La Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja firmó el 11 de abril un convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos para poner en marcha el programa ‘Soledad no deseada’, una iniciativa orientada a detectar y combatir esta realidad en personas mayores mediante la implicación directa de las farmacias en el entorno rural.
La consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, ha explicado que el envejecimiento de la población y la dispersión geográfica de los municipios pequeños están agudizando un fenómeno silencioso que afecta la salud física y mental: la soledad no deseada. “En La Rioja, más del 7 % de la población supera los 80 años y el 14 % los 65, cifras que seguirán creciendo en los próximos años”, ha señalado.
Esfuerzo conjunto
Con este programa, según Martín, se pretende que las farmacias detecten posibles casos de soledad entre mayores de 60 años, especialmente en zonas rurales, y los deriven a los servicios sociales correspondientes. “Este esfuerzo conjunto no solo busca prevenir las consecuencias de la soledad, sino también fortalecer el tejido comunitario, promover la participación activa y mejorar la calidad de vida de nuestros mayores”, ha afirmado.
La consejera ha recordado además que el Consejo de Gobierno ha remitido al Parlamento de La Rioja el proyecto de Ley de Atención y Ordenación Farmacéutica, que “actualiza la regulación vigente desde 1998” y persigue “reconocer el papel asistencial y social de las farmacias, especialmente en el ámbito rural”.
Bajo el lema: ‘En la farmacia de tu municipio dispensamos atención’, se pretende crear una red comunitaria que acompañe, escuche y actúe a través de la cercanía de los farmacéuticos rurales»
Por su parte, la directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, Ana Zuazo, ha detallado que el programa, cuyo lema es ‘En la farmacia de tu municipio dispensamos atención’, tiene como objetivo crear una red comunitaria capaz de acompañar, escuchar y actuar ante situaciones de soledad. Zuazo ha indicado que “los farmacéuticos, por su cercanía y confianza con los usuarios, son clave para detectar señales de alerta como cambios de humor o aislamiento social”.
La participación de las farmacias será voluntaria y contará con herramientas como protocolos de actuación, hojas de derivación y material informativo. Una vez identificado un posible caso, se informará a la persona sobre los recursos disponibles y, si lo desea, se facilitará el contacto con los trabajadores sociales. Los Centros de Coordinación de Servicios Sociales de Rioja Alta, Centro y Baja serán los encargados de valorar las situaciones detectadas.
Zuazo también ha señalado que las situaciones de vulnerabilidad pueden derivarse de circunstancias como la jubilación, el desempleo, la pérdida de la pareja o problemas de salud y movilidad. “Estos factores pueden manifestarse en señales como dejadez personal, insomnio o visitas frecuentes a la farmacia”, ha explicado.
Las farmacias, un activo social
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Rioja, Miguel Ángel García, ha subrayado el papel social de las farmacias, y que “el 99 % de la población tiene una farmacia en su municipio”, lo que las convierte en “un activo social de gran impacto”. García ha remarcado que, por su contacto constante con la ciudadanía, las farmacias están en una posición privilegiada para detectar necesidades y colaborar en la mejora del bienestar de las personas.
Actualmente, La Rioja cuenta con 158 farmacias, de las cuales 99 están fuera de la capital. El 51% se ubica en municipios de menos de 1.500 habitantes, y se suman 48 botiquines farmacéuticos más. Con esta iniciativa, estos establecimientos se consolidan como aliados estratégicos en la lucha contra la soledad no deseada.