
En septiembre de 2024, el Consejo de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) eligió a la secretaria general del Consejo General de Farmacéuticos, Raquel Martínez, como vicepresidenta.
Con motivo de su nombramiento el International Pharmacy Journal, la publicación oficial de la FIP, ha publicado una entrevista en la que la nueva vicepresidenta conversa sobre la práctica farmacéutica como representante de la profesión en España, así como de los objetivos de su mandato como miembro del Bureau de la FIP.
FIP: ¿Qué le llevó a elegir la carrera de farmacia?
Raquel Martínez: No tengo antecedentes familiares, aunque mi madre y mi hermana son enfermeras, por lo que quizás de ahí venga mi vocación de servicio, unida a mi interés por el ámbito sanitario. Vocación que me animó a cursar la licenciatura en Farmacia y posteriormente iniciar mi trayectoria profesional en Tardelcuende (Soria), un pequeño municipio de apenas 400 habitantes.
FIP: ¿Cómo le influyó el ejercicio en el medio rural a su visión del sistema sanitario en España?
Raquel Martínez: Esta experiencia me permitió conocer un tipo de farmacia que está en el corazón de las comunidades. Las farmacias rurales han demostrado ser un elemento clave para la sostenibilidad de estas zonas y su desarrollo, y durante mis años como farmacéutica en Tardelcuende pude conocer esta realidad cada día.
Este hecho me llevó más tarde a complementar mi trabajo como farmacéutica comunitaria con el de representante colegial, lo que me permitió mostrar mi fuerte compromiso y pasión por nuestra profesión, primero como presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Soria y posteriormente del Consejo de Farmacéuticos de Castilla y León.
Trabajar en una farmacia rural durante la pandemia, cuando la atención sanitaria era muy demandada, me permitió apreciar, más que nunca, el verdadero valor de nuestra profesión.
En la actualidad, como secretaria general del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, trabajo para defender a estas farmacias y comunidades.
Creo que estas experiencias, así como nuestra estrategia social, muy vinculada con el objetivo de aprovechar el valor potencial de las farmacias rurales para las poblaciones vulnerables y abordar los desafíos demográficos, ayudarán al desarrollo en estas áreas poblacionales.
De hecho, una de nuestras principales iniciativas, las “Escuelas Rurales de Salud”, que recibió el Premio de la Campaña de Promoción de la Salud de la FIP 2024, tiene como objetivo apoyar la alfabetización en salud de estas poblaciones mediante la promoción de charlas de educación sanitaria dirigidas por farmacéuticos comunitarios.
Según los resultados del proyecto y la encuesta realizada a quienes asistieron a las charlas, el proyecto ha sido un gran éxito. Las comunidades rurales necesitan más atención y recursos para seguir siendo sostenibles. La profesión farmacéutica española en general, y yo en particular, estamos comprometidos con este fin. Juntos podemos impulsar este cambio.
FIP: Como secretaria general del Consejo General de Colegios Farmacéuticos desde 2018 ¿Cuál ha sido su mayor reto?
Raquel Martínez: Han sido muchos, pero entre otros he participado en el lanzamiento de la nueva estrategia profesional para la Organización farmacéutica Colegial.
Bajo el nombre de Somos Farmacéuticos, nos permitió visualizar y trasladar esa transformación del Consejo General y de la profesión a todos sus interlocutores: las administraciones públicas, otras profesiones sanitarias, las asociaciones de pacientes o los ciudadanos, entre otros.
Además, todas las actuaciones las impulsamos alrededor de los tres ejes que marcan el futuro de la profesión: Somos asistenciales, somos sociales, somos digitales.
Por supuesto otro de los grandes retos fue la organización del 80 Congreso Mundial de Farmacia en colaboración con la FIP que me permitió conocer más de cerca la Federación. Personalmente, trabajar junto con nuestro querido y recordado Dominique fue todo un orgullo.
FIP: ¿Cuál es a tu juicio la principal preocupación de los farmacéuticos en España?
Raquel Martínez: En primer lugar, hay que garantizar que donde esté el medicamento debe haber un farmacéutico, a lo largo de toda la vida del medicamento. Desde la investigación, la producción, la distribución y, por supuesto en la dispensación. Este es un objetivo claro de FIP y también en España.
La presencia e intervención directa del farmacéutico es una garantía para el paciente y por eso debemos huir de otras alternativas de marcado interés económico que pueden poner en peligro la salud de los ciudadanos.
