El Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases, SIGRE, es el sistema de recogida selectiva de envases de medicamentos, puesto en marcha para facilitar que los ciudadanos puedan desprenderse de los envases vacíos o con restos de medicamentos, así como de los medicamentos caducados que tienen en sus hogares. El objetivo es evitar que tanto los envases como los restos de medicamentos se mezclen con otros residuos domésticos y acaben en la basura, sin recibir un tratamiento medioambiental adecuado.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, como parte integrante del SIGRE, pone a disposición de los consumidores un contenedor en las farmacias especialmente diseñado para reciclar los envases vacíos y restos de medicamentos. Bajo el lema "Por la salud de la naturaleza", Esta iniciativa trata de crear y fomentar una cultura medioambiental en la sociedad española alrededor de los medicamentos, con el asesoramiento de los farmacéuticos.

El farmacéutico ejerce un destacado papel como asesor y consejero de salud, colaborando activamente en el uso racional de los medicamentos. Por ello, y por su conocimiento del medicamento, el farmacéutico es la persona cualificada para hacer llegar al consumidor los mensajes medioambientales relacionados con el medicamento. De hecho, recientes sondeos de opinión confirman que casi el 80% de los consumidores han conocido la existencia de este sistema de recogida selectiva a través de la información facilitada en su oficina de farmacia.

Con su adhesión a SIGRE, el farmacéutico desempeña un papel de especial relevancia en este sistema de recogida selectiva al informar, difundir y animar al consumidor a que haga uso del sistema, depositando en el contenedor ubicado en la farmacia los envases de medicamentos vacíos o con restos, así como los medicamentos caducados o no utilizables. En la actualidad, los ciudadanos disponen de cerca de 20.000 Puntos SIGRE, o lo que es lo mismo, SIGRE se encuentra presente en cerca de 20.000 oficinas de farmacia.

Las oficinas de farmacia vienen incorporando desde hace años procedimientos de carácter medioambiental dirigidos a reducir o eliminar el impacto que pudiera tener su actividad sobre el medio ambiente. En esta línea, cabe recordar que es importante revisar dos veces al año nuestro botiquín para sustituir aquellos productos o medicamentos que se encuentren caducados, próximos a caducar o en mal estado. Por último es importante también insistir en que no es conveniente guardar restos de medicamentos de tratamientos finalizados.

No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.