Millones de pacientes ingleses podrán obtener directamente en las farmacias recetas para siete afecciones comunes, además de los controles de la tensión arterial y de los servicios de la píldora anticonceptiva anunciados previamente para hacer frente a la crisis de los consultorios médicos. Las reformas que el Gobierno y el sistema de salud inglés (NHS) han presentado en un plan de atención primaria pretenden liberar 15 millones de citas con médicos de cabecera en los próximos dos años. Los farmacéuticos podrán prescribir medicamentos a quienes padezcan otalgia, odinofagia, sinusitis, impétigo, herpes zóster, picaduras de insectos infectadas, e infecciones del tracto urinario (ITU) sin complicaciones en las mujeres, sin necesidad de acudir por primera vez a un médico o una enfermera.
Thorrun Govind, presidente de la Real Sociedad Farmacéutica de Inglaterra (RPS), ha transmitido que “los planes anunciados son una verdadera oportunidad para los pacientes, ya que brindarán un mejor acceso a la atención médica, lo que ayudará a reducir la tensión en otras partes del NHS y brindará a los pacientes la atención que necesitan, cuando la necesitan”.
Sin embargo, algunos expertos señalan que no todas las farmacias podrán ofrecer todos o alguno de los nuevos servicios propuestos, lo que podría dar lugar a que los pacientes frustrados "vayan de un lado a otro para acabar volviendo al médico de cabecera".