En segundo lugar, la integración de la farmacia comunitaria en la atención primaria beneficiaría sin duda a los sistemas sanitarios y a los pacientes. Podemos aumentar la capacidad asistencial de los sistemas sanitarios, especialmente de la atención primaria, incorporando nuevos servicios de atención farmacéutica, así como servicios de salud pública en las farmacias.
Otra preocupación en el caso de España es la sostenibilidad de la red de farmacias. Estamos trabajando para dotar de una viabilidad suficiente al conjunto de las farmacias para que puedan ofrecer todos los servicios que les demandad los ciudadanos.
FIP: España tiene una de las redes de farmacias más grandes de Europa, con una farmacia cada 2.135 habitantes. ¿A qué tipo de servicios farmacéuticos tiene acceso la población?
Raquel Martínez: El principal servicio que los farmacéuticos comunitarios prestamos a la población, y que se pone de manifiesto al ver estas cifras, es el acceso equitativo a los medicamentos.
Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios expertos en el medicamento, y la red de farmacias comunitarias, que está distribuida por toda España de forma que el 99% de la población tiene una en su municipio, nos convierte en los garantes de un acceso seguro y de calidad a los medicamentos, así como a la prestación de la atención farmacéutica en igualdad de condiciones, vivas donde vivas.
Las farmacias en España prestan una amplia gama de servicios no relacionados con la dispensación, pero su prestación no es uniforme en todo el país porque las distintas comunidades autónomas son las responsables de la planificación sanitaria.
Sin embargo, acabamos de publicar el primer “Mapa de Atención Farmacéutica en España”, en el que se identifican 10 servicios de atención relacionados con el medicamento y 13 servicios de salud pública que se ofrecen actualmente en las oficinas de farmacia a través de alguna de las 177 iniciativas institucionales y de los colegios de farmacéuticos autonómicos.
Por poner algunos ejemplos, en el ámbito de la salud pública (95 iniciativas), los servicios más extendidos que prestan las farmacias comunitarias son el cribado de enfermedades (11 CCAA), la prevención de daños mediante programas de metadona (11 CCAA), las campañas de hábitos de vida saludables (8 CCAA) y la deshabituación tabáquica (7 CCAA).
En cuanto a otros servicios, tras la atención de enfermedades menores, la dispensación y el asesoramiento sobre medicamentos, los servicios más extendidos vinculados directamente con el medicamento son los sistemas personalizados de dosificación (16 CCAA), la dispensación colaborativa entre farmacias hospitalarias y comunitarias (8 CCAA) y los programas de adherencia terapéutica (7 CCAA).
FIP: Tiene un máster en salud mental. ¿Cómo ve la evolución de la contribución de la profesión en este ámbito?
Raquel Martínez: Últimamente se está prestando mucha atención a la salud mental, es una buena noticia. Como ha declarado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, "la salud mental es tan importante como nuestra salud física".
La clave para entender realmente la magnitud del problema es observar la atención real que recibe la salud mental en comparación con la salud física. Es un error si nos fijamos solo en lo más perceptible y no somos conscientes de las afecciones que no son tan evidentes como una enfermedad física. Poco a poco estamos dejando atrás un enfoque más anticuado de la salud mental y esto ya es un avance.
Desde hace tiempo, el Consejo General Farmacéuticos de España viene impulsando proyectos relacionados con la salud mental: el Informe sobre Salud Mental del Consejo Asesor de Social 2022 y sus 10 recomendaciones; la campaña Lumens (una aproximación a la salud mental desde la farmacia comunitaria) y la iniciativa Adhvierte (prevención de la no adherencia en pacientes con ansiedad o depresión).
También se han llevado a cabo diferentes campañas e iniciativas por parte de los Colegios de Farmacéuticos. Algunos ejemplos son: en Castilla La-Mancha, “Farmacia comunitaria, tu apoyo en salud mental”; en Murcia, Yonomebenzo, un programa de uso racional de las benzodiacepinas; o en Castilla y León, un estudio sobre benzodiacepinas realizado por la red de farmacias centinela. Este trabajo muestra la importancia de potenciar el papel de los farmacéuticos comunitarios en el sistema sanitario, incluyendo áreas clave como la salud mental.
El vínculo esencial farmacéutico-paciente, reforzado por el trato personal que supone encontrarse cara a cara en el mostrador de la farmacia, nos permite hablar con los pacientes y escuchar sus preocupaciones. Creo que somos clave para el bienestar mental de los pacientes y necesitamos más herramientas para alcanzar nuestro máximo potencial profesional en este ámbito.
