2024 ha sido un año de importantes hitos para el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y también para la profesión farmacéutica.
Momentos de celebración como el 23 Congreso Nacional Farmacéutico, la reelección del Comité Directivo del Consejo General y el lanzamiento de proyectos clave han marcado este periodo, consolidando el papel de los farmacéuticos como parte del sistema sanitario.
Pero también ha estado lleno de desafíos, entre los que destaca, sin lugar a duda, la grave DANA que afectó a las comunidades autónomas de Valencia y Castilla-La Mancha y que ya se considera la mayor catástrofe natural en término de pérdida de vidas humanas, de la historia reciente de España.
A continuación, hablamos con Jesus Aguilar, presidente del Consejo General, para hacer balance del año y conocer las perspectivas de futuro para la profesión farmacéutica.
Uno de los hitos más importantes ha sido la reelección del Comité Directivo al frente del Consejo General. ¿Cómo afrontan este nuevo mandato?
Con responsabilidad y compromiso, conscientes de que esta reelección es un respaldo al trabajo que hemos venido realizando y, al mismo tiempo, un estímulo para seguir avanzando en nuestra hoja de ruta.
Nuestra labor seguirá enfocada en tres grandes objetivos: fortalecer la gobernanza de la Organización Farmacéutica Colegial, consolidar nuestro papel como expertos en el medicamento y nuestro impacto social y en la salud pública y aprovechar las tecnologías para el desarrollo profesional.
En la consecución de estos propósitos, tengo plena confianza en el equipo que me acompaña, tanto en los miembros de la junta que han estado a mi lado durante años como en las dos nuevas incorporaciones, Rita de la Plaza como tesorera y Manuel Ángel Galván como contador.
Juntos, con esfuerzo y dedicación, continuaremos impulsando iniciativas que refuercen el papel sanitario de la profesión farmacéutica y su contribución a la sociedad, como hemos hecho en el tiempo precedente.
En este sentido, ¿cómo ha evolucionado la relación del Consejo General con las administraciones y otros interlocutores?
El diálogo institucional ha sido y seguirá siendo una de nuestras prioridades. Hemos mantenido una interlocución fluida con varios Ministerios del Gobierno de España, como el de Sanidad, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, el Ministerio de Igualdad, el Ministerio de Interior y el Ministerio de Agricultura, lo que ha permitido que nuestras propuestas sean escuchadas y valoradas.
Un ejemplo de ello es la intervención que llevé a cabo en la Comisión de Sanidad del Senado en el marco de la Ponencia sobre salud mental y prevención del suicidio. En ella trasladé el papel destacado que podemos desempeñar las farmacias y los farmacéuticos en las estrategias y programas que se lleven a cabo a este respecto, siempre que contemos con la voluntad política para ello.
A todos los farmacéuticos se dio cita en Valencia en febrero para celebrar el 23o Congreso Nacional Farmacéutico, un evento de gran impacto que, por primera vez, se organizó bajo criterios completamente sostenibles. ¿Qué valoración haces de su desarrollo?
Fue un rotundo éxito. Tras el alto listón que dejó el anterior Congreso de Sevilla, esta edición no solo lo igualó, sino que superó todas nuestras expectativas. Con más de 1.900 asistentes, 25 sesiones técnicas, 9 mesas de innovación y 8 de debate, volvió a consolidarse como un espacio de referencia para la profesión farmacéutica.
El elevado nivel técnico y científico del programa no solo atrajo el interés de los farmacéuticos, sino también de las administraciones públicas, como evidencia la participación del secretario de Estado de Sanidad, el director general de Farmacia y el jefe del Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la AEMPS.
Y, efectivamente, por primera vez en la historia del Consejo General, el Congreso se organizó bajo criterios completamente sostenibles. Pero la sostenibilidad no fue la única novedad: implantamos por primera vez el formato e-póster, que facilitó una mayor accesibilidad a los contenidos científicos, y celebramos tres simposios específicos impulsados por las Vocalías de Industria y Distribución, Investigación y Docencia, y Farmacia Hospitalaria y Laboratorio Clínico, reforzando la visibilidad de todas las áreas del ejercicio profesional.
En definitiva, el 23º Congreso Nacional Farmacéutico fue un éxito rotundo, y lo ha sido en todos los sentidos: participación, innovación, sostenibilidad y, sobre todo, en reafirmar la unidad, la fortaleza y el compromiso de toda la profesión.
El trabajo en alianza ha sido uno de los pilares fundamentales de su trayectoria al frente del Consejo General, y en 2024 ha continuado apostando por esta premisa. ¿Qué beneficios considera que aporta el trabajo colaborativo?
Todos. Hay una frase que solemos mencionar cuando hablamos de colaboración: "El trabajo en equipo es el secreto que hace que las personas comunes logren resultados extraordinarios". Solo a través de las alianzas podemos fortalecer nuestra capacidad para ofrecer mejores servicios a la población y consolidar el papel de la Red de Farmacias dentro del Sistema Sanitario.
