El primer informe sobre la vigilancia de la resistencia a los antibióticos en Europa, publicado conjuntamente por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, advierte de la necesidad "urgente" de realizar inversiones para hacer frente a este problema de salud pública.
Concretamente, el informe ofrece una visión general paneuropea de la situación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en la región, con datos de 2020. Incluye mapas de semáforo para las combinaciones prioritarias de fármacos e infecciones de importancia para la salud pública, además de 42 perfiles de países y zonas, lo que supone un paso importante en la armonización de los informes sobre RAM en la región europea.
Con más de 670.000 infecciones bacterianas farmacorresistentes solo en la Unión Europea/Espacio Económico Europeo (UE/EEE) y aproximadamente 33.000 personas que mueren como consecuencia directa de estas infecciones, la carga sanitaria de la RAM es comparable a la de la gripe, la tuberculosis y el VIH juntos.
Así, los resultados presentados en el informe muestran claramente que la RAM está muy extendida en la región europea de la OMS. Aunque evaluar la magnitud exacta sigue siendo un reto en muchos entornos, es evidente la presencia de patrones específicos de RAM en los entornos clínicos cubiertos por las redes de vigilancia.
"La información contenida en este informe proporciona una base para planificar la acción en todos los niveles de la sociedad para responder al reto de la RAM", señala la directora del ECDC, Andrea Ammon. "A mayor escala, necesitamos iniciativas políticas sólidas para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas y la aparición de la RAM, así como el desarrollo y la aplicación de programas de administración de antimicrobianos y un mayor apoyo al desarrollo y la disponibilidad de nuevos antimicrobianos”, añade.
A nivel individual, la directora del ECDC apela a la prudencia para preservar la eficacia de los antibióticos, mediante la aplicación de medidas de prevención y control adecuadas para evitar la propagación de enfermedades infecciosas, así como la propagación de la RAM.
Los altos porcentajes de resistencia a las cefalosporinas de tercera generación y a los carbapenems en 'Klebsiella pneumoniae', y los altos porcentajes de 'Acinetobacter spp.' resistentes a los carbapenems en varios países son preocupantes, según el informe. Sugieren la diseminación de clones resistentes en los entornos sanitarios e indican, en muchas zonas, las graves limitaciones en las opciones de tratamiento para los pacientes con infecciones causadas por estos patógenos.
Asimismo, la resistencia a los antibióticos de última línea, como la vancomicina y los del grupo de los carbapenems, es un problema importante. Cuando estos antibióticos dejan de ser eficaces, las opciones de tratamiento son muy limitadas y pueden no funcionar en todas las situaciones, lo que a veces conduce a resultados fatales.