FIP: Usted es miembro de la junta directiva del Sistema Integrado de Gestión de Residuos de Medicamentos. ¿Cómo puede la profesión cumplir mejor con sus responsabilidades en materia de práctica sostenible?
Raquel Martínez: El desarrollo sostenible es clave para el desarrollo de nuestras sociedades y no podemos pensar que es algo que no nos concierne. Es un asunto global porque no hay persona sana en un planeta enfermo.
En el Consejo General Farmacéutico de España, cuando diseñamos nuestra estrategia “Somos farmacéuticos”, reservamos un espacio para la sostenibilidad y lo incluimos en el apartado “Somos sociales” de dicha estrategia.
De ahí han surgido muchas iniciativas, en las que SIGRE es nuestro buque insignia. A través de este proyecto, más de 22.000 farmacias en España recogen los medicamentos y restos de medicamentos que los pacientes desechan en los contenedores que cada farmacia tiene para tal fin.
Con este sencillo acto, evitamos que todos esos medicamentos no sean procesados adecuadamente y lleguen al medio ambiente. Desde la farmacia, con los recursos, las herramientas y el liderazgo adecuados, se pueden lograr muchos avances para proteger el medio ambiente.
FIP: Usted también es miembro de la junta directiva del Sistema Español de Verificación de Medicamentos. ¿Son los medicamentos falsificados una amenaza real en España?
Raquel Martínez: Ni lo han sido ni lo serán. En España, los medicamentos solo se pueden obtener en las farmacias comunitarias, no hay ningún otro lugar donde conseguirlos, y esa es la principal razón de la ausencia de medicamentos falsificados en nuestro mercado. Los farmacéuticos comunitarios han sido, son y serán los protectores y la mejor garantía para que los pacientes obtengan sus medicamentos.
Pero eso no significa que el Sistema Español de Verificación de Medicamentos no sea útil, las nuevas amenazas significan que necesitamos nuevas herramientas para enfrentarlas.
Como formamos parte del mercado europeo y estamos conectados al nodo del Sistema Europeo de Verificación de Medicamentos, es necesario tener un enfoque común para mitigar estos problemas en colaboración con nuestros colegas europeos y contribuir a resolver estas situaciones, que representan una gran amenaza para la salud de los pacientes.
FIP: En España se están desarrollando nuevas herramientas para ayudar a solucionar el desabastecimiento de medicamentos. ¿Qué magnitud tiene el problema en su país? ¿Qué añadirán estas herramientas a las ya existentes? ¿Podrían beneficiarse de ellas otros países?
Raquel Martínez: El desabastecimiento de medicamentos es un problema multifacético que afecta a todo el mundo y encontrar una solución es un asunto muy complejo que requiere la colaboración y coordinación de todas las partes implicadas en la cadena de suministro.
Como farmacéuticos, somos el último eslabón de la cadena, quienes realmente sabemos qué medicamento se puede dispensar al paciente y cuál, o por qué no está disponible o no ha sido suministrado por los mayoristas. Esta situación nos da la oportunidad de informar cuando un medicamento no puede ser suministrado por alguno de los mayoristas a una farmacia.
Si la información sobre las incidencias de suministro se agrupa y se analiza en su conjunto, considerando diferentes factores como la distribución geográfica o determinados umbrales, podemos obtener información útil sobre la disponibilidad de medicamentos a nivel de farmacia comunitaria, qué medicamentos no están llegando a los pacientes y la magnitud del problema.
En España contamos con una herramienta que lleva a cabo este proceso: CisMED (Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos). La información es clave para la toma de decisiones y la búsqueda de soluciones, y por eso creamos CisMED.
Desde su lanzamiento en 2014, ha generado mucha información valiosa, que compartimos de forma periódica con nuestra Agencia Nacional del Medicamento y el Ministerio de Sanidad. Esta herramienta ha sido reconocida por diferentes organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Europea y el Grupo Farmacéutico de la Unión Europea (PGEU), como una buena práctica para la mitigación del desabastecimiento de medicamentos.
Además, hemos desarrollado FarmaHelp, que tiene como objetivo mitigar el impacto de la escasez de medicamentos en los pacientes. Se trata de una herramienta de comunicación que permite a los farmacéuticos consultar a otras farmacias si disponen de un medicamento que no tienen y que necesita un paciente.
