La Real Sociedad Farmacéutica del Reino Unido ha propuesto que durante la próxima década las farmacias comunitarias se conviertan potencialmente en centros de diagnóstico precoz de cáncer. Para cumplir con esta función, los farmacéuticos comunitarios se formarían para reconocer los síntomas de alerta de diversos tipos de cáncer lo que les permitiría además derivar a las personas con sospecha a servicios especializados para que confirmar o prevenir el cáncer.