Las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de muerte en el mundo desarrollado y engloban a un conjunto de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, que incluyen fundamentalmente el infarto de miocardio, la angina de pecho y la hemorragia y trombosis cerebral. Aunque el 80% de las muertes se producen en mayores de 65 años, suponen una causa importante de mortalidad prematura. La información sobre las enfermedades cardiovasculares es esencial por la posibilidad real que existe de prevenirlas.

La hipertensión arterial, el consumo de tabaco, el colesterol alto, la diabetes, la obesidad y la vida sedentaria son los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Para conseguir que los niveles de tensión arterial no suban, debemos reducir el consumo de sal, hacer ejercicio físico, evitar el exceso de peso y el consumo excesivo de alcohol. Todo ello evita la aparición de hipertensión, además en muchas ocasiones estas medidas consiguen que la tensión se normalice, en caso contrario debemos acudir a un médico y seguir de forma rigurosa el tratamiento prescrito.

Los fumadores tienen el doble de riesgo de morir por un infarto que los no fumadores. Además el riesgo aumenta con el número de cigarrillos, así se ha observado que la gente que deja de fumar, reduce de forma sustancial el peligro de infarto, de tal manera que a los diez años del abandono del hábito las tasas de riesgo de los fumadores se igualan a las de los no fumadores. La prevención de los niveles elevados de colesterol se basa fundamentalmente en realizar una dieta adecuada, en la que siempre esté presente un alto consumo de fruta, verdura, legumbres, pescado azul y aceite de oliva.

Otro aspecto fundamental para controlar el nivel de colesterol es el ejercicio físico que, además de su efecto para controlar el sobrepeso, tiene un efecto muy beneficioso sobre el metabolismo de las grasas. Solo cuando el control dietético y el ejercicio físico han fracasado en el control del nivel de colesterol, debe realizarse un tratamiento con fármacos, que siempre debe ser controlado por el médico de cabecera. Por último la única solución para controlar el exceso de peso es una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico.

Podemos concluir recordando que los factores de riesgo de las enfermedades del corazón son conocidos y que la prevención es la verdadera arma para combatirlos. Una dieta equilibrada, ejercicio físico y dejar de fumar nos ayudará a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.