Los medicamentos falsificados que escapan del control sanitario, además de promover el movimiento ilícito de grandes cantidades de dinero, pueden contener componentes de baja calidad, dosificación incorrecta de los principios activos e, incluso, no contener principios activos. Por tanto, llevan implícitos riesgos directos para la salud individual del paciente que los recibe –intoxicaciones, sobredosis o descontrol de la patología por infratratamiento–, así como para la salud pública y para los sistemas sanitarios; pero, además, comportan importantes riesgos indirectos de carácter social y económico.
La detección de medicamentos y productos farmacéu