Pedro Gutiérrez Bueno

Logros profesionales:

Farmacéutico y químico, considerado el más ilustre químico español de su época.
Se deduce que debió nacer alrededor del año 1745.
No se sabe dónde estudió la carrera de Farmacia ni quienes fueron sus profesores pero Chiarlone y Mallaina apuntan sobre este autor que «en su botica, que ha existido en Madrid hasta 1830, tenía un magnífico laboratorio (…)».
Fue colegiado de número en el Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid, no se sabe cuándo ingresó pero debió ser alrededor de 1777, fecha en la que presentó a esta Corporación su «Disertación sobre el Licor Anodino Mineral».
Fue profesor del Real Laboratorio de Química, establecido en Madrid para la enseñanza de esta Ciencia, Examinador Perpetuo de Farmacia, profesor de Química en el Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid, y Catedrático de esta disciplina en el Real Colegio de San Carlos (Facultad de Medicina), de Madrid.
Además, académico de número de la Real Academia de Medicina de Madrid, ingresó en ella el 13 de enero de 1780, al parecer no demostró gran entusiasmo por esa Corporación, así lo demuestran sus faltas de asistencia y que no se conoce ninguna Disertación o Memoria allí presentada.
También pertenecía a la Real Academia de Medicina de Sevilla, como correspondiente, y en igual clase lo fue de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, electo el 9 de julio de 1788, habiendo también pertenecido a la de Medicina Práctica de Barcelona. Fue socio de mérito de la Real Sociedad Económica de Madrid.
Fue nombrado boticario mayor de su majestad por Real Orden del 27 de julio de 1792.
Por otro lado fue analista de aguas, aparece citado como tal por diferentes autores, especialmente por el doctor Rubio que citas diferentes análisis desde el año 1788 hasta 1805 diferentes fuentes como: Paracuellos de Jiloca, Molinar de Carranza, o Fuensanta de Gayangas, en el manantial de Espinosa de los Monteros.
Este polifacético auto también estuvo becado por el conde de Floridablanca para plantear un método breve y fácil de blanqueo de las diferentes telas que se tejían en la Real Fábrica de San Ildefonso, y dirigió la fábrica de ácido sulfúrico establecida hacia el año 1740 en la ribera del río Manzanares.
Al parecer también tuvo a su cargo otra fábrica de ácidos minerales, establecida en Cadalso, en la provincia de Madrid.
Fue el primero que dio a conocer en España, en 1788, la Nueva Nomenclatura Química de Lavoisier, que este discurso un año antes a la Academia de Ciencias de París.

De su amplia bibliografía destacamos los siguientes títulos:
«Instrucción sobre el mejor método de analizar las aguas». Madrid: Imp. Real. 1777.
«Curso de Química teórica y práctica para la enseñanza del Real Laboratorio de Química de esta Corte». Madrid: Imp. Antonio Sancha. 1788.
«Método de la nueva nomenclatura química, propuesta por Lavoisier, Morveau y Fourcroy. Traducido». Madrid: Imp. Antonio Sancha. 1788.
«Memoria sobre el blanqueo del lino, algodón y otras materias». Madrid: Imp. Antonio Sancha. 1790.
«Análisis de las aguas de Madrid». Madrid: Imp. de Villalpando. 1800.
«Método práctico de estañar las vasijas de cocina». Madrid: Imp. de Villalpando. 1803.
«Disertación sobre el Licor Anodino Mineral». Comunicación presentada al Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid. 10 de junio de 1777.

Bibliografía:

Roldán-Guerrero R. Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles. Madrid: Imp. del P.H.O.E., 1975. Vol. 2. pp. 558-563.