El nuevo Acuerdo de la Farmacia Comunitaria en Irlanda ha generado preocupación entre los farmacéuticos, que advierten de que la falta de reembolso por los blísteres y las restricciones al suministro por fases ponen en riesgo la seguridad de los pacientes.
El diputado Johnny Guirke denunció en el Parlamento que el acuerdo no cubre los sistemas de dosificación supervisada, lo que obligará a las farmacias a asumir costes “insostenibles a largo plazo”.
El primer ministro irlandés, Micheál Martin, admitió las inquietudes de los farmacéuticos y confirmó que las negociaciones con la Unión Farmacéutica Irlandesa siguen abiertas. Al mismo tiempo, el Ejecutivo ha presentado una nueva normativa para garantizar la transparencia en los precios de referencia.
Así, a partir de diciembre de 2025, las farmacias deberán informar del coste de sus servicios profesionales y, desde 2026, tendrán que entregar recibos detallados a los pacientes.
La ministra de Sanidad, Jennifer Carroll MacNeill, afirmó que “estas medidas refuerzan la confianza en los farmacéuticos y permiten a los ciudadanos comprender mejor lo que pagan por su medicación”.