El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG), a través de su Vocalía de Dermofarmacia y con la colaboración de La Roche-Posay, organizó el pasado mes de febrero el curso de especialización en atención dermofarmacéutica al paciente oncológico en la farmacia comunitaria. La formación contó con sesiones teóricas combinadas con protocolos de recomendación prácticos.
Los temas abordados incluyeron la actualización de terapias oncológicas, los cuidados dermoestéticos en el paciente oncológico, la formulación magistral como herramienta asistencial, la “quimiofobia”, el manejo psicológico del paciente en la oficina de farmacia, el cuidado de la persona cuidadora y otros aspectos relacionados con las redes sociales y la inteligencia artificial en la farmacia.
Asesoramiento farmacéutico
Una de las sesiones más destacadas fue la impartida por Tomás Muret, vocal de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, bajo el título «Quimiofobia: de la desinformación a las apps cosméticas”, donde alertó sobre el peligro de la desinformación en internet y destacó el papel clave de los profesionales farmacéuticos en el asesoramiento de estos pacientes.
Muret señaló que la mayoría de tratamientos oncológicos generan efectos secundarios en la piel, lo que lleva a los pacientes a buscar apoyo en las farmacias. Destacó la importancia de que los farmacéuticos conozcan los tratamientos oncológicos y sus consecuencias para poder recomendar productos dermocosméticos adecuados o medicamentos de indicación farmacéutica. “Por supuesto, es muy importante que sepamos también cuándo debemos derivar directamente al médico”, enfatizó.
El vocal abogó por que las farmacias ofrezcan un servicio profesional de atención farmacéutica a pacientes oncológicos, ya que estos pueden estar utilizando productos o suplementos que interfieren con su tratamiento. “Muchas veces nos cuentan en la farmacia lo que no le dicen al médico, y en ocasiones, estos productos pueden ser perjudiciales”, advirtió.
Desinformación en internet
El especialista explicó que la quimiofobia es el miedo a los productos químicos y sintéticos, una tendencia que puede afectar la salud de los pacientes oncológicos. “Cuando tienes un cáncer, te agarras a cualquier cosa y es fácil caer en pseudociencias”, afirmó Muret. Además, señaló que, en la búsqueda de lo “natural”, muchos pacientes pueden rechazar productos médicamente recomendados.
Si un oncólogo, enfermera oncológica o farmacéutico recomienda un producto, el paciente puede utilizarlo tranquilamente y no debe dejar de hacerlo porque una App o internet diga que es malo”
Tomás Muret, vocal de Dermofarmacia del CGCOF
Muret subrayó que “lo importante no es que un producto sea natural o sintético, sino que sea adecuado y efectivo para el paciente”. Como ejemplo, mencionó los syndet, jabones sintéticos especialmente formulados para pieles sensibles y altamente recomendados en pacientes oncológicos. “Que sea sintético no significa que sea malo”, reiteró.
Finalmente, el experto hizo un llamado a la confianza en los profesionales sanitarios frente a la desinformación en internet. «Si un oncólogo, enfermera oncológica o farmacéutico recomienda un producto, el paciente puede utilizarlo tranquilamente y no debe dejar de hacerlo porque una App o internet diga que es malo», concluyó.