Cuando hablamos de medicamentos no debemos olvidar que existe un campo dedicado a la sanidad animal y que también puede afectar a salud de las personas: son los medicamentos de uso animal. Ante ellos se debe seguir un adecuado control sanitario. En los medicamentos de uso animal se utilizan sustancias medicinales, que en muchas ocasiones, coinciden con las utilizadas en los medicamentos para humanos.
Es de especial importancia el control que se debe hacer de la dispensación de estos medicamentos. Así, esta dispensación, como la de cualquier otro medicamento, debe hacerse bajo control farmacéutico, ya sea en la oficina de farmacia o en los establecimientos comerciales detallistas donde se venden este tipo de medicamentos dedicados al uso animal. Esa dispensación controlada ayuda a conseguir que la utilización de los medicamentos se haga de acuerdo a la prescripción veterinaria.
Además, la actuación del farmacéutico, garantiza que el medicamento va a tener una adecuada garantía de calidad, así como de conservación y por tanto, que va a seguir las misma vigilancia que en el caso de los medicamentos para uso humano. Se consigue también un control sanitario, en especial en el desarrollo de resistencias a antibióticos de uso humano. Cabe señalar que casi todos los antibióticos usados en medicina veterinaria son estructuralmente iguales a los usados en humanos, lo que puede ocasionar la aparición de resistencias en las personas. Actualmente se utilizan grandes cantidades de estos antibióticos, muchas veces de forma incontrolada, en los piensos utilizados para el ganado. Esto puede ocasionar la aparición en personas, de enfermedades no sensibles a los antibióticos utilizados.
La dispensación controlada de estos fármacos a cargo del farmacéutico ayuda a la prevención de la utilización fraudulenta de esto tipo de medicamentos. Sirva como ejemplo, el uso que se hace de determinados fármacos para el engorde artificial del ganado, el posible uso como agentes dopantes en algunos deportes, o el enmascaramiento de productos animales en mal estado, con las consecuencias sanitarias a que todo ello puede dar lugar.
Además del uso racional de estos medicamentos por todos los ámbitos profesionales implicados, es recomendable contar con una adecuada red de farmacovigilancia que mantenga su situación dentro de la legalidad, ante las importantes repercusiones sanitarias que puede ocasionar su falta de control.
Por todo ello, hay que tener presente la importancia, en el ámbito sanitario, de los medicamentos de uso animal y el papel que cada uno de los estamentos sanitarios debe jugar en su adecuado control, en aras de conseguir una mejora sanidad animal y por ende, humana.
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.