Si el farmacéutico recibe una respuesta positiva de alguna de las farmacias conectadas, el paciente es derivado a esa farmacia donde está disponible el medicamento. FarmaHelp benefició a casi 400.000 pacientes durante 2023, y el 74% de las solicitudes realizadas con la herramienta se resolvieron de forma positiva.
Estas herramientas podrían implementarse en todo el mundo y creemos que sería un buen paso adelante para encontrar una solución a este problema.
FIP: En el congreso de la FIP en Ciudad del Cabo, usted presentó el papel de las farmacias en España a la hora de abordar los determinantes sociales de la salud. ¿De qué manera los farmacéuticos en España se están involucrando con sus comunidades para mejorar estos determinantes y cuáles son los resultados esperados?
Raquel Martínez: En el congreso tuve la oportunidad de presentar la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica y las principales conclusiones del estudio “Determinantes sociales de la salud: Aproximación desde la perspectiva de la sociedad civil” que desarrollamos con el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Nuestro principal objetivo es no dejar a nadie atrás y, para ello, centramos nuestras líneas de trabajo en cinco grupos de población principales: pacientes, niños, mujeres, personas mayores y grupos vulnerables. Cada uno de estos grupos tiene diferentes problemas y necesita enfoques diferentes.
Sin embargo, todos tienen algo en común, acuden a la farmacia y la farmacia puede serles de gran ayuda. En relación con esto, hemos puesto en marcha algunas iniciativas desde las farmacias para abordar la soledad no deseada y concienciar cuando una persona desaparece.
Como resultado del informe, elaboramos un conjunto de recomendaciones para ayudar a mitigar los determinantes sociales de la salud con el fin de proporcionar una atención sanitaria más equitativa a la sociedad.
En algunas de las áreas identificadas como clave, los farmacéuticos pueden hacer una enorme contribución. Por ejemplo, debido a su proximidad a las comunidades (las farmacias reciben la visita de 2,3 millones de personas cada día en España), son un sensor social clave de la violencia de género o los problemas de salud mental.
En cuanto a los resultados esperados del estudio, es demasiado pronto para decirlo, pero los resultados preliminares sugieren que abordar la perspectiva social de la profesión es clave para lograr el alcance completo de la práctica farmacéutica y es necesario para proporcionar una atención adecuada a la sociedad.
Además, desde el inicio de la implementación de nuestra estrategia social, hemos logrado elaborar diferentes informes que ponen de relieve las necesidades de estos grupos en relación con diferentes cuestiones, como la salud mental.
Un punto importante es que elaboramos estos informes en colaboración con las organizaciones españolas y los grupos de la sociedad civil que representan a los grupos vulnerables en España y que conforman un Consejo Asesor Social para la profesión farmacéutica.
Su participación en estas iniciativas es primordial, ya que son los más indicados para señalar las necesidades y los desafíos a los que se enfrentan e identificar cómo los farmacéuticos comunitarios pueden ayudar a superarlos.
FIP: En España destaca la paridad de género en farmacia, con un 56% de mujeres en los órganos de gobierno. ¿Cómo se ha conseguido?
Raquel Martínez: Así es, en nuestro último análisis de la situación de paridad en los órganos de gobierno del conjunto de la Organización Farmacéutica Colegial puso de manifiesto que más del 56% de los puestos de responsabilidad están ocupados por las mujeres.
Pero sin nos fijamos en el conjunto de la profesión, en las bases este porcentaje es aún mayor, por lo que queda aún mucho por hacer.
La profesión farmacéutica en sí, es abiertamente femenina, ya que 7 de cada 10 colegiados son farmacéuticas, concretamente el 71,9 % (57.013 en total). Esto la convierte en la tercera profesión sanitaria con mayor representación de la mujer, por detrás de enfermería (84,2 %) y psicología (82,1 %).
Además, en todas las modalidades de ejercicio de la farmacia las mujeres constituyen una amplia mayoría, destacando especialmente su proporción en las de Administración y Salud Pública (77,5 %), Farmacia Hospitalaria (75,6 %), Farmacia Comunitaria (72,2 %) y Alimentación (70,7 %).
FIP: En su declaración electoral, usted dijo que una de las competencias que aportaría a la FIP es la de asesorar sobre “elaborar estrategias políticas” para apoyar la regulación de la profesión farmacéutica. ¿En qué consisten esas estrategias?
Raquel Martínez: El Consejo General Farmacéutico de España cree firmemente que la regulación de la profesión farmacéutica es primordial para mantener el más alto nivel de protección de la salud pública y la seguridad del paciente.
