La patronal de la industria farmacéutica europea, EFPIA, y organizaciones del ámbito sanitario y veterinario, han expresado su preocupación por que la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) no tenga prevista una evaluación específica del impacto que la actual propuesta de restricción de sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) tendría sobre la fabricación y suministro de medicamentos para uso humano y animal, a pesar de incluir al sector en el alcance de la norma.
Los PFAS, conocidos como “químicos eternos” por su permanencia en el medio ambiente, están bajo revisión por sus efectos potenciales sobre la salud y los ecosistemas. Sin embargo, la EFPIA sostiene que una regulación genérica, sin tener en cuenta las particularidades del sector sanitario, podría interrumpir el acceso a tratamientos esenciales o afectar procesos críticos de producción. La organización también lamentó la falta de consulta a autoridades como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) antes de avanzar con el plan de restricción.
Las asociaciones piden que cualquier regulación sobre PFAS esté basada en evidencia científica y contemple medidas de mitigación que equilibren la protección ambiental con la seguridad del suministro de medicamentos. Subrayan que los materiales y componentes que contienen estas sustancias cumplen funciones clave en la estabilidad y eficacia de muchos productos farmacéuticos. En este contexto, la industria alerta sobre el riesgo de que una regulación apresurada derive en desabastecimientos o aumentos de costes que, en última instancia, repercutan en pacientes y veterinarios.