Hace tan sólo unos días las calles se iluminaron de verde para celebrar el Día Mundial del Farmacéutico. Bajo el lema Fortaleciendo los sistemas sanitarios con los farmacéuticos, rendimos homenaje a todos los profesionales farmacéuticos, desde los que trabajan en farmacias de los pueblos más recónditos del país a los farmacéuticos hospitalarios, los que desarrollan su labor en la distribución, en salud pública, en alimentación, ortopedia, óptica, dermofarmacia, en la industria o los que se dedican a la investigación. Todos ellos robustecen el sistema sanitario con sus conocimientos y con una labor que, gracias al compromiso profesional y a la capilaridad de la red de farmacias, es cada vez más asistencial y más social.
La pandemia de covid demostró ya el enorme potencial de la farmacia comunitaria para llegar a toda la población y la consolidó como una aliada fundamental del sistema sanitario, capaz de descargar de tareas y costes a la atención primaria asumiendo labores asistenciales, preventivas y sociales, en un momento en el que los sistemas sanitarios estaban colapsados.
Superada la pandemia, toca ahora reconstruir los sistemas sanitarios con pilares sólidos capaces de soportar los nuevos envites que vendrán y los desafíos de la Agenda 2030 que ya están aquí.
Los profesionales farmacéuticos robustecen el sistema sanitario con sus conocimientos y con una labor que, gracias al compromiso profesional y a la capilaridad de la red de farmacias, es cada vez más asistencial y más social»
Las casi 600 iniciativas sociales y sanitarias emprendidas por la farmacia que hemos recopilado en el primer Barómetro Social de la Farmacia Española, como programas de detección de la violencia de género o de la soledad no deseada, nos dejan claro que el compromiso de la farmacia con la sociedad y el sistema sanitario es ya una realidad.
Sin embargo, fortalecer el dañado sistema sanitario aprovechando al máximo el potencial de las farmacias requiere renovar también la relación de las farmacias con el sistema. Esto implica concertar nuevos servicios asistenciales como el seguimiento farmacoterapéutico o los programas de adherencia terapéutica. Pero también integrar a la farmacia en las redes y estrategias de salud pública, contando con su enorme potencial para los cribados o como red centinela en salud pública.
Superada la pandemia, toca ahora reconstruir los sistemas sanitarios con pilares sólidos capaces de soportar los nuevos envites que vendrán y los desafíos de la Agenda 2030”
Además, un sistema sanitario que aspire a ser robusto debe ser también un sistema sanitario accesible, por lo que es importante acercar la innovación terapéutica al ciudadano a través de la dispensación colaborativa entre servicios de farmacia hospitalaria y comunitaria, revisar las actuales reservas singulares y facilitar la sustitución desde la farmacia en las situaciones que sea necesario.
Un sistema sanitario que cuente más con la farmacia será un sistema sanitario más fuerte.