En el escenario actual y frente a la desinformación y las dudas que se están generando, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos hace un llamamiento a la confianza de los ciudadanos insistiendo en la calidad, seguridad y eficacia de todas las vacunas disponibles para la COVID-19. Asimismo, reconoce la enorme labor investigadora desarrollada en un plazo record y que ha dotado a la sociedad de vacunas seguras y eficaces.

En estos momentos, la vacunación de la COVID-19 representa una de las soluciones más importantes a esta crisis sanitaria, social y económica, que está teniendo graves consecuencias en todos los ámbitos. Por todo ello, los farmacéuticos, como profesionales sanitarios expertos en el medicamento, insistimos en que la campaña de vacunación representa el desafío más importante de las últimas décadas.

 

Respecto a la vacuna de AstraZeneca el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), confirmó, el pasado 7 de abril tras una nueva revisión de los datos, que los beneficios de esta vacuna siguen superando los riesgos para el grupo de población que la recibe, concluyendo que es eficaz para prevenir la COVID-19 y reducir las hospitalizaciones y muertes. Estas nuevas informaciones confirman lo ya señalado anteriormente por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que ha trasladado ya en diferentes ocasiones que el balance beneficio-riesgo de esta vacuna sigue siendo favorable.

En este escenario, en la estrategia de vacunación las autoridades sanitarias españolas han realizado un balance entre la efectividad de las vacunas y su disponibilidad, estableciendo así diferentes recomendaciones sanitarias según el grupo poblacional. Esto significa que los criterios establecidos persiguen obtener el mayor beneficio en cada una de las vacunas, al poder contar ya con la disponibilidad de cuatro distintas.

Las pautas establecidas se han realizado en base a la evidencia científica disponible en el momento actual, obtenida fundamentalmente en los ensayos clínicos realizados y teniendo en cuenta también la evidencia que se está consiguiendo en la vida real.

Confianza

Por tanto, es necesario enviar un mensaje de tranquilidad y confianza en las vacunas, que como todos los medicamentos han pasado los preceptivos controles de seguridad y eficacia, tienen una relación beneficio-riesgo completamente favorable y están contribuyendo a reducir de forma notable la enfermedad grave por el SARS-CoV-2.
Los farmacéuticos ponen de nuevo a disposición de la sociedad y del sistema sanitario todo su potencial científico, sanitario y asistencial para trabajar en las recomendaciones sanitarias en relación a las vacunas frente a la COVID-19 y así avanzar en la vacunación a la máxima velocidad posible.