La micción involuntaria en la cama, también conocida como síntoma de Enuresis nocturna, hace referencia a la incontinencia urinaria en niños mayores de 5 años. Generalmente uno de los padres o pariente de primer grado de los niños que sufren de incontinencia urinaria durante la noche la padeció y el hecho de conocer este antecedente generalmente ayuda a que el niño se sienta menos estresado acerca de su situación.

Aproximadamente el 20 % de los niños sufre de enuresis nocturna a la edad de 5 años, sólo el 5% presenta esta condición a los 10 años, el 2% a los 15 años y sólo 1 de cada 100 niños continúa presentando este problema durante la edad adulta. La enuresis frecuentemente se debe simplemente a un retraso en la maduración en la parte del sistema nervioso que controla la función vesical. Algunas veces, también puede ser ocasionada por problemas psicológicos, por infección o anomalías del tracto urinario o por diabetes, entre otros.

La enuresis no debe ser motivo de preocupación en niños menores de 6 años, a menos que éstos volviesen a orinarse en la cama tras haber sido educados para no hacerlo. No se debe castigar a los niños que sufren de micción involuntaria, ya que esta condición no es ocasionada por la pereza ni por la desobediencia. El hecho de avergonzar a un niño por esta razón puede originar problemas de baja autoestima y sentimientos de baja autovaloración. Es por eso que a los niños afectados por este problema se los debe tranquilizar, estimular y mostrarles mucha confianza. Igualmente, se debe motivar al niño para que tome parte en el proceso de limpieza, por ejemplo, quitando los tendidos de la cama, o colocando las sábanas en la lavadora.

La restricción de los líquidos a la hora de acostarse puede ayudar en algunos niños, debido a que disminuye el volumen de orina en la vejiga, pero esto no evita el problema por completo. Asimismo, se deben evitar las bebidas que contienen cafeína. Se debe buscar asistencia médica si se han presentado episodios repetitivos de enuresis después de la edad de 6 años o si el niño se queja de micción dolorosa.

No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.