Monodosis

Las mejoras diagnósticas en enfermedad de Alzheimer, una necesidad

Publicado en Nº471 Nº471

La previsible incorporación de anticuerpos monoclonales dirigidos frente a la proteína β-amiloide (Aβ) con indicación en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer desde fases tempranas –como donanemab y lecanemab– pone de relieve la necesidad de diagnosticar la enfermedad de manera precoz, de modo que la ralentización de su progreso sea efectiva y clínicamente relevante. Actualmente, el diagnóstico se fundamenta en una serie de estudios que incluyen técnicas de neuroimagen que permiten detectar la atrofia en determinadas regiones cerebrales y el empleo de biomarcadores procedentes del líquido cefalorraquídeo, como los niveles de la proteína tau y de Aβ, y que se complementan con exámenes físicos, cognitivos y con la historia clínica del paciente. Sin embargo, en la mayor parte de los casos estas técnicas no permiten establecer un diagnóstico temprano de alzhéimer, sino que se realizan habitualmente cuando existe ya un diagnóstico cognitivo más o menos avanzado.

Recientemente se ha descubierto la utilidad como marcador de esta enfermedad la concentración plasmática de la proteína p-tau217, permitiendo realizar el diagnóstico con un análisis de sangre e incluso antes de que existan signos y síntomas.

En un estudio con tres cohortes se ha examinado la capacidad de un inmunoensayo con p-tau217 para detectar la enfermedad de Alzheimer en un total de 786 participantes –64% de mujeres y media de edad de 63 años– y en el que se pudo comprobar una correlación entre los niveles de Aβ y de p-tau217, de manera en los pacientes con niveles anormales de Aβ se pudo evidenciar un incremento anual en la concentración plasmática de p-tau217 estadísticamente significativo en las tres cohortes, incluso en pacientes sin signos iniciales de deterioro cognitivo, estimándose una eficacia en la detección de hasta el 95% y permitiendo reducir la realización de otras pruebas más invasivas en un 80%.

A tenor de estos resultados, podríamos estar ante un cambio de paradigma en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, tanto por la capacidad para establecer una intervención temprana que permita frenar la progresión de la enfermedad durante un tiempo prolongado, como en términos de la conveniencia para el paciente y para el propio sistema sanitario, evitando la realización de pruebas costosas e invasivas.

Bibliografía

    • Ashton NJ, Brum WS, Di Molfetta G, Benedet AL, Arslan B, Jonaitis E et al. Diagnostic Accuracy of a Plasma Phosphorylated Tau 217 Immunoassay for Alzheimer Disease Pathology. JAMA Neurol. 2024: e235319. DOI: 10.1001/jamaneurol.2023.5319.

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