Monodosis

Robots para el tratamiento del delirio

Publicado en Nº421 Nº421

El trastorno delirante tiene una alta prevalencia en pacientes hospitalizados y es un factor pronóstico negativo para una estancia hospitalaria más prolongada, mayor mortalidad y resultados cognitivos a largo plazo. Se caracteriza fundamentalmente por una reducción de la capacidad de concentración, trastornos del sueño, trastornos emocionales y agitación psicomotriz. En el manejo clínico del delirio se recomiendan medidas no farmacológicas que reduzcan su duración o severidad, si bien las opciones son limitadas más allá de la movilización física temprana, la reorientación o el intento de recuperar patrones normales del sueño.

Ante las recientes evidencias de los posibles beneficios aportados por el empleo de mascotas robóticas en la reducción de la agitación en pacientes ancianos con demencia (factor de riesgo importante del trastorno delirante) a nivel ambulatorio, un grupo de investigadores del Albany Medical Center de Nueva York ha llevado a cabo un estudio piloto para evaluar la eficacia de esa intervención en pacientes con trastorno delirante en un entorno hospitalario.

A un total de 20 pacientes con diagnóstico confirmado (edad media 73 años; 50% mujeres; la mayoría tratados previamente con opioides, benzodiacepinas y/o antipsicóticos) e ingresados en la UCI se les entregó un gato robótico Joy for All®, operado por pilas y que podía ronronear, maullar y reaccionar al tacto. Durante tres días, se alentó al propio paciente, a su familiar o cuidador, y a la enfermera a cargo a hacer uso del gato con el paciente, tras lo cual se les pidió a todos –si era posible por el estado del paciente o disponibilidad de familiares–, incluyendo a médicos, que completaran una encuesta de evaluación de 5 preguntas en una escala Likert de 5 puntos (1=muy en desacuerdo, 5=muy de acuerdo).

Se recopilaron un total de 400 encuestas, 23 procedentes de pacientes o familiares y 70 del personal de apoyo de la UCI. El 65% de pacientes/familiares aseguraron en que el gato tenía un efecto relajante en los pacientes, más del 70% no consideraban que el gato interfiriera con la calidad de la atención sanitaria, y una gran mayoría coincidía en que el gato podría aportar una potencial mejora futura en los pacientes. En general, los comentarios sobre la intervención fueron positivos, siendo la sugerencia más común (20%) el ofrecimiento de un perro robótico.

Así pues, los resultados de este estudio piloto apuntan a que el empleo de mascotas robóticas es una intervención conductual no farmacológica simple, segura, barata y no invasiva para pacientes con trastorno delirante ingresados en UCI, bien recibida por los pacientes y considerada de utilidad por las enfermeras cuidadoras. No obstante, las limitaciones del estudio (tamaño muestral, ausencia de brazo control, etc.) impiden sacar conclusiones definitivas sobre su utilidad y se requieren estudios más amplios para confirmarlo.

El uso de mascotas robóticas (e intervenciones similares) podría reducir la necesidad de medicamentos psicotrópicos al tiempo que mejora la calidad de vida del paciente y la familia. En un futuro, quizá se podría ampliar esta posibilidad a otras patologías con afectación neuro-cognitiva.

Bibliografía

  • Schulman-Marcus J, Mookherjee S, Rice L, Lyubarova R. New Approaches for Delirium: A Case for Robotic Pets. Am J Med. 2019. DOI: 10.1016/j.amjmed.2018.12.039.

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