El Parlamento Europeo ha publicado un informe que alerta sobre la falta de profesionales sanitarios en la Unión Europea, que podría superar los 4 millones para 2030, afectando a la calidad de los sistemas de salud.
Para prevenir este escenario crítico, el texto recoge una serie de propuestas: mejorar salarios y condiciones laborales, incentivar la movilidad de profesionales a zonas o regiones más desfavorecidas, como las áreas rurales, facilitar la movilidad entre países, reforzar la formación y aprovechar la digitalización, al tiempo que se fomentan incentivos para zonas desatendidas y se promueve una planificación estratégica coordinada.
El informe subraya que invertir en personal sanitario “es clave para garantizar sistemas de salud sostenibles y preparados ante futuras crisis, y que su éxito dependerá de la voluntad política y la financiación de los Estados miembros”.
Además, hay una mención específica a las farmacias comunitarias en la que se insta a los Estados miembros a que establezcan estrategias nacionales para definir las funciones de los farmacéuticos comunitarios en la atención integrada y que las farmacias comunitarias son establecimientos de salud de primera línea, basados en la comunidad, y una infraestructura sanitaria esencial.