Por eso, en 2024 hemos reforzado nuestro compromiso con la colaboración, firmando nada menos que 24 convenios estratégicos con entidades de gran relevancia. Entre ellas, la Sociedad Española de Radiofarmacia, la OCU, la Organización Médica Colegial, la Alianza de Medicamentos Crísticos de la Unión Europea, y varios ministerios, como el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. Estas alianzas nos permiten impulsar proyectos innovadores, mejorar la accesibilidad a los medicamentos y garantizar una atención farmacéutica más eficiente y coordinada.
En 2024 se ha celebrado el quinto aniversario de la estrategia que ha definido su mandato al frente del Consejo General, "Somos Farmacéuticos: asistenciales, sociales y digitales", consolidándose como un referente y trazando la hoja de ruta para el futuro. ¿Cuáles han sido los principales avances en cada uno de sus ejes?
Cinco años, se dice pronto. Y en todos esos años no hemos dejado de trabajar de impulsar nuevos proyectos en cada uno de sus ejes.
En el ámbito asistencial, hemos puesto en marcha el proyecto piloto de JunTOS en Baleares, Cantabria y Tenerife, con el objetivo de demostrar cómo la colaboración entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios puede mejorar significativamente la adherencia terapéutica de los pacientes trasplantados de órgano sólido.
También hemos lanzado el plan formativo Implanta SPFA que responde al creciente interés de los profesionales por una formación accesible, práctica y actualizada que facilite la prestación de los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA).
Y, como nos debemos por y para los pacientes, otra de las grandes iniciativas ha sido la presentación del “Decálogo de los derechos de los pacientes en la Farmacia Comunitaria”, que recoge que recoge los principales aspectos normativos que protegen sus derechos como beneficiarios de la prestación farmacéutica.
A esto se suma todo lo que hace la profesión farmacéutica en el ámbito de la Salud Pública ¿no es así?
Por supuesto. La Salud Pública es uno de los pilares de nuestra labor asistencial. En este sentido, hemos desarrollado numerosas campañas de concienciación y prevención, como la de interacciones entre alimentos y medicamentos, la iniciativa “La farmacia por la salud de la mujer: cuidando de ti, cuidando de todas”, y la campaña para la detección de la hidradenitis supurativa en farmacias.
La más reciente, y también una de las más relevantes por su temática, ha sido “Prevención y actuación farmacéutica en salud mental desde la farmacia”, desarrollada bajo el lema “Menos estigma, más estima” para reforzar el papel de la farmacia comunitaria en la detección de síntomas de patología mental, la derivación al especialista y la promoción de la educación sanitaria y el autocuidado.
Todas ellas reflejan el firme compromiso de la profesión con la promoción de la salud y el bienestar de la población.
Precisamente para ver la cartera asistencial y de salud pública de las farmacias habéis lanzado recientemente el primer Mapa de Servicios Farmacéuticos de España. ¿Por qué es tan importante este proyecto?
Porque muestra, de manera directa y visual, qué servicios asistenciales se están ofreciendo desde las farmacias y, lo que es más importante, su distribución en el territorio.
Y la conclusión a la que hemos llegado es a la vez clara y preocupante: se ha ido ampliando la prestación y concertación de servicios en las farmacias, pero a un ritmo y con una cartera desigual entre las autonomías, que son las que tienen la capacidad de decidir qué servicios financiar. Es necesario seguir avanzando para solventar estas diferencias que afectan, en último término, a los pacientes.
Servicios como los de adherencia terapéutica, dispensación colaborativa o el de reacondicionamiento de medicamentos a través de Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes, especialmente de aquellos con enfermedades crónicas, ya que acercan la atención sanitaria a sus necesidades diarias y garantizan un seguimiento más cercano y personalizado.
Desde el Consejo General soléis decir también que digitalizar es humanizar. ¿Qué innovaciones a este respecto ha habido en 2024?
Posiblemente, uno de los avances más destacados en este ámbito ha sido la consolidación de FarmaHelp como herramienta para abordar las faltas de suministro. A principios de 2024, la aplicación superó las 10.000 descargas, y a comienzos de 2025 alcanzó ya el millón de medicamentos localizados.
También hemos logrado importantes avances en la receta electrónica de MUFACE, con su despliegue en las comunidades autónomas de Navarra, Murcia, Baleares, Ceuta y Melilla; y en el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) que ha cumplido en 2024 su quinto aniversario, erigiéndose como una herramienta clave para garantizar la seguridad del medicamento.
Otros hitos que también han favorecido la digitalización tanto de la Profesión Farmacéutica como del propio Consejo General, han sido el lanzamiento de la versión digital de la revista Farmacéuticos, la consolidación de nuestro canal de videoconsejos, que ha entrado a formar parte de la iniciativa YouTube E-Health España; o la creación de un canal de difusión de Whatsapp como un medio de comunicación directo con nuestros grupos de interés.
Esto nos lleva al tercer eje de la estrategia: el ámbito social, que en el último año ha experimentado un gran impulso. ¿Qué lo ha favorecido?