Nuestra organización tiene un papel importante en la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de los servicios farmacéuticos.
Así que sí, el Consejo es responsable de supervisar, en términos generales, el cumplimiento de la legislación sanitaria, especialmente la farmacéutica.
Además, otra función es cooperar con las autoridades en la promoción de la salud pública y la prevención de enfermedades, y colaborar con la Administración Sanitaria del Estado en la formulación de políticas sanitarias en materia de Atención Farmacéutica y uso racional de medicamentos y productos sanitarios mediante acciones colaborativas de educación e información sobre dichos productos.
En este sentido, puedo aportar a la FIP nuestra experiencia para impulsar, junto con las administraciones públicas, cuantas disposiciones y acciones se consideren necesarias para la mejora técnica y profesional de los distintos ámbitos del ejercicio profesional.
La colaboración con las autoridades sanitarias competentes es fundamental para garantizar que las farmacias sean parte integral de la prestación de una atención sanitaria centrada en el paciente. Esta colaboración continua con las autoridades es, además, crucial para que los farmacéuticos sean vistos como un aliado de confianza y para que nuestras acciones sean fructíferas.
FIP: ¿Qué quiere lograr durante su mandato como vicepresidente de la FIP?
Raquel Martínez: A pesar de la diversidad de contextos entre los distintos países, todos tenemos un punto en común y un objetivo común que se ha reflejado muy bien en la nueva campaña de la FIP “Piensa en la salud, piensa en la farmacia”: lograr que los gobiernos comprendan el valor de la farmacia para afrontar los desafíos que enfrenta el sector de la salud.
Uno de mis objetivos para mi mandato como vicepresidenta de la FIP es contribuir a generar conciencia sobre las farmacias como lugares esenciales de Atención Primaria porque, a pesar de los muchos avances en la práctica farmacéutica, en la mente de demasiados responsables políticos y miembros del público, las farmacias aún no se perciben como establecimientos de prestación de atención sanitaria.
Por todo ello, trabajaré arduamente para garantizar que los gobiernos y el marco regulatorio sean sensibles al papel cada vez mayor que pueden desempeñar los farmacéuticos como agentes esenciales de la salud.
Otro objetivo que me gustaría alcanzar es apoyar a los miembros de la FIP para que sus autoridades comprendan la importancia de contar con un marco regulatorio adecuado para la profesión farmacéutica.
Por nuestra experiencia en este ámbito, como ya he mencionado, creo firmemente que nuestro apoyo puede marcar la diferencia, sobre todo en los países en desarrollo de la región latinoamericana, con los que tenemos lazos culturales y con los que el presidente del Consejo General Farmacéutico de España, Jesús Aguilar, mantiene unas relaciones muy estrechas y sólidas desde hace muchos años.
Por último, me gustaría también contribuir al trabajo de la FIP para garantizar la sostenibilidad de la profesión en un contexto en el que nos enfrentamos a retos como la escasez de personal, la presión financiera por la reducción de los presupuestos sanitarios, el riesgo de nuevas pandemias y la transformación digital de la salud.
En este sentido, creo que puedo aportar activamente nuestra experiencia trabajando en todos estos ámbitos, incluyendo el trabajo del Consejo General Farmacéutico en la formación continua y especializada de los farmacéuticos, un proyecto lanzado recientemente sobre competencias digitales para farmacéuticos comunitarios y nuestra estrategia para las farmacias rurales, entre otros.
FIP: ¿Cómo ve la farmacia dentro de 20 años?
Raquel Martínez: Los nuevos avances en investigación y los cambios sociodemográficos están creando un futuro de oportunidades para la profesión farmacéutica. El envejecimiento, la polimedicación, las nuevas terapias, las amenazas a la salud pública... todos estos retos exigen la participación de los farmacéuticos, y la FIP está trabajando en todos ellos.
Ronda rápida de preguntas
Hitos profesionales: Impulso de la farmacia rural, fomento de la remuneración de los servicios farmacéuticos como el sistema personalizado de dosificación, la regulación de la atención farmacéutica en residencias de ancianos y centros sociosanitarios, y la puesta en marcha de nuevas herramientas digitales que faciliten el registro de intervenciones farmacéuticas en beneficio de los pacientes (como la plataforma Nodofarma Asistencial).
Último libro: Una guía de viajes de Sudáfrica ya que me encanta viajar pero prefiero escuchar música, me gusta mucho la música indie.
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Fin de semana perfecto: Mi autocaravana y perderme por la montaña.
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