérmenes poco o nada sensibles a ese antibiótico puede provocar un agravamiento del proceso patológico, al seleccionar justamente los microorganismos más peligrosos. Igualmente, cuando se emplean con dosis o vías de administración inadecuadas, las concentraciones del antibiótico pueden no ser suficientes como para provocar la destrucción del microorganismo, facilitando que éste pueda desarrollar mecanismos bioquímicos para evitar el ataque del antibiótico o incluirse destruirle. El problema es que el desarrollo de esta capacidad de resistencia por un determinado germen podrá transmitirla a todos sus descendientes o incluso a otros gérmenes.

Aunque la resistencia no es el único problema derivado del uso incontrolado de antibióticos, sin duda es el más relevante y es lo que hace especialmente importante plantear su uso racional , papel en el que los profesionales farmacéuticos tienen un papel relevante.

La aparición de resistencia microbiana en cada país, con especial énfasis en la resistencia bacteriana, está ligada a un amplio y diverso colectivo de factores. Es prácticamente imposible establecer cuantitativamente el grado de responsabilidad correspondiente a cada uno de los múltiples factores implicados en el desarrollo de resistencia microbiana . Es la presión colectiva de todos ellos lo que la determina y, por tanto, cualquier acción que no contemple de forma global el problema está necesariamente abocada al fracaso. En España y, en mayor o menor medida, en el resto de los países de la Unión Europea podemos encontrar los siguientes factores:

  • Factores naturales:
  • Incremento de la presión ecológica sobre las especies microbianas
  • Prevalencia desigual de enfermedades infecciosas áreas geográficas diversas
  • Factores ligados a la prescripción de antimicrobianos, tanto en seres humanos como en animales:
  • Errores en el diagnóstico y/o tratamiento
  • Abuso en la prescripción de antibióticos
  • Uso para indicaciones no autorizadas
  • Usos extrasanitarios explotaciones agrícolas o ganaderas
  • Factores ligados a distribución y dispensación de antimicrobianos:
  • Dispensación de antibióticos sin receta.
  • Distribución directa por sanitarios no farmacéuticos: médicos, veterinarios, enfermeros, etc.
  • Ausencia de control farmacéutico en la distribución en veterinaria
  • Factores ligados a la eliminación de restos:
  • Uso inadecuado en animales de consumo
  • Eliminación inapropiada de restos de envases en Atención Primaria y Hospitalaria.
  • Eliminación inapropiada de excretas procedentes de hospitales y explotaciones ganadereas
  • Factores ligados a la Administración Pública :
  • Deficiencias en recursos para el diagnóstico y la formación continuada
  • Ausencia de consensos científicos sobre utilización de antibióticos
  • Factores ligados a la industria farmacéutica:
  • Presión comercial excesiva a médicos y veterinarios
  • Elevado número de presentaciones comerciales de medicamentos, con pocas o nulas diferencias entre ellas.
  • Escaso nivel de innovación
  • Factores ligados a los pacientes
  • Incumplimiento terapéutico.
  • Autoconsumo (consumo de restos anteriores o dispensación inadecuada)

Desgraciadamente, en relación con Europa y otros países occidentales como Estados Unidos y Canadá, España muestra registros muy desfavorables de resistencia, especialmente en patógenos bacterianos de ámbito extrahospitalario. Por ejemplo en el caso de Escherichia coli (una de las bacterias que forma parte de la flora intestinal humana y de gran prevalencia en patología infecciosa), según la red oficial europea de vigilancia de la resistencia a antibióticos, European Antimicrobial Resistance Surveillance System (EARSS), la resistencia a ciprofloxacino en España había aumentado desde el 17,2% en 2001 al 29,2% en 2005.

Es, por tanto, un grave problema sanitario, tal y como ha sido puesto de manifiesto por la publicación del Eurobarómetro Especial Sobre Resistencia a Antibióticos a principios de este año, que también ha permitido conocer el grado de conocimiento de la población sobre este tipo de medicamentos, así como determinar la mejor manera de concienciar a la población sobre los riesgos de un uso inadecuado, valorar el impacto que tienen las campañas informativas desarrolladas y, en no menor medida, intentar modificar comportamientos de la población. La encuesta se realizó durante los meses de noviembre-diciembre de 2009 en los 27 Estados Miembros de la Unión Europea , con cerca de 27.000 personas entrevistadas.

Es fácil entender el problema del uso racional de los antibióticos considerando que un 40% de los europeos encuestados tomaron algún antibiótico por vía oral en los doce meses previos a la realización de la encuesta, observándose que los ciudadanos del sur de Europa lo hicieron en una proporción más alta (Italia 57%, Malta 55%, España 53% ) que los de países del norte (Suecia 22%, Alemania 28%, Dinamarca 30%).

El 95% de los europeos encuestados los consiguieron con receta médica; un 3% lo hicieron sin receta en una farmacia y un 2% utilizó antibióticos sobrantes de tratamientos anteriores. Los países con un mayor porcentaje de personas que dijeron haber conseguido sus antibióticos sin receta fueron: Rumania (16%), Lituania y Grecia (7%), Chipre y Letonia (6%). El dato para España fue del 4%.

Un 34% de los europeos encuestados dieron como motivo para haber tomado antibióticos una gripe o un resfriado (20% gripe y 14% resfriado). España con un 32% fue el país con el mayor porcentaje de población que dijo tomar antibióticos para la gripe, seguido de Austria (31%) y Chipre (28%). Para resfriados, el porcentaje de España fue también de los más elevados con un 24% , aunque ampliamente superado por Rumania (40%) y Bulgaria (32%). Llama también mucho la atención que un 5% dijera haber tomado antibióticos para el tratamiento del dolor de cabeza.

De nuevo, los más jóvenes tomaron antibióticos para gripe o resfriados en mayor proporción que personas mayores de 55 años (39% vs. 27%) y aquellos con mayores conocimientos sobre antibióticos los emplearon de un modo más responsable que aquellos peor informados (11% vs. 46%).

Para evaluar el grado de conocimiento sobre antibióticos se pidió que los encuestados respondiesen si era verdadero o falso que: 1) los antibióticos matan virus; 2) los antibióticos son eficaces frente a resfriados y gripe; 3) el uso innecesario de antibióticos los hace ineficaces y 4) tomar antibióticos conlleva a menudo la aparición de efectos secundarios como la diarrea.

Sólo el 20% dio la respuesta correcta a las 4 preguntas y la media europea de respuestas correctas fue del 2,3 sobre 4. De forma bastante clara los países del norte de Europa estaban entre los mejores informados sobre los efectos de los antibióticos (cuatro respuestas correctas): Finlandia (44%), Suecia (39%) y Dinamarca (37%). En el caso de España las tasas de respuestas correctas individuales oscilaron entre 68% y el 88%, por encima de la media europea (54-83%).

El 37% de los europeos recordaba haber recibido información sobre no utilizar antibióticos innecesariamente en el último año. Francia (67%), Finlandia (60%), Luxemburgo (56%) y España 51% ) fueron los países en los que hubo mayor proporción de personas que recordaban haber recibido esta información.

La realización de campañas sanitarias ha sido generalizada y en países como Francia (71%), Bélgica (51%), Luxemburgo (40%) o España 33% ), un elevado porcentaje de la población encuestada recuerda haber visto un anuncio en televisión sobre el tema. En este sentido, los países en los que la información recibida influyó más sobre los pacientes fueron Eslovaquia (57%), Irlanda (54%) y España (53%) .

Aunque, tal como ha quedado dicho, el problema de la resistencia bacteriana a los antibióticos es multifactorial, los farmacéuticos españoles han venido realizando un gran esfuerzo para combatirla, tanto desde el ejercicio individual como a través de la Organización Farmacéutica Colegial. En este sentido, el Consejo General y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España vienen realizando desde hace muchos años campañas de sensibilización entre los farmacéuticos y los propios pacientes, con informes técnicos y material divulgativo con indicaciones muy precisas sobre cómo actuar y utilizar los agentes antimicrobianos. Igualmente, el Consejo General ha participado en iniciativas de carácter público (Ministerio de Sanidad, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) tanto de carácter divulgativo entre la población, como en comisiones de expertos.