La puesta en marcha de nuevos proyectos y el fortalecimiento de iniciativas ya existentes, todas con un impacto significativo.
Uno de los hitos más destacados ha sido el estudio “Determinantes sociales de la salud: abordaje desde la visión de la sociedad civil”, desarrollado por el Consejo Asesor Social de la Profesión Farmacéutica. Este trabajo ha obtenido un gran reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional, llegando a ser premiado en la categoría de Farmacia Comunitaria de la FIP.
También estamos especialmente orgullosos de otras iniciativas, como la tercera edición de los Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS, la publicación del II Barómetro Social de la Profesión Farmacéutica y la celebración del 25 aniversario de las Ayudas del CGCOF a proyectos de cooperación al desarrollo.
También dentro del eje social ha adquirido un importante reconocimiento la capacidad de la red de farmacias para detectar múltiples vulnerabilidades como soledad, violencia de género o incluso personas desaparecidas. ¿Qué iniciativas habéis trabajado en estos tres campos?
En lo que respecta a la soledad, hemos continuado trabajando con el IMSERSO para formar a los farmacéuticos en la identificación y apoyo a personas en esta situación. En el de la violencia de género, hemos alcanzado la cifra de casi 6.000 farmacias constituidas como Puntos Violeta, reforzando así su papel como espacios seguros y de apoyo para las víctimas.
Y también, en 2024, hemos empezado a trabajar con una problemática de enorme incidencia de la que no éramos conscientes hasta ahora: el de las personas desparecidas. En colaboración con el CNDES (Centro Nacional de Personas Desaparecidas) lanzamos en mayo la campaña “Cada minuto cuenta” para concienciar a la población sobre la importancia de denunciar cuanto antes las desapariciones.
Las farmacias pueden y son centinelas frente a la vulnerabilidad. Esto nos impulsa a seguir ampliando estas iniciativas, colaborando con instituciones y asociaciones para reforzar la labor de la red de farmacias como punto de referencia en la construcción de una sociedad más segura, equitativa y solidaria.
Uno de los grandes ejemplos de lo que puede hacer la farmacia en la salud y bienestar de la población, incluso en los momentos más críticos, lo vimos durante la DANA. ¿Qué balance puedes hacer de la actuación de los farmacéuticos y de la Organización Farmacéutica Colegial durante esta crisis?
Al igual que en otras emergencias recientes, como la pandemia de la COVID-19 o la erupción del volcán de La Palma, la respuesta de la profesión farmacéutica y de la Organización Farmacéutica Colegial fue inmediata, eficaz y profundamente humana.
La DANA, el mayor desastre natural en cuanto pérdida de vidas humanas, dejó también sin luz, sin agua y sin comunicaciones a miles de personas, generando una situación de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, incluso en medio de ese caos, lo que no faltó fue el medicamento. Gracias a la fuerza de voluntad, la profesionalidad y la vocación de servicio de los farmacéuticos —muchos de ellos también afectados—, y al trabajo ejemplar del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), junto con ONG como Farmamundi, Cruz Roja, Cáritas y el apoyo coordinado del Ministerio de Sanidad, se logró garantizar la continuidad del servicio farmacéutico.
No hubo desabastecimiento. Se atendió a la población y se aseguró el acceso a los medicamentos y productos sanitarios necesarios, demostrando, una vez más, que cuando más se nos necesita, la Farmacia siempre está ahí. Fue una actuación ejemplar que refleja lo mejor de nuestra profesión: compromiso, cercanía y respuesta inmediata ante la emergencia.
Todas estas actuaciones han tenido como resultado que la farmacia comunitaria sea el servicio mejor valorado por los españoles, según el CIS, con un 8,24. ¿Qué opinión tienes de esta puntuación?
Esta valoración refleja una realidad que llevamos tiempo destacando: el farmacéutico es el profesional sanitario más cercano y accesible de la Atención Primaria. Con más de 2,3 millones de personas acudiendo a las farmacias cada día, sin necesidad de cita previa ni listas de espera, somos el mejor radar sanitario y social, así como en una puerta de entrada al sistema de salud. Nuestra labor en la prevención, la educación sanitaria y la promoción de hábitos saludables es clave para el bienestar de la población.
Por eso, seguimos insistiendo en ello: nuestro modelo de farmacia es una conquista social de los ciudadanos y una garantía de equidad y cohesión que debemos fomentar y proteger. Porque proteger nuestras farmacias es proteger nuestros pueblos y nuestros barrios, y contribuir a reducir las desigualdades en salud.
Para finalizar, ¿qué espera para la profesión en 2025?
Seguiremos avanzando en nuestra hoja de ruta con el mismo compromiso. Queremos fortalecer nuestra labor asistencial, potenciar la digitalización y reforzar nuestra red de farmacias como puntos de salud y de apoyo claves en la sociedad. La farmacia seguirá evolucionando para responder a las necesidades de los pacientes y de la sociedad en su conjunto, con el mismo espíritu de vocación y servicio que siempre nos